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Ronda y galanteo en algunas piezas de teatro breve

2003, Ronda Cortejo Y Galanteo En El Teatro Espanol Del Siglo De Oro Actas Sobre El I Curso De Teoria Y Practica De Teatro Celebrado En Granada Los Dias 7 9 De Noviembre De 2002 2003 Isbn 84 338 3033 3 Pags 153 165

El teatro del Siglo de Oro constituye una fuente inagotable que nos permite bucear en los conocimientos, las preocupaciones, los gustos y las costumbres de un pueblo, el español, durante el periodo más floreciente de su cultura. Se trata de un inmenso mosaico en el que se pueden rastrear la mayor parte de los aspectos idiosincrásicos de la sociedad española de los siglos XVI y XVII. Ese inmenso co r o lario tiene como actores protagonistas a las gentes que pululaban por la España de los Austrias con sus inquietudes, sus problemas y sus momentos de esparcimiento. Es te aspecto hace inexcusable el acercamiento al teatro barroco cuando se quier e n a n a l izar los usos y costumbres de la sociedad española en muy distintos ámbitos. En este trab a j o e l tema que ha despertado nuestra curiosidad es el de la ronda, el galanteo, el cortejo y, al fin y al cabo, todas aquellas artes de las que se valían los habitantes del barroco español, o lo que es lo mismo, los personajes de las comedias, para alcanzar la correspond e n c i a amorosa de la dama de sus sueños. El amor y la consecución del mismo son temas presentes en todas las comedias áu r eas, porque muy pocas, ninguna me atrevería a decir, de las que se pueden recordar están ajenas a una declarac ión amorosa, ya sea en la trama principal o en la secundaria de s u argumento. P ero ¿ qué ocurre con las piezas del teatro menor, con esa vasta producción de piezas breves, muy desconocida en la mayoría de los casos? Lo que ocurre con este tipo de composiciones, sobre todo con los entremeses, que serán los que nutrirán de ejemplos este t rabajo, es que son obras e s c r i t as para ser intercaladas en las representaciones de otras mayore s y con una c l a r a función de divertimiento, de relajación de la tensión escénica, a la que se po d í a h aber llegado en la representación de la comedia. Además, corre parejo con el aspecto anterior el apego, más o menos hiperbolizado, al pueblo y a sus costumbres. Son por ello p iezas que permiten encontrar un amplio abanico de ejemplos sobre el tema que nos ocupa. Antes de adentrarnos en los textos entremesiles, se hace necesaria algun a observación más. Del mismo modo que el amor es cosa de do s , e n l o