LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL PABLO A LOS EFESIOS
Raul QuirogaEfesios
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Abstract
Que están en Éfeso. Es una frase discutida pues no figura en los principales manuscritos. Quizá circularon copias posteriores a otras iglesias sin el remitente o dirección específica en Éfeso. Pablo escribe esta epístola estando preso en Roma durante su primer encarcelamiento (Hch 28:31) en el otoño del año 60. Había estado en Éfeso durante su segundo viaje misionero a mediados de septiembre del año 52 de regreso a Jerusalén (Hch 18:19-21). Vuelve en su tercer viaje misionero para vivir allí por tres años, desde septiembre del 53 hasta mayo del 56 (Hch 20:31). Durante su estadía en Éfeso escribe su primera carta a los Corintios. Éfeso era una ciudad portuaria y una de las metrópolis más grandes e importantes de ese tiempo. Tenía unos 220.000 habitantes y en ella se encontraba el fabuloso templo de Afrodita o Diana. Esta ciudad implicaba un serio desafío misionero para Pablo y su equipo. Pablo no predica demasiado públicamente y se dedica a pastorear e instruir doctrinalmente a una iglesia ya formada (Hch 19:1-22). El alboroto de Éfeso (Hch 19:23-41) evidencia que la obra personal y silenciosa de Pablo había convertido a una cantidad importante de personas. Esa conversión al cristianismo de muchos efesios había provocado una merma considerable en la venta de maquetas del templo de Diana fabricadas por Demetrio. Ese negocio daba réditos suculentos al famoso platero que reaccionó en contra de la predicación personal, calma y sutil del apóstol. Pablo demuestra en esta epístola la dimensión cosmopolita de la iglesia. Ya no es un grupo reducido residente en Jerusalén. Está en el mundo entero y todas las razas y nacionalidades están representadas en ella. Los extranjeros
