La infancia de hoy y de mañana

2009

Editorial del número 4 de "El Futuro del Pasado. Revista electrónica de Historia"

Cuadernos LIRICO, 2014

Le génie, c'est retrouver l'enfance à volonté. Charles Baudelaire. Buscar las raíces no es más que una forma subterránea de andarse por las ramas. José Bergamín 1 La infancia, espacio conceptual, terreno de creencias, lugar de determinaciones sociales y de ideales compartidos, está recorrida por una atiborrada red de valores culturales, de presupuestos estéticos, de estereotipos y principios ideológicos, de escenas o peripecias con resabios legendarios. Tanto en su imagen mediática, sociológica, icónica o literaria, es un punto de observación privilegiado para identificar modos de explicar el devenir del ser humano. En contrapunto con el mundo adulto, el niño, como el primitivo, permite, gracias a un reflejo alejado o a una otredad significativa, pensar el ahora de la colectividad y avanzar en cierta metafísica del sujeto. Esto es particularmente perceptible en las narraciones de infancia en la literatura, y en una de sus modalidades, la de las autobiografías de escritores, que puede considerarse como un modelo paradigmático al respecto.

2015

www.editorialbonaventuriana.edu.co Colombia, Suramérica El autor es responsable del contenido de la presente obra. Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio, sin permiso escrito

Sociedad e Infancias, 2021

Childhood is lived in the present tense [pt] A infância é vivida no tempo presente The history of childhood in the modern area is so tied up with the history of time that we might almost talk of childhood as a timetabled event. Judith Ennew 3 La noción del tiempo está vinculada a la infancia, tanto en el sentido simbólico, como en sentido material (el de la organización del tiempo) como en un sentido histórico, según hacía notar Ennew, recordando la obra de Ariès, tan influyente en la primera sociología de la infancia, una obra que en inglés se tradujo como "Siglos de infancia", evocando las marcas temporales que utilizaba este autor para señalar el paso de la infancia como tramo de la vida indiferenciado al descubrimiento de la infancia como categoría particular, hecho situado, según él mismo, en el Antiguo Régimen. En sentido simbólico la infancia es sinónimo de pureza, inocencia, ingenuidad, inexperiencia, pero también de ignorancia e incompetencia. Estas características son atribuidas a quienes transitan por la etapa de infancia, y configuran gran parte de las representaciones sociales y de la imagen pre constituida de los que son niños o niñas. La infancia es el lugar de los recuerdos de las personas cuando son adultas, recuerdos idealizados muchas veces, pero que también se proyectan como deseos sobre las infancias actuales. La infancia está situada en una zona intemporal, como si fuera, por así decirlo, un costado de la historia y la cultura dominantes, la historia y la cultura propias de la parte adulta. Perdida en el tiempo, la infancia siempre se remite bien al pasado o bien al futuro, o se sitúa simplemente fuera del tiempo. Mas la infancia es el presente de quienes son ahora niños, o niñas o adolescentes. La vivencia de la infancia es una experiencia individual, personal, como lo es la adultez o la vejez, y eso es lo que en este caso importa: cómo es vivir la infancia aquí y ahora, cómo es vivirla en unos lugares o en otros, en uno u otro entorno social, político y económico. Y esa vivencia está estrechamente relacionada con el tiempo, entendido esta vez en el sentido cronológico del paso de los días, de los meses y de los años. En este sentido la infancia es quizá la etapa de la vida en la que más importa contar el paso del tiempo. Cuando no es la primera, será esta la segunda pregunta que se hace cuando como adultos nos encontramos frente a un niño o una niña, o frente a sus padres o familiares: "¿cuántos años tienes?" e incluso, cuando se trata de un bebé "¿qué tiempo tiene?". La respuesta suele ser muy precisa, sobre todo cuando la dan los niños, así dirán "once años y medio" o bien "ya voy a cumplir quince". Y esto es porque, por lo general, cada tiempo cumplido significa subir un peldaño en la escala hacia la autonomía personal. Desde muy temprana edad los niños perciben la sucesión de rutinas que marcan el paso del tiempo: se dan cuenta de que ciertos hechos suceden a otros, que algunos se producen de manera puntual, mientras que otros pueden repetirse por largo o corto periodo de tiempo. Finalmente empiezan a reconocer patrones, y no sin esfuerzo, empiezan a conocer las representaciones sociales de los intervalos del tiempo, del pasado, presente y futuro de su sociedad y de su propio lugar en ese marco, dentro de un esquema global que se da por sentado y se trata como si fuera un hecho inmutable más que una construcción social. Jenks (2005) considera que el horario es una metáfora de la modernidad. El horario, el tiempo cronometrado, es primordial para todos, niños o adultos, pero especialmente para los primeros. Puede decirse que la infancia es el periodo de la vida humana más intensamente gobernado por el mandato de un adecuado uso del tiempo. Precisamente por ese valor que se atribuye a la infancia como si fuera un futurible, la salud, el bienestar y la educación de niños

Cuadernos LIRICO, 2014

Réseau interuniversitaire d'étude des littératures contemporaines du Río de la Plata

Bajo Palabra

Catálogo editorial, 2019

La indagación sobre los distintos pliegues de la vida cotidiana ha demandado una experiencia y búsqueda de información por los espacios de poder, sistemas de relación y roles individuales en lugares precisos: por ejemplo, los espacios de la casa, adjudicados a las mujeres, en donde se dan las relaciones familiares e íntimas frente espacios de reconocimiento que se encuentran en la calle para los hombres. Los dos casos convergen en situaciones comunes como el despertarse, comer o irse a dormir; actividades laborales y, aún más, en tradiciones y costumbres, así unas sean menos valoradas socialmente, o no sean objeto de apreciación pública.

Páginas de Educación, 2017

La historia de la infancia en la historiografía uruguaya ha sido invisibilizada como objeto de estudio. Pensar una historia en la que los sujetos sean visibles implica abordar la infancia como protagonista y repensar los relatos transmitidos. Este artículo propone un recorrido por los principales enfoques históricos que han investigado la infancia, así como el análisis de fuentes primarias en Uruguay; atendiendo a sus particularidades conceptuales y contextuales. Se adopta un enfoque sociocultural que permite comprender y trabajar la complejidad de cada fuente desde lo cualitativo. En concreto, se aborda el estudio del Asilo de Expósitos y Huérfanos en relación al trato de los niños, para aproximar una configuración de la idea de infancia. Una historia sin infancia es un discurso incompleto; su historicidad, por tanto, es una necesidad política.