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El diseñador del futuro

Abstract

El presente artículo tiene tres objetivos principales. El primero se dirige a indagar acerca de la relación cuerpo y artefacto en un futuro cercano. Para ello rastrearemos dicha relación en la contemporaneidad, la cual se centró inicialmente en la imagen de la máquina y posteriormente en la noción de prótesis e interfase como ampliaciones de las posibilidades de acción del cuerpo. Las transformaciones de esta relación están estrechamente vinculadas con las nociones de creación y tecnología, por tanto el segundo objetivo busca también observar de qué manera se ve afectada la manera en que comprendemos al diseño como disciplina creadora y cómo se encara la pregunta por el factor humano en sus procesos. Finalmente, con las nociones y conceptos arrojados, plantearemos una hipótesis acerca de cuál será la relación futura entre el cuerpo y el vestido como objeto del diseño.

Key takeaways

  • Si bien el vestido en las últimas décadas ha dejado de ser solo ese repositorio de signos y se ha convertido en extensión de diversas prolongaciones de la mente y el cuerpo, a partir del desarrollo de tecnología portable y de textiles tecnológicos, nuestro interés frente al presente y futuro del diseño de vestuario y de sus creadores, con el advenimiento de las innovaciones tecnológicas, se orienta más a comprender cómo es el cuerpo vestido del futuro, cómo serán los procesos de creación de los vestidos del mañana y a través de ellos dilucidar el concepto actual de creador que esta era nos entrega.
  • Transformaciones para el diseño y la creación a partir de los adelantos técnicos Como veníamos observando, la incursión de los adelantos técnicos vinculados a las máquinas y en épocas más recientes a las tecnologías de la información y la comunicación, se ha convertido para los seres humanos en causa de ansiedad y preocupación y existe con ellas una pregunta subyacente por su capacidad de reemplazar al hombre en su acción creadora de objetos, un sentimiento como vimos, no muy diferente al experimentado siglos atrás con la llegada de la industrialización.
  • En consecuencia, vestidos, objetos industriales y visuales tienden a perder, en la práctica, su definición como artefactos independientes entre sí que requieren áreas definidas para su estudio, aunque como advierte Margolin en la introducción de su texto Design Discourse (1989), la academia se empeñe en diferenciarlos y dividir al diseño de la manera más estrecha a partir de sus formas de práctica, una división que produce definiciones fragmentadas del mismo y de su papel en la sociedad.
  • Nos preguntarnos entonces si la manera en que los conectamos no está experimentando ya unas variaciones, inducidas por la relación cada vez más íntima de nuestros artefactos con nuestro cuerpo provocando que, como afirma Margarita Shultz, ya no estaremos hablando en el futuro de diseñadores de objetos sino de interacciones y con ello de "[...] los límites y fronteras imbricados con el asunto de la diferencia de lo que son las cosas" (Shultz, 2011), ya que como afirma la autora, los investigadores del área informática esperan hacer flexibles los bordes rígidos entre lo natural y lo artificial, lo animado y lo inanimado, el cerebro humano y las máquinas.
  • La desmaterialización, la interacción y el desdibujamiento de los límites en la relación humano máquina / herramienta promueven un tipo de diseño, cuya frontera no es más el objeto sino la relación de los seres humanos consigo mismos a través de sus artefactos.