
Carolina Carbó
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Papers by Carolina Carbó
Actualmente, luego de trece años de la sanción de la ley, la ESI sigue siendo, en el mejor de los casos, insuficientemente implementada. No ha habido desde el Estado, la correspondiente iniciativa para que la ley sea una realidad y no una expresión de deseo. Las herramientas que brinda la ESI han sido adoptadas por algunas y algunos docentes comprometidos, casi como un acto de mera voluntad. Sectores docentes reclaman que la formación necesaria para darle operatividad fue escasa y puntual, y no hubo el seguimiento que requería la inclusión de temas tan complejos dentro de la currícula, que pone en cuestión prejuicios, ideas, tabúes, creencias y la propia historia personal.
A esto se suma la avanzada anti-derechos de ciertos sectores, mayoritariamente ligados a iglesias, muy conservadores, que han organizado a nivel regional y global una fuerte ofensiva para evitar su implementación con el slogan “Con mis hijos no te metas”. Dicha campaña, sostenida económicamente por esos sectores, se basa en fundamentos engañosos y descabellados, pero que tocan miedos y prejuicios arraigados en la población.
Ante este panorama y la permanencia de estadísticas alarmantes, hoy más que nunca hace falta que la ESI sea implementada en todas las escuelas, de todos los niveles, de manera transversal. Es necesario proteger a los niños, niñas y adolescentes de tantas vulneraciones a sus derechos. Es necesario que las personas que tienen en sus manos la educación de las próximas generaciones cuenten con los instrumentos adecuados para proteger y garantizar los derechos de quienes son las y los más vulnerables de nuestra población. Como educadoras y educadores es nuestra responsabilidad ética.
Actualmente, luego de trece años de la sanción de la ley, la ESI sigue siendo, en el mejor de los casos, insuficientemente implementada. No ha habido desde el Estado, la correspondiente iniciativa para que la ley sea una realidad y no una expresión de deseo. Las herramientas que brinda la ESI han sido adoptadas por algunas y algunos docentes comprometidos, casi como un acto de mera voluntad. Sectores docentes reclaman que la formación necesaria para darle operatividad fue escasa y puntual, y no hubo el seguimiento que requería la inclusión de temas tan complejos dentro de la currícula, que pone en cuestión prejuicios, ideas, tabúes, creencias y la propia historia personal.
A esto se suma la avanzada anti-derechos de ciertos sectores, mayoritariamente ligados a iglesias, muy conservadores, que han organizado a nivel regional y global una fuerte ofensiva para evitar su implementación con el slogan “Con mis hijos no te metas”. Dicha campaña, sostenida económicamente por esos sectores, se basa en fundamentos engañosos y descabellados, pero que tocan miedos y prejuicios arraigados en la población.
Ante este panorama y la permanencia de estadísticas alarmantes, hoy más que nunca hace falta que la ESI sea implementada en todas las escuelas, de todos los niveles, de manera transversal. Es necesario proteger a los niños, niñas y adolescentes de tantas vulneraciones a sus derechos. Es necesario que las personas que tienen en sus manos la educación de las próximas generaciones cuenten con los instrumentos adecuados para proteger y garantizar los derechos de quienes son las y los más vulnerables de nuestra población. Como educadoras y educadores es nuestra responsabilidad ética.