Academia.edu no longer supports Internet Explorer.
To browse Academia.edu and the wider internet faster and more securely, please take a few seconds to upgrade your browser.
…
7 pages
2 files
El 15 de enero de 1871, pocas horas antes de tomar el barco que lo llevará al destierro en España, José Martí escribe a su maestro y protector Rafael María de Mendive:
2014
Este ensayo discute la idea de evolución sociocultural en Martí, y su representación de los indígenas americanos y los negros. Al hacerlo, entra en diálogo con la reseña que escribió Rafael Rojas sobre Etnografía, política y poder: José Martí y la cuestión indígena (2013).
Revista Iberoamericana, 1990
Por supuesto, la palabra destierro es mucho mis bella que la palabra exilio. La primera tiene una connotaci6n afectiva, entrafiable; en tanto que la otra es fria e hiriente. Por tanto, Marti fue un desterrado, no un exiliado (como desterrados son todos los que fuera de su patria por motivos politicos viven en cualquier rinc6n del mundo respetando la libertad y la dignidad del hombre). No lo fue por voluntad propia, aunque supongo que ya en su ananke estaba determinado que lo fuera, pues s61o en el destierro se realizaria. Su patria tenia que ser la humanidad, como alguna vez defini6 el propio Marti ese sentimiento (pues la patria es ante todo un sentir), tan clavado en e1 y tan aleg6rico al mismo tiempo. Marti podia vivir en cualquier sitio del planeta excepto en su tierra natal. Necesitaba distanciarse de ella geografica y espiritualmente. Sin esa distancia sencillamente no hubiera sido quien fue, y aunque esto cae dentro de lo hipotdtico, estoy persuadido de su absoluta veracidad. Porque inicamente en la lejania podia Marti haber mitificado el objeto de su vida, Cuba, y aun su mismo destino.
Intersedes Revista De Las Sedes Regionales, 2010
La presente ponencia constituye un esfuerzo por sintetizar el trabajo de investigaciónacción titulado Ética ciudadana para niños y niñas de primaria a
Ciberletras. Revista De Critica Literaria Y De Cultura, 2003
No es mi intención argumentar en contra de la lectura que sitúa a Martí entre los misóginos finiseculares. Es cierto que los roles asignados a “la mujer” en la obra martiana son convencionales y sin duda responden a la reificación de la mujer, reflejada en una mirada omnipotente y viril. Por otra parte, como estrategia crítica, conviene distinguir entre los usos estéticos de la mujer, esencializada en la tradición patriarcal, y la mujer como ente político y social. Quiero situar mis comentarios en el cruce de este contraste entre los estereotipos femeninos del fin de siglo, la virgen, la madre, la hetaira, y la “nueva mujer” neoyorquina. De esta manera, podremos considerar los lugares comunes consabidos sobre las “faltas” de la mujer y a la vez señalar aquellos puntos en los cuales las oposiciones binarias entre los géneros-sexuales, características de la época pierden algo de su tensión y nos sitúan en un territorio más ambiguo, y en mi opinión, más abierto a la relectura del texto martiano. Se trata entonces no de repetir los aspectos bastante obvios del machismo de Martí sino de reconsiderar sus comentarios respecto a la mujer y el género-sexual y las cualidades que representa, sobre todo a la luz de la evolución radical del papel de la mujer en los Estados Unidos, durante los años neoyorquinos de Martí, 1880-1895.
La oposición de José Martí a la anexión de Cuba a los Estados Unidos nació de su profundo conocimiento de las realidades que anidaban en lo profundo de la sociedad norteamericana: el amor excesivo al dinero, el empleo de cualquier método para obtenerlo, sobre todo la fuerza; la aplicación sistemática de la filosofía del despojo, tanto hacia los naturales del país como hacia los países vecinos. Su antimperialismo, sin embargo, no fue antinorteamericanismo. Aplaudió y proclamó las virtudes a aquella gran nación, y señaló los vicios que comenzaban a podrir sus cimientos y de los cuales debían salvarse las jóvenes repúblicas hispanoamericanas, en primer lugar Cuba y Puerto Rico, las dos últimas posesiones coloniales españolas en América, a cuya independencia se había opuesto disimulada, primero, y abiertamente, después, la élite de poder norteamericana. Estos temores de José Martí se verían confirmados cuando en 1898, a escasos dos años de su muerte en combate frente a España, los Estados Unidos intervinieron en la guerra que ya tenían ganada los patriotas cubanos. El resultado es de todos conocido: la apropiación de Puerto Rico y Filipinas, y el estatus neocolonial al que fue sometida Cuba desde el 20 de mayo de 1902.
Nombrar a Martí, Ediciones Santiago, Santiago de Cuba , 2008
El capítulo aborda la impronta de la prédica de José Martí en el pensamiento y la acción del líder estudiantil revolucionario José Antonio Echeverría. El ser cubano se define por el ser martiano. Cuba es Martí, y viceversa. Martí ha sido presencia constante para los cubanos durante todo el siglo XX. Los que combatían los males republicanos comprendían que al hacerlo, lo que buscaban era la concreción del sueño martiano. En su pensamiento buscan legitimidad todos los intereses, clases, grupos, sectores, organizaciones que en Cuba han pugnado a lo largo de su historia. Cada vez que la Nación cubana ha atravesado por un período difícil de su historia ha apelado a Martí. Precisamente la generación llamada del Centenario, los jóvenes que en 1953 conmemoraban un siglo del alumbramiento del más ilustre de los cubanos, era la misma que sólo un año antes había asistido al cincuentenario de la República cuya realidad contrastaba duramente con las aspiraciones martianas.
2010
El nacionalismo inspira una cultura de la venganza. Esas palabras bastaron para que nunca olvidara mis conversacioges con Wagner, quien, se sabe, tuvo que salir de Rumania en 1987 (entre otras cosas, por negarse a cooperar con la Securitate, el servicio secreto de su pais) con destino a Alemania. En su aventura lo acompanaba su entonces esposa, tambien escritora, tambien suaba del Banato, Herta Muller. Escritor. Ha publicado libros de cronicasy ensayos, sobre literatura centroeuropea y de expresion alemana. Premio Nacional de Ensayo Abigael Bohorquez (1999) por Apunles para una geografia del limbo. Su libro nias reciente es El asesino de la palabra vacia (2007, 2". ed.). Es director de Publicaciones del Instituto Matfas Romero de la SRK.
El libro recoge una serie de ensayos ya considerados clásicos en la bibliografía martiana y que constituyen un punto de referencia sobre su obra. La lectura de estos textos hoy, posibilita desplegar los modos de una reflexión sobre la situación del intelectual latinoamericano instalado en uno de los centros del emergente capital financiero y permite considerar, al mismo tiempo, el carácter de los vínculos entre la modernidad y el proceso de modernización en América Latina y en los Estados Unidos. Incluye “La dialéctica de la modernidad en José Martí” (1971), “Indagación de la ideología en la poesía. Los dípticos seriados de Versos sencillos” (1980) y “José Martí en el eje de la modernización poética: Whitman, Lautréamont, Rimbaud” (1983), que incorpora en uno de sus apartados el artículo “Martí, poeta visionario”, publicado el año anterior.
Loading Preview
Sorry, preview is currently unavailable. You can download the paper by clicking the button above.
Loading Preview
Sorry, preview is currently unavailable. You can download the paper by clicking the button above.
Dialektika. Revista de Investigación Filosófica y Teoría Social, 2021
Inti Revista De Literatura Hispanica, 1999
Congreso Internacional José Martí en nuestro tiempo, 2007