2010, DeSignis: Publicación de la Federación Latinoamericana de Semiótica ( FELS )
El cuerpo como medida a través de la cual se ubica la presencia del ser humano en el espacio se funde en el cuerpo/signo (S). Ya sea que se considere la presencia del cuerpo en el lenguaje o el cuerpo como lenguaje, aquel no cesa de expresar, traducir y, a la vez, de constituirse en vehículo de cambio e intercambio. ¿Qué juego del singular y del plural permite hoy en día pensar los signos del cuerpo? ¿Qué recorridos ha debido transitar el cuerpo y dejar de ser locus, esquema, modelo, para situarse como interfaz, pantalla, superficie operatoria? ¿Qué clase de categoría es hoy el cuerpo? Si los operadores lógicos permiten articular al mismo tiempo la diferencia y la invariancia, el cuerpo es sin duda uno de los operadores lógicos de las disciplinas humanas en el sentido más fuerte del término. Como tal, el cuerpo oscila entre lo continuo y lo discontinuo, entrelaza lo mecánico y lo elástico, lo emotivo y lo sensible, las dinámicas del reconocimiento y de la percepción. El cuerpo es cruce o encuentro, fusión o contraste entre lo individual y lo social, entre el código y el mensaje, lugar determinante de la producción de sentido (Mangieri, en este número). En el mundo de la representación y la intervención, el cuerpo hace de interfaz entre el yo y el mundo; como piel y superficie marca el adentro y el afuera y su condición de apertura o de cierre se homologa a la exhibición o al ocultamiento físicos. Las categorías de la ontología clásica-cuerpo-alma, espíritu-naturaleza, sujetoobjeto-no resultan ya operantes frente a la "proliferación de los híbridos" (Latour brought to you by CORE View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk