Papers by Paula Quintano Martínez
Asparkía. Investigació feminista, 2021
El número 39 de la revista Asparkía. Investigació Feminista reúne diversas investigaci... more El número 39 de la revista Asparkía. Investigació Feminista reúne diversas investigaciones que giran en torno al tema «Figuras y arquetipos de género en la Grecia Antigua», con una miscelánea de trabajos que abordan, bajo una perspectiva interdisciplinar, cuestiones variadas dentro de los estudios de género y de la investigación feminista.El monográfico pretende mostrar la diferente asignación de papeles, estatus y poder a mujeres y hombres en la Antigua Grecia en función de las variables sexo/género —junto a otras como la estratificación social, el origen étnico o la edad— bajo la perspectiva de que lo femenino y lo masculino, así como los roles de género, son creaciones culturales inmersas en procesos de transformación de-pendientes de los diversos escenarios espacio-temporales.

Proceedings of the 2nd International Congress on Contemporary European Painting. Porto University, 2019
Lo grotesco, lo monstruoso, lo siniestro y lo abyecto resultan conceptos imprescindibles en el pe... more Lo grotesco, lo monstruoso, lo siniestro y lo abyecto resultan conceptos imprescindibles en el pensamiento contemporáneo. Representan lo extraño, lo diferente, lo inquietante, lo repulsivo; todo aquello que se escapa de la norma y de lo establecido.
El objetivo de esta comunicación es realizar una reflexión acerca de cómo las categorías anteriores, hermanadas entre sí, se han plasmado en la práctica pictórica de diferentes periodos históricos y culturales. Para ello analizaremos la obra de diversos artistas que han incorporado estos conceptos en su trabajo. La revisión comienza con el Bosco, cuyas imágenes han quedado grabadas en nuestro inconsciente colectivo, y termina en la actualidad con la pintura de Paula Rego.
Sus obras resultan grotescas, siniestras o monstruosas bien por la temática que abordan o por su composición, bien por su factura o ejecución. La monstruosidad o la abyección, lo siniestro o lo grotesco pueden aparecer representadas (mediante imágenes o palabras) o puede ser percibidas mediante las sensaciones que provocan. Sin embargo, estas categorías solo son y existen construidas a través de la mirada ajena: es a través del espectador como cobran sentido.
Nos recuerdan su significado ambivalente, porque producen rechazo y repulsión, pero a la vez no podemos evitar identificarnos con las obras o experimentar deseo hacia ellas.
II. Ikergazte. Nazioarteko Ikerketa euskaraz. Giza Zientziak eta Artea. Vol. 1. Pp. 96-102 , 2017

Revista Internacional de Ciencias Sociales Interdisciplinares 7 (2): 101-114, 2019
El bicentenario de la publicación de “Frankenstein o el moderno Prometeo” nos invita a re-visitar... more El bicentenario de la publicación de “Frankenstein o el moderno Prometeo” nos invita a re-visitar la obra capital de Mary Wollstonecraft Godwin, más conocida como Mary Shelley. El artículo presenta una relectura interdisciplinar a través de las especialidades de la teoría de monstruos y los estudios de género. Teniendo en cuenta la doble vertiente de la monstruosidad, el monstruo interior y el monstruo exterior, se examina la presencia del monstruo en la obra: por una parte, la monstruosa criatura protagonista, que ha llegado a convertirse en arquetipo del monstruo en la cultura popular contemporánea; por otra, la figura de Víctor Frankenstein, el osado científico que rebasó los límites imaginados de la ciencia buscando re-crear la vida de manera artificial. Además, se dedica una particular atención a reconsiderar las presencias y ausencias de los personajes femeninos en la novela. Aunque aparentemente secundarias, tanto las figuras de Elizabeth Lavenza y Justine Moritz como la creación fallida de una compañera monstruosa para la criatura resultan esenciales en la trama de la obra.

Fórum de Recerca, 2016
La cultura clásica ha sido generadora de construcciones de lo femenino y lo masculino qu... more La cultura clásica ha sido generadora de construcciones de lo femenino y lo masculino que han perdurado en nuestro inconsciente colectivo, incluso algunas convertidas en imágenes arquetípicas.Esta investigación es deudora de la historia de género y se relaciona con las corrientes de análisis histórico que rescatan el valor de la palabra y los discursos desde una nueva perspectiva: comprender tanto las argumentaciones acerca de la diferencia entre hombres y mujeres como las prácticas de desigualdad de género establecidas en el pasado y que, de algún modo, siguen aún presentes.Bajo la premisa de que el acceso de las mujeres a una voz propia puede implicar una poderosa vía de subversión, la palabra y la voz femenina se consideran desde una perspectivamultidisciplinar como herramientas transgresoras en la antigua Grecia, precisamente en una sociedad en la que la imposición del silencio se convirtió en una constante de la vida de las mujeres.El estudio se inicia con una revisión sobre las convenciones y los estereotipos de género que rigieron en el mundo heleno. Continúa con un análisis sobre el ejercicio de la palabra como derecho y privilegio distintivo del estatus ciudadano, del que las mujeres fueron insistentemente apartadas. Y, para finalizar, se traslada en torno a la figura de Clitemnestra, personaje mítico y literario femenino que ha pasado a la historia como paradigma de «mujer fatal», a menudo simplificado como representante de «las perversas». La combinación, re-lectura y análisis profundo de las fuentes disponibles (literarias, arqueológicas, plásticas) permiten rescatar la complejidad de esta figura que personifica un proceso transgresor multifacético frente a los conceptos clave del ideal femenino. Y posibilitan reconsiderar la validez de la palabra como instrumento femenino de desobediencia.
Palabras clave: discurso, tragedia, Clitemnestra, transgresión de género, antigua Grecia, estereotipos de género, literatura griega

Asparkía, 2019
Resumen
Los caminos de Casandra y Clitemnestra se entrecruzaron en un encuentro trágico de irrev... more Resumen
Los caminos de Casandra y Clitemnestra se entrecruzaron en un encuentro trágico de irreversibles consecuencias. Utilizando la perspectiva de género analizamos el violento asesinato de la adivina a manos de la reina de Micenas y realizamos una re-lectura de ambos personajes. Cada una de ellas, a su manera, se apartó del modelo de mujer requerido: callada, pudorosa, sumisa y dependiente. Las dos eligieron conscientemente alzar la voz, actuar de forma autónoma y rebelarse frente al mandato de obediencia al varón. Más allá de su evidente caracterización como víctima y verdugo, en cierta manera, ambas confluyen como mujeres que peligrosamente trastocan los roles de género y el orden social. Por eso sus elecciones no podían quedar impunes.
Abstract
Cassandra's and Clytemnestra's lives bumped into a tragic meeting with irreversible consequences. Using gender-perspective, we will decode the violent murder of the prophesier committed by the queen of Mycenae and we will re-read both characters. In their own way, each of them diverged from the silent, modest, obedient and dependent female character archetype. They both consciously chose to raise their voices; they act autonomously and rise against the social requirement that commanded women to obey men. Beyond their evident portrayal as victim and executioner, in a way they converge as women who dangerously disrupted gender-roles and social order. Thus, their elections could not be left unpunished.
Conference Presentations by Paula Quintano Martínez

III Jornadas/I Congreso Nacional de Investigadores en Formación: Fomentando la interdisciplinariedad. Universidad de Granada, 2018
La comunicación enlaza los estudios de género con la corriente de los estudios culturales conocid... more La comunicación enlaza los estudios de género con la corriente de los estudios culturales conocida como “monster theory”, que considera lo monstruoso como expresión simbólica esencial para comprender las culturas más profundamente. El género y el monstruo son
construcciones sociales y culturales. Como tal, son variables y deben ser definidos en relación a cada sociedad y a sus estándares sobre la feminidad, la masculinidad, lo natural, lo normal, lo aceptable y lo bueno, en cada momento histórico. Todo aquello
que escape a esas definiciones puede convertirse en monstruoso, social y culturalmente reprobable, e invariablemente asociado al mal. Resulta innegable la influencia que el género tiene en la concepción y representación de lo monstruoso. El patriarcado ha
obligado a las mujeres a asumir la maternidad como la condición femenina ideal y natural, forzándolas a aceptar el sentimiento maternal como un instinto innato y unívoco. De hecho, ha incentivado la dicotomía entre la madre amante y sacrificada y cualquier
desviación del prototipo, demonizada como una mujer monstruosa. Desde este enfoque, el estudio se centra en las figuras de Clitemnestra y Medea, dos personajes femeninos mitológicos centrales del mundo clásico, que no solo llegaron a considerarse como inversión
del ideal femenino, sino como personificaciones de la perversión maternal. Utilizando la perspectiva de género se analizarán sus retratos en la literatura y la plástica greco-romana. A menudo fueron comparadas con criaturas salvajes, monstruosas y representadas
como si hubieran perdido su esencia humana por completo. Ambas personifican el poder destructivo femenino, la madre devoradora que reniega de sus lazos familiares e incluso se atreve metafórica o literalmente a destruir a sus descendientes. Sin duda, desde la antigüedad clásica Clitemnestra y Medea han alimentado el arquetipo de la maternidad monstruosa y todavía siguen vivas en la cultura popular occidental.

IV Seminario Predoctoral del Programa de Doctorado en Estudios Interdisciplinares de Género. Universidad Autónoma de Madrid, 2018
El estudio de los monstruos permite entender cómo cada comunidad humana construye su propia iden... more El estudio de los monstruos permite entender cómo cada comunidad humana construye su propia identidad y despliega sus mecanismos de cohesión. Los monstruos encarnan sus límites, desaİan las fronteras de sus categorías sociales y mentales. Se resisten a participar del orden social y ontológico, simbolizando la diferencia, la otredad frente al yo y al nosotros.
Nuestra comunicación revela que también las criaturas monstruosas están atravesadas por el género, en una compleja mixtura entre naturaleza biológica y funciones socialmente construidas. Dentro del juego de alteridades que reproducen, la alteridad de género se revela esencial para analizar la concepción de lo monstruoso en cada momento histórico. El examen de las representaciones literarias y plásticas de célebres monstruos femeninos del mundo antiguo mostrará que su monstruosidad se define, más allá de su terrible aspecto físico, por su comportamiento transgresor respecto a los ideales de género establecidos.

V Seminario de Investigación Predoctoral en Estudios Interdisciplinares de Género, Programa de Doctorado en Estudios Interdisciplinares de Género. Universitat Jaume I, Castellón-, 2019
El monstruo florece especialmente en momentos históricos de inestabilidad y transformación. Cuand... more El monstruo florece especialmente en momentos históricos de inestabilidad y transformación. Cuando en el siglo XIX cambios cruciales sacudieron las estructuras político- económicas, sociales y culturales de la cultura europea, las figuras monstruosas resurgieron, en especial las femeninas.
Durante esta época se estrechó la asociación entre mujer y mal, entre feminidad y monstruosidad. La idealización de «la mujer», polarizada entre el ideal burgués del «ángel del hogar» y su contra-modelo «la perversa», dejó una huella profunda en las mentalidades.
Bajo la perspectiva de género analizaremos las encarnaciones monstruosas femeninas más significativas del panorama artístico-literario. Todas confluyen en la configuración de la femme fatale. Son imágenes de la monstruosidad inmanente a las mujeres, vinculadas esencialmente con su sexualidad. Encarnan el miedo masculino a la transgresión de las normas de género y revelan un claro mensaje social, el peligro destructor de lo prohibido.

¿Quién teme a Virginia Woolf? La indignación de las mujeres en tiempos de manadas. XXIV Congreso Internacional del Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género Purificación Escribano, 2020
A lo largo de la historia todas aquellas mujeres que por algún motivo han bordeado las fronteras ... more A lo largo de la historia todas aquellas mujeres que por algún motivo han bordeado las fronteras de lo establecido, quienes han transgredido las tradiciones y normas de género, de la corporalidad, la sexualidad o la moral han sido asociadas a la monstruosidad.
El poder patriarcal a través de los siglos ha erigido incontables figuras femeninas monstruosas como muestras de la condición salvaje y bestial de las mujeres, fundamentada en su supuesta proximidad a la naturaleza y a lo biológico.
Con estas imágenes ha consolidado la creencia popular de una innata tendencia femenina hacia lo prohibido, alimentando en el inconsciente de los pueblos el miedo al monstruo femenino como metáfora de una supuesta y natural propensión de la mujer hacia el mal.
No obstante, ya desde la segunda ola feminista, hacia finales de los 60, el feminismo comenzó a reivindicar reconocibles figuras contra-normativas tratadas como monstruos por el sistema, para dotarlas de un nuevo significado desde la resistencia y la acción feminista.
Precisamente esta ponencia atiende al camino de deconstrucción y resituación de esas antiguas representaciones monstruosas femeninas, tradicionalmente vinculadas a la monstruosidad de la mujer, ahora re-asumidas y transformadas en nuevos iconos del feminismo.
Se explora bajo una vertiente plural: desde el ámbito teórico del feminismo, que ha impulsado el proceso de re-significación; desde la militancia y el colectivo de mujeres que se han re-apropiado de estas figuras, ganadas ya en forma de reivindicación; desde el ámbito artístico que ha reinterpretado la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Precursoras de la recuperación de algunas de estas encarnaciones monstruosas, las integrantes del colectivo Women´s Internacional Terrorist Conspiracy from Hell-WITCH (1969), siglas que completan el término `Bruja´, restablecieron a hechiceras y brujas como mujeres emancipadas, liberadas sexualmente, combativas y revolucionarias.
Más de 35 años después, Silvia Federici en su imprescindible obra Calibán y bruja (2004) destapó la caza de brujas como un movimiento fruto de la misoginia, planificado para disciplinar a las mujeres y descomponer el poder social femenino, donde, de nuevo, el cuerpo femenino, como fuerza de reproducción sexual, se convirtió en centro de la contienda.
Hechiceras y nigromantes se restituyen y reivindican no sólo mediante los discursos feministas, sino en las calles, a través de lemas significativos coreados por militantes y manifestantes: “Somos las brujas que no pudisteis matar”.
También desde las artes visuales, artistas como Paula Rego o Jesse Jones denuncian la continuidad del control y la violencia sobre el cuerpo femenino, desenmascaran la demonización de las “nuevas criaturas del mal” en la sociedad actual y reclaman a la bruja como metáfora del poder y la sororidad femenina.
A través de estas figuras, re-visitadas ahora como símbolo inequívoco del proceso de rebeldía que representa el feminismo, las mujeres han podido articular su dolor, su rabia e indignación, han reivindicado la denuncia y han reclamado la desobediencia, la resistencia activa y la acción frente a la violencia y la desigualdad estructural del sistema neoliberal.
Book chapters by Paula Quintano Martínez

Investigació i gènere a la Universitat Jaume I 2018 / Mercedes Alcañiz Moscardó (dir.), 2018
Enclavada en la «historia de género» y consciente de la necesidad de recuperar las voces de las m... more Enclavada en la «historia de género» y consciente de la necesidad de recuperar las voces de las mujeres a lo largo la historia, la investigación examina las convenciones de género en la Antigua Grecia, otorgando especial atención a la palabra como signo distintivo de la organización política, social y cultural del mundo griego.
El universo del lenguaje resulta fructífero para estudiar las relaciones entre los sexos, la concepción de lo femenino y lo masculino y la asignación de funciones a mujeres y hombres. Estimando que el acceso de las mujeres a una voz propia puede suponer una vía subversiva, el estudio analiza la palabra y el discurso femeninos como instrumentos transgresores dentro de la sociedad helena. Dada la falta de testimonios femeninos directos, el análisis se ha trasladado al personaje mítico-literario de Clitemnestra, para confrontarlo con el ideal de mujer instituido.

Mujeres y resistencias en tiempos de manadas / Emma Gómez Nicolau, Maria Medina-Vicent y María José Gámez Fuentes (ed.), 2021
Desde finales de los años 60 del siglo xx el movimiento feminista intensificó la recuperación de ... more Desde finales de los años 60 del siglo xx el movimiento feminista intensificó la recuperación de las figuras
femeninas monstruosas que el poder patriarcal había vinculado con la transgresión de las normas de
género, de la corporalidad, la sexualidad o la moral. Este artículo explora el camino de deconstrucción
y restitución de la bruja, arquetipo del monstruo femenino a quien el feminismo ha dotado de un nuevo
significado subversivo desde la resistencia y la acción. La perspectiva de género guía el estudio de su
transformación en nuevo icono del feminismo a través de diversos contextos: por un lado, el ámbito
teórico, la militancia y los colectivos de mujeres que impulsaron el proceso de resignificación y se han
re-apropiado de esta figura en forma de reivindicación; por otro, la práctica artística donde se ha reinterpretado
la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Palabras clave: feminismo, monstruo femenino, brujas y hechiceras, figuras transgresoras.
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Papers by Paula Quintano Martínez
El objetivo de esta comunicación es realizar una reflexión acerca de cómo las categorías anteriores, hermanadas entre sí, se han plasmado en la práctica pictórica de diferentes periodos históricos y culturales. Para ello analizaremos la obra de diversos artistas que han incorporado estos conceptos en su trabajo. La revisión comienza con el Bosco, cuyas imágenes han quedado grabadas en nuestro inconsciente colectivo, y termina en la actualidad con la pintura de Paula Rego.
Sus obras resultan grotescas, siniestras o monstruosas bien por la temática que abordan o por su composición, bien por su factura o ejecución. La monstruosidad o la abyección, lo siniestro o lo grotesco pueden aparecer representadas (mediante imágenes o palabras) o puede ser percibidas mediante las sensaciones que provocan. Sin embargo, estas categorías solo son y existen construidas a través de la mirada ajena: es a través del espectador como cobran sentido.
Nos recuerdan su significado ambivalente, porque producen rechazo y repulsión, pero a la vez no podemos evitar identificarnos con las obras o experimentar deseo hacia ellas.
Palabras clave: discurso, tragedia, Clitemnestra, transgresión de género, antigua Grecia, estereotipos de género, literatura griega
Los caminos de Casandra y Clitemnestra se entrecruzaron en un encuentro trágico de irreversibles consecuencias. Utilizando la perspectiva de género analizamos el violento asesinato de la adivina a manos de la reina de Micenas y realizamos una re-lectura de ambos personajes. Cada una de ellas, a su manera, se apartó del modelo de mujer requerido: callada, pudorosa, sumisa y dependiente. Las dos eligieron conscientemente alzar la voz, actuar de forma autónoma y rebelarse frente al mandato de obediencia al varón. Más allá de su evidente caracterización como víctima y verdugo, en cierta manera, ambas confluyen como mujeres que peligrosamente trastocan los roles de género y el orden social. Por eso sus elecciones no podían quedar impunes.
Abstract
Cassandra's and Clytemnestra's lives bumped into a tragic meeting with irreversible consequences. Using gender-perspective, we will decode the violent murder of the prophesier committed by the queen of Mycenae and we will re-read both characters. In their own way, each of them diverged from the silent, modest, obedient and dependent female character archetype. They both consciously chose to raise their voices; they act autonomously and rise against the social requirement that commanded women to obey men. Beyond their evident portrayal as victim and executioner, in a way they converge as women who dangerously disrupted gender-roles and social order. Thus, their elections could not be left unpunished.
Conference Presentations by Paula Quintano Martínez
construcciones sociales y culturales. Como tal, son variables y deben ser definidos en relación a cada sociedad y a sus estándares sobre la feminidad, la masculinidad, lo natural, lo normal, lo aceptable y lo bueno, en cada momento histórico. Todo aquello
que escape a esas definiciones puede convertirse en monstruoso, social y culturalmente reprobable, e invariablemente asociado al mal. Resulta innegable la influencia que el género tiene en la concepción y representación de lo monstruoso. El patriarcado ha
obligado a las mujeres a asumir la maternidad como la condición femenina ideal y natural, forzándolas a aceptar el sentimiento maternal como un instinto innato y unívoco. De hecho, ha incentivado la dicotomía entre la madre amante y sacrificada y cualquier
desviación del prototipo, demonizada como una mujer monstruosa. Desde este enfoque, el estudio se centra en las figuras de Clitemnestra y Medea, dos personajes femeninos mitológicos centrales del mundo clásico, que no solo llegaron a considerarse como inversión
del ideal femenino, sino como personificaciones de la perversión maternal. Utilizando la perspectiva de género se analizarán sus retratos en la literatura y la plástica greco-romana. A menudo fueron comparadas con criaturas salvajes, monstruosas y representadas
como si hubieran perdido su esencia humana por completo. Ambas personifican el poder destructivo femenino, la madre devoradora que reniega de sus lazos familiares e incluso se atreve metafórica o literalmente a destruir a sus descendientes. Sin duda, desde la antigüedad clásica Clitemnestra y Medea han alimentado el arquetipo de la maternidad monstruosa y todavía siguen vivas en la cultura popular occidental.
Nuestra comunicación revela que también las criaturas monstruosas están atravesadas por el género, en una compleja mixtura entre naturaleza biológica y funciones socialmente construidas. Dentro del juego de alteridades que reproducen, la alteridad de género se revela esencial para analizar la concepción de lo monstruoso en cada momento histórico. El examen de las representaciones literarias y plásticas de célebres monstruos femeninos del mundo antiguo mostrará que su monstruosidad se define, más allá de su terrible aspecto físico, por su comportamiento transgresor respecto a los ideales de género establecidos.
Durante esta época se estrechó la asociación entre mujer y mal, entre feminidad y monstruosidad. La idealización de «la mujer», polarizada entre el ideal burgués del «ángel del hogar» y su contra-modelo «la perversa», dejó una huella profunda en las mentalidades.
Bajo la perspectiva de género analizaremos las encarnaciones monstruosas femeninas más significativas del panorama artístico-literario. Todas confluyen en la configuración de la femme fatale. Son imágenes de la monstruosidad inmanente a las mujeres, vinculadas esencialmente con su sexualidad. Encarnan el miedo masculino a la transgresión de las normas de género y revelan un claro mensaje social, el peligro destructor de lo prohibido.
El poder patriarcal a través de los siglos ha erigido incontables figuras femeninas monstruosas como muestras de la condición salvaje y bestial de las mujeres, fundamentada en su supuesta proximidad a la naturaleza y a lo biológico.
Con estas imágenes ha consolidado la creencia popular de una innata tendencia femenina hacia lo prohibido, alimentando en el inconsciente de los pueblos el miedo al monstruo femenino como metáfora de una supuesta y natural propensión de la mujer hacia el mal.
No obstante, ya desde la segunda ola feminista, hacia finales de los 60, el feminismo comenzó a reivindicar reconocibles figuras contra-normativas tratadas como monstruos por el sistema, para dotarlas de un nuevo significado desde la resistencia y la acción feminista.
Precisamente esta ponencia atiende al camino de deconstrucción y resituación de esas antiguas representaciones monstruosas femeninas, tradicionalmente vinculadas a la monstruosidad de la mujer, ahora re-asumidas y transformadas en nuevos iconos del feminismo.
Se explora bajo una vertiente plural: desde el ámbito teórico del feminismo, que ha impulsado el proceso de re-significación; desde la militancia y el colectivo de mujeres que se han re-apropiado de estas figuras, ganadas ya en forma de reivindicación; desde el ámbito artístico que ha reinterpretado la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Precursoras de la recuperación de algunas de estas encarnaciones monstruosas, las integrantes del colectivo Women´s Internacional Terrorist Conspiracy from Hell-WITCH (1969), siglas que completan el término `Bruja´, restablecieron a hechiceras y brujas como mujeres emancipadas, liberadas sexualmente, combativas y revolucionarias.
Más de 35 años después, Silvia Federici en su imprescindible obra Calibán y bruja (2004) destapó la caza de brujas como un movimiento fruto de la misoginia, planificado para disciplinar a las mujeres y descomponer el poder social femenino, donde, de nuevo, el cuerpo femenino, como fuerza de reproducción sexual, se convirtió en centro de la contienda.
Hechiceras y nigromantes se restituyen y reivindican no sólo mediante los discursos feministas, sino en las calles, a través de lemas significativos coreados por militantes y manifestantes: “Somos las brujas que no pudisteis matar”.
También desde las artes visuales, artistas como Paula Rego o Jesse Jones denuncian la continuidad del control y la violencia sobre el cuerpo femenino, desenmascaran la demonización de las “nuevas criaturas del mal” en la sociedad actual y reclaman a la bruja como metáfora del poder y la sororidad femenina.
A través de estas figuras, re-visitadas ahora como símbolo inequívoco del proceso de rebeldía que representa el feminismo, las mujeres han podido articular su dolor, su rabia e indignación, han reivindicado la denuncia y han reclamado la desobediencia, la resistencia activa y la acción frente a la violencia y la desigualdad estructural del sistema neoliberal.
Book chapters by Paula Quintano Martínez
El universo del lenguaje resulta fructífero para estudiar las relaciones entre los sexos, la concepción de lo femenino y lo masculino y la asignación de funciones a mujeres y hombres. Estimando que el acceso de las mujeres a una voz propia puede suponer una vía subversiva, el estudio analiza la palabra y el discurso femeninos como instrumentos transgresores dentro de la sociedad helena. Dada la falta de testimonios femeninos directos, el análisis se ha trasladado al personaje mítico-literario de Clitemnestra, para confrontarlo con el ideal de mujer instituido.
femeninas monstruosas que el poder patriarcal había vinculado con la transgresión de las normas de
género, de la corporalidad, la sexualidad o la moral. Este artículo explora el camino de deconstrucción
y restitución de la bruja, arquetipo del monstruo femenino a quien el feminismo ha dotado de un nuevo
significado subversivo desde la resistencia y la acción. La perspectiva de género guía el estudio de su
transformación en nuevo icono del feminismo a través de diversos contextos: por un lado, el ámbito
teórico, la militancia y los colectivos de mujeres que impulsaron el proceso de resignificación y se han
re-apropiado de esta figura en forma de reivindicación; por otro, la práctica artística donde se ha reinterpretado
la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Palabras clave: feminismo, monstruo femenino, brujas y hechiceras, figuras transgresoras.
El objetivo de esta comunicación es realizar una reflexión acerca de cómo las categorías anteriores, hermanadas entre sí, se han plasmado en la práctica pictórica de diferentes periodos históricos y culturales. Para ello analizaremos la obra de diversos artistas que han incorporado estos conceptos en su trabajo. La revisión comienza con el Bosco, cuyas imágenes han quedado grabadas en nuestro inconsciente colectivo, y termina en la actualidad con la pintura de Paula Rego.
Sus obras resultan grotescas, siniestras o monstruosas bien por la temática que abordan o por su composición, bien por su factura o ejecución. La monstruosidad o la abyección, lo siniestro o lo grotesco pueden aparecer representadas (mediante imágenes o palabras) o puede ser percibidas mediante las sensaciones que provocan. Sin embargo, estas categorías solo son y existen construidas a través de la mirada ajena: es a través del espectador como cobran sentido.
Nos recuerdan su significado ambivalente, porque producen rechazo y repulsión, pero a la vez no podemos evitar identificarnos con las obras o experimentar deseo hacia ellas.
Palabras clave: discurso, tragedia, Clitemnestra, transgresión de género, antigua Grecia, estereotipos de género, literatura griega
Los caminos de Casandra y Clitemnestra se entrecruzaron en un encuentro trágico de irreversibles consecuencias. Utilizando la perspectiva de género analizamos el violento asesinato de la adivina a manos de la reina de Micenas y realizamos una re-lectura de ambos personajes. Cada una de ellas, a su manera, se apartó del modelo de mujer requerido: callada, pudorosa, sumisa y dependiente. Las dos eligieron conscientemente alzar la voz, actuar de forma autónoma y rebelarse frente al mandato de obediencia al varón. Más allá de su evidente caracterización como víctima y verdugo, en cierta manera, ambas confluyen como mujeres que peligrosamente trastocan los roles de género y el orden social. Por eso sus elecciones no podían quedar impunes.
Abstract
Cassandra's and Clytemnestra's lives bumped into a tragic meeting with irreversible consequences. Using gender-perspective, we will decode the violent murder of the prophesier committed by the queen of Mycenae and we will re-read both characters. In their own way, each of them diverged from the silent, modest, obedient and dependent female character archetype. They both consciously chose to raise their voices; they act autonomously and rise against the social requirement that commanded women to obey men. Beyond their evident portrayal as victim and executioner, in a way they converge as women who dangerously disrupted gender-roles and social order. Thus, their elections could not be left unpunished.
construcciones sociales y culturales. Como tal, son variables y deben ser definidos en relación a cada sociedad y a sus estándares sobre la feminidad, la masculinidad, lo natural, lo normal, lo aceptable y lo bueno, en cada momento histórico. Todo aquello
que escape a esas definiciones puede convertirse en monstruoso, social y culturalmente reprobable, e invariablemente asociado al mal. Resulta innegable la influencia que el género tiene en la concepción y representación de lo monstruoso. El patriarcado ha
obligado a las mujeres a asumir la maternidad como la condición femenina ideal y natural, forzándolas a aceptar el sentimiento maternal como un instinto innato y unívoco. De hecho, ha incentivado la dicotomía entre la madre amante y sacrificada y cualquier
desviación del prototipo, demonizada como una mujer monstruosa. Desde este enfoque, el estudio se centra en las figuras de Clitemnestra y Medea, dos personajes femeninos mitológicos centrales del mundo clásico, que no solo llegaron a considerarse como inversión
del ideal femenino, sino como personificaciones de la perversión maternal. Utilizando la perspectiva de género se analizarán sus retratos en la literatura y la plástica greco-romana. A menudo fueron comparadas con criaturas salvajes, monstruosas y representadas
como si hubieran perdido su esencia humana por completo. Ambas personifican el poder destructivo femenino, la madre devoradora que reniega de sus lazos familiares e incluso se atreve metafórica o literalmente a destruir a sus descendientes. Sin duda, desde la antigüedad clásica Clitemnestra y Medea han alimentado el arquetipo de la maternidad monstruosa y todavía siguen vivas en la cultura popular occidental.
Nuestra comunicación revela que también las criaturas monstruosas están atravesadas por el género, en una compleja mixtura entre naturaleza biológica y funciones socialmente construidas. Dentro del juego de alteridades que reproducen, la alteridad de género se revela esencial para analizar la concepción de lo monstruoso en cada momento histórico. El examen de las representaciones literarias y plásticas de célebres monstruos femeninos del mundo antiguo mostrará que su monstruosidad se define, más allá de su terrible aspecto físico, por su comportamiento transgresor respecto a los ideales de género establecidos.
Durante esta época se estrechó la asociación entre mujer y mal, entre feminidad y monstruosidad. La idealización de «la mujer», polarizada entre el ideal burgués del «ángel del hogar» y su contra-modelo «la perversa», dejó una huella profunda en las mentalidades.
Bajo la perspectiva de género analizaremos las encarnaciones monstruosas femeninas más significativas del panorama artístico-literario. Todas confluyen en la configuración de la femme fatale. Son imágenes de la monstruosidad inmanente a las mujeres, vinculadas esencialmente con su sexualidad. Encarnan el miedo masculino a la transgresión de las normas de género y revelan un claro mensaje social, el peligro destructor de lo prohibido.
El poder patriarcal a través de los siglos ha erigido incontables figuras femeninas monstruosas como muestras de la condición salvaje y bestial de las mujeres, fundamentada en su supuesta proximidad a la naturaleza y a lo biológico.
Con estas imágenes ha consolidado la creencia popular de una innata tendencia femenina hacia lo prohibido, alimentando en el inconsciente de los pueblos el miedo al monstruo femenino como metáfora de una supuesta y natural propensión de la mujer hacia el mal.
No obstante, ya desde la segunda ola feminista, hacia finales de los 60, el feminismo comenzó a reivindicar reconocibles figuras contra-normativas tratadas como monstruos por el sistema, para dotarlas de un nuevo significado desde la resistencia y la acción feminista.
Precisamente esta ponencia atiende al camino de deconstrucción y resituación de esas antiguas representaciones monstruosas femeninas, tradicionalmente vinculadas a la monstruosidad de la mujer, ahora re-asumidas y transformadas en nuevos iconos del feminismo.
Se explora bajo una vertiente plural: desde el ámbito teórico del feminismo, que ha impulsado el proceso de re-significación; desde la militancia y el colectivo de mujeres que se han re-apropiado de estas figuras, ganadas ya en forma de reivindicación; desde el ámbito artístico que ha reinterpretado la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Precursoras de la recuperación de algunas de estas encarnaciones monstruosas, las integrantes del colectivo Women´s Internacional Terrorist Conspiracy from Hell-WITCH (1969), siglas que completan el término `Bruja´, restablecieron a hechiceras y brujas como mujeres emancipadas, liberadas sexualmente, combativas y revolucionarias.
Más de 35 años después, Silvia Federici en su imprescindible obra Calibán y bruja (2004) destapó la caza de brujas como un movimiento fruto de la misoginia, planificado para disciplinar a las mujeres y descomponer el poder social femenino, donde, de nuevo, el cuerpo femenino, como fuerza de reproducción sexual, se convirtió en centro de la contienda.
Hechiceras y nigromantes se restituyen y reivindican no sólo mediante los discursos feministas, sino en las calles, a través de lemas significativos coreados por militantes y manifestantes: “Somos las brujas que no pudisteis matar”.
También desde las artes visuales, artistas como Paula Rego o Jesse Jones denuncian la continuidad del control y la violencia sobre el cuerpo femenino, desenmascaran la demonización de las “nuevas criaturas del mal” en la sociedad actual y reclaman a la bruja como metáfora del poder y la sororidad femenina.
A través de estas figuras, re-visitadas ahora como símbolo inequívoco del proceso de rebeldía que representa el feminismo, las mujeres han podido articular su dolor, su rabia e indignación, han reivindicado la denuncia y han reclamado la desobediencia, la resistencia activa y la acción frente a la violencia y la desigualdad estructural del sistema neoliberal.
El universo del lenguaje resulta fructífero para estudiar las relaciones entre los sexos, la concepción de lo femenino y lo masculino y la asignación de funciones a mujeres y hombres. Estimando que el acceso de las mujeres a una voz propia puede suponer una vía subversiva, el estudio analiza la palabra y el discurso femeninos como instrumentos transgresores dentro de la sociedad helena. Dada la falta de testimonios femeninos directos, el análisis se ha trasladado al personaje mítico-literario de Clitemnestra, para confrontarlo con el ideal de mujer instituido.
femeninas monstruosas que el poder patriarcal había vinculado con la transgresión de las normas de
género, de la corporalidad, la sexualidad o la moral. Este artículo explora el camino de deconstrucción
y restitución de la bruja, arquetipo del monstruo femenino a quien el feminismo ha dotado de un nuevo
significado subversivo desde la resistencia y la acción. La perspectiva de género guía el estudio de su
transformación en nuevo icono del feminismo a través de diversos contextos: por un lado, el ámbito
teórico, la militancia y los colectivos de mujeres que impulsaron el proceso de resignificación y se han
re-apropiado de esta figura en forma de reivindicación; por otro, la práctica artística donde se ha reinterpretado
la asociación de lo femenino con lo monstruoso, lo siniestro o lo abyecto.
Palabras clave: feminismo, monstruo femenino, brujas y hechiceras, figuras transgresoras.