Academia.eduAcademia.edu

La ontología de El Comulgatorio de Baltasar Gracián

2002

Cuando Alberto Hidalgo me invitó a participar en estas Jornadas en recuerdo de la figura de Baltasar Gracián, me encontraba en Salamanca y acababa de visitar sus dos catedrales, llamadas-con poco ingenio y menos agudeza, todo hay que decirlo-la vieja y la nueva. Siendo verano, los turistas suelen acercarse a estos templos como visita obligada y entre ellos a veces se encuentran gentes de iglesia. Miraba yo, absorto, el cimborrio levantado por Juan de Sagarvinaga en 1755 tras el terremoto de Lisboa y, seguramente sugerido por el diablo Voltaire, que tan a gusto suele encontrarse entre sotanas, murmuré un "esto pudo rehacerse tras el terremoto, pero no ante los embates de Lutero", sin percatarme de que unos sacerdotes, allí sentados, pudieran tomar mi desahogo como una provocación blasfema.