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A pesar de la lentitud, no fui capaz de comprender los signos de advertencia que se daban a mi alrededor. Lentamente comencé a ahogarme en la profundidad de tu mi rada y tus silencios me ponían cada vez más ansiosa. Supongo que fue esto lo que me hirió más: la falta de palabras junto a las expectativas y sueños que lentamente fui t ejiendo entre mis manos.
El hombre que no creía en el amor Quiero contarte una vieja historia sobre un hombre que no creía en el amor. Se trataba de una persona normal, como tú y como yo, pero lo que lo hacía especial era su manera de pensar: estaba convencido de que el amor no existía. Había acumulado mucha experiencia en su intento de encontrar el amor, por supuesto, y observado a la gente que tenía a su alrededor. Se había pasado buena parte de su vida intentando encontrar el amor y había acabado por descubrir que el amor no existía. Dondequiera que fuese solía explicarle a la gente que el amor no era otra cosa que una invención de los poetas, una invención de las religiones que intentaban, de este modo, manipular la débil mente de los seres humanos para controlarlos y convertirlos en creyentes. Decía que el amor no era real y que, por esa razón, ningún ser humano lo encontraría jamás aun cuando lo buscase.
Los autores hablan de un problema muy común en nuestro tiempo: la fobia al compromiso. Es un libro que debe ser leído por todas las mujeres para evitar sufrimientos innecesarios. Saber detectar a tiempo a la persona que no va a comprometerse con una es vital para proteger nuestro equilibrio emocional y nuestra salud mental.
Boletin Cultural Y Bibliografico, 1995
De todos los temores que atenazan al hombre el miedo al vacío es sin duda uno de los que más pavor producen. Es el miedo a la no existencia, a la nada, al cero absoluto. A ese terrible infinito de oscuridad e incertidumbre del que emergemos al nacer y en el que nos volvemos a hundir cuando la muerte nos arrastra consigo. Es el escalofrío del tiempo y el espacio que ha sentido nuestra especie a lo largo de su historia. La sensación de vértigo existencial que llevamos en los genes. Es el miedo al silencio, a la soledad. Es hablar por hablar. Buscar el movimiento por el movimiento. Es hacer que la pausa se convierta, a su vez, en acción, que figura y fondo se confundan para que en ese desconcierto se disipe nuestro propio caos. Es vencer al miedo que nos produce el fulgor del papel en blanco que daña nuestra vista y nos obliga a llenarlo frenéticamente de signos y formas hasta apagar su brillo. EL HOMBRE FELIZ La búsqueda de la felicidad es el motor de la existencia humana. Podemos definir la felicidad como una combinación entre garantía de supervivencia y máximo nivel de calidad de vida. Ante el hombre en busca de felicidad se presentan dos caminos a seguir: el de la justicia, felicidad para todos, apuesta por el colectivismo; o el de la libertad: felicidad para uno mismo, apuesta por el individualismo. En realidad ambas premisas no son excluyentes. Han de ser cumplidas simultáneamente para ser factibles. La felicidad para el hombre se establece a partir de una relación dialéctica con la utopía. Siempre habrá un paso más que dar en alguna de las dos direcciones, ya que ambos conceptos: justicia y libertad, son relativos y en última instancia, personales. El anhelo de la realización de estos valores es una característica específica del homo sapiens. Somos la única especie que tiene conciencia de su existencia y su destino. LA ESPECIE HUMANA La vida surgió en la Tierra hace 4.000 millones de años. Hemos llegado hasta aquí después de millones de años de evolución. El hombre, como cualquier otra especie, ha logrado ser lo que es guiado por el espíritu de supervivencia y la necesidad de garantizar su reproducción. Somos una especie gregaria. Viviendo en grupo nuestros antepasados aumentaban sus posibilidades de supervivencia al protegerse en común de especies depredadoras más fuertes. Y garantizarse un menor consumo de energía a la hora de procurarse el sustento. Esta participación cooperativa hace que el hombre tenga más tiempo libre. Lo que le permite iniciar otras actividades diferentes de las relacionadas con la mera supervivencia, posibilitando de este modo el origen de la civilización. Desde la aparición de la especie, el hombre ha demostrado una férrea voluntad de dominio sobre la naturaleza. Si el gregarismo puso en marcha el proceso para crear una civilización. Hoy día parece que el hombre está en situación de evolucionar para adaptarse a la civilización que ha creado. El cuerpo humano no es ninguna maravilla en comparación con el de otras especies. La principal diferenciación que posee nuestra morfología es la gran movilidad del dedo pulgar, común a todos los primates, que enfrentado a los otros cuatro nos permite la utilización de herramientas. Somos una especie sobreviviente ya que podríamos haber perecido en el largo camino de la evolución pero, en un momento determinado nos erguimos sobre nuestros cuartos traseros. Nos ponemos de pié. Eso libera las manos. Y a partir de ese momento se produce un salto cualitativo en la evolución del hombre. El proceso de encefalización por el cual nuestros antepasados experimentan un incremento sustancial de su cerebro, pasando de los 500 gramos de los primeros homínidos a los 1.375 actuales. La prodigiosa capacidad del cerebro humano es la característica idiosincrásica de nuestra especie, la que nos hace biológicamente singulares. Lo más sorprendente de nuestro cerebro en términos fisiológicos es la gran cantidad de masa neuronal destinada al control de las manos y el habla que nos capacita para efectuar movimientos manuales absolutamente precisos y sofisticados, así como comunicarnos de forma compleja. La particularidad más significativa de nuestro cerebro es que nos permite hacer abstracciones. Este mecanismo de síntesis y reconocimiento está en la base que propicia el desarrollo del pensamiento. El conocimiento, la posibilidad de comprender, la manipulación del entorno natural, permite al hombre obtener mayores garantías de supervivencia. La transmisión de la herencia. De los conocimientos e instintos acumulados en las especies se realiza a través de los cromosomas. El código genético del hombre está formado por cien mil genes. Un gen es una unidad de información. Cada uno recoge las características del individuo respecto de todos los pormenores de su persona. Una idea de la capacidad de
Eidos Revista De Filosofia De La Universidad Del Norte, 2004
El mundo no vio nada sagrado en la abstracta desnudez de un ser humano. H. Arendt 1 4 H. fuendt. Ibid., p. 28!. 5 Edrnund Burke el primero, Réf/exíons sur la Révolutíon {ranyaise (l790), Paris,
Alexis Carrel: médico, biólogo y pensador francés, que unió la materia y el espíritu. Fue un extraordinario ejemplo de un hombre de ciencia abierto a las honduras del pensar.
2006
En Argentina se pueden verificar varias figuras femeninas que quedaron en la memoria colectiva o en la sencilla leyenda de los pueblos del litoral y del norte de dicho país. En este sentido tenemos nombres como Delfina Maturango, amante del caudillo Francisco Ramírez (1786-1821), conocida por su valentía en la lucha y, principalmente, porque el entrerriano muere para salvarla de una emboscada. Así, con La Delfina una pasión (1997) Susana Poujol recupera el valioso personaje que representó Delfina Maturano, hija supuestamente de un portugués, en
Historia de una relación impensada. El catolicismo en los sindicatos durante el primer peronismo, 2021
Este libro analiza a un actor subestimado en la historia del sindicalismo argentino como es la iglesia católica, a través del estudio de la influencia del catolicismo en la vida sindical en diversos puntos del país. El catolicismo social cobrará protagonismo en los años formativos del peronismo entre las bases, las dirigencias y las organizaciones gremiales, y los militantes católicos continuarán dialogando con este movimiento político incluso más allá del golpe de Estado de 1955.La intención es complementar el mapa sindical de aquella época y señalar el peso de la religión dentro de un mosaico identitario cambiante, fragmentario y complejo que atravesaba a los trabajadores y las trabajadoras de entonces en diversos puntos del país. Libro N° 13 de la Colección LA ARGENTINA PERONISTA: política, sindicalismo, cultura
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Verbo Revista De Formacion Civica Y De Accion Cultural Segun El Derecho Natural Y Cristiano, 2007