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2009, Proceedings of the VI Congreso Nacional de Historia de la Construcción (Valencia, Spain)
La presente comunicación tiene como finalidad informar de una experiencia pedagógica singular, se trata de la construcción de una bóveda de crucería de diecisiete claves en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. El pasado curso, el Departamento de Construcción y Tecnología Arquitectónica de la ETSAM puso en marcha una nueva asignatura llamada Taller de Construcción Gótica, en ella, los alumnos han podido experimentar el recorrido necesario para llevar a cabo la construcción de una bóveda de crucería de considerable complejidad, desde las monteas hasta su montaje, pasando por la construcción de cimbras, todo ello siguiendo los métodos medievales. La bóveda construida es la que aparece en el manuscrito del s. XVI atribuido a Alonso de Vandelvira Libro de las traças e cortes de cantería.
Actas Del Sexto Congreso Nacional De Historia De La Construccion Valencia 21 24 De Octubre De 2009 Actas Del Sexto Congreso Nacional De Historia De La Construccion 21 10 2009 24 10 2009 Valencia, 2009
La bóveda gótica que aparece en el tratado de Alonso de Vandelvira, es un prototipo de cómo adaptar la técnica gótica a una bóveda de inspiración clásica. En la escuela de Arquitectura de Madrid se llevo a cabo la construcción de la misma, revelando alguno de los secretos de la misma. Actas del Sexto Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Valencia. 2009.Vol I. Pags: 833-843. ISBN. 978-84-9728317-5
La construcción de un modelo de la bóveda del cimborrio del Colegio Mayor Fonseca de Salamanca, obra de Rodrigo Gil, puso de manifiesto los ingeniosos y prácticos métodos constructivos utilizados por este arquitecto. Actas del IX Congreso Nacional y I Congreso internacional Hispanoamericano de Historia de la Construcción. Segovia 2015 ISBN: 978-84-9728-547-6
Los trazados de cantería, o monteas, son dibujos de carácter técnico realizados a escala natural que permitían al cantero obtener las plantillas para la labra de dovelas y otros elementos arquitectónicos. En los últimos años se han documentado y publicado un amplio número de monteas en toda Europa. Sin embargo, no son tan frecuentes los estudios que comparan estos trazados con el elemento construido al que se refieren mediante un levantamiento riguroso, principal aportación del trabajo que ahora se presenta. En efecto, nos proponemos estudiar dos bóvedas de horno de la Iglesia de Santa Columba de Carnota (A Coruña) y sus correspondientes monteas incisas en el testero de ésta. Para ello, se analizará y comparará el trazado de las monteas, obtenido mediante calco a escala natural, con el levantamiento fotogramétrico tridimensional de las bóvedas, cuyos resultados ofrecen interesantes y notables coincidencias.
Chungará (Arica), 2000
Sólo hay desplomes superiores a 3cm en los apoyos E y F, que son, precisamente, los dos apoyos que no tienen contrarresto lateral con otra bóveda al sur. 1.-Perímetro de la bóveda La línea medida del perpiaño oriental no es la línea media del intradós. La banda de intradós tiene una anchura media de 6cm, por lo que el eje del nervio se sitúa a 3 cm al este de la línea medida. Tras el ajuste de los ejes (considerando los desplomes medidos), se obtienen unas dimensiones de 32.66 x 25.52 pies, con un ratio de 0.78, lo cual corresponde aproximadamente a una proporción 3:4 (sexquitercia). Las dimensiones podrían aproximarse a unas medidas de 32.5 x 25.5 pies. El arranque de los nervios no se produce con un cruce de sus ejes en el vértice del rectángulo de la planta. Los soportes están construidos adosándose a los soportes existentes. Se configuran como un cilindro de 4.5 pies de radio. En contra de lo que podría parecer, los ejes de los nervios no se cortan en un punto (ni en el centro del círculo ni en la esquina del rectángulo), sino que se disponen de tal manera que la distancia entre ellos sea constante, aproximadamente de 1.33 pies. Es decir, hay un ajuste de la geometría del trazado para conseguir un resultado estético más homogéneo y adecuado. Aunque el encaje no es perfecto, podemos asumir que el centro del círculo del soporte coincide con las esquinas del rectángulo formado por los nervios perimetrales. Los desvíos de los centros respecto a las esquinas no superan los 18 cm y se desvían en direcciones relativas distintas; por sencillez constructiva asumimos estas desviaciones como defectos de replanteo y construcción. De este modo, a partir del rectángulo de 32.5x25.5 pies, se trazan círculos de 4.5 pies de radio para definir los soportes; luego se trazan círculos de 1 pie para las columnas de los nervios perimetrales, situando su centro a 5 pies del centro del pilar (algo más alejado del contorno de dicho pilar a 4.5 pies), de modo que finalmente se divide el espacio restante del cuarto de circunferencia en cuatro partes iguales (aproximadamente 1 1/3 pies) para situar el arranque de los ojivos y terceletes. El trazado de los terceletes se hace a partir de un desarrollo geométrico, tomando la circunferencia circunscrita al rectángulo del perímetro; se definen los terceletes uniendo el arranque con la intersección de los ejes longitudinal y transversal con dicha circunferencia. No resulta la bisectriz exacta, ya que el arranque no está en el vértice del rectángulo. No se observa una aplicación directa de magnitudes numéricas enteras para la definición de los puntos de llegada de los terceletes sobre las ligaduras. Respecto al trazado de los combados, no se ve una repetición de curvaturas en planta, sino que se ha primado la continuidad geométrica entre las curvas, lo que obliga a unos valores numéricos no repetidos. Tan sólo el grupo C2 y C3 podrían repetir curvaturas. El proceso podría haber sido el siguiente: • Inicio del trazado por los puntos medios de cada lado del rectángulo, definiéndose C1 y C3 hasta el corte con el ojivo y el tercelete menor respectivamente. • Trazado de C2 repitiendo la curvatura de C3 y adaptándose su posición a los puntos de tangencia con C1 y C3. • Trazado de C4 y C5 con las condiciones de tangencia a los terceletes y ligaduras, así como el punto de inicio en el tercelete correspondiente. 1.-Alturas de arranque de los nervios y de la bóveda En la bóveda central, los valores oscilan entre 16.93 y 17.24 pies, mientras que en la bóveda norte se elevan algo más, entre 17.22 y 17.29 pies. Los ojivos y terceletes de la bóveda central tienen un ligero peralte, lo que hace que la cota de arranque de cada nervio individualizado aumente. En los ojivos, el peralte medio es aproximadamente 4cm (0.15 pies), mientras que en los terceletes las variaciones entre peraltes de una misma familia son mayores. En definitiva, parece como si el peralte, más que un recurso de trazado, fuese el resultado de un ajuste en altura para adecuar los nervios a una determinada posición. Más bien parece que los valores principales (altura de bóveda, arranques, radios), se han definido numéricamente o por ajuste a las condiciones geométricas, pero no por una ley de proporciones. Tomando los rampantes con los descensos obtenidos (2.25 y 3 pies), se obtienen sobre el modelo geométrico (resultante de la planta hipotética), dos curvas de 37.25 y 45.5 pies de radio. Si suponemos que los dos rampantes se han trazado con una curvatura de 41 pies (aproximadamente el valor medio), se obtienen unas diferencias de unos 6cm respecto al rampante longitudinal, y de 10 cm respecto al transversal, por lo que no podemos asumir esta hipótesis en principio. Al no ser las magnitudes de flechas de perpiaños claramente entras, parece lógico que lo que se ha definido en primer lugar sean los rampantes, por su descenso, y luego los arcos perpiaños son una consecuencia. Los nervios principales se han trazado en base a las condiciones geométricas de luz y flecha, por lo que la determinación es directa y los radios de curvatura no se repiten entre si. Los ojivos podrían haberse trazado igualando el radio a la dimensión longitudinal (25.5 pies). Esto no supone ninguna ventaja sustancial en la construcción, aunque simplifica en cierta medida la transmisión de órdenes; además, se puede justificar por la existencia de un peralte en los ojivos que indica una predefinición de la curvatura que obliga a un ajuste en altura. Los terceletes sí parecen haberse trazado repitiendo la curvatura de los ojivos, lo cual, teniendo en cuenta que su perfil es igual, sí supone una ventaja constructiva. Para ello es preciso girar los terceletes, variando la pendiente de salida. Para determinar el punto de llegada de los terceletes, al no estar directamente sobre los rampantes (el último tramo es un combado), habría sido preciso prolongar el eje en planta, de cara a conocer la cota virtual de llegada del tercelete si hubiese sido recto en su totalidad. Las ligaduras se adaptan a la curva de rampantes previamente definida. Cada tramo de combado, entre dos cruces consecutivos, puede ser trazado como una curva plana, inclinándose para apoyarse en los puntos inicial y final. Las diferencias de altura respecto al plano de referencia no superan los 0.5 cm en general; tan sólo en el tramo C1 las diferencias son algo mayores (hasta 3.4 cm), pero hay que tener en cuenta que este tramo puede subdividirse en dos, por lo que las diferencias se reducen y pueden considerarse también curvas planas. No obstante, al analizarse un combado entero (por ejemplo C1+C2+C3), sí se observa que la curva compuesta no es plana, por lo que podemos hablar de una curva tridimensional compuesta por trozos de curvas planas. Los arranques se configuran, como se ha descrito anteriormente, en base a un círculo de 4.5 pies de radio, disponiéndose después los nervios ojivos y terceletes de tal modo que la distancia entre ellos sea constante, en pro de un efecto estético más homogéneo, sin que los ejes se corten en un punto. La altura de arranque de cada nervio se ha ajustado con ligeros peraltes, que, sin tener la intención de manifestarse claramente, permiten adecuar la altura de los ojivos y terceletes a los puntos de llegada. Todos los nervios interiores (ojivos y perpiaños) podrían tener la misma tangencia de salida, con un valor común a todos los márgenes alrededor de los 40º; esto no quiere decir que este haya sido un criterio de diseño general, aunque sí podría justificar el hecho de los peraltes; con el objetivo repetir una inclinación de salida y una curvatura determinada, se podría haber ajustado la altura de arranque para poder llegar a la altura deseada. Sí parece claro que el control del trazado se ha realizado por el intradós de los nervios. • El diseño ha de ajustarse a unas condiciones preexistentes (soportes de la nave), aunque los soportes de la bóveda recubren a los • Definición del perímetro de la planta, con unas medidas de 32.5 x 25.5 pies, y una proporción aproximadamente sexquitercia (4:3). • Definición de arranques de nervios, con una circunferencia de 4.5 pies correspondiente al soporte general y otras de 1 pie para los soportes de los perpiaños. Los arranques de ojivos y terceletes se sitúan mediante un criterio de equidistancia entre ellos. • Trazado de los terceletes en planta, con un proceso geométrico en base a una circunferencia circunscrita al rectángulo del perímetro. • Trazado de combados en planta, sin repetir curvaturas, ya que se prima la continuidad entre los tramos de combados sin romper la integridad geométrica. • Definición de la altura de arranque de la bóveda (17 pies) y de la altura máxima por el trasdós (24 pies, 8 varas), mediante la determinación numérica directa. • Definición del rampante transversal, con un descenso de 3 pies. La curvatura resultante es de 45.5 pies. • Definición del rampante longitudinal, con un descenso de 2.25 pies. La curvatura resultante es de 37.25 pies. • Trazado de nervios perpiaños como arcos escarzanos definidos por tres puntos (determinados por alturas y rampantes). • Trazado de nervios ojivos, tomando la curvatura igual a la dimensión longitudinal (25.5 pies). Ajuste en altura con peraltes. • Trazado de nervios terceletes, repitiendo las curvaturas y sección de los ojivos. Para conocer la cota de llegada, se prolonga el eje de los terceletes en planta, hasta el corte con el rampante. Ajuste en altura de los terceletes con peraltes y giros en su base, para mantener la misma curvatura que los ojivos. • Trazado de nervios combados como curvas planas, definidas en planta, e inclinándose para apoyarse en los puntos extremos (claves). La bóveda se compone de dos tramos, ocupando la nave central y la nave norte, lo que hace este caso singular. La construcción ser realiza como un añadido a la estructura de la nave existente, de modo que soportes y bóveda no son coetáneas. Ello puede haber provocado ajustes a las...
2019
espanolEl autor profundiza, con nuevos documentos, en los antecedentes familiares y artisticos de Andres de Vandelvira, que habia estudiado ya en otras ocasiones, retomando la hipotesis de que pudiera ser hijo o pariente proximo del maestro Pedro Lopez que trabajo en Jaen, Malaga y Antequera, y que pudiera haber estado durante varios anos (?1514-23?) en Alcaraz y en otras poblaciones vecinas de la Sierra, la Mancha y el Campo de Montiel. A la vez analiza, desde la perspectiva que dan los documentos, el misterio que existe sobre el aprendizaje de un joven que ya tiene un equipo a sus ordenes con 17 anos, es maestro a los 20, y a los 25 es llamado a dar trazas del grandioso monasterio de Ucles y hace la magnifca Puerta del Alhori de su ciudad natal antes de hacerse celebre en Ubeda y Jaen. EnglishThe author delves with new documents into the family and artistic background of Andres de Vandelvira, which he had studied on other occasions, reinforcing the hypothesis that he could be the ...
La construcción de bóvedas de crucería rebajadas, imprescindibles en las iglesias conventuales españolas, requiere características específicas que se derivan del obligado uso de arcos carpaneles y escarzanos. Cuarto Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Cádiz. 2.000. Vol. II, pags: 821-830. ISBN: 84-9728-149-7
Boletín del Seminario de Estudios de Arte y …, 1978
2007
Resumen En este trabajo intento demostrar que la construcción posesiva en japre-ria 1 no sigue todos los parámetros de las lenguas caribes expuesto por Gildea (1998) a pesar de ser una lengua caribe. El orden poseedor-po-seído se manifiesta, aunque el núcleo de lo poseído no exhibe siempre una huella morfológica posesiva. Analicé sesenta y ocho ejemplos, cin-cuenta y tres construcciones posesivas simples y trece interoracionales, desde la perspectiva de la tipología morfológica. En las formas posesi-vas sólo aparece el pronombre personal o el nombre posesivo ante el nombre poseído, sin ninguna modificación del nombre poseído como se puede observar en estos ejemplos: 1.a) yemene 1.b) ave mene 1.c) oka mene 1.d) oka séntR 2 e En otros trabajos (Oquendo 1999a.1999.b) he subrayado las propieda-des pragmáticas que caracterizan a esta lengua, como la relación entre lenguaje y contexto que orientan los mecanismos gramaticales del ja-preria. Palabras clave: Lenguas caribes, japreria, constr...
Enrique Rabasa Díaz, «Construcción de una bóveda de crucería en el Centro de los Oficios de León», en S. Huerta (ed.), Actas del Cuarto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Cádiz, 25-29 de enero de 2005, Madrid: Instituto Juan de Herrera, SEHC, COAC, CAATC, 2005, 2 vols., 909-917., 2005
En este artículo se estudia la obra del arquitecto Andrés de Vandelvira en tierras de La Mancha desde su etapa de aprendizaje y formación hasta su contribución como tracista de la iglesia parroquial de San Clemente cuando ya estaba plenamente asentado en tierras de Jaén. Así mismo, se dan a conocer trabajos inéditos hasta el momento como las trazas para la construcción de un puente sobre el río Guadalmena, al sur de la provincia de Ciudad Real.
En el año 2006, en la escuela de Arquitectura de Madrid se crea el Taller de Construcción Gótica, con el propósito de construir auténticas bóvedas de crucería como método pedagógico. Este artículo recoge la primera experiencia: la construcción de la bóveda de crucería de Vandelvira. Revista Informes de la Construcción., CSIC. Nº 515, vol 61 Pags: 49-58. ISSN. 0020-O883
Anuario de Estudios Atlánticos, 1981
Las tres personas firmantes estamos totalmente de acuerdo en cuanto figura en nuestra texto, que ha sido elaborado con los datos complementarios aportados por cada una de nosotras. No obstante, creemos procedente señalar aquí que la parte arqueológica, así como la excavación que se está realizando en este yacimiento son obra de F. Hernández y M. D. Sánchez Velázquez. El trabajo de M. D. Garralda se limitó a dirigir la exhumación de Ios restos humanos y a su posterior estudio antropológico.
Pau Natividad Vivó; José Calvo López. 2012. "La geometría de la bóveda por cruceros de El Salvador de Caravaca de la Cruz". In XI Congreso Internacional de Expresión Gráfica aplicada a la Edificación. Valencia: APEGA, p. 329-336.
The presbytery of the church of El Salvador of Caravaca de la Cruz (Murcia) is covered by a mid-16th century trellis vault, built as a mesh of curved ribs, filled with coffers. Vandelvira's manuscript (ca.1585) explains a number of constructive solutions for this kind of vaults where ribs are defined by spherical surface spanning a rectangular area. However, a number of studies show that many trellis vaults are not really spherical. Taking this into account, Bravo puts forward a geometrical classification. In this paper we shall present a three-dimensional survey of this trellis vault. We have analyzed its geometry, checking it is not a spherical surface and, furthermore, it cannot be included in any type of classification posited in previous studies. Then we will pose a hypothesis about the process of vault formal generation, stressing its differences with Vandelvira's trellis vaults.
Natividad Vivó, Pau; Calvo López, José. 2019. «Bóvedas baídas construidas por cruceros: tipos constructivos». In Tercer Congreso Internacional Hispanoamericano de Historia de la Construcción, Madrid: Instituto Juan de Herrera, vol 2, 757-766. ISBN 978-84-9728-570-4
A principios del siglo XVI aparecieron en Francia y España una serie de bóvedas baídas construidas con cruceros de piedra. Estas bóvedas despertaron un gran interés entre los arquitectos y maestros de la época, y pronto se expandieron por la península ibérica y otros países como México, donde se conservan magníficos ejemplos en edificios de gran importancia. Los cruceros son un tipo de nervios ejecutados con piedra de cantería que se combinan entre sí para formar mallas espaciales de diversas composiciones. Las mallas más sencillas son aque-llas donde los cruceros forman casetones que, proyectados en planta, dibujan cuadrados o rectángulos; las más complejas muestran disposiciones sorprendentes, con casetones hexagonales, octogonales, etcétera. El presente trabajo tiene por objetivo estudiar las baídas de cruceros, prestando especial atención a su configuración constructiva. Para ello, se analizarán los diferentes tipos de cruceros y sus combinaciones en mallas, estableciendo así una clasificación constructiva. Asimismo, dentro de cada tipo constructivo se citarán varios ejemplos, dando cuenta de las variantes geométricas. Todo ello permitirá confirmar que el sistema constructivo basado en cruceros es muy flexible y que las baídas de cruceros, con independencia de la composición de su malla, pueden adoptar multitud de formas pseudo -esféricas.
Actas Del Tercer Congreso Nacional De Historia De La Construccion 3er Congreso Nacional De Historia De La Construccion 26 10 2000 28 10 2000 Sevilla Espana, 2000
El Patrimonio Arqueológico: de las trincheras a la sociedad. La Granada invisible, 2017
The cave of Virués and Martínez is an exceptional recent discovery by members of the Iliberis Speleological Club (Grupo Espeleológico Ilíberis) in Sierra Elvira (Granada, southern Spain). A range of archaeological materials had been found inside the cave including a collection of pottery, flint artifacts, and human bones. Preliminary analyses date back these materials towards the end of the iv Millennium BC. Most of the pottery and lithic pieces were complete and arranged as they were first laid around the cave by the prehistoric communities. The primary use of the cave might have been as a burial.
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Actas del Segundo Congreso Nacional de Historia de …, 1998
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