
Manuel Maroto
Facultad de Derecho
Universidad Complutense,
Plaza Menéndez Pelayo, 4,
28040
Madrid
Supervisors: Adán Nieto Martín and William S. Laufer
Address: Facultad de Derecho. Universidad Complutense, Plaza Menéndez Pelayo, 4, 28040 Madrid
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Papers by Manuel Maroto
Abstract:This paper analyzes the practices of illegal funding of political parties in Spain since the transition to democracy. It involves two different interrelated narrations: the first one has to do with the “funding” of Spanish parties, with how their financial practices and dynamics tells us about some particularities of these political organizations and the Spanish party system. The second narration addresses the history of what is “illegal” regarding political party funding: how political elites have reacted to scandals, and how the line separating legitimate and illegitimate funding practices has evolved. Both approaches describe a far from perfect party democracy: one that, in fact, often seems not to aspire to improvement, but rather to perseverate in organizational party cultures that are strongly rooted in the deficiencies of the party system emerged from the Spanish political transition to democracy.
2. Por qué The Wire va, y no va, sobre la corrupción: it ain't about right, it's about money
En una entrevista realizada en 2012 le preguntaban a David Simon si alguna de las interpretaciones habituales de The Wire le chocaba particularmente. “«Sí, claro. Siempre me sorprendo cuando la gente se refiere a la corrupción en The Wire de la manera más simplista” . »(Simon, 2012). El comentario de Simon resulta ilustrativo de la centralidad que ha cobrado la corrupción en nuestra manera de entender la política. Los análisis sociales complejos no suelen adaptarse bien al formato mediático y especialmente al televisivo (Bourdieu, 1997). En ese sentido, la narrativa de la corrupción permite hablar de la política y de la sociedad a través de casos y escándalos, como si de auténticas historias de ficción se trataran, con sus capítulos, sus crescendos y diminuendos, sus golpes de guión, sus protagonistas buenos y malos, sus desenlaces felices e infelices. Esta forma de pensar y hablar la política ha permeado el lenguaje político contemporáneo con especial intensidad desde los años 70. Si hubiera que elegir tan solo diez palabras, quizás incluso cinco, para únicamente con ellas poder mantener en un bar una precaria conversación sobre política, corrupción sería para casi todo el mundo una de ellas. La cultura política contemporánea puede llegar a parecerse demasiado a esa conversación artificialmente privada de un léxico elaborado, donde faltan las palabras para describir el contexto de relaciones sociales, económicas y políticas en el que la corrupción cobra significado.
En The political economy of public space, David Harvey (2006) recurre al cono- cido ejemplo del París diseñado por el barón Haussmann para subrayar la importancia de la construcción política del espacio público. En la urbe de Haussmann, los grandes bulevares tenían que servir de escaparate para la vida burguesa y, además, de cómoda vía de acceso para el ejército. Ese espacio, diseñado como gran proyecto de orden, traía consigo implicaciones pequeñas, íntimas, para los parisinos. Para ilustrar esto, Harvey hace referencia al poema de Baudelaire Los ojos de los pobres, donde una pareja que disfruta de la terraza de un café se enfrenta a la desagradable visión de los excluidos. En su pobreza, su mera presencia es un espectáculo desafiante, una línea de subrayado bajo las paradojas del oropel liberal. En el poema, tal espectáculo genera odio y mala conciencia, la necesidad de chivos expiatorios.
Con el giro neoliberal, el control del espacio público a través de políticas de exclusión se ha convertido en una parte nuclear de lo que Wacquant y otros autores han denominado el «sentido común» político de nuestros días.1 Los espacios de mestizaje sociopolítico y cultural dejan paso a lugares donde dispositivos de control que van desde lo imperceptible a lo grotesco imponen quién puede hacer qué, cuándo, dónde, cómo, por qué y para qué. La mala conciencia del personaje de Baudelaire ha devenido, especialmente a partir de los años ochenta del siglo pasado, en un nuevo «urbanismo revanchista»,2
inspirado en un proyecto político en el que «la venganza contra las minorías,la clase obrera, las mujeres, la legislación ambiental, los homosexuales y las lesbianas y los inmigrantes se transformó en el denominador común más importante del discurso público».
Abstract:This paper analyzes the practices of illegal funding of political parties in Spain since the transition to democracy. It involves two different interrelated narrations: the first one has to do with the “funding” of Spanish parties, with how their financial practices and dynamics tells us about some particularities of these political organizations and the Spanish party system. The second narration addresses the history of what is “illegal” regarding political party funding: how political elites have reacted to scandals, and how the line separating legitimate and illegitimate funding practices has evolved. Both approaches describe a far from perfect party democracy: one that, in fact, often seems not to aspire to improvement, but rather to perseverate in organizational party cultures that are strongly rooted in the deficiencies of the party system emerged from the Spanish political transition to democracy.
2. Por qué The Wire va, y no va, sobre la corrupción: it ain't about right, it's about money
En una entrevista realizada en 2012 le preguntaban a David Simon si alguna de las interpretaciones habituales de The Wire le chocaba particularmente. “«Sí, claro. Siempre me sorprendo cuando la gente se refiere a la corrupción en The Wire de la manera más simplista” . »(Simon, 2012). El comentario de Simon resulta ilustrativo de la centralidad que ha cobrado la corrupción en nuestra manera de entender la política. Los análisis sociales complejos no suelen adaptarse bien al formato mediático y especialmente al televisivo (Bourdieu, 1997). En ese sentido, la narrativa de la corrupción permite hablar de la política y de la sociedad a través de casos y escándalos, como si de auténticas historias de ficción se trataran, con sus capítulos, sus crescendos y diminuendos, sus golpes de guión, sus protagonistas buenos y malos, sus desenlaces felices e infelices. Esta forma de pensar y hablar la política ha permeado el lenguaje político contemporáneo con especial intensidad desde los años 70. Si hubiera que elegir tan solo diez palabras, quizás incluso cinco, para únicamente con ellas poder mantener en un bar una precaria conversación sobre política, corrupción sería para casi todo el mundo una de ellas. La cultura política contemporánea puede llegar a parecerse demasiado a esa conversación artificialmente privada de un léxico elaborado, donde faltan las palabras para describir el contexto de relaciones sociales, económicas y políticas en el que la corrupción cobra significado.
En The political economy of public space, David Harvey (2006) recurre al cono- cido ejemplo del París diseñado por el barón Haussmann para subrayar la importancia de la construcción política del espacio público. En la urbe de Haussmann, los grandes bulevares tenían que servir de escaparate para la vida burguesa y, además, de cómoda vía de acceso para el ejército. Ese espacio, diseñado como gran proyecto de orden, traía consigo implicaciones pequeñas, íntimas, para los parisinos. Para ilustrar esto, Harvey hace referencia al poema de Baudelaire Los ojos de los pobres, donde una pareja que disfruta de la terraza de un café se enfrenta a la desagradable visión de los excluidos. En su pobreza, su mera presencia es un espectáculo desafiante, una línea de subrayado bajo las paradojas del oropel liberal. En el poema, tal espectáculo genera odio y mala conciencia, la necesidad de chivos expiatorios.
Con el giro neoliberal, el control del espacio público a través de políticas de exclusión se ha convertido en una parte nuclear de lo que Wacquant y otros autores han denominado el «sentido común» político de nuestros días.1 Los espacios de mestizaje sociopolítico y cultural dejan paso a lugares donde dispositivos de control que van desde lo imperceptible a lo grotesco imponen quién puede hacer qué, cuándo, dónde, cómo, por qué y para qué. La mala conciencia del personaje de Baudelaire ha devenido, especialmente a partir de los años ochenta del siglo pasado, en un nuevo «urbanismo revanchista»,2
inspirado en un proyecto político en el que «la venganza contra las minorías,la clase obrera, las mujeres, la legislación ambiental, los homosexuales y las lesbianas y los inmigrantes se transformó en el denominador común más importante del discurso público».
Factores como la inexistencia hasta la reforma penal de 2015 de un tipo penal de financiación ilegal de partidos o las graves carencias de la función fiscalizadora del Tribunal de Cuentas, entre otros, han reducido a cierta irrelevancia la capacidad de regulación estatal efectiva en la materia, un déficit que la obra sugiere afrontar con una nueva aproximación penal orientada hacia el reforzamiento de los controles internos y la puesta en valor del mandato constitucional de democracia interna
La sucesión de escándalos de corrupción, la falta de transparencia en su funcionamiento y de democracia interna, y sobre todo la absoluta ausencia de control sobre su financiación, están detrás de la actual crisis de confianza institucional. A analizarla se dedica este libro, que mira al origen histórico del actual sistema de partidos, su transformación durante la Transición, las carencias legislativas y las limitaciones del poder judicial, entre otros factores.
Publicado bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND.
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Anticipándose al 250 aniversario de la publicación de "De los delitos y de las penas" de Casare Beccaria, este documental tiene como objetivo destacar la contribución de los académicos y el conocimiento científico a la deslegitimización social y política de la pena capital. Y lo hace dando voz a algunos de los expertos más respetados en esta materia, que expresan sus puntos de vista sobre la realidad y perspectivas de la pena de muerte y las posibles estrategias a implementar para su abolición. El documental se complementa además con dos discos de material extra y una guía breve de discusión en inglés y en español."