Manuel Tufró - El apelativo vecino en el discurso del PRO

Conflictos por la apropiación del espacio urbano y categorizaciones de la prensa gráfica. Los usos del apelativo vecinos en "Clarín" en la cobertura de la toma del Parque Indoamericano

Eje temático Nº 3, "Actores sociales y políticos en las democracias del nuevo siglo" La cultura política vecinal y la "inseguridad". Una genealogía de las tensiones en el campo de la participación comunitaria en seguridad ciudadana

La cuestión más amplia que se trata aquí, el proyecto general en el cual se inscribe este trabajo, es la búsqueda de elementos comunes en un cierto número de discuros, así como un rastreo genealógico de los mismos. Estos discursos circulan ampliamente en nuestra sociedad; por comodidad o pereza podríamos simplemente llamarlos "discursos antipolíticos". Pero esta etiqueta se presta a confusiones: no existen, en efecto, discursos antipolíticos que no sean a su vez políticos. De lo que se trata más bien es de describir un tipo de posicionamiento discursivo, un aparato de enunciación que puede ser, y es, retomado por discursos muy diversos entre sí. La operación básica de esta forma enunciativa consiste en proponer una división discursiva del campo social en dos colectivos: por un lado, un colectivo general que abarca a casi todos los miembros de la sociedad (distintos apelativos han designado a este colectivo general, en los últimos tiempos el más común ha sido "la gente"); por el otro, un colectivo que resulta excluido de esa totalidad: "los políticos". Esta exclusión funda la unidad del colectivo general. Este esquema ha sido reapropiado y actualizado, en diferentes contextos, por discursos tanto de "izquierda" como de "derecha", si es que esta distinción se puede seguir sosteniendo en un campo de intercambios discursivos que incluye tanto a partidos políticos como a medios masivos de comunicación y organizaciones sociales cuyos discursos suelen presentar un grado de asistematicidad que impone relativizar las clasificaciones dicotómicas.

1 Apoliticismo y antipolítico en el reclamo por seguridad. Un acercamiento discursivo-comunicacional Manuel Tufró 1. El reclamo por mayor seguridad ha sido una de las principales causas de movilización ciudadana en los últimos tiempos. Esta inquietud tiene una base de explicación estadística concreta: según datos de la Dirección Nacional de Política Criminal, el número total de hechos delictivos ha venido creciendo desde el año 1992, y de manera más sostenida entre los años 1998-2002 (coincidiendo con el período de recesión económica, estallido social y posterior salida de la convertibilidad), para descender levemente en los años subsiguientes. Sobre estos datos empíricos que apuntan a un crecimiento del delito, se han montado una serie de campañas mediáticas que buscan instalar lo que Stuart Hall ha denominado "pánico moral" (Hall, 1978). En este contexto, diferentes sectores de la sociedad civil se han organizado para reclamar a las autoridades, pero también para actuar sin esperar las respuestas de los representantes del Estado. La mayor parte de las agrupaciones y asociaciones surgidas al calor del reclamo por seguridad se definen a sí mismas, y describen su accionar, como "no político". Resulta por lo menos curioso que ciertos actores de la sociedad civil consideren que el debate por la seguridad pueda ser considerado como un tema al margen de "lo político". De hecho, el carácter netamente político de la cuestión de la seguridad puede ser afirmado en varios niveles. En primer lugar, en los últimos años la agenda del crimen se ha venido posicionando como un tema central de la comunicación política y como eje de campañas electorales (Martini, 2004). En segundo término, no hay que olvidar que lo que está en juego, en última instancia, cuando hablamos de seguridad, es la cuestión de la propiedad privada y de las formas legales o ilegales de apropiación privada de aquello que es producido colectivamente, formas que siempre son el resultado de luchas históricas y están en permanente discusión. En otras palabras, se trata de la cuestión del control social, entendido como "el conjunto de saberes, poderes, estrategias, prácticas e instituciones a través de las cuales las élites del poder preservan un determinado orden social, esto es, una geografía específica de los recursos, de las posibilidades, de los deseos" (De Giorgi, 2000:15, traducción propia). Finalmente hay que dejar en claro que caracterizamos a la política, en sentido amplio, no solamente como la actividad privativa de los partidos o del sistema político, sino también como el proceso de Apoliticismo y antipolítica en el reclamo por seguridad Argumentos 8, octubre 2007

Lic. Manuel Tufró -Instituto Gino Germani -Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

Resumen Enmarcado en una investigación mayor en torno a la construcción política del vecino en la comunicación pública de la seguridad ciudadana, este trabajo aborda la descripción y el análisis de las operaciones retórico-discursivas a partir de las cuales se construyen objetos de discurso a través de la categoría vecino en la prensa gráfica. Más específicamente, se han seleccionado 42 artículos del diario "Clarín" publicados entre los años 1997 y 2010, todos los cuales encuentran su inscripción genérica en la forma de la crónica policial. El corpus es abordado a partir de dos estrategias analíticas: 1) en tanto relato, la crónica policial admite una lectura de los roles o funciones que cumplen los actantes que la protagonizan. Así, la categoría vecino y sus derivados aparecen sistemáticamente vinculados a una serie de funciones posibles (ayudante, denunciante, víctima, pero sobre todo, testigo e informante) y cumpliendo un rol central como fuente legítima de la información necesaria para construir una imagen determinada de la vida cotidiana; 2) como apelativo delocutivo, vecino y sus derivados se convierte en un recurso que interviene en al menos dos formas distintas de tipificación de los actantes, cada una de las cuales construye objetos discursivos diferentes a partir de los rasgos seleccionados para el proceso de tipificación. A través de estas dos estrategias de análisis, se abordan los diferentes modos de asociación entre los vecinos y la "vida cotidiana" como una serie de procedimientos de construcción discursiva de una norma que sirve como criterio de demarcación desde el cual señalar el desvío delictivo y sus efectos sobre la sociedad en general. Palabras clave: vecinos -inseguridad -crónica policial -vida cotidiana -tipificación La retórica de la cotidianeidad como norma. La construcción del vecino en las crónicas policiales de Clarín (1997-2010) Lic. Manuel Tufró Universidad de Buenos Aires (Argentina)

2020

Instagram y Facebook se analizó el modo de comunicar a través de medios audiovisuales con sus respectivas características, las acciones de gobierno alrededor a la seguridad como principal eje para la campaña. La incitación persistente al castigo para una sociedad que se anticipa al crimen es uno de los focos que utiliza la campaña de Horacio Rodríguez Larreta para sumar y mantener a sus seguidores.

Mucho se suele discurrir acerca de la contemporaneidad del pensamiento de los antiguos, sin embargo, pocos teóricos posteriores de la Ciencia Política han podido expresar con tanta lucidez una visión sistemática del fenómeno político de su tiempo y los del porvenir como Aristóteles de Estagira. Ahora bien, el objetivo de este texto será responder utilizando el bagaje filosófico aristotélico a la siguiente interrogante: ¿Por qué el Estado más perfecto, es aquél, en el que cada ciudadano, bajo las leyes y la virtud, asegura su felicidad?

Articulado publicado en International Business Times (Mayo 2011)

Este trabajo se inscribe en uno de los nudos problemáticos más insistentes y resistentes que atraviesan a las disciplinas que, de una manera u otra, trabajan sobre la producción y el consumo de sentidos. El papel del investigador en cuanto intérprete, las formas en que se legitiman sus interpretaciones y los modos en que su presencia afecta a los procesos de los que se busca dar cuenta han sido abordados desde perspectivas muy diversas (ver por ejemplo, sin ánimo de exhaustividad ni mucho menos, . Desde el momento en que se asume que la producción de sentido es un proceso circular de intercambios, se hace necesario pensar que la presencia del investigador en una situación dada mueve a los participantes, ya sean éstos considerados como "informantes" o "miembros", a hacer algo con esa presencia. Es decir, el investigador se transforma en un elemento más de las condiciones a partir de las cuales ellos elaboran sentido en y acerca de las situaciones en las cuales se encuentran insertos. Este aspecto no ha pasado desapercibido para quienes reflexionan sobre los métodos etnográficos: en efecto, se ha hecho notar que "los actores en el campo también intentan situar al etnógrafo dentro de su experiencia porque ellos necesitan saber cómo tratarlo" (Hammersley y Atkinson, 1994: 93). Al considerar la relación entre el investigador y los informantes en términos de una "negociación", Guber (2004) sostiene que la parte que el informante aporta a esa negociación puede ser definida como una "asignación de rol" al investigador. Estos roles son asignados, consolidados, renegociados y modificados en el curso de diversas situaciones de encuentro.