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H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.
H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.
Quaderns-e, 2017
El artículo propone revisar los análisis convencionales sobre los nuevos movimientos sociales con la propuesta de que es necesario incorporar la dimensión afectiva o de adhesión emocional, sin la que, a nuestro juicio, difícilmente puede comprenderse la fuerza, la continuidad y las diversas prácticas que conllevan. Se trata de una propuesta exploratoria y crítica, a caballo entre el ensayo académico y el avance de algunas conclusiones de nuestras investigaciones. En primer lugar mostramos que las teorías recientes sobre los valores aportan nueva luz al tema. Seguidamente argumentamos que los temas que catalizan la atención de estos movimientos suponen en realidad procesos de patrimonialización. Por último, ilustramos brevemente la capacidad explicativa de las ideas que hemos propuesto con algunos ejemplos: las especies protegidas, las víctimas, los bienes comunes, los grupos étnicos minoritarios, la vecindad y lo local. Palabras clave: Nuevos movimientos sociales, valores, militancia, patrimonio cultural. Abstract We propose updating conventional approaches to new social movements by incorporating the role of affect. Including affect in our analyses makes it possible to understand the strength, continuity and diversity of these movements. First, we show that recent theories of values shed new light upon new social movements. Then, we argue that new social movements are attracted to processes of heritagization. Finally, we briefly illustrate the explanatory power of our model by examining several examples: endangered species, victims, common goods, ethnic minorities, neighborhoods, and “the local.”
Democracias, 2016
El presente artículo hace una reflexión crítica sobre la categoría Nuevos Movimientos Sociales (NMS) y explora cuáles son los fundamentos que sustentan las teorías que explican la emergencia y constitución de los nuevos sujetos sociales. A partir de este análisis concluyo que la categoría NMS es otra forma de referirse a los grupos sociales que desafían las múltiples formas de dominación del capital, como un sujeto polimórfico o sujeto de sujetos en la actual etapa de la modernidad capitalista.
El Colegio del Estado de Hidalgo, 2015
En Los nuevos caminos de los movimientos sociales en Latinoamérica buscamos dar un marco general que nos permita entender y explicar el funcionamiento de estas formas de organización y relación social en una región específica del mundo
Docente e investigador de la Multiversidad Franciscana de América Latina (Mfal). Editor de Internacionales del semanario B re ch a (Uruguay).
david y goliat. la primavera de las economías diversas, 2013
En los últimos años se ha observado una evolución en las estrategias de acción de los movimientos sociales. Cada vez más, organizaciones de la sociedad civil y grupos más o menos estructurados, tanto a nivel local como global, invitan a los ciudadanos a reflexionar sobre el significado político de sus consumos, pidiéndoles hacer uso del “poder de la bolsa de la compra” para favorecer prácticas económicas atentas a los derechos humanos y del medioambiente
H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.
Historia y Política 6, 2001
Esta obra, publicada por RIL Editores, fue ganadora de uno de los Fondart, Fomento del libro, en el año 2014. El texto analiza bajo un novedoso marco teórico, diversos casos, en la historia y el presente, de movilizaciones realizadas por los nuevos movimientos sociales, estudiantiles, étnicos, medioambientales y de ciudadanos indignados, en el mundo y en Chile. También reflexiona sobre la racionalidad que está presente en el uso o no uso de la violencia por parte de ellos.
H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.
Revista de Relaciones Internacionales de la UNAM, 2021
Papeles del CEIC, 2003
A través de un repaso de las principales propuestas teóricas que estructuran el análisis sociológico y politológico de los movimientos sociales, el autor propone un modelo de análisis empírico y teórico de la acción colectiva en los “nuevos movimientos sociales”, fundamentalmente en los relacionados con la antiglobalización.
1 Este artículo deriva de una parte de la investigación que he dirigido y que se ha realizado a lo largo del año 2014 sobre las relaciones entre Internet y política. Una investigación financiada por el Centro Reina Sofía de Adolescencia y Juventud y que se publicará a lo largo del 2015. Una investigación ya publicada, (http://adolescenciayjuventud.org/es/publicaciones/ monografias-y-estudios/item/jovenes-internet-y-politica?category_id=2) ha servido de referente. *Autor para correspondencia / Corresponding author: Joan Subirats; dirección postal: Campus UAB. Edifici MRA. 08193. Barcelona. España. Sugerencia de cita / Suggested citation: Subirats, J. (2015). Todo se mueve. Acción colectiva, acción conectiva. Movimientos, partidos e instituciones. Revista Española de Sociología, 24: 123-131.
H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.
Colombia es un país ubicado en el extremo noroccidente de América del Sur y es puente entre las tres Américas: la del norte, la del centro y la del sur, y por ello paso obligado de rutas aéreas y marítimas que comunican el continente. Tiene límites con Venezuela y Brasil; con Ecuador, Perú y Panamá; con el Océano Pacífico y con el Atlántico. También posee límites marítimos con República Dominicana, Haití, Jamaica, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
El propósito de este trabajo es analizar los alcances de los nuevos movimientos sociales ambientales en México, a partir de su origen y desarrollo en sus diferentes expresiones.
Anuario de Movimientos Sociales. Icaria. Fundación Betiko, 2008
Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales
Reseña: Pleyers, Geoffrey (2018) Movimientos sociales en el siglo XXI. Perspectivas y herramientas analíticas. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
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