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Carlos Antonio Aguirre Rojas, América Latina en la encrucijada - Prohistoria Ediciones, Rosario, 2006, 158 pp. "¿Cuál es la situación que hoy vive América Latina, acosada por el maccartismo estadounidense, y presionada y degradada por ciertos gobiernos de derecha y de ultraderecha que ella padece actualmente, en medio de la profunda crisis económica, social, política y cultural por la que ahora atraviesa el mundo entero? ¿Qué papel juegan ahora, en nuestro semicontinente latinoamericano, los nuevos movimientos sociales antisistémicos y anticapitalistas, como los neozapatistas mexicanos, los Sin Tierra brasileños, los piqueteros argentinos o los movimientos indígenas ecuatorianos y bolivianos, entre otros? ¿Cómo se vive en Latinoamérica el claro proceso de la muerte de esa actividad humana que es la política, proceso que hemos estado presenciando durante los últimos quince o veinte años? Y a partir de todo esto, ¿cuál es el papel que hoy desempeña y que mañana protagonizará esta civilización latinoamericana, que es sin duda alguna la mas joven de todas las civilizaciones que hoy habitan en nuestro pequeño planeta? Recuperando una clara perspectiva de larga duración, y emplazado desde un horizonte al mismo tiempo global y profundamente crítico, este breve ensayo pretende aportar algunas claves para la solución de estas acuciantes y fundamentales interrogantes."
Latin-American narrative in its relationship with the high modernity culture» and «the development of the Latin America narrative poetics in its modernization process, from the late 20's to our times» -this paper intends to offer a diacronic vision of narrative, searching the key-points for a reflexive interpretation of the polemical topic of our identity in writing. Confrontations, confluences, opening to the world, renewed humanism are references to this discussion, specifically focused on the role of Brazilian narrative in Latin-American narrative system.
En el marco de un proceso donde todos los países latinoamericanos se beneficiaron, los resultados fueron diferentes, demostrando que la política importa. Es necesario remontarse a siete décadas atrás para encontrar un fenómeno similar al ocurrido en los últimos años (1999-2005/2015), que implicó un aumento generalizado de los precios de los commodities, acompañado esta vez, de un flujo de inversión extranjera directa. Sin embargo, el crecimiento fue acompañado con desiguales resultados en distribución del ingreso, reducción de la pobreza, inclusión social, entre otros elementos de un proceso de desarrollo económico. Este trabajo comenzará demostrando, utilizando diferentes indicadores, los cambios sustanciales en varios países de América latina. Retomamos el análisis de la pobreza, indigencia, mercado de trabajo y distribución de los ingresos. Llegamos así a varias conclusiones para el estudio de los procesos comenzados en este continente a partir de los gobiernos de izquierda y el avance social que implicaron.
El presente escrito parte de la necesaria conceptualización multidimensional de nociones como desarrollo, calidad de vida y progreso social. De lo anterior deriva la necesidad de evaluar el conjunto de mediciones que han ido emergiendo, para que las políticas públicas que se los planteen como objetivos, logren el mayor de nivel de eficiencia posible. Se presenta un ejercicio realizado para 19 países de la región latinoamericana.
La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrota a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente de reservas del petróleo y el hierro, el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la Alianza para el progreso, "hablar de precios justos en la actualidad es un concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización..." Cuanta más libertad se otorga a los negocios, más cárceles se hace necesario construir para quienes padecen los negocios. Nuestros sistemas de inquisidores y verdugos no sólo funcionan para el mercado externo dominante; proporcionan también caudalosos manantiales de ganancias que fluyen de los empréstitos y las inversiones extranjeras en los mercados internos dominados. "Se ha oído hablar de concesiones hechas por América latina al capital extranjero, pero no de las concesiones hechas por los Estados Unidos al capital de otros países ... es que nosotros no damos concesiones", advertía, allá por 1913, el presidente norteamericano Woodrow Wilson. Él estaba seguro: "Un país -decía-es poseído y dominado por el capital que en él se haya invertido". Y tenía razón. Por el camino hasta perdimos el derecho de llamarnos americanos, aunque los haitianos y los cubanos ya habían asomado a la historia, como pueblos nuevos, un siglo antes que los peregrinos del Mayflower se establecieran en las costas de Plymouth. Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores y, fronteras adentro de cada país, la explotación que las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de víveres y mano de obra. (Hace cuatro siglos, ya habían nacido dieciséis de las veinte ciudades latinoamericanas más pobladas de la actualidad). Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convirtieron en veneno.
2 3 AGRADECIMIENTOS A todas las personas que, de diferente forma (con informaciones, opiniones, preguntas, entrevistas, críticas, correcciones y traducciones), han contribuido para que este libro llegue a las manos del público lector.
Revista Científica de Historia, 2022
A cuarenta años del famoso discurso del reconocido autor Gabriel García Márquez, una serie de reflexiones sobre lo que significa la soledad de Latinoamérica en el Siglo XXI, un clamor de reclamo por la historia robado y las heridas que aún no terminamos de cerrar, ni en cuarenta ni en cien años más. Introducción El famoso autor de ficción, Gabriel García Márquez, al recibir su premio nobel en 1982, pronunció un famoso discurso, que ha sido recitado, pronunciado y remixado, cientos de veces. Este discurso, pronunciado en las épocas más oscuras de nuestro territorio del centro y sur, era un grito de alerta,
ALVARO Y VOMARO. Jóvenes, cultura y política en América Latina
Teología Latinoamericna, 2017
Esta investigación tuvo como objetivo sistematizar e interpretar la producción teológica de las revistas indexadas de las Facultades de Teología de Colombia, México, Perú, Chile, Argentina y Brasil, con el fin de elaborar un diagnóstico epistemológico de lo que han producido entre 2007 y 2014; de ello se podrá identificar la existencia o no de una epistemología teológica propiamente latinoamericana. Este ejercicio académico, entre otras cosas, no tiene la pretensión de decir la última palabra, lo que sí se quiere es interpelar nuestro quehacer académico y motivar a los futuros egresados de las Facultades de Teología a responder críticamente a las necesidades de su entorno. Al mismo tiempo, llamar la atención a los docentes e investigadores en esta área a tomar conciencia del tipo de investigación que estamos produciendo, pues al parecer, hay una distancia en cuanto a lo que se produce desde el piso teológico latinoamericano y a lo que se da en las aulas de clase, pues se sigue privilegiando una educación monocultural. Esto quiere decir, que la fuente de insumo principal en las Facultades de Teología no es la reflexión teológica que se produce al interior de la misma, por lo que se prioriza es el estudio del racionamiento teológico eurocéntrico antes que la que emana de los propios contextos
"Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos." Simón Bolívar
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