2016
Este artículo analiza las prácticas escénicas de García Lorca en el montaje de los clásicos con el Teatro Universitario La Barraca a raíz de la elección de las comedias de Lope de Vega Fuenteovejuna y El caballero de Olmedo. En 1933, la compañía experimenta un cambio sustancial en su acercamiento a la puesta en escena con la adición de Fuenteovejuna al repertorio. La Barraca responde con esta obra al mandato de hacer de intermediario de la tradición teatral del Siglo de Oro y educar a sus nuevos espectadores, pero al mismo tiempo politiza sus prácticas, que se significan como proyecto de extensión cultural de la República.