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2025, ¿Nación ideológica?
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Reflexión y propuesta desde una perspectiva diferente sobre autonomía y federalismo.
Revista Empresa y Humanismo
Recibido: 2 de junio -Aceptado: 5 de diciembre El mundo académico tiende a considerar el nacionalismo como un mal fácilmente extirpable desde un punto de vista intelectual. La relevancia del nacionalismo sería exclusivamente práctica. Esta posición no tiene en cuenta el modo en que el nacionalismo y la nación han impregnado todas las teorías políticas con alguna relevancia práctica, incluyendo a ideologías tan universalistas, y en principio tan antiparticularistas, como el marxismo o el liberalismo constitucional. Este artículo quiere mostrar la inevitabilidad de las naciones y el nacionalismo. Aceptado este principio, se propone un método para discernir del buen nacionalismo del mal nacionalismo. Los conceptos que se proponen son nación política y nación ideológica, siendo el primero el que se debe promover y el segundo el que se debe rechazar.
Sobre la utilidad y pertinencia de la Historia Cultural y de la Historia de los Conceptos, en un análisis inicial del concepto de nación. Año 2014.
Presentación En un fascículo anterior 1 ya recordamos el doble origen de esta serie consagrada al materialismo dialéctico: de un lado, la práctica revolucionaria maoísta centralizada por el grupo para la fundación de la Unión de Comunistas de Francia Marxista-Leninista (U.C.F.M.L.), de otro, la serie de cursos hechos entre 1969 y hoy día.
Papers. Revista de Sociologia, 1973
Una contribución al análisis del contenido ideológico de las publicacionesestadisticas en España.) Aunque a primera vista pueda resultar chocante, ideologia y estadistica están más íntimamente ligadas de 10 que, en general, podria pensarse. El tan manido tópico ideológico de que las estadisticas son frias e inhumanas, aquél otro que las considera como un subproducto manipu-* La presente monografia ha sido confeccionada al hi10 de una exhaustiva inves-tigaci6n y tratamiento de las publicaciones estadísticas producidas por el INE y organismos predecesores (vid. apCndice) desde 1900, y que ha cristalizado en un libro que llevará por titulo Anuario estadístic0 cronológico 1900-1970. Dicha investigación ha sido llevada a cabo por el equipo de investigadores de Amando de Miguel en Madrid, cuyos miembros son:
Aquel que nunca haya sentido vibrar en él esta doble fuerza, o que nunca haya estado obsesionado por la distinción entre la racionalidad y el oscurantismo, entre la falsa ideología y la verdadera ciencia, nunca ha sido moderno ". Bruno Latour, 1993, p. 61 ¿Es la ciencia ocupacional 'moderna'? ¿Se opusieron los cientistas ocupacionales a la ideología? Parece que como un campo crítico debemos estar en contra de algo y históricamente, las ciencias se han tomado una postura contraria a las ideologías. La ideología es un término de crítica que se invoca comúnmente en una de dos maneras. En primer lugar, podemos criticar la posición de alguien como ideológica, de este modo destaca así su prejuicio, parcialidad y la estrechez de miras a la luz de los hechos objetivos. Como alternativa, podríamos reconocer que mientras no podemos escapar de la ideología, podemos seguir comparando de manera crítica diferentes ideologías por su capacidad relativa para lograr la justicia. Mientras tengamos opción de denunciar una ideología por completo o criticar una ideología en nombre de otra, cada práctica crítica depende de una forma de racionalidad en contra de la cual, o por medio de la cual, se comparan ideologías competitivas. El desarrollo conceptual e histórico de la ideología nos ha legado estas dos funciones críticas en las que la ciencia ocupacional ha recurrido cada vez más, ya que no sólo busca la determinación de los hechos acerca de la ocupación, sino también el desarrollo de conocimientos en apoyo a sociedades más justas y equitativas. Dichos términos de crítica a menudo se encuentran en los discursos ocupacionales donde la injusticia se describe como el fracaso de los entornos sociales, físicos, institucionales o culturales para reconocer y satisfacer las necesidades ocupacionales de los seres humanos (Townsend y Wilcock, 2004;.
Ha tenido que imponerse una disociación entre la forma discursiva (la retórica) y una forma ideacional que pretende ser contenido del discurso (sentido), para que la lucha por la persuasión se traslade del arte de la argumentación a los aparatos ideológicos. De lo que se trata es de prevalecer. En la era del capitalismo la lucha parece centrarse en las concurrencias de ideas (paradigmas).Son los sistemas de ideas los que parecen prevalecer. Es a través de la presentación de estos esquemas que se busca la legitimación del referente de estos sistemas de ideas (estado, mercado, capitalismo, socialismo, liberalismo), ¿pero estos sistemas ideológicos han dejado acaso de ser figuras retóricas, han dejado de ser tropos? ¿No son acaso metáforas de la felicidad? La “retórica” moderna, si se puede hablar así, no busca tanto un convencer en un auditórium democrático, sino más bien pretende validez y veracidad. Se pasa al trabajo de demostrar que su planteamiento es objetivo (científico) y ético (justo). No se trata tanto de una convención como de convencerse a sí mismo de que se está en lo justo y en lo verdadero. El modelo científico atraviesa todos los ámbitos de la sociedad moderna incluyendo los relativos a la propaganda ideológica. Sin embargo, esta pretensión de verdad no ha dejado de recurrir a la argumentación, sólo que lo hace en otro contexto y de otra manera. De cierta manera y de una manera aproximada se puede decir que la filosofía se ha transformado en ideología y la ciencia es imitada en esta nueva “retórica”. También es una aproximación decir que se trata de una nueva teoría de la retórica. Está por verse que la hermenéutica y el pragmatismo son las nuevas teorías retóricas. Estamos muy lejos de acercar las teorías comunicacionales y semiológicas a las teorías retóricas o sobre la retórica. Aquellas teorías relativas a las ciencias de la comunicación y a las ciencias del lenguaje no son teorías sobre la retórica, pues se mueven más bien en terrenos disciplinarios del conocimiento de la comunicación y del lenguaje y no así en los terrenos del arte del convencimiento y de la persuasión. Sin embargo, estas teorías disciplinarias, heredan cuestiones fundamentales de la retórica. Por ejemplo, cuando se tocan cuestiones relativas a la interpretación y a los efectos prácticos de los discursos, de los medios, de la publicidad y de las imágenes. En este caso se puede ver que se trata de disociaciones, autonomizaciones y desarrollos posteriores de lo que contenía como aspectos particulares la retórica. Por eso, tampoco estamos lejos de considerar a la hermenéutica y al pragmatismo como las nuevas teorías sobre las transformaciones de la retórica. Tampoco podemos considerar a la ideología como práctica de la nueva retórica. Ciertamente la ideología es un acontecimiento moderno. La retórica trabaja los imaginarios colectivos en contextos determinados, en cambio la ideología explota de modo instrumental aspectos fijos de los imaginarios colectivos, aspectos generalizables de las representaciones sociales. Estos aspectos han dejado de tener la movilidad y fluidez que tenían como imaginarios, para convertirse en esquemas de propaganda, publicidad y propagación ideológica. Estos modelos son usados políticamente. Esto quiere decir que la práctica ideológica no solamente tiene efectos de legitimación, sino que también tiene efectos prácticos en lo que respecta al campo político. Los engranajes de la gobernabilidad son acoplados y puestos en movimiento, acompañados por discursos ideológicos; las fisuras, rupturas y quiebres del sistema son ocultados, el conflicto social es escondido, las escisiones del campo político son cosidas por los hilos discursivos de la ideología. Discurso, ideología, legitimación y poder son distintos planos (campos) de una constelación de territorios que conforman el complejo social. Obviamente otro de los campos es el económico, en tanto y en cuanto en el capitalismo cobra la apariencia de autonomización y hegemonía. En este contexto histórico-social, relativo al modo de producción capitalista, al hablar de la relación entre retórica y política, el campo económico aparece como horizonte. Sin lugar a dudas los prácticos procedimientos, ordenamientos y organizaciones económicas no podrían explicarse sin los recursos discursivos (comunicacionales), sin los amparos ideológicos (esquemas figurativos de clase), sin los procesos de legitimación (hegemonía) y los procedimientos de gobernabilidad. Estas prácticas sociales, correspondientes a otros campos sociales, hacen, a su vez, de contexto y de substrato efectivo al aparato económico. La economía capitalista no podría funcionar sin un mínimo de convencimiento. Como se puede ver, hay una suerte de diseminación de la retórica, en su sentido antiguo, en la sociedad moderna, sobre todo en lo que respecta al estallido de prácticas sociales de los diversos campos. Pero, por otra parte, como en compensación, la retórica se ha reconcentrado y restablecido, reinventándose en aquellos lugares donde la crítica ha sido posible. Hablamos de la crítica en su forma contemporánea; crítica de la filosofía, crítica de la ciencia, crítica de la modernidad, crítica de la política, crítica de la cultura. En todo caso los alcances de la retórica antigua parecen ser menores a los alcances que tienen hoy las prácticas ideológicas y comunicacionales. No solo porque se trata de los nuevos auditórium, de los nuevos escenarios, que resultan más grandes, en comparación con los de la antigüedad, tampoco tiene que ver del todo con que estemos ante una proliferación de auditórium sin precedentes en todo el campo social, sino que la pérdida y el deterioro de la retórica tiene que ver con las incorporaciones instrumentales modernas, sobre todo porque estas prácticas ideológicas y estas redes comunicacionales tienen inmediatas repercusiones en la sociedad, en sus instituciones, en sus modus operandi, en la modulación de las conductas y los comportamientos. Con esto se habrían roto las mediaciones reflexivas y democráticas de la discusión. Cobra importancia el desenlace político, la modificación o consolidación de las cartografías de fuerzas en movimientos, en tensión y colisión. La sociedad se está transformando constantemente por el ritmo de las prácticas instrumentalizadas. Esta es una segunda razón por la que se puede decir que, de todas maneras, la “retórica” está íntimamente ligada a la política, en sus dos formas encontradas, la gobernabilidad y el conflicto. La política usa la “retórica” no solo como arte de la argumentación, como técnica (techné) de persuasión y como procedimiento de convencimiento, sino que construye su propia justificación, buscando movilizar las fuerzas en orientación a los fines perseguidos. En este sentido, la manipulación “retórica”, ideológica comunicacional, instrumental del lenguaje y las imágenes constituye un espíritu de la época. Desde la perspectiva de los procedimientos de gobernabilidad o de gobernanza, si nos remitimos al nuevo espíritu del capitalismo, el nuevo espíritu busca comprometer a los sujetos en la movilidad social de las fuerzas en aras de las nuevas estrategias de acumulación del capitalismo desterritorializado en el contexto de la globalización.
This article offers an operative defi nition of the concept of ideology, in order to be applied, fundamentally, to studies in Social Sciences. It recognizes an evolution in the interpretation of the concept, as much in which it deals with both a positive and negative valuation of it, as well as in which it deals with granting negative and positive functionalities to it in driving politician concreteness. In this theoretical evolution, some landmarks and contributions are rescued that are considered fundamental. Finally, the article registers an academic tradition that believes in the fundamental contribution that the concept of ideology means for the contemporary analysis of the political and social reality, whether it is studies in political science, political sociology, political philosophy, or others. El artículo entrega una defi nición operativa del concepto de ideología, a fi n de aplicarse, fundamentalmente, a estudios en Ciencias Sociales. Reconoce una evolución en la interpr...
Inventio La Genesis De La Cultura Universitaria En Morelos, 2007
"Nación" es un concepto analítico sino político-normativo
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Léxico de las Ciencias Sociales en Pandemia, 2022
Léxico, ideología y diccionario Libro, 2017