
Uwe P A U L Cruz Olivas
Lugar de Nacimiento Matagalpa, Nicaragua.
Fecha de Nacimiento 05 de diciembre de 1989
Títulos Maestría en Antropología Cultural y Liderazgo
Licenciado en Historia con mención en Arqueología.
Estudios
Educación Primaria: Colegio Autónomo Miguel la Reynaga 1996-2001
Educación Secundaria: Colegio Autónomo Miguel la Reynaga: 2002-2007
Educación Superior: Universidad Nacional Autónomo de Nicaragua- Managua,
Licenciado en la carrera de Historia con mención en Arqueología, 2008-2013.
Educación Superior: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua, Maestría en Antropología y Liderazgo Social 2015-2018.
Nivel Intermedio de Ingles, en English Center, Matagalpa 2014-2015.
Fecha de Nacimiento 05 de diciembre de 1989
Títulos Maestría en Antropología Cultural y Liderazgo
Licenciado en Historia con mención en Arqueología.
Estudios
Educación Primaria: Colegio Autónomo Miguel la Reynaga 1996-2001
Educación Secundaria: Colegio Autónomo Miguel la Reynaga: 2002-2007
Educación Superior: Universidad Nacional Autónomo de Nicaragua- Managua,
Licenciado en la carrera de Historia con mención en Arqueología, 2008-2013.
Educación Superior: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua, Maestría en Antropología y Liderazgo Social 2015-2018.
Nivel Intermedio de Ingles, en English Center, Matagalpa 2014-2015.
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Papers by Uwe P A U L Cruz Olivas
A pesar de los antecedentes históricos y la aparente falta de integración histórica, la Arqueología nicaragüense, cuenta con elementos teóricos implícitos y explícitos que guarda una elevada coherencia social y cultural de la idiosincrasia nacional. Sin embargo, la investigación arqueológica nunca ha ocupado un lugar destacado en los titulares de las publicaciones especializadas. No obstante, a 161 años de Arqueología en Nicaragua podemos afirmar que el desarrollo conceptual y la práctica científica es coherente y cuenta con sus propios objetivos a lo largo de toda la historia. Desde que el encargado de negocios de Estados Unidos para las Repúblicas de Centroamérica E.G. Squier llegó a Nicaragua en 1850, inició una tradición de trabajos arqueológicos en la región del Pacifico, donde incorporó nuevos elementos meramente empíricos y descriptivos, hasta el desarrollo actual de la ciencia arqueológica. En los años de práctica en este campo científico ha dado lugar a una tradición ampliamente consolidada y coherente entre sí, a pesar de sus propias contradicciones internas y externas.
Palabras Claves: Arqueología nicaragüense, Paradigma Arqueológico y Arqueología Indisciplinada.
Otros creen, que no hubo invasión y conquista a sangre y fuego, sino un encuentro relativamente pacifico del que surgió una nueva cultura basada en la identidad Latinoamericana. En ambas posiciones no existen puntos medios, porque una versión contiene la leyenda negra, donde los españoles aparecen como seres malévolos que no sintieron la más mínima compasión por los americanos, victimas de un destino que no merecían, por el otro lado, la leyenda blanca, donde los europeos en general se les consideraba personas cultas, civilizadas y hasta compasivas con los nativos a los que les trasmitieron, por su bien, la cultura y la religión cristiana. Así fue que, los pueblos nativos empezaron a experimentar por un lado la resistencia armada y por el otro, la tenacidad silenciosa de continuar con su cultura, a través del sincretismo religioso. Sin embargo, con la invasión de Hernán Cortez a la gran Tenochtitlan, los pueblos americanos vieron nacer la temida y detestable “maldición de malinche” que ha servido hasta el sol de hoy, como una espantosa abominación ideológica y espiritual para los pueblos del Anáhuac y el Tahuantisuyo.
Dicha maldición, promueve el cuento europeo, que afirma categóricamente que, hasta el nombre del continente americano, es un homenaje a Américo Vespucci, supuesto primer cartógrafo que dibujo el mapa del “Nuevo Mundo”, no obstante, son pocos los investigadores que han demostrado la falsedad de aquella narrativa histórica, pero muchos siguen creyendo y tristemente repitiendo la fábula hispánica hasta el día de hoy. Incluso dicho mito forzó al movimiento indianista americano proponer el término de Abya Yala, justamente con el argumento de que América es un nombre fuera de este continente, impuesta por las monarquías europeas en homenaje a un europeo y, por ende, que no proviene de ninguna lengua autóctona indoamericana. A 529 años de los encuentros y desencuentros entre Europa y América, afirmamos que la resistencia americana es el pilar fundamental, que ha permitido a las primeras naciones conservar un conjunto de conocimiento y elementos culturales que se consideran propios, respecto a los cuales demandan el derecho exclusivo de sus prácticas rituales, el respeto a sus territorios ancestrales, como la protección y conservación de los recursos naturales y minerales estratégicos que forman parte de la Pachamama americana como de resguardo al planeta tierra de las garras del estractivismo hegemónico
Arturo López y el Lic. Cristopher Gago. Asimismo, participación durante el trabajo in situ dos estudiantes de la Unan Managua y tres colegas de la Asociación Signos del Rio de Wiwili. Separadamente se realizó el análisis de laboratorio de la cerámica y la lítica recuperada a través de la excavación, en este proceso participo el Msc. Deyvis Oporta y el Lic. Roberto Sirias con quienes se trabajó en estudio de análisis Tipo-Variedad para empezar a construir una cronología propia de las Segovias.
Donde los elementos culturales propios han sido invisibilizados con el fin de imponer un sistema de dominación política, económica y social sobre la población indígena viva en las cañadas. Los aparatos ideológicos, más utilizado son el colonialismo hegemónico, inundado de positivismo, evolucionismo, marxismo y neoliberalismo como la nueva tendencia del capitalismo globalizador. Estas corrientes eurocentradas en la sociedad noratlántica ha sido un suicidio epistemológico como lo dicen los pensadores des coloniales, para los pueblos de América Latina y particularmente en Nicaragua.
Estas imposiciones y dinámicas sociales construyen a indígenas altamente organizados en función de la protección de su territorio ancestral, medio ambiente y costumbres culturales. El pueblo indígena Matagalpa, hoy en día es uno de los pueblos originarios mejor cohesionados e institucionalizados en la región del centro y norte del país. Pese, a las políticas integracionistas que impusieron los regímenes conservadores, liberales y los neos libero-conservadores a las comunidades originarias a integrarse al “desarrollo nacional”. La lucha de los Matagalpa contra este legado de atropello y genocidio cultural constituye, así, una vía fundamental en su proceso de apropiación y re identificación de su etnicidad.
La investigación antropológica surge desde mi interés personal en comprender las formas de liderazgo e identidad étnica en la comunidad de Siare y Apante Grande. Además, de identificar los procesos y formas de negación de la identidad cultural Matagalpa en las comunidades estudiadas. Durante mis primeras visitas de campo a las cañadas, puede identificar que las dos cuentan con evidencias prehispánicas que coinciden en tiempo y espacio. A partir de este elemento arqueológico puedo inferir, que las comunidades antes mencionadas estuvieron organizadas étnicamente desde la prehistoria y a lo largo de la colonia española.
El estudio comparativo apuntó a fortalecer las iniciativas y capacidades de los líderes indígenas de las comunidades para manejar de forma sostenible sus recursos forestales y su medio ambiente, así como para responder a las intervenciones externas y los retos que afectan los bosques y la gobernanza indígena. Se trata de recuperar el conocimiento local sobre los recursos forestales y complementarlos con los conocimientos académicos a fin de empoderar al pueblo indígena en el manejo sostenible de los recursos forestales, patrimonio cultural, liderazgo ancestral en función al desarrollo humano integral de sus habitantes.
La investigación fue realizada conjuntamente entre pobladores locales y el investigador, para tratar de recuperar el conocimiento sobre las formas del liderazgo y la etnicidad de las comunidades de Siare y Apante Grande. Aparte de contribuir con los saberes teóricos y prácticos que faciliten el manejo sostenible de los recursos naturales del bosque y el agua. Sin duda, en la última década se ha reconocido internacionalmente la importancia del bosque para el equilibro ecológico y por lo visto, ha surgido la preocupación por la conservación y manejo sostenible de los recursos forestales para la supervivencia de las comunidades indígenas y no indígenas de Matagalpa.
A partir de los primeros acercamientos a las cañadas de Siare y Apante Grande se logró evidenciar la construcción de las categorías sociales y culturales de los protagonistas, además de los trances de liderazgo, la explotación laboral y los conflictos territoriales entre los ejidos del municipio y la comunidad indígena Matagalpa. Para alcanzar a entender los términos de resistencia de las poblaciones indígenas vivas en las Cañadas de estudio, es sustantivo el estudio a profundidad de las formas del liderazgo y la organización de las comunidades antes mencionadas.
Se sabe que la organización tradicional de la comunidad indígena, es de carácter consuetudinario y por el otro lado se plantea el liderazgo del poder Estatal burocrático, donde se plantean visiones y propósitos diferentes, los cuales no son considerados como temas de agendas de las poblaciones estudiadas. Es por ello que se abordó la modernidad y los procesos del colonialismo en los cuales se encuentran inmerso los líderes de las cañadas en estudio.
Por otro lado, se valoró la propuesta teórica de la corriente antropológica del sur conocida como la de colonialidad, quienes nos muestran un nuevo paradigma en las relaciones sociales y comunitarias, con el fin de des-campesinizar al indígena, para romper con el mito de la Nicaragua mestiza.
A pesar de los antecedentes históricos y la aparente falta de integración histórica, la Arqueología nicaragüense, cuenta con elementos teóricos implícitos y explícitos que guarda una elevada coherencia social y cultural de la idiosincrasia nacional. Sin embargo, la investigación arqueológica nunca ha ocupado un lugar destacado en los titulares de las publicaciones especializadas. No obstante, a 161 años de Arqueología en Nicaragua podemos afirmar que el desarrollo conceptual y la práctica científica es coherente y cuenta con sus propios objetivos a lo largo de toda la historia. Desde que el encargado de negocios de Estados Unidos para las Repúblicas de Centroamérica E.G. Squier llegó a Nicaragua en 1850, inició una tradición de trabajos arqueológicos en la región del Pacifico, donde incorporó nuevos elementos meramente empíricos y descriptivos, hasta el desarrollo actual de la ciencia arqueológica. En los años de práctica en este campo científico ha dado lugar a una tradición ampliamente consolidada y coherente entre sí, a pesar de sus propias contradicciones internas y externas.
Palabras Claves: Arqueología nicaragüense, Paradigma Arqueológico y Arqueología Indisciplinada.
Otros creen, que no hubo invasión y conquista a sangre y fuego, sino un encuentro relativamente pacifico del que surgió una nueva cultura basada en la identidad Latinoamericana. En ambas posiciones no existen puntos medios, porque una versión contiene la leyenda negra, donde los españoles aparecen como seres malévolos que no sintieron la más mínima compasión por los americanos, victimas de un destino que no merecían, por el otro lado, la leyenda blanca, donde los europeos en general se les consideraba personas cultas, civilizadas y hasta compasivas con los nativos a los que les trasmitieron, por su bien, la cultura y la religión cristiana. Así fue que, los pueblos nativos empezaron a experimentar por un lado la resistencia armada y por el otro, la tenacidad silenciosa de continuar con su cultura, a través del sincretismo religioso. Sin embargo, con la invasión de Hernán Cortez a la gran Tenochtitlan, los pueblos americanos vieron nacer la temida y detestable “maldición de malinche” que ha servido hasta el sol de hoy, como una espantosa abominación ideológica y espiritual para los pueblos del Anáhuac y el Tahuantisuyo.
Dicha maldición, promueve el cuento europeo, que afirma categóricamente que, hasta el nombre del continente americano, es un homenaje a Américo Vespucci, supuesto primer cartógrafo que dibujo el mapa del “Nuevo Mundo”, no obstante, son pocos los investigadores que han demostrado la falsedad de aquella narrativa histórica, pero muchos siguen creyendo y tristemente repitiendo la fábula hispánica hasta el día de hoy. Incluso dicho mito forzó al movimiento indianista americano proponer el término de Abya Yala, justamente con el argumento de que América es un nombre fuera de este continente, impuesta por las monarquías europeas en homenaje a un europeo y, por ende, que no proviene de ninguna lengua autóctona indoamericana. A 529 años de los encuentros y desencuentros entre Europa y América, afirmamos que la resistencia americana es el pilar fundamental, que ha permitido a las primeras naciones conservar un conjunto de conocimiento y elementos culturales que se consideran propios, respecto a los cuales demandan el derecho exclusivo de sus prácticas rituales, el respeto a sus territorios ancestrales, como la protección y conservación de los recursos naturales y minerales estratégicos que forman parte de la Pachamama americana como de resguardo al planeta tierra de las garras del estractivismo hegemónico
Arturo López y el Lic. Cristopher Gago. Asimismo, participación durante el trabajo in situ dos estudiantes de la Unan Managua y tres colegas de la Asociación Signos del Rio de Wiwili. Separadamente se realizó el análisis de laboratorio de la cerámica y la lítica recuperada a través de la excavación, en este proceso participo el Msc. Deyvis Oporta y el Lic. Roberto Sirias con quienes se trabajó en estudio de análisis Tipo-Variedad para empezar a construir una cronología propia de las Segovias.
Donde los elementos culturales propios han sido invisibilizados con el fin de imponer un sistema de dominación política, económica y social sobre la población indígena viva en las cañadas. Los aparatos ideológicos, más utilizado son el colonialismo hegemónico, inundado de positivismo, evolucionismo, marxismo y neoliberalismo como la nueva tendencia del capitalismo globalizador. Estas corrientes eurocentradas en la sociedad noratlántica ha sido un suicidio epistemológico como lo dicen los pensadores des coloniales, para los pueblos de América Latina y particularmente en Nicaragua.
Estas imposiciones y dinámicas sociales construyen a indígenas altamente organizados en función de la protección de su territorio ancestral, medio ambiente y costumbres culturales. El pueblo indígena Matagalpa, hoy en día es uno de los pueblos originarios mejor cohesionados e institucionalizados en la región del centro y norte del país. Pese, a las políticas integracionistas que impusieron los regímenes conservadores, liberales y los neos libero-conservadores a las comunidades originarias a integrarse al “desarrollo nacional”. La lucha de los Matagalpa contra este legado de atropello y genocidio cultural constituye, así, una vía fundamental en su proceso de apropiación y re identificación de su etnicidad.
La investigación antropológica surge desde mi interés personal en comprender las formas de liderazgo e identidad étnica en la comunidad de Siare y Apante Grande. Además, de identificar los procesos y formas de negación de la identidad cultural Matagalpa en las comunidades estudiadas. Durante mis primeras visitas de campo a las cañadas, puede identificar que las dos cuentan con evidencias prehispánicas que coinciden en tiempo y espacio. A partir de este elemento arqueológico puedo inferir, que las comunidades antes mencionadas estuvieron organizadas étnicamente desde la prehistoria y a lo largo de la colonia española.
El estudio comparativo apuntó a fortalecer las iniciativas y capacidades de los líderes indígenas de las comunidades para manejar de forma sostenible sus recursos forestales y su medio ambiente, así como para responder a las intervenciones externas y los retos que afectan los bosques y la gobernanza indígena. Se trata de recuperar el conocimiento local sobre los recursos forestales y complementarlos con los conocimientos académicos a fin de empoderar al pueblo indígena en el manejo sostenible de los recursos forestales, patrimonio cultural, liderazgo ancestral en función al desarrollo humano integral de sus habitantes.
La investigación fue realizada conjuntamente entre pobladores locales y el investigador, para tratar de recuperar el conocimiento sobre las formas del liderazgo y la etnicidad de las comunidades de Siare y Apante Grande. Aparte de contribuir con los saberes teóricos y prácticos que faciliten el manejo sostenible de los recursos naturales del bosque y el agua. Sin duda, en la última década se ha reconocido internacionalmente la importancia del bosque para el equilibro ecológico y por lo visto, ha surgido la preocupación por la conservación y manejo sostenible de los recursos forestales para la supervivencia de las comunidades indígenas y no indígenas de Matagalpa.
A partir de los primeros acercamientos a las cañadas de Siare y Apante Grande se logró evidenciar la construcción de las categorías sociales y culturales de los protagonistas, además de los trances de liderazgo, la explotación laboral y los conflictos territoriales entre los ejidos del municipio y la comunidad indígena Matagalpa. Para alcanzar a entender los términos de resistencia de las poblaciones indígenas vivas en las Cañadas de estudio, es sustantivo el estudio a profundidad de las formas del liderazgo y la organización de las comunidades antes mencionadas.
Se sabe que la organización tradicional de la comunidad indígena, es de carácter consuetudinario y por el otro lado se plantea el liderazgo del poder Estatal burocrático, donde se plantean visiones y propósitos diferentes, los cuales no son considerados como temas de agendas de las poblaciones estudiadas. Es por ello que se abordó la modernidad y los procesos del colonialismo en los cuales se encuentran inmerso los líderes de las cañadas en estudio.
Por otro lado, se valoró la propuesta teórica de la corriente antropológica del sur conocida como la de colonialidad, quienes nos muestran un nuevo paradigma en las relaciones sociales y comunitarias, con el fin de des-campesinizar al indígena, para romper con el mito de la Nicaragua mestiza.
El presente artículo parte, del interés por continuar la discusión epistemológica desarrollada en la ciudad de Matagalpa, en el año 2014, cuando por primera vez en la historia, un grupo de investigadores y promotores culturales matagalpinos, tuvieron la valentía de proponerle al pueblo nicaragüense y a la Academia de Geografía e Historia del país, como a los investigadores nacionales e internacionales, la hipótesis arqueológica, histórica y antropológica de la denominada “Área Cultural Ulúa Matagalpa”, cuyas evidencias aparecen en las regiones remotas y en los grandes pueblos de la región Centro Norte de Nicaragua, sur de Honduras y oriente del El Salvador. Retomo la discusión conceptual siete años después, del primer congreso que conglomeró a más de 18 especialistas en la ciudad de Matagalpa, en arqueología, antropología, historia, lingüística y del cual existe un libro de memoria que alberga todas las inquietudes y sugerencias realizadas por los especialistas para construir de una mejor manera la propuesta de región histórica y sus posibles fronteras.
Por nuestra parte, hemos desarrollado tres fases de investigación en los municipios de Wiwili y Bocay en Jinotega, dichos estudios nos permitó hacer un análisis más completo y profundo que se condensa en un segundo libro publicado, titulado Jinotega Multiétnica “Símbolos y Voces del Bocay al Wangky”, donde profundizamos en el reconocimiento de la propuesta de región histórica cultural Ulúa Matagalpa, desde un enfoque arqueológico, antropológico y etnohistórico.
Este esfuerzo nos lleva a seguir indagando arqueológicamente la zona de amortiguamiento de la reserva biológica Bosawás, en el departamento de Jinotega, coronando un atrevimiento necesario que no se había hecho hasta ahora, para nosotros cada estudio aporta un grano de maíz, en la conformación de ese tejido cultural que necesitamos descubrir, asociar, comparar e incorporar a nuestras labores de investigadores permanentes, de interpretadores acuciosos, forjadores incansables en la búsqueda de una historia más integral, más completa, mucho más extensiva en el tiempo sin topes cronológicos, con una visión no sólo nacional sino regional.
Los resultados de las investigaciones sobre los ejes de Tapaskun, Runflin y Uluaskin concentra esfuerzos por continuar trabajando en el diagnostico arqueológico y etnográfico del departamento de Jinotega. También, las excavaciones ejecutadas en las comunidades antes mencionadas permiten realizar asociaciones culturales a la prehistoria del norte de Nicaragua y por ende alimenta aún más la propuesta de Área Cultural Ulúa Matagalpa que, hasta el sol de nuestros días, sigue siendo una sugerencia aceptada entre la mayoría de los arqueólogos nicaragüenses y extranjeros, especialistas en las ciencias, quienes merecemos un segundo congreso arqueológico, donde podamos incorporar estos avances sustantivos.
La historia de Centroamérica, ha sido muchas veces falseada por intereses políticos y religiosos, sumado a que gran parte de esa historiografía regional, se ha visto marcada, con amplios matices de colonialismo, chouvinismo, fetichismo y neocolonialismo, casualmente muchas de las imprecisiones histórica en el continente americano, radica en alimentar la llamada “maldición de malinche” y así justificar los antecedentes históricos de la colonia y la modernidad. Habiendo cientos de documentos, que exaltan repetitivamente la superioridad europea, ante la supuesta tiranía e idolatría autóctona americana, siendo abundante los autores que se apasiona con el romanticismo greco-romano, para así justificar su xenofilia y xenolatría política, dando paso a la construcción o concepción de la modernidad hegemónica, bajo todos sus matices eurocéntricos.
En la provincia de Nicaragua, de los pocos intelectuales que se atrevieron a “rebelarse”, al sistema colonial fue Miguel Larreynaga, junto al hondureño José Cecilio del Valle, quienes redactaron el acta de independencia, dando lugar al gobierno presidido justamente por el español Gabino Gainza; quien además de convertirse en presidente, fue llamado “insigne” de la independencia de Centroamérica, a pesar que claramente obedecía siempre al interés peninsular y criollo, que buscaba evitar el pago de tributos a la corona española. Casualmente, así se empezó a construir los hechos históricos, que marcó la independencia centroamericana, construyendo el concepto de “próceres” de la emancipación a los mismos españoles, el mejor caso es del mencionado señor “Gabino Gainza”.
Palabras claves: Bicentenario, Identidad Nacional, Unión Centroamérica y Lucha por la segunda Independencia.
Likewise, I will discuss the neoliberal agrarian counter-reform of 1990-2006, such as those carried out during the government of Daniel Ortega 2007-2019. The latter well accepted by a large part of the peasant on the agricultural frontier in the northern Jinotega, Who continue to demand more land, at the cost of the displacement and invasion of the indigenous territories of the Mayagnnas and Miskitu.