-El enfrentamiento entre los seres queridos: los amigos (Urbano y Fernando); los padres y los hijos (el Sr. Juan y Trini); los hermanos (Fernando "hijo" y Manolín); los antiguos amores (Fernando y Carmina).
-La creación de paralelismos entre las vidas de los personajes y las escenas: Fernando "hijo" y Carmina "hija"; Elvira y Fernando (orfandad y protección excesiva); Elvira y Urbano (amor por la fuerza); Fernando y Elvira (solución fácil a los problemas); Rosa y Trini (sacrificio y frustración como madres); comienzo del acto I y del acto III (personajes ajenos a la trama); enfrentamiento entre amigos y entre hermanos.
-El paso del tiempo como signo más evidente de las desilusiones: en la obra, al mostrar que todo sigue igual en lo esencial años después de que los protagonistas se propusieran cambiar de vida, el paso del tiempo señala que son los propios personajes los responsables de su desgracia; el tiempo de diez años que fijan Urbano y Fernando en el primer acto como plazo para cambiar su vida es un tiempo lo suficientemente amplio como para que lo hubieran logrado; el tiempo cíclico, con la repetición al final de la historia de sus padres en Fernando "hijo" y Carmina "hija", no solo es un signo de inmovilismo al mostrar que la historia de amor y promesas se repite, es también un signo de que el tiempo se ha acabado para Fernando y Carmina, de modo que el final de la obra, aunque quede abierto para Fernando "hijo" y Carmina "madre", es el final de la historia de Fernando "padre" y de Carmina "madre".
-El conflicto entre la libertad humana y las condiciones sociales se presenta en el teatro de Buero mediante la oposición de dos tipos de personajes: los activos, que no se resignan y deciden mejorar su situación; y los pasivos, que creen que toda acción es inútil o que, por miedo o desidia, no hacen nada.
Fernando "hijo" y Carmina "hija" viven la misma historia de amor que antes vivieron sus padres, con los mismos proyectos e ilusiones que compartieron aquellos y con la misma confianza en el poder del amor; Elvira y Fernando, los dos personajes que, en un principio, parecen menos prácticos y que más se engañan a sí mismos, son huérfanos de madre (Elvira) o de padre (Fernando) y han sido, por tanto, protegidos de la crudeza de la vida, lo que les impide aceptar la falsedad de lo que desean; Elvira y Urbano fuerzan a personas que no los aman a casarse con ellos, a la vez que Fernando y Carmina se casan con personas a las que no aman para encontrar una solución fácil a sus problemas; Rosa y Trini han elegido sacrificarse, una por el sinvergüenza de Pepe y la otra por sus padres, y la consecuencia de esa elección es la misma: el dolor por no haber tenido hijos; el acto I y el acto III comienzan del mismo modo: con personajes ajenos a la trama (el cobrador de la luz y los nuevos vecinos) que le permiten a Buero principalmente destacar la vida humilde, marcada por las apreturas económicas, de los personajes principales; por supuesto, el inicio del acto III, refuerza también la idea del inmovilismo social que simboliza la escalera, al establecer un contraste entre el desahogo económico de los nuevos inquilinos y la relativa pobreza que siguen padeciendo los más antiguos; el enfrentamiento entre Manolín y Fernando "hijo" recuerda, en parte, el que se ha producido entre Fernando y Urbano, amigos desde niños, y no deja de ser una nueva referencia a la guerra civil.
FERNANDO.-No me creo nada. Sólo quiero subir. ¿Comprendes? ¡Subir! Y dejar toda esta sordidez en que vivimos. URBANO.-Y a los demás que los parta un rayo. FERNANDO.-¿Qué tengo yo que ver con los demás? Nadie hace nada por nadie. Y vosotros os metéis en el sindicato porque no tenéis arranque para subir solos. Pero ese no es el camino para mí. Yo sé que puedo subir y subiré solo. URBANO.-¿Se puede uno reír? FERNANDO.-Haz lo que te dé la gana. URBANO.-(Sonriendo) Escucha papanatas. Para subir solo, como dices, tendrías que trabajar todos los días diez horas en la papelería; no podrías faltar nunca, como has hecho hoy… FERNANDO.-¿Cómo lo sabes? URBANO.-¡Porque lo dice tu cara, simple! Y déjame continuar. No podrías tumbarte a hacer versitos ni a pensar en las musarañas; buscarías trabajos particulares para redondear el presupuesto y te acostarías a las tres de la mañana contento de ahorrar sueño y dinero. Porque tendrías que ahorrar, ahorrar como una urraca; quitándolo de la comida, del vestido, del tabaco… Y cuando llevases un montón de años haciendo eso, y ensayando negocios y buscando caminos, acabarías por verte solicitando cualquier miserable empleo para no morirse de hambre… No tienes tú
Manolín, que la ve bajar, se interpone en su camino y la saluda con alegría. Ellas se paran.) Manolín.-¡Hola, Trini! Trini.-(Cariñosa.) ¡Mala pieza! (Él lanza al aire, con orgullo, una bocanada de humo.) ¡Madre mía! ¿Pues no está fumando? ¡Tira eso en seguida, cochino! (Intenta tirarle el cigarrillo de un manotazo y él se zafa.) Manolín.-¡Es que hoy es mi cumpleaños! Trini.-¡Caramba! ¿Y cuántos cumples? Manolín.-Doce. ¡Ya soy un hombre! Trini.-Si te hago un regalo, ¿me lo aceptarás? Manolín.-¿Qué me vas a dar? Trini.-Te daré dinero para que te compres un pastel. Manolín.-Yo no quiero pasteles. Trini.-¿No te gustan? Manolín.-No. Prefiero que me regales una cajetilla de tabaco. Trini.-¡Ni lo sueñes! Y tira ya eso. Manolín.-No quiero. (Pero ella consigue tirarle el cigarrillo.) Oye, Trini… Tú me quieres mucho, ¿verdad? Trini.-Naturalmente. Manolín.-Oye… quiero preguntarte una cosa. (Mira de reojo a Rosa y trata de arrastrar a Trini hacia el «casinillo».) Trini.-¿Dónde me llevas? Manolín.-Ven. No quiero que me oiga Rosa. Rosa.-¿Por qué? Yo también te quiero mucho. ¿Es que no me quieres tú? Manolín.-No. Rosa.-¿Por qué? Manolín.-Porque eres vieja y gruñona. (Rosa se muerde los labios y se separa hacia la barandilla.
The main topic of this paper wants to show how the monumental staircase evolved during centuries, especially since its origins, at the same time that the Italian Renaissance in 15th century. What are their sources and, consequently, how the different traditions arise; how this element is valued by different architects and theorist in following centuries and, to summarize, how increased his functional and symbolic value. This theory should be contrasted with the practice area, either through pictures that writers show in their books, some of which belongs to real places; or through any other examples around Europe.
This paper summarizes a conversation between the authors on the relationship between the teaching of History of Architecture and Project. Froma biographical tour, Rigotti recognizes her own heritage, her references in teaching and learning, the process of defining a proper field in relation to the relative autonomy of History of Architecture as a discipline and its peculiarities in the ways of doing and teaching. The authors discuss the insertion of History of Architecturein the specific context of the School of Architecture of the UNR and they suggest limits to the efforts of deepening ties with project workshops, as well as conflicts derived of the disappearance of Architectural Theory of the Syllabus. They question themselves about the localand contemporarycanonand the possibilityof promotinga "theoreticalvanguard"with the emergence ofPhDs inArchitecture.
Esta investigación presenta un trabajo cualitativo con resultados de nivel exploratorio a través de un diseño basado en el paradigma fenomenológico en atención a que explora las experiencias vividas de los estudiantes de nivel superior como sujetos en el mundo académico quienes relatan sus historias, posterior al recibimiento de un curso de historia general como aprendizaje de lo social, teniendo como marco de disciplina la educación. La enseñanza de la historia comúnmente revela un problema de aprendizaje para muchos estudiantes y en el nivel superior presenta rasgos de inactividad o desinterés hacia los contenidos, lo que hace necesario aportar una metodología práctica que con-tribuya a resolver el problema. El objetivo del estudio es proponer una metodología para la enseñanza de la historia en el nivel superior que sirva como guía para el profesor involucrado con esta asignatura para que la didáctica sea un camino para llegar al conocimiento histórico de los fenómenos y el aprendizaje sea interesante. Los sujetos de estudio fueron estudiantes de licenciatura en Psicopedagogía provenientes de una institución de educación superior de financiamiento privado. Algunos de los resultados encontrados son que el profesor debe tener un pensamiento crítico para impartir la materia de historia, usar un método relacionado con el trabajo colaborativo, desarrollado a través de técnicas como la investigación y realizar actividades de retroalimentación. Estos resultados son producto de una serie de entrevistas realizadas a los estudiantes a fin de tener información que contribuyó a la construcción del conocimiento
Muchas veces se piensa que, sobre todo en la historieta, no es necesario un guion. Muchos creen que un buen dibujante puede reemplazar la figura del guionista e incluso que puede ir armando una buena historia a medida que va haciendo los dibujos que la componen. Otros, sin llegar al extremo de eliminar al guionista, piensan que el guion de la historieta es un simple borrador, para el que no se requiere ni experiencia ni talento, y que el dibujante es el principal artífice de una buena historieta.
Resumen. Este artículo se centra en los paralelismos existentes entre Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo y La colmena (1951) de Camilo José Cela, partiendo del estudio de las biografías de sus autores, para pasar después a las dos obras en cuestión, abordando el tratamiento de los siguientes aspectos en ambas: el género, la preocupación técnica, su valor como testimonio social, las fechas de escritura y publicación, los títulos, el protagonista colectivo, el uso del tiempo y el espacio, y el modo de finalizarlas.
La metodología de la investigación histórica: una crisis compartida Por Tevni Grajales G. " No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después " Eclesiastés 1,11 Proponemos un tema que no es posible abarcar a plenitud pero que merece una atención reflexiva que contribuya a alimentar el interés por la manera de hacer y de entender la historia. Aunque sin pretender profundizar en el tema de la filosofía de la historia y su teoría, se procurará destacar la manera en que los cambios de cosmovisión determinan el papel del método en la ciencia y la historia. El cambio que tuvo lugar en los siglos XVII y XVIII fundamentó el advenimiento del pensamiento y la metodología científica lo cual dio pie a la introducción de perspectivas rígidas en la metodología de la historia, esta a su vez procuró en vano emular los resultados de las ciencias naturales; ahora, el nuevo cambio de cosmovisión en el siglo XX compromete tanto a la historia como a las ciencias en general con modelos metodológicos interpretativos, flexibles, subjetivos que buscan el sentido y significado tanto en la convergencia como en la divergencia, en un contexto inestable e impredecible. Según Holscher (1997) la historia ha sido considerada como una unidad metafísica de espacio y tiempo en el que todo está ligado a todo, en la que el evento histórico es visto como un elemento dentro de la narrativa histórica y en la que el cambio histórico es el cambio de un " objeto " dentro de un conjunto de parámetros históricos. Se trata de un concepto tradicional de la historia que fue establecido por el historicismo en el siglo XIX. Al respecto se dice que la idea de la historia, con su rígida distinción entre el pasado y el presente y su cuidadoso escudriñamiento de las conexiones de una parte con la otra, vino bastante tarde a la escena de la vida intelectual (Neusner, 1997).
Metodología de la historia, Madrid, Editorial Cátedra, 3ra Ed., 1973 (Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia). Índice del capítulo XVI Teoría del conocimiento no basado en fuentes.
El tema que va a ocupar las siguientes líneas pretende hacer un análisis de cómo la escalera monumental evolucionó a lo largo de los siglos, especialmente desde su nacimiento, en paralelo a ese proceso de reinvención cultural que sufre la Italia del siglo XV. Cuáles son sus fuentes escritas y en consecuencia cómo surgen las distintas tradiciones o escuelas; cómo es valorado este elemento por los distintos arquitectos y teóricos en los sucesivos siglos y, en definitiva, cómo va aumentando su valor útil y simbólico. Esta teoría se quiere contrastar con el ámbito práctico, bien por medio de las propias imágenes que los escritores ofrecen en sus obras, y que en ocasiones pertenecen a lugares reales; bien a través de otros ejemplos dispersos por la geografía europea.
Desde las primeras construcciones del hombre exis-ten escaleras para comunicar y facilitar el acceso a distintas alturas. Así el edificio se destaca sobre la tierra, creando un plano virtual sobre el que ubicar nuevas imáge-nes, construidas en oposición a los vínculos natura-les. Son las primeras modificaciones de la corteza te-rrestre. Túmulos, aras, templos, terrazas, restos de palacios ... se manifiestan por medio de basamentos, podios, que no son otra cosa sino una sucesión de planos, de peldaños. Es muy posible que, antes de dar con el recurso de superponer un número de planos de pequeña superfi-cie, el hombre se sirviera ya de elementos naturales, como las ramas de los árboles o los resaltes en las pendientes que daban acceso a las cavernas que habi-taba. Acaso fueran también un precedente de la escalera los planos inclinados fabricados con troncos que des-de las viviendas palafíticas conducían a tierra. Aunque todo ello no son más que simples hipóte-sis, hay que reconocer que resulta sumamente verosí-mil. Aun hoy, en lugares de África, los árboles-esca-lera son una solución muy extendida. A mitad de camino entre la escala y la escalera, constituyen una solución práctica y rudimentaria que, con gran pendiente pero con bastante seguridad permite el acceso a planos superiores. Suelen realizarse talla-das en un tronco de árbol o en un tablón grueso. (Figura 1)
El teatro es un género que, sobrepasando el texto-literatura-, se hace realidad y cobra vida sobre el escenario-el espectáculo-, tomando el pulso mejor que ningún otro a la sociedad de la que parte […] es un hecho sociológico 1 .
4 Si bien se menciona aquí a "la Ilustración" es necesario señalar que sería acertado hablar de "Ilustraciones". Aunque los principios rectores de dicho programa fueron la razón, el orden, la virtud y la civilidad -entre otros-el hincapié puesto en ellos, así como el posterior devenir del movimiento, impide ver a la Ilustración como una corriente homogénea espacial y temporalmente.