
Mauro Colombo
Psicólogo conductual, especializado en trastornos del desarrollo.
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Universidad de Concepción
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Papers by Mauro Colombo
autistas. Este informe es la tercera iteración de una revisión sistemática que ha examinado la literatura acerca de intervención (Odom,
Collet-Klingenberg, et al., 2010; Wong et al., 2014; 2015),
ampliando la cobertura a los artículos publicados entre 1990 y
2017.
ha ramificado en dos protocolos de tratamiento algo diferentes entre sí: la Activación Conductual (AC) y la Terapia de Activación
Conductual para la Depresión (TACD). Aunque ambos parten de un
mismo origen y poseen inextricables lazos de unión, se diferencian al menos en cuatro parámetros importantes: (1) algunas teorías que sirven para justificar sus intervenciones; (2) las estrategias empleadas, situala
estructuración y la duración de la terapia; (3) las manifestaciones depresivas sobre las que centran su intervención; y (4) los cuadros para los que hasta la fecha se han revelado eficaces. En este artículo
se ofrece en primer lugar una breve panorámica sobre el origen de la activación conductual para, a continuación, explicar sus fundamentos. Se comparan los dos protocolos desarrollados para la intervención
(AC y TACD), a fin de comprender sus puntos en común y sus divergencias. Por último, se presentan unas reflexiones sobre la importancia de esta terapia, sus próximos retos y su prometedor futuro
como tratamiento de elección para los estados depresivos.
poblaciones. Inicialmente se retoman sus alcances y uso, lo que le ha permitido constituirse como una de las terapias que cuenta con apoyo
empírico para el manejo de la depresión. La revisión histórica permite ver su establecimiento como una Terapia de Tercera Generación
y sus bases filosóficas en una perspectiva contextualista funcional. Posteriormente, se mencionan los diferentes tipos de activación
conductual y algunos estudios relacionados con su efectividad tanto en depresión como en condiciones co-mórbidas. Finalmente, se
realizaron recomendaciones para futuras investigaciones, entrenamiento, modalidades y problemas que pueden llegar a ser intervenidos a través de la activación conductual.
impulsivos aumentaron las puntuaciones del BIS-11 en el Postest respecto al Pretest,
diferencia que sí resultó estadísticamente significativa. Los resultados apuntan a que las
etiquetas verbales actúan como estímulos discriminativos de determinadas respuestas.
Por ello, es necesario ser cautos al emplear etiquetas diagnósticas ya que podría
conllevar efectos indeseados sobre los pacientes.
Drafts by Mauro Colombo
autistas. Este informe es la tercera iteración de una revisión sistemática que ha examinado la literatura acerca de intervención (Odom,
Collet-Klingenberg, et al., 2010; Wong et al., 2014; 2015),
ampliando la cobertura a los artículos publicados entre 1990 y
2017.
ha ramificado en dos protocolos de tratamiento algo diferentes entre sí: la Activación Conductual (AC) y la Terapia de Activación
Conductual para la Depresión (TACD). Aunque ambos parten de un
mismo origen y poseen inextricables lazos de unión, se diferencian al menos en cuatro parámetros importantes: (1) algunas teorías que sirven para justificar sus intervenciones; (2) las estrategias empleadas, situala
estructuración y la duración de la terapia; (3) las manifestaciones depresivas sobre las que centran su intervención; y (4) los cuadros para los que hasta la fecha se han revelado eficaces. En este artículo
se ofrece en primer lugar una breve panorámica sobre el origen de la activación conductual para, a continuación, explicar sus fundamentos. Se comparan los dos protocolos desarrollados para la intervención
(AC y TACD), a fin de comprender sus puntos en común y sus divergencias. Por último, se presentan unas reflexiones sobre la importancia de esta terapia, sus próximos retos y su prometedor futuro
como tratamiento de elección para los estados depresivos.
poblaciones. Inicialmente se retoman sus alcances y uso, lo que le ha permitido constituirse como una de las terapias que cuenta con apoyo
empírico para el manejo de la depresión. La revisión histórica permite ver su establecimiento como una Terapia de Tercera Generación
y sus bases filosóficas en una perspectiva contextualista funcional. Posteriormente, se mencionan los diferentes tipos de activación
conductual y algunos estudios relacionados con su efectividad tanto en depresión como en condiciones co-mórbidas. Finalmente, se
realizaron recomendaciones para futuras investigaciones, entrenamiento, modalidades y problemas que pueden llegar a ser intervenidos a través de la activación conductual.
impulsivos aumentaron las puntuaciones del BIS-11 en el Postest respecto al Pretest,
diferencia que sí resultó estadísticamente significativa. Los resultados apuntan a que las
etiquetas verbales actúan como estímulos discriminativos de determinadas respuestas.
Por ello, es necesario ser cautos al emplear etiquetas diagnósticas ya que podría
conllevar efectos indeseados sobre los pacientes.