Dónde comienza el canto y dónde termina el habla es una cuestión que no parece del todo clara en los textos clásicos de teoría de la música. Para muchos musicólogos de formación sacra, el canto llano es el comienzo del canto; para quienes analizan la música del siglo veinte, Schönberg encontró el principio del canto en el sprechgesang, que todavía no es “canto clásico”, pero ya tampoco es coloquio. Otras especulaciones similares aparecen en textos académicos acerca de lo que se debería incluir en un primer capítulo de la historia de la música. Por otra parte, existen fuentes no estrictamente musicológicas, como algunas provenientes de la literatura o del ejercicio de la composición musical, que aportan signos para dilucidar sobre este tema. Como ejemplo de lo primero, Alejo Carpentier escribió una novela en que el lugar central de la narrativa es el origen del canto como fenómeno antropológico. De lo segundo en cambio, se tienen los escritos teóricos y las composiciones de Leos Janaček, quien produjo una obra monumental exclusivamente a partir de intervalos y ritmos del habla convencional. En esta dirección, la ponencia abordará tres puntos: 1. La idea de evolución derivativa del habla en el canto es una conclusión del idealismo romántico; 2. El acto creativo de la palabra se apoya en la liricidad, o sea en su facultad para expresarse vocalmente; 3. El habla es necesariamente una forma de canto; hablar es cantar en intervalos tonales de magnitud “baja” o “media”. Por último, se contestará a la pregunta ¿qué diferencia existe entre habla y música?, y se ofrecerá una nueva metodología para la catalogación de materiales lingüísticos por sus intervalos tonales, con énfasis para los casos de América Latina.