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Es el conjunto de normas que regulan los derechos y las obligaciones o deberes formales, tanto de la administración tributaria como de los contribuyentes o administrados, con el objeto de coadyuvar al cumplimiento de las obligaciones tributarias sustantivas.
El afinar una bateria o cualquier instrumento se refiere a de cierta manera "acomodar" los tonos de cada uno de los miembros de ese instrumento para que den cierta nota o sonido. En el caso de las baterias, siendo un instrumento de percusión y compuesto principalemente de madera, el sonido depende de muchas variables entre las cuales podemos destacar: la forma y tamaño del caparazón (shell), la tensión y el tipo de parche, la velocidad y el area de golpeo, la acústica del salón, entre muchas otras. Lograr el sonido deseado es de lo que se trata este artículo. Apesar de que parece muy simple el hecho de entender como funciona una bateria (al golpear el parche se transmiten vibraciones a la madera, por ende esta última vibrará, creando el sonido), realmente existen infinitas posibilidades, sonidos, variables y formas en que puedes afinarla, por lo que es importante cononcer algunos conceptos antes de empezar a mover tornillos.
Todo comenzó con una foto en la que yo tendría unos dos años. La tomaron en el instituto de música de mi padre. Aparezco pintando sobre una amplia hoja blanca en la que garabateo formas humanas. Me encuentro rodeado de instrumentos musicales: guitarras y violines. Comprobé con el tiempo que a uno de los violines le falta una cuerda, se ve claramente en la foto ampliada. Este accidente no me llevó a ser músico, ni siquiera pintor. Pronto me revelé como un prodigio: a los diez años de edad ya escribía estupideces. Recuerdo un pequeño cuento. Duermo en la improvisada habitación de un subsuelo y sueño que padezco un enloquecedor insomnio de varias noches de duración. Luego sueño que hace días que estoy en esa clínica en la que trabajo. Me despierta una enfermera avisándome un reciente fallecimiento. Me incorporo y en un esfuerzo entumecedor logro calzarme en la oscuridad las medias y lavarme la cara en un lavatorio frente aun espejo en potencia (no enciendo la luz). Llego a la sala y reconozco que la tenue vitalidad del anciano lo abandonó completamente en una rigidez irreversible. Vuelvo a dormir. Una hora más tarde llegan los familiares a los que debo informarles la muerte del octogenario difunto (previamente debí repetir la operación de las medias, el lavabo y el espejo oscuro, pero ya con cierta espontaneidad preconcebida). Los familiares esperan la noticia, de la misma manera que quizá el anciano esperó la muerte. Se los comunico y estallan en llantos. Lloran y yo contengo un bostezo que también me hace lagrimear. Por un momento desearía que muriesen ellos también para no tener que escucharlos a esa hora de la madrugada. Pero si eso ocurriera, una hora después, aproximadamente, debería dar la noticia a otros familiares, más lejanos del anciano pero más cercanos de los que lloraban. Y si muriesen éstos llegarían nuevos familiares y amigos, y si esto continuara no tardaría en aparecer una feroz manifestación de hombres y mujeres que condenaran, con gritos y lágrimas, el atroz genocidio. Vuelvo al subsuelo y sigo durmiendo. Vuelvo a soñar, sueño que estoy soñando que sueño. Al despertar comprendo que el anciano muerto es el padre de mi padre. Todo comenzó hace bastante tiempo. Mi abuelo se llamaba Juan, tal vez debí esperar que muriera para aclarar estos asuntos. A mi padre lo llamaron Hugo Juan (algo así como el antecedente y el consecuente). Luego mi padre decidió que me llame Juan Pablo, algo así como la conclusión de las anteriores premisas. Espero no aburrir, pero las cosas se dieron así; a mi hermano lo llamaron Juan Sebastián, por Bach. Mi padre lo llamó de esa manera. Mi padre es músico. Mi nombre se lo debo a un tal Sartre. Todos los intentos de escribir una novela han sido fallidos, como los garabatos de una gran promesa. Un bostezo vuelve a hinchar mi cara y una lágrima la atraviesa, ya resulta imposible mantener los ojos cerrados. Doy vueltas por el living y mis pies y mis párpados son muy pesados. Vuelvo a echarme sobre la cama, sobre unas sábanas húmedas y algo gastadas. Al principio, mi novela trataba de las aventuras "profesionales" de un periodista que, a punto de revelar un secuestro, era perseguido por policías, que a su vez, eran los mismos secuestradores. ¿Hace falta decir algo más?, no era tan estúpido después de todo: a la basura. Echado, desparramado, con esa apatía, la de siempre. Y hoy es el día siguiente, y no hubo fiesta. Volví y escribí en la primera página de aquel libro... la fecha y debajo las iniciales que querían decir "terminó la pesadilla". Después de seis años, y con esa apatía, la de siempre. Una apatía un tanto sospechosa. Un imbécil, durante una época en que yo no salía con mujeres, había insinuado que yo era una especie de marinero...la idea no era mala, pero la dejé de lado porque ¡por aquella época! creía que para escribir eso debería haber hecho varios viajes, saber algo de navegación, experiencia que posiblemente me hubiera sacado de mi soledad, razón por la cual no tendría por qué sugerírseme que fuese un marinero, y por lo tanto escribiría, quizá, sobre mujeres ... la intención se anulaba a sí misma: a la basura. Mis párpados caen de aburrimiento, desde la mañana, así comienzo. Mi cara, mis párpados, mi nariz. Me aburre el cansancio. No me gusta hablar. Algunos dicen que no pronuncio bien las palabras, que no se entiende bien lo que digo, que no "modulo' al hablar. Imaginé una obra en la que modulase a mi manera y que cada uno modulase a su manera al leerla; que no se me escuche... También me conmovió, más de un fin de semana, los relatos que recordaba de mis antepasados, de sus contratiempos, lo que para ellos significó el incierto e inmediato presente de la inmigración, de su emigración. El arribo a una nueva lengua, esa ignorancia latina y a veces rubia, que según dicen se
Ingeniería de Caminos es un curso de formación profesional mediante el cual se busca capacitar al futuro profesional en la formulación de el Diseño Definitivo de una Carretera, que enlace dos puntos determinados, analizando su factibilidad técnico -económico, estimando sus efectos incentivadores de las actividades productivas de su área de influencia, la que permitirá un sustancial ahorro en los costos de operación vehicular, como en los sectores agropecuario, minero, turismo y otros, así como la prevención y mitigación de desastres en obras viales.
Art. 1.-Constitúyese con domicilio principal en la ciudad de Quito, Distrito Metropolitano, República del Ecuador, la CORPORACION ECUATORIANA POR EL BUEN VIVIR "INCLUIR" , que en adelante, para efecto del presente estatuto se denominará únicamente como la CORPORACION.
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PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN EL PROCEDIMIENTO PENAL ECUATORIANO. LA BÚSQUEDA DE LA AFIRMACION DEL GARANTISMO PENAL EN LA LEGISLACIÓN ECUATORIANA