Papers by Fermín Rodríguez
La violencia como condicion del funcionamiento de un poder exasperado por el mercado es fundament... more La violencia como condicion del funcionamiento de un poder exasperado por el mercado es fundamentalmente una violencia continua sobre un cuerpo femenino. En el desierto del mercado que exploran novelas como 2666 de Roberto Bolano o Racimo de Diego Zuniga, la creacion y reproduccion del capital se confunde y entremezcla con el rol tradicionalmente femenino de la creacion y reproduccion de la vida.En inglesThe continuing violence on a female body is the condition for the functioning of power -a powerexasperated by market economy. Two Latin American novels, Roberto Bolano’s 2666 or Diego Zuniga’s Racimo, among others, explore the desert of the market where the creation and reproduction of capital is merged with the traditionally female role of creation and reproduction of life.

Estudios de Teoría Literaria - Revista digital: artes, letras y humanidades, Nov 7, 2021
Resumen La vida precaria como terreno definitorio de los procesos de neoliberalización emerge en ... more Resumen La vida precaria como terreno definitorio de los procesos de neoliberalización emerge en la novela de nuestro fin de siglo como índice de procesos de desterritorialización que, imperceptiblemente, vienen alterando desde las últimas décadas del siglo XX las coordenadas lingüísticas, perceptivas y prácticas dentro de las que pensamos e imaginamos América Latina, sus estructuras de poder, el orden de sus discursos y el cuadriculado de sus cuerpos, sus palabras y sus cosas. Señales de vida es una lectura de los años 90 y principios del 2000 que quiere dar cuenta de una serie de escrituras que encuentran en la vida precaria su política. La precariedad es el impulso fundamental de una serie de textos de fines de siglo XX y comienzos del XXI que ensayan con la vulnerabilidad de lo viviente, relacionando la precarización como instrumento de gobierno con mutaciones del lenguaje, la visión y la percepción generadas por la crisis. Recelosa de la perfección formal, las ficciones de vida hicieron de la precariedad de la existencia un campo de experimentación y de disputas por el tiempo y el territorio. A fuerza de precariedad, textos de, entre otros,
Revista de la Universidad de México, 2021
Hacia fines de siglo XX, la frontera territorial que alguna vez le sirvio a la literatura para re... more Hacia fines de siglo XX, la frontera territorial que alguna vez le sirvio a la literatura para repartir cuerpos y significados adentro y afuera del orden nacional-estatal se transforma ahora en una linea de vida que pasa por los cuerpos, separando brutalmente sobre el continuum de lo viviente ciudadanos de poblaciones encerradas ‘afuera’ del Estado, confinadas en tanto nuda vida a la esfera prepolitica de la reproduccion de lo viviente. Asi, en la ciudad en ruinas de El aire lo mas importante parece ser lo biologico, lo somatico, la realidad biopolitica de lo corporal como objeto de una nueva territorializacion del poder que es tambien un nuevo regimen de significacion de la novela.

Revista Iberoamericana, 2002
Lo que el desierto hizo con Sarmiento fue decisivo para la historia argentina. Sarmiento descubre... more Lo que el desierto hizo con Sarmiento fue decisivo para la historia argentina. Sarmiento descubre un problema-es decir, descubre casi todo-, cuando escribe "El mal que aqueja a la Argentina es la extensión". Se trate de gobernar, escribir teorías, hacer guerras, formular hipótesis o crear ficciones, hay un gesto que insiste en la literatura de Sarmiento: salir al desierto. Lo que Sarmiento denomina con elocuencia "el misterio de la organización política de la República" depende de explorar un espacio, terra incognita geográfica y política que coincide con la incógnita de un Estado todavía por venir. Como punto de partida de su teoría política, de sus hipótesis científicas, estrategias militares, descripciones sociológicas y ficciones que componen su obra, la llanura ha sido para Sarmiento un campo de pruebas y ensayos políticos, sociales, militares, científicos y literarios. Sarmiento escribió dos textos sobre este espacio: Facundo (1845) y Campaña en el Ejército Grande (1852). De algún modo, representan la Ida y la Vuelta de Sarmiento de un campo problemático que su práctica política nunca terminó de dominar. Los dos textos de Sarmiento se escriben entre esos límites. Si Facundo comienza con Sarmiento sustrayéndose del espacio de la patria, fugándose hacia Chile; Campaña en el Ejército Grande, que narra el regreso de Sarmiento para sumarse a la campaña de Urquiza contra Rosas como editor del Boletín de Campaña, es el texto donde las fronteras espaciales se cruzan en sentido opuesto. Sarmiento entra al país por Montevideo, cruza el río Uruguay, luego el río Paraná, conoce por fin la llanura y llega a través de ella a Buenos Aires, hasta el escritorio de Rosas (donde por supuesto, Sarmiento encuentra, no puede sino encontrar, textos suyos). De un libro al otro, Sarmiento actualiza su conocimiento virtual de la llanura: si en Facundo dedujo toda una organización política de un paisaje que nunca había visto, en Campaña se introduce por primera vez en el espacio que sólo había recorrido en los sueños y pesadillas de su exilio. Después de cruzar el Paraná, Sarmiento ve la pampa por primera vez. Me gustaría pensar este cruce como el ingreso de una compleja maquinaria que vuelca sobre la llanura no sólo los cuerpos que la pueblan de rumores, sino también los discursos militares, científicos, políticos y estéticos que empujan esos cuerpos tierra adentro. Vencer será, para Sarmiento, avanzar disciplinadamente, a caballo, vestido a la europea, por un espacio que bajo la imprenta, el mapa y la estrategia se vuelve objeto de un dominio crecientemente abstracto. El lento y pesado avance de la imprenta por la

A Contracorriente: Revista de Historia Social y Literatura en América Latina, May 3, 2019
Ya transcurrieron unas 14 o 16 horas, pero falta todavía un buen rato para que finalice el turno ... more Ya transcurrieron unas 14 o 16 horas, pero falta todavía un buen rato para que finalice el turno de emergencia decretado por los supervisores. Sin tregua y sin salario adicional, los empleados y empleadas del supermercado de Mano de obra tendrán que atender a lo largo de 24 horas si quieren evitar o aplazar por unos días el despido inminente. La voz que narra es la de un joven empleado precarizado, "conectado artificialmente" (Eltit 2004, 293) a su horario como un enfermo terminal para quien el tiempo no termina de pasar nunca. Con la "enfermedad horaria" presionándole el pecho-un mal laboral no tipificado todavía en los anales médicos-aguanta como puede los embates de los clientes que, defraudados por las falsas promesas del mercado, ejercen con actitud vengativa "su derecho a maltratarme" (Eltit 2004, 265; 295), a insultarlo y quejarse por "el fracaso abierto" de sus expectativas como consumidores. El súper es como su segunda casa; adhiere incondicionalmente a su mundo, a sus deseos y creencias, a sus consignas, que retumban en sus oídos repitiendo que el cliente es el amo, el "tutor absoluto de la mercancía" (Eltit 2004, 295). Sabe cómo funciona el súper, "cómo operaba por dentro"; conoce la incertidumbre, la frustración y hasta el "dolor" que provoca en los consumidores la resistencia de los productos a revelar el secreto de Rodríguez 122 una satisfacción que, más allá del principio del placer, los bombardea con exigencias de felicidad imposibles de cumplir (Eltit 2004, 260; 318). 1 Estamos en el reverso de las modernizaciones neoliberales, en una nueva configuración de la relación entre tiempo y trabajo, más allá del tiempo mensurable del reloj y de la alternancia entre trabajo y no-trabajo, entre acción y reposo, sin sirena ni luz roja a la vista que señalen el final de la jornada. Las luchas obreras, documentadas por la serie de periódicos de la prensa socialista que retumban en los títulos de cada capítulo, han quedado muy atrás, a una distancia astronómica de un mundo donde el trabajo como valor máximo de la modernidad ya no crea identidades colectivas ni sirve para integrar o incluir. Fechados en el primer cuarto del siglo XX y desparramados por

A Contracorriente: una revista de estudios latinoamericanos, May 8, 2019
La literatura moderna nunca se llevó del todo bien con el mundo del trabajo. Campo tradicional de... more La literatura moderna nunca se llevó del todo bien con el mundo del trabajo. Campo tradicional de indagaciones de las ciencias sociales y sus relatos, ese mundo gris de la actividad productiva, donde reside, desde Marx, el principio de racionalidad que gobierna la sociedad, ha resultado casi invisible para el régimen de identificación de sujetos, objetos y acciones que constituyó el horizonte de autonomía de las ficciones literarias. "No hay historia posible en el mundo del trabajo", señaló Ricardo Piglia siguiendo esta lógica, a propósito de un autor argentino de la primera mitad del siglo XX como Roberto Arlt y de un tipo de relato cuya condición era la interrupción de la vida cotidiana y del ciclo del trabajo. 1 Decía Piglia que, en Arlt, el trabajo capitalista solo producía desigualdad y miseria, y que esa verdad última de la sociedad es lo que pesa sobre las literaturas sociales y su función militante de decir y mostrar, en forma inmediata y en continuidad con la vida, la explotación económica. Los hombres y las mujeres que viven de su sueldo, remataba Piglia, son personajes insignificantes tragados por las repeticiones del

Orbis Tertius Revista De Teoria Y Critica Literaria, Nov 18, 2014
Después de las vanguardias, de las aparatosas muertes del sujeto y de las ideologías, después del... more Después de las vanguardias, de las aparatosas muertes del sujeto y de las ideologías, después del fin de la historia y la irrupción del posmodernismo, resulta lógico y hasta necesario, como observa Víctor Goldgel al inicio de este libro, "analizar la historia del rupturismo, que en cierto momento se vuelve inseparable de la del tropo de la 'modernidad'" (18), a fin de volver relevantes aquellos problemas que, aun largamente visitados-o precisamente por ello-, permanecen en el manso mutismo de los consensos. Cuando lo nuevo conquistó América es un esfuerzo-digámoslo de antemano: sesudo y fructífero-por acometer esa tarea: una historia crítica de la modernidad en tanto ruptura, encarada ésta desde una doble perspectiva, que implica el análisis tanto de su nivel retóricoo literario, para sintetizar-como el de su dimensión histórica. Para hacerlo, Goldgel pone en relación tres objetos-los del subtítulo-, dos de los cuales sólo pueden ser reconocidos, al menos para el período que aborda el libro-1790 a 1850, aproximadamente-, a partir de una serie de estudios que en los últimos años vienen construyendo un tejido crítico renovado: prensa, moda y literatura. En efecto, que la literatura ocupe un lugar subsidiario-o anexo, en este caso, a la moda y a la prensano responde tanto a un patrón de los Cultural Studies cuanto a la necesidad de volver perceptibles ciertos rasgos que la crítica-determinadas versiones de la crítica, digamos-había oportunamente subestimado. Uno de ellos, tal vez el principal, es la calidad multifacética de la modernización literaria, aspecto que permite, por ejemplo, relativizar los datos duros del mercado en beneficio de la lógica relacional o funcional de sus componentes y repensar, de ese modo, las instancias del proceso en el largo plazo. Hasta hace escaso tiempo, las relaciones entre prensa y literatura hallaban su límite hermenéutico en las últimas décadas del siglo, cuando efectivamente se tornan palpables los efectos del mercado y de las tecnologías de la modernización; otro tanto cabe decir de la moda, la cual, a pesar de que ciertas experiencias, como la cubana, donde el escritor Domingo del Monte ya publicaba un papel periódico de título homónimo en 1829-¡el mismo año en que Émile de Girardin fundaba su semanario parisino!-, la afrontaron tempranamente como fenómeno social considerable, ha sido leída en general en el marco de las inminencias cronísticas del fin-de-siglo. Por lo tanto, antes de pasar a una sumaria descripción de la inserción de esos objetos en el entramado argumental del libro, quisiera destacar dos hipótesis potentes, sustanciosas, que lo atraviesan con vigor. La primera postula-haciéndose eco de Walter Benjamin-que la modernidad no es un fenómeno que se despliega ni unívoca ni teleológicamente, ni, a contramano de lo que suele afirmarse, de un determinado centro (Europa) a su periferia (Hispanoamérica). Aquí el trabajo de Goldgel dialoga con otra serie, esta vez proveniente de la historiografía, la del llamado nuevo revisionismo, encabezada en Hispanoamérica por el historiador hispano-francés François Xavier-Guerra: ¿cómo se determina la conciencia histórica de lo que suele llamarse modernidad? ¿No es acaso el uso o su función, como ocurre con la lengua, lo que determina el valor, moderno o no, de una práctica cualquiera? O, dicho con palabras de Goldgel: "¿cuál es la historia de lo nuevo en Hispanoamérica antes de su consagración en el modernismo y las vanguardias?" (38). Desde ya, el vigor que atribuimos a este tipo de argumentos radica en su proyección, pero sobre todo en el tipo de análisis
Fil: Rodriguez, Fermin. Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas; Argentina

Cuadernos del Sur Letras, 2019
La experiencia subjetiva de la precariedad surgió muy temprano en una literatura que exploró desd... more La experiencia subjetiva de la precariedad surgió muy temprano en una literatura que exploró desde el punto de vista del trabajador precario una serie de cambios en los regímenes de producción de realidad y de sentido. La precariedad nos servirá entonces para nombrar un proceso de subjetivación basado en la vulnerabilidad del cuerpo vivo, punto de partida de secuencias estéticas y políticas que vuelven contemporánea una novela de 1994 sobre el poder y los fundamentos subjetivos de la autoridad, sobre la obediencia y el lugar de los afectos en la vida política, pero sobre todo, sobre el fin del trabajo como matriz de subjetivación: El amparo (1994), primera novela del escritor argentino Gustavo Ferreyra. The subjective experience of precarity emerged very early in a literature that explored from the point of view of the precarious worker a series of changes in the regimes of production of reality and meaning. Precarity will then serve to name a process of subjectivation based on the vulnerability of the living body, which is the starting point of aesthetic and political sequences that make contemporary El amparo, first novel by the Argentinian writer Gustavo Ferreyra published in 1994. El amparo is a novel on the power and subjective foundations of authority, on obedience and the place of affects in political life, but above all, about the end of work as a matrix of subjectivation.

Mora, 2020
La revelación por parte de “la obrera Zunz”, el personaje del cuento de Borges, de un poder de in... more La revelación por parte de “la obrera Zunz”, el personaje del cuento de Borges, de un poder de invención y de una iniciativa para actuar inédita para alguien de su clase y de su género, y su promoción de obrera textil a creadora y protagonista de una minuciosa urdimbre ficcional introducen una operación de desidentificación que la saca de la baja visibilidad en la que viven los sujetos anónimos de la literatura social. Esta duplicidad de Emma reaparece en la duplicidad de un relato lleno de dobleces, porque al desacuerdo entre la Emma que políticamente cuenta y la Emma que no cuenta para nada, le corresponde un desacuerdo literario entre dos tipos de relato: las tramas sin hilos sueltos de la literatura autónoma, diseñadas en torno a un principio de verosimilitud fuerte, y el texto impersonal de una ficción que se pierde en el tejido laxo de afectos y sensaciones de la vida moderna.
Taller De Letras, 2020
Fil: Rodriguez, Fermin. Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas; Argentina
Fil: Rodriguez, Fermin. Consejo Nacional de Investigaciones Cientificas y Tecnicas; Argentina
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