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La violencia perturbada

Abstract

El mundo actualmente vive sumergido en una esfera de violencia de la cual no se puede escapar, gran cantidad de personas de todo el planeta mueren diariamente por diferentes problemas políticos, económicos, sentimentales, territoriales, entre otros. Dando lugar a un mundo lleno de sufrimiento, recuerdos y un sinfín de sentimientos que se han ido acrecentando debido a la rapidez con que se siguen dando estos hechos. Sin embargo, los medios informativos tales como la televisión, radio, periódicos han maquillado la verdad de tal forma que solo unos pocos; aquellos que son considerados razonantes, pueden descifrar la información y darla a conocer a las multitudes anónimas. No obstante, el arte contemporáneo ha intentado romper esta costumbre ya arraigada en la sociedad dándole un significado propio a las palabras para que ese privilegio que tenían las imágenes sea de pocos y las palabras para muchos, pues no cualquiera es capaz de ver y hablar de tal crueldad. Por ello, en este texto se pretende mostrar la relación que existe entre imagen y violencia partiendo desde el texto de Rancière y ayudándonos de un ejemplo de arte contemporáneo para desarrollar dicha cuestión. Para comenzar, es de gran índole para el texto establecer la relación entre imagen y violencia que plantea Rancière en su texto " La imagen intolerable ". En primer lugar, se presenta que " La imagen es declarada no apta para criticar la realidad porque ella pertenece al mismo régimen de visibilidad que esa realidad, la cual exhibe por turno su rostro de apariencia brillante y su reverso de verdad sórdida que componen un único e idéntico espectáculo. " (Rancière, 2010), con esto el autor plantea que la imagen que muestra esta realidad es demasiado real como para ser verdad, es decir, lo que muestra el arte contemporáneo es muy crudo como para ser verdad y esto hace que lo que es intolerable en la imagen se convierta en los intolerable de la imagen dando lugar a una tensión bastante arraigada ya en el arte político. Del mismo modo, para que la imagen tenga el efecto político que requiere el espectador debe sentirse culpable o verse afectado por lo que está viendo, pues solo con mirarla sería suficiente para sentir culpabilidad. Por ello Rancière dice " Así, son necesarias imágenes de acción, imágenes de la verdadera realidad o imágenes inmediatamente invertibles en su realidad verdadera, para mostrarnos que el simple hecho de ser espectador, el simple hecho de mirar imágenes es una cosa mala " .