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LIBRO DE CIELO LA LLAMADA A LAS CRIATURAS AL ORDEN, A SU PUESTO Y A LA FINALIDAD PARA LA QUE FUERON CREADAS POR DIOS. 36 VOLÚMENES
TABLERO DE DIRECCIÓN A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros. El primero se deja leer en la forma corriente, y termina en el capítulo 56, al pie del cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra Fin. Por consiguiente, el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue.
El siguiente texto se detiene en el trabajo de la revista El Cielo, dirigida y editada entre 1968 y 1969 en Buenos Aires por Arturo Carrera y César Aira. La lectura se detiene tanto en las recuperaciones de la revista como en su contexto de aparición, lo que define una relación entre poesía y política que aquí se piensa aproximada a lo sagrado.
La prueba del cielo El viaje de un neurocirujano a la vida después de la vida Este libro está dedicado a mi querida familia, con infinita gratitud PRÓLOGO « Un hombre debe buscar lo que es y no lo que cree que debería ser». ALBERT EINSTEIN (1879-1955) Cuando era niño, muchas noches soñaba que volaba. La may oría de las veces me veía en el jardín. Era de noche y estaba mirando las estrellas cuando de repente comenzaba a levitar. Los primeros centímetros me elevaba de manera automática. Pero pronto comenzaba a darme cuenta de que cuanto más ascendía, más dependían de mí mis progresos, de lo que hacía. Si me emocionaba demasiado, si me dejaba llevar por la experiencia, volvía a caer al suelo… en picado. Pero si me lo tomaba con calma, si aceptaba la cosa tal cual era, me elevaba y me elevaba, cada vez más de prisa, hacia el cielo estrellado. Puede que estos sueños contribuy an a explicar por qué, al crecer, me convertí en un enamorado de los aviones y los cohetes, de cualquier cosa que pudiera llevarme allá arriba, al mundo que hay sobre éste. Cuando mi familia tomaba un avión, y o me pasaba el vuelo entero, desde el despegue al aterrizaje, con la cara pegada a la ventanilla de mi asiento. En verano de 1968, cuando tenía catorce años, me gasté todo el dinero que había ganado cortando céspedes en unas clases de vuelo con un tipo llamado Gus Street en Strawberry Hill, un « aeropuerto» (o más bien una pequeña franja alargada de terreno cubierto de hierba) al oeste de Winston-Salem, la ciudad de Carolina del Norte en la que crecí. Aún recuerdo cómo me latía el corazón la primera vez que pulsé el gran botón rojo que soltaba la soga que me mantenía unido al aparato de remolque e incliné el planeador en dirección a la pista. Era la primera vez que me sentía realmente solo y libre. La may oría de mis amigos obtenía esa misma sensación en sus coches, pero apostaría algo a que la emoción de estar en un planeador a 1 000 pies de altitud es cien veces más intensa. En los años setenta, me uní al club de paracaidismo deportivo de la Universidad de Carolina del Norte. Era como una hermandad secreta, un grupo de gente que se dedicaba a algo especial y mágico. Mi primer salto fue aterrador y el segundo más aún, pero y a para el duodécimo, cuando crucé la compuerta y me dejé caer más de 1 000 pies antes de abrir el paracaídas (mi primera EL DOLOR Ly nchburg, Virginia, 10 de noviembre de 2008 Mis ojos se abrieron de pronto. En la oscuridad de nuestro dormitorio, me fijé en la luz roja del reloj de la mesilla de noche: las cuatro y media de la madrugada. Una hora antes de lo que solía despertarme para hacer mi tray ecto de setenta minutos de duración entre nuestra casa de Ly nchburg, Virginia, y la fundación Focused Ultrasound Surgery de Charlottesville, donde trabajaba. Mi esposa Holley seguía profundamente dormida a mi lado. Tras casi veinte años como profesional de la neurocirugía académica en la zona de Boston, dos primaveras antes, en 2006, me había mudado con ella y el resto de la familia a las colinas de Virginia. Holley y y o nos conocimos en 1977, dos años antes de terminar la universidad. Ella estudiaba bellas artes y y o, medicina. Había salido un par de veces con mi compañero de habitación, Vic. Un día la trajo para presentármela, seguramente con la intención de alardear. Cuando se marchaban, le dije a Holley que volviese cuando quisiera y a continuación añadí que no hacía falta que lo hiciera con Vic. En nuestra primera cita de verdad fuimos a una fiesta en Charlotte, Carolina del Norte. Tuvimos que hacer dos horas y media de ida y otras tantas de vuelta. Holley tenía laringitis, así que fui y o el que habló el 99 por ciento del tiempo. No me costó demasiado. Nos casamos en junio de 1980, en la iglesia episcopaliana de Windsor y al poco tiempo nos trasladamos a los apartamentos Roy al Oaks en Durham, donde y o ejercía como residente en Duke. No era lo que se dice un palacio real y tampoco recuerdo que hubiese ningún roble. Apenas teníamos dinero, pero estábamos tan atareados y tan felices que tampoco nos importaba. Una de nuestras primeras vacaciones consistieron en un recorrido con tienda de campaña por las play as de Carolina del Norte. En este estado, la primavera es temporada de purrajas (unos bichos que pican) y nuestra tienda de campaña no ofrecía demasiada protección frente a ellas. Pero, aun así, nos lo pasamos en grande. Una tarde, mientras nadaba en Ocracoke, se me ocurrió un modo de pescar los cangrejos azules que nadaban entre mis pies. Llevamos un gran cubo
Un interesante libro para aquellos que han tenido una perdida y desean comunicarse con el mundo espiritual
Palabras de nuestro Señor Jesucristo a su elegida y muy querida esposa, declarando su excelentísima encarnación, condenando la violación profana y abuso de confianza de nuestra fe y bautismo, e invitando a su querida esposa a que lo ame. Capítulo 1 Yo soy el Creador del Cielo y de la tierra, uno en divinidad con el Padre y el Espíritu Santo. Yo soy el que habló a los profetas y patriarcas, y a quien ellos esperaban. Para cumplir sus deseos y de acuerdo con mi promesa, tomé carne sin pecado ni concupiscencia, entrando en el cuerpo de la Virgen, como el brillo del sol a través de un clarísimo cristal. Igual que el sol no daña al cristal entrando en él, tampoco se perdió la virginidad de mi Madre cuando tomé la humana naturaleza. Tomé carne pero sin abandonar mi divinidad. No fui menos Dios, todo lo gobernaba y abastecía con el Padre y el Espíritu Santo, pese a que, con mi naturaleza humana, estuve en el vientre de la Virgen. Igual que el resplandor nunca se separa el fuego, tampoco mi divinidad se separó de mi humanidad, ni siquiera en la muerte. Lo siguiente que deseé para mi cuerpo puro y sin mancha fue ser herido desde la planta de mis pies hasta la coronilla de mi cabeza, por los pecados de todos los hombres, y ser colgado en la Cruz. Ahora mi cuerpo se ofrece cada día en el altar, para que las personas puedan amarme más y recordar mis favores con más frecuencia. Ahora, sin embargo, estoy totalmente olvidado, ignorado y despreciado, como un rey desterrado de su reino en cuyo lugar ha sido elegido un perverso ladrón al que se colma de honores. Yo quise que mi reino estuviera dentro del ser humano, y por derecho yo debería ser Rey y Señor de él, dado que Yo lo creé y lo redimí. Ahora, sin embargo, él ha
Libro de trabajo sobre lo que nos enseña el Espíritu Santo, de acuerdo a los escritos del Padre Jose Kentenich
Colton Burpo tenía cuatro años cuando fue operado de urgencias de apendicitis. Meses más tarde, comenzó a hablar de aquellas breves horas en que se encontró entre la vida y la muerte. En 2003, durante un viaje familiar, Colton empezó a explicar que unos ángeles lo habían visitado en el quirófano. Todd no podía dar crédito a lo que oía, pero lo animó a seguir. El pequeño afirmó entonces que mientras lo operaban vio a sus padres aguardando desconsolados en la sala de espera. Esto no era más que el principio. Durante los años siguientes les fue dando detalles de su breve estancia en el cielo y de las personas que allí conoció, como su bisabuelo Pop, muerto desde hacía más de treinta años, o su hermana, a la que su madre perdió en el segundo mes de embarazo. En la actualidad Colton tiene once años, pero todavía recuerda aquel cielo en el que abundan los colores, las personas y los animales. Su historia nos ofrece un mensaje esperanzador que ha conmovido a millones de lectores en todo el mundo. El cielo es real Todd Burpo Con Lynn Vincent © 2011 por Grupo Nelson®Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América. Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc.Grupo Nelson es una marca registrada de Thomas Nelson, Inc.www.gruponelson.com Título en inglés: Heaven is for Real© 2010 por Todd BurpoPublicado por Thomas Nelson, Inc. A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicoshan sido tomados de la Nueva Versión Internacional® NVI®© 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Usada con permiso. Editora general: Graciela LelliTraducción: Traductores en RedAdaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc. ISBN: 978-84-08-00868-2Impreso en Estados Unidos de América «Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos». -JESÚS DE NAZARET
Tiene la letra י de Yeshua Su propia contribución es צחק Que significa 'risa' que es alegría/deleite Esto viene por medio de experimentar la Luz dentro de yesod-El propósito de la creación se ha cumplido. ישוע (gem. 386) = מ שיח (gem. 358) + כ ח (kóaj, gem. 28 que significa: fuerza). En Yeshua ésta fuerza está oculta pero se revela poco debido a las cuatro fases previas del Mesías. Advertencia _ Recordad siempre que en mis lecciones presentes y futuras, e-books, explicaciones y todo cuanto ofrezca u ofreceré a mis estudiantes y lectores en dos de nuestros websites, que JAMÁS HABLO NI UNA PALABRA ACERCA DE NACIONES FISICAS, GENTE, RELIGIONES, GRUPOS, PERSONAS etc!! Cuando utilizo palabras tales como Judío, o Cristiano, Moisés, el papa, un rabbi, un gurú e incluso Yeshua, solo quiero expresar las condiciones espirituales correspondientes porque todo está dentro de un sólo ser. Este mundo materia1 no es el sujeto de la Cabalá Luriana; sólo me ocupo de las elevadas raíces espirituales de este mundo. Todos mis estudiantes conocen y entienden este principio, mas tú, estimado lector, debes aprenderlo. Debéis hacer un enorme esfuerzo para deshaceros de vuestras imágenes asociadas con mis palabras. Tenéis que poner esto muy dentro de vuestro corazón: jamás hablo de seres humanos de carne y sangre, ni de grupos o instituciones de este mundo. Liberáos de cualesquier imágen asociativa que tengáis. De mi parte no tendréis respuesta acerca de preguntas en este sentido. Voy más allá: No asumiré ninguna responsabilidad por una errónea interpretación de conceptos espirituales, fenómenos y procesos que podáis experimentar de estos libros y lecciones. Una vez más: ninguna de estas palabras pertenecen a este mundo. contacto con vuestro yo interior y luego, cuando cerréis este libro, pensad en esto. Lo que penséis es cosa vuestra, más mientras leáis, permaneced en contacto con vuestro interior y no luchéis. Las cosas que ocurrirán serán tremendas porque recibiréis algo que no puede ser recibido en ninguna otra parte; no hay lugar en que podáis comprar esto. Donde dice que Yeshua es "el hijo de D-os" sabed que se trata de su conexión con el EinSof, con el Padre, con HaVaYa'H. ¿Cual es la diferencia entre la Luz y el Padre? En los primeros días no podíamos verlo pero es uno sólo y el mismo. Einsof, Luz, es lo que llamamos "la existencia de la existencia". El Padre es Einsof, incluí do en la alta Keter.
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