México y sus revoluciones

Recuento historiográfico acerca de la Revolución mexicana, en el que se observa cómo se transformó la interpretación de lo ocurrido en 1910 a partir del desarrollo político-cultural del siglo XX.

El ensayo siguiente desarrollarán algunas de las características sobre como la nación mexicana se fue consolidando, y como también la economía tomo un nuevo rumbo, pero que para tomar el camino que ahora tiene tuvieron que pasar muchos sucesos históricos que marcaron para siempre la situación económica repercutiendo en la sociedad y en la política.

fue presidente de México treinta y un años. Durante ese tiempo, el poder quedó en manos de un pequeño grupo de personas, encabezadas por Díaz; el pueblo no tuvo oportunidad de opinar sobre sus problemas ni de elegir a sus gobernantes. Mientras tanto, había surgido una nueva generación de jóvenes, maestros, médicos, abogados, ingenieros, agricultores e industriales que querían participar en la vida política del país y que no podían hacerlo porque todos los puestos estaban ya ocupados por hombres mucho más viejos que ellos.

Breve análisis de los sucesos más importantes a partir de la decadencia de la etapa maderista hasta la creación de una nueva Constitución (1911de una nueva Constitución ( -1916

La Familia Revolucionaria en México , 2021

Análisis de la élite del poder 1929-2000

2017

La otra revolución mexicana, las transformaciones culturales que siguieron el conflicto armado de 1910-1920, y que fueron propulsadas por la aparición de nuevos medios tecnológicos. Los revolucionarios que protagonizan estas páginas no son soldados ni bandidos, sino escritores y artistas. Sus armas: la cámara fotográfica, la máquina de escribir, la radio. Su propósito: derrocar la dictadura de los ideales estéticos decimonónicos que todavía dominaban el medio artístico y literario en las primeras dos décadas del siglo veinte. La suya fue una lucha por liberar las palabras y las imágenes, por sincronizar la producción cultural con el vértigo de la modernidad.

Jefes: hombres que en algún momento por ser amigos incondicionales de sus mayores asumían congratuladamente puestos de poder y conforme lo ejercían en la lucha armada expedían dominios de tintes caciquiles.

La Silla Rota, 2023

Este artículo de divulgación aborda la importancia de volver a la Revolución mexicana como hito histórico para la construcción de ciudadanía, al mismo tiempo que hace un somero rastreo de la producción especializada novedosa sobre el tema a partir de seguir la trayectoria del denominado "revisionismo historiográfico" desde la década de 1970.

Las diferentes posturas de los primeros regímenes revolucionarios hacia la Unión soviética pasaron de la simpatía a la desconfianza con una velocidad acelerada, lo que motivó que, apenas unos años después de la apertura de relaciones diplomáticas, estas fueran canceladas unilateralmente por México durante varios gobiernos.

Decires, 2010

Estamos en época de festejos, de celebraciones, de conmemoraciones o de reflexiones. Los doscientos años del inicio del movimiento de Independencia y los cien años del comienzo de la Revolución han dado origen a cientos de publicaciones, programas de radio y televisión y gastos excesivos por parte del gobierno federal. En medio de toda la parafernalia se han escuchado pocas voces reflexivas, que cuestionen qué estamos celebrando, si es que lo estamos haciendo, y cómo vamos a conmemorar el inicio de esos dos movimientos, el primero que marca el nacimiento de México como nación independiente y el segundo que inaugura una época distinta en la historia reciente de este país. Al parecer se ha privilegiado el festejo facilón y la reivindicación de la historia de bronce, como la calificó Luis González. Hay quien piensa que el gobierno panista tendría que haber tratado de rescatar la visión conservadora de la historia e inventar nuevos héroes de acuerdo con la ideología dominante. Sin embargo, quienes ocupan puestos importantes de gobierno hoy en día fueron educados con los libros de historia editados por la Secretaría de Educación Pública, con un discurso histórico uniforme y homogéneo. De esa manera, los anuncios del gobierno federal dicen que estamos celebrando "doscientos años de ser orgullosamente mexicanos", y ni por asomo se ha cuestionado si se puede afirmar que hace dos siglos los habitantes de este territorio eran, efectivamente, mexicanos. Miguel Hidalgo, José Ma. Morelos, Vicente Guerrero siguen siendo, en ese discurso, los héroes que nos dieron patria y libertad. Por otra parte, la Revolución ha pasado a un segundo término, a decir de Luis Barrón, los panistas no saben qué hacer con el movimiento revolucionario ni cómo acomodarlo dentro de un discurso que por años negó su importancia, e incluso, ignoró el acontecimiento mismo como un hecho fundacional en la historia contemporánea de México. Esa interpretación se enfrenta a la realidad de un país en el que la mayoría de sus habitantes ni siquiera tiene claro qué es lo que festejamos, ni saben bien a bien si Emiliano Zapata fue héroe de la Independencia y si Benito Juárez hizo la Revolución. Para documentar el optimismo, basta recordar esa ceremonia del Grito cuando el presidente Vicente Fox incluyó a Francisco I. Madero entre los héroes mencionados en el festejo de la Independencia.