Persuasión y violación en la pastorela medieval

Espacio, Tiempo y Forma, 1994

Adulterio, sexo y violencia en la Castilla medieval RICARDO CÓRDOBA DE LA LLAVE *

El arte de la seducción en el mundo románico, …, 1995

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"Las pastorelas en Jalisco. Antecedentes, desarrollo y pervivencia de los coloquios de pastores en el occidente de México", Estudios políticos, Revista de El Colegio de San Luis, El Colegio de San Luis, San Luis Potosí, México, 2012, Nueva Época, año II, No.3, pp. 358-365

Clío & Crímen, 2008

Resumen: En la Baja Edad Media las autoridades urbanas castellanas consideraron la prostitución como un servicio público y, como tal, lo institucionalizaron y fiscalizaron. Para su control, los concejos confinarán a las prostitutas en el burdel, a fin de apartarlas de las "buenas mujeres" de la sociedad, y dictarán normas para el funcionamiento y el ejercicio legal del oficio. Aquellas que no aceptaron estas condiciones se consideraban ilegales, por lo que estaban expuestas a los castigos y multas que la legislación les imponía. En todo caso, en torno a la prostitución surge todo un mundo de marginación y delincuencia.

1989

item, han statuido e ordenado que las otras mulleres, que no son putas publicas ni se dan publicament por dineros, mas son concubinas o amigadas de qualesquiere personas, de qualquier stado, ley o condicion sian. anden e vayan e sian doquier que vayan fuera de casa desabrigadas e sin abrigadura. E en la yglesia. ni en algunos otros lugares, no se puedan asentar ni star collocadas entre las buenas

En la obra El duque de Viseo, Lope de Vega pone en escena los conflictos y tensiones de una corte monárquica gobernada por un rey tirano. Como resultado de ello, la tragicomedia evidencia una serie de desequilibrios entre los integrantes del palacio real de Lisboa. Se propone en este artículo analizar las acciones de los personajes que, frente a dicha inestabilidad, adoptan el uso de la violencia, llegando al punto de cometer asesinato e, incluso, suicidio.

Abstract: This paper examines two sexual myths, the droit du seigneur and the chastity belt. Through medieval Hispanic documentation, values and customs of those societies, it is denied their existence but shows that already existed in the Middle Ages as myths. The droit de seigneur was part of political rumours used against the feudal lords. The chastity belt was also used as a political weapon but it was more like satirical element against jealous husbands. This allows us to rehabilitate the public image of the Middle Ages, without forget their shadows, to no longer used as justification that we live in the best of all possible worlds, without regard to the most recent past or our inheritance. Resumen: El objetivo de este trabajo es arrojar luz sobre dos mitos sexuales, el derecho de pernada y el cinturón de castidad. A través de documentación hispana medieval, de los valores y costumbres de aquellas sociedades, no sólo niega su existencia, sino que demuestra que como mitos ya existían en la Edad Media. El derecho de pernada formaba parte de los rumores políticos que se levantaban contra los señores feudales, al igual que llegó a ocurrir con el cinturón de castidad, aunque más que usarse para motivos políticos era un elemento satírico contra maridos celosos. Esta labor nos permite rehabilitar la imagen pública de la Edad Media, pero sin olvidar sus sombras, para que no se use como justificación de que vivimos en el mejor de los mundos posibles, sin atender al pasado más reciente o a nuestras herencias.

2010

Como es sabido, a la Eda Media se le ha condenado como la época de las tinieblas, un periodo obscuro de estancamiento cultural, donde la Iglesia católica destruyo los concomimientos anteriores e impuso sus ideas en todos los ámbitos sociales. Sin duda, la religión cristiana influyo en la vida de los hombres medievales, pero no por ello se alejo de la producción artística e intelectual que la llevaron a crear una riqueza cultural. El Medievo es una época extensa, donde las tensiones, el poder de la Iglesia, la expansión del cristianismo, la vida cortesana, el surgimiento de las ciudades, el crecimiento mercantil, las catedrales góticas, las cruzadas, las pestes, la magia, el feudo, están presentes. Para situarnos en el tiempo, basándonos en las fuentes clásicas de la historia, la Edad Media abarcó casi mil años comenzó en el 476 hasta el siglo XV. Algunos historiadores la han divido en dos periodos, en la Alta Edad Media del siglo V al XII y la Baja Edad Media del siglo XIII al XV. Como analizamos gestos religiosos es necesario mencionar el papel que jugaba la Iglesia y su doctrina en la comunidad medieval. Al inicio de este periodo los reinos establecieron al cristianismo como la religión de Estado, lo que la llevo a una estrecha relación con las familias reales y a una expansión a lo largo de toda Europa, rápidamente se convirtió en una institución con un gran poder económico, político y social. Para la baja Edad Media se organizó como una institución con normas y jerarquías. Lo que prevaleció a lo largo de todo el medievo fue la dominación que impuso a los modos de vivir, pensar y disciplinar el cuerpo, además dictó las pautas para elaborar una obra artística religiosa. Por su parte, la sociedad medieval vivió, dice José Gaos, en un mundo tripartito donde se entrelazan el mundo sobrenatural con el mundo humano-natural, imaginemos a este último como la tierra donde se convivía con los otros y la naturaleza. El sobrenatural es el más allá, un lugar sin tiempo ni espacio que parece estar en los cielos y debajo de la tierra, el primero es donde habita Dios y todos los entes celestiales; el segundo donde están los demonios. Es importante mencionar esa concepción, ya que sólo así entendemos a los hombres medievales en el cruce de estos mundos, en cualquier momento podían estar en contacto con Dios o sujetos a las tentaciones carnales incitadas por Satanás. La institución eclesiástica, apoyada en las leyes dictadas por Dios, era la mediadora entre el hombre y el Cielo. Dios no sólo se hacía presente en la tierra, sino que controlaba la vida de los hombres a partir de lo permitido y lo prohibido, de la obediencia y el pecado. Dios era el principio y el fin de todo, el creador que en un acto generoso le dio vida para habitar ese mundo terrenal. Es así como la sociedad medieval vivía en una congregación cristiana, en comunión-comunicación con Dios, que se mostraba con sucesos extraordinarios o seres celestes. Son esas ideas religiosas que forman al cuerpo medieval, que lo vigilan y guían por el camino del bien. Aunque la sociedad de aquella época era diversa porque se componía de grupos reales, gremiales, campesinos, eclesiásticos e intelectuales, la regla de alejar al cuerpo del pecado era igual para todos. Desde los inicios del cristianismo, se estableció que Dios formó al hombre a su imagen y semejanza dotándolo de un cuerpo y un alma.