Fabra, M., Novellino, P., Arrieta, M. y S. Salega (Eds.), Metodologías para el estudio de restos esqueletales en Argentina. Actualizaciones y nuevas perspectivas, 2019
En este trabajo se discuten las inferencias que pueden realizarse sobre salud bucal a partir de d... more En este trabajo se discuten las inferencias que pueden realizarse sobre salud bucal a partir de diferentes opciones de abordaje estadístico en el marco de la antropología dental. Las decisiones tomadas por el investigador en la definición de la unidad de análisis tienen importantes implicancias que definen la estructura de las muestras analizadas. En consecuencia, de esta elección pueden derivarse resultados estadísticos divergentes y generarse interpretaciones contrastantes. Tomando como eje el proceso de selección de datos para analizar indicadores de patologías bucales, se realiza un estudio comparativo de las frecuencias de caries y secuelas de procesos periapicales por individuo y por diente/alveolo. Las diferencias entre ambos abordajes y sus consecuencias sobre las inferencias referidas al estado de salud y estilo de vida serán el centro de las reflexiones sobre las preguntas de investigación que pretendemos afrontar. Se toman como casos de estudio conjuntos osteológicos procedentes de diferentes regiones del noroeste argentino (Quebrada de Humahuaca en Jujuy y valles mesotermales de Catamarca) y del noreste de Patagonia (provincias de Buenos Aires, Rio Negro y Chubut). Se destaca que algunos de los resultados del estadístico X2 obtenidos al agrupar las muestras por individuo o por diente/alveolo difieren entre si. Ante esta situación, proponemos por un lado discutir si algunas de las aproximaciones presentan un mayor poder explicativo que otras, y por otro, aportar a la generación de consensos en los protocolos de relevamiento de los datos, de manera que las características de su estructura permitan la comparación intermuestral.
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Papers by CLAUDIA ARANDA
mortuorio denominado “Estación XI Medanitos”
(Tinogasta, Catamarca, Argentina), una inhumación
secundaria múltiple constituida exclusivamente por
cráneos y mandíbulas correspondiente a la primera
mitad del siglo XV DC, momento de presencia incaica en la región. El hallazgo fue producto de un
rescate arqueológico de urgencia y no cuenta con
antecedentes similares a nivel regional. Se realizó
un estudio bioarqueológico para inferir el perfil de
sexo y de edad de los individuos representados, y se
aplicaron medidas de cuantificación para conocer la
composición y estructura de la muestra. Asimismo, se
implementó un abordaje tafonómico para conocer los
procesos de formación naturales y culturales actuantes,
considerándose variables como meteorización,
fracturas, floraturbación, actividad de roedores y
acción tanto de agentes químicos como antrópicos.
Los resultados obtenidos permiten caracterizar a este
conjunto mortuorio como una ofrenda dedicatoria,
entendida como la inhumación de partes anatómicas
seleccionadas con una organización espacial
antrópicamente pautada. Por otro lado, se pudieron
inferir algunos procesos ocurridos con anterioridad a la
disposición final, como la exposición de los restos a la
acción del fuego y la formatización de cráneos trofeo.
Finalmente, se destaca la importancia de la arqueotanatología
como disciplina que integra los estudios
tafonómicos, bioarqueológicos y de comportamiento
mortuorio para obtener una comprensión completa de
los procesos de inhumación, así como de valorizar los
rescates arqueológicos de urgencia como importantes
fuentes de información sobre la historia prehispánica
local y regional.
de diferentes formas los grados de preservación de restos
óseos humanos. La observación de la forma e intensidad en
las que tales factores inciden en las características del registro
osteológico de una muestra contemporánea con información
fehaciente de referencia (sexo, edad, fecha y causa de muerte),
ofrece la posibilidad de aportar datos locales para contribuir a
la comprensión de la compleja dinámica del proceso de descomposición
cadavérica y preservación del esqueleto. En este
trabajo se analizan y comparan estadísticamente variables contextuales
(anegabilidad y saturación del terreno, alcalinidad y
presencia de adipocira, de raíces de árboles y de envoltorio) y
tafonómicas (porcentaje de completitud, índice de fragmentación
y deterioro óseo) en 20 coxales humanos con objeto de
analizar, desde una perspectiva osteológica, de qué forma la
variación en el impacto de esos factores afecta los grados de
preservación de los esqueletos. Se identifican tendencias que
sugieren la acción de algunos agentes específicos, al mismo
tiempo que la ausencia de asociación de numerosas variables
aporta información relevante para contrastar con modelos previamente
generados. Se describen algunas asociaciones estadísticas
entre variables que afectan a los individuos femeninos
y otras que indican una tendencia hacia la preservación ósea
por parte de la acción de las raíces, en oposición a lo habitualmente
planteado en las investigaciones tafonómicas. Por
último, se enfatiza la necesidad de considerar variables poco
exploradas desde una perspectiva bioarqueológica, como la
saturación del terreno, la presencia de algún tipo de envoltorio
y la acción de la adipocira, como aspectos que afectan significativamente
la preservación ósea y por lo tanto, el potencial del
registro analizado para ofrecer información de interés osteológico.
nos han acompañado a lo largo de la historia de la humanidad
y lo seguirán haciendo hasta el fin de nuestra
especie. En el marco de la sociedad occidental actual se
tiende al alejamiento de los restos mortales a través de entierros
en cementerios o cremaciones, luego de una serie
de prácticas mortuorias (velatorio, procesión e inhumación
o cremación en cementerios). Este tipo de relación entre
los vivos y los muertos, que nos resulta a simple vista tan
obvia y universal, es solo un ejemplo dentro de las múltiples
formas en que el ser humano actúa y ha actuado en su
relación con los difuntos. La palabra “diversidad” es la que
caracteriza a las actitudes que se llevaron a cabo desde el
momento de la muerte de una persona dentro de diferentes
sociedades humanas. Si reflexionamos por un momento
en las formas de procesar la pérdida de seres queridos o
de personajes importantes de una sociedad dada, nos encontramos
con casos extremadamente variados sobre esas
formas de proceder.
pasado. Se basa en el hecho de que los especialistas deben
considerar, durante la realización de sus actividades, una serie de premisas relacionadas con sus derechos y obligaciones para con la comunidad, la profesión y su objeto de estudio. El Código subraya que los restos humanos albergados en instituciones museísticas y científicas deben ser tratados con dignidad, sensibilidad y respeto, teniendo en cuenta las características del medio sociocultural en el que desarrollan sus tareas los investigadores. A su vez, explicita los requisitos necesarios para emprender cualquier tipo de estudio o tratamiento ético de restos humanos. Por último, fomenta el desarrollo de procesos de interacción positivos con aquellos sectores de la sociedad que reivindiquen algún tipo de vínculo de pertenencia
con restos humanos específicos, atendiendo a su vez, en
todo momento, a las regulaciones nacionales y provinciales
vigentes.
y culturales y especialmente, en el ámbito de los museos e institutos de investigación, donde se desarrolla gran parte de los trabajos con estos materiales. Una gran cantidad de restos óseos de aborígenes que se hallan alojados en diferentes museos del mundo, fueron excavados
durante el siglo XIX y principios del siglo XX, cuando aún las etnías a las cuales pertenecían no eran consideradas en igualdad de condiciones respecto del resto de los habitantes de su país. En la actualidad,
es abundante la doctrina científica sobre el tratamiento ético de los restos humanos (Ubelaker y Grant, 1989; Walker, 2000; AAPA, 2003; Walsh-Haney y Lieberman, 2005). Las asociaciones profesionales de
museos comenzaron a considerar en sus estándares éticos a esos restos y a los objetos sagrados como “material sensible” que merece un trato cuidadoso y respetuoso, siguiendo el criterio adoptado por el Código de Etica Profesional de ICOM (ICOM, 2004). Este Código incluye un inciso dedicado a “los restos humanos y piezas con carácter sagrado”, en el cual se establece que “Las investigaciones sobre dichos objetos, su instalación y conservación, así como cualquier reproducción de ellos, deberán realizarse de forma aceptable, no sólo para los colegas de la profesión, sino también para todos aquellos que profesen una creencia, en particular los miembros de la comunidad o de grupos étnicos o religiosos interesados” (ICOM, 2004, Capítulo III “Conducta profesional”, punto 6 “Responsabilidades profesionales respecto
de las colecciones”).
en el contexto de los pedidos de restitución en Argentina, con el fin de
reflexionar acerca del desarrollo de nuevas formas de interacción con las
comunidades indígenas, y de evitar la perpetuación de relaciones desiguales
y estigmatizaciones que obstaculizan los diálogos entre los involucrados.
La lucha social de los pueblos originarios desembocó no solo en la efectivización
de un conjunto de leyes, normativas y decretos, sino también en la
modificación del devenir de la ciencia. Es este un humilde aporte que abona
a la idea de que las ciencias sociales en general, y la bioarqueología en particular,
deben incrementar significativamente los caudales de interacción con
las comunidades locales, a través de la difusión de las actividades que llevan
a cabo y mediante la práctica desde una posición horizontal que se plantee
autoconstruirse como una herramienta de acción que colabore con la lucha
y reivindicación social indígena. Los procesos de restitución son dinámicos,
complejos y vigentes; en todos los casos, deben ser visibilizados en su rol de
reparación histórica, destacando a los cuerpos humanos como presentes y
activos en la interpelación a la vida social como un todo. Para hablar de restitución
de restos humanos se requiere de muchas más voces, pero sobre todo
la de los pueblos indígenas.
Monográfico coordinado por Claudina Gonzalez, Silvana Turner y Claudia Aranda
patrimonial implementado en el sitio arqueológico
denominado Cementerio Sud (San Andrés de Giles,
Buenos Aires, Argentina), lugar en el cual fueron inhumados pobladores de la zona entre 1874 y 1919.
Se describen las líneas de estudio incluidas en esta
propuesta de trabajo multidisciplinar y se informa
sobre las actividades realizadas y los resultados
iniciales obtenidos. Este proyecto se estructura alrededor
de cuatro ejes: 1) diagnóstico y preservación
arquitectónicos; 2) análisis de la documentación e
historia oral; 3) intercambio de saberes e interacción
con la comunidad; y 4) estudios bioarqueológicos y de
comportamiento mortuorio. El objetivo es contribuir a
la protección y valoración del sitio como patrimonio
cultural, conocer su proceso de conformación y uso,
comprender la percepción actual del mismo y realizar
aportes desde la bioarqueología histórica. Se enfatiza
en la interacción constante con la comunidad, lo cual
potencia los resultados gracias al papel prioritario
otorgado a los conocimientos, las inquietudes y los
saberes de los vecinos.
ABSTRACT The bioarchaeological investigations in Argentina had a marked development in the last two decades. New and more numerous research problems within the biocultural perspective began to be investigated and the number of specialists integrated into the scientific system significantly increased. In this context, the symposium "Bioarchaeology contributions to the understanding of the dynamics of native societies. Current status and prospects" took place in the XVII...
En Latinoamérica, estas disciplinas se focalizan en el análisis de procesos en diferentes escalas espacio-temporales, compartiendo métodos pero diferenciándose en cuanto a los protocolos específicos implementados. La antropología forense dispone de una serie de reglamentaciones que normalizan su accionar en relación con los procesos judiciales (CICR, 2003; ALAF, 2016), que son diferentes a las vigentes en el ámbito de la antropología biológica y la bioarqueología (e.g. AABA, 2014). Por otro lado, todas ellas contribuyen de múltiples maneras al desarrollo de la ciencia moderna en general y también a satisfacer las demandas sociales para promover un mejor conocimiento acerca de nuestra realidad humana y resolver situaciones de injusticia y violencia políticas y domésticas. También comparten problemáticas que merecen ser rediscutidas en el marco de los procesos de transformación en los que se ha visto inmersa la sociedad argentina en particular y latinoamericana en general durante las últimas décadas. Desde aproximadamente inicios de siglo XXI, se han producido importantes avances en lo referido a la generación y puesta a prueba de métodos para la estimación de parámetros como el sexo, la edad, la ancestría y la estatura, componentes principales para generar una adecuada definición del perfil biológico de las muestras analizadas. Estas herramientas analíticas conforman la base fundamental tanto de la antropología forense como de la bioarqueología contemporáneas. En numerosas ocasiones, los métodos aplicados derivan de poblaciones fenotípicamente muy distintas a las analizadas, lo que puede introducir errores interpretativos de diferente magnitud en los resultados obtenidos. Esta es una problemática que ha comenzado a subsanarse en Argentina con la conformación de colecciones osteológicas de referencia (como las colecciones Chacarita y Rómulo Lambre) que contribuyen sustancialmente a definir los procedimientos adecuados aplicados en ambas disciplinas. En paralelo, se ha profundizado y ampliado el uso de recursos tecnológicos y estadísticos novedosos, los cuales potenciaron los datos generados acerca de los perfiles biológicos, la variabilidad poblacional, los estilos de vida, la movilidad de los individuos, etc. Ejemplos de ellos son los análisis químicos, moleculares, de isótopos estables y de imágenes, los cuales por un lado han ampliado sensiblemente los horizontes y recursos disponibles para aportar a la discusión de casos bioarqueológicos, y por el otro, se han constituido como poderosas herramientas para la resolución de casos forenses complejos.
En este contexto, y considerando la multiplicidad de temáticas abordables, se destaca la importancia de los tejidos dentales para ayudar, a través de su análisis, en la resolución de problemas forenses y arqueológicos, tanto por su alto grado de preservación como porque constituyen un gran reservorio de información biológica y química.
Desde el presente simposio nos proponemos contribuir al conocimiento y generación de información en antropología forense y bioarqueología, con particular énfasis en 1) la aplicación y estandarización de metodologías actualizadas que contribuyan en la identificación, causa, modo de muerte y preservación de los restos humanos desde una perspectiva bioantropológica y 2) el desarrollo de protocolos de trabajo que maximicen la información obtenida acerca de los modos de vida de las poblaciones pasadas.
Proponemos, además, analizar la interrelación de la antropología forense y la bioarqueología con otras disciplinas y temáticas estudiadas, como la arqueología, la tafonomía, la antropología dental, los isotopos estables, la entomología y la palinología. En este marco invitamos a especialistas en bioarqueología, antropología y ciencias afines a dialogar sobre estas problemáticas, así como indagar y discutir nuevas direcciones y desafíos de investigación, enfatizando en el manejo ético y responsable de los restos humanos y sus aportes tanto a la sociedad en general como a los procesos judiciales.
mortuorio denominado “Estación XI Medanitos”
(Tinogasta, Catamarca, Argentina), una inhumación
secundaria múltiple constituida exclusivamente por
cráneos y mandíbulas correspondiente a la primera
mitad del siglo XV DC, momento de presencia incaica en la región. El hallazgo fue producto de un
rescate arqueológico de urgencia y no cuenta con
antecedentes similares a nivel regional. Se realizó
un estudio bioarqueológico para inferir el perfil de
sexo y de edad de los individuos representados, y se
aplicaron medidas de cuantificación para conocer la
composición y estructura de la muestra. Asimismo, se
implementó un abordaje tafonómico para conocer los
procesos de formación naturales y culturales actuantes,
considerándose variables como meteorización,
fracturas, floraturbación, actividad de roedores y
acción tanto de agentes químicos como antrópicos.
Los resultados obtenidos permiten caracterizar a este
conjunto mortuorio como una ofrenda dedicatoria,
entendida como la inhumación de partes anatómicas
seleccionadas con una organización espacial
antrópicamente pautada. Por otro lado, se pudieron
inferir algunos procesos ocurridos con anterioridad a la
disposición final, como la exposición de los restos a la
acción del fuego y la formatización de cráneos trofeo.
Finalmente, se destaca la importancia de la arqueotanatología
como disciplina que integra los estudios
tafonómicos, bioarqueológicos y de comportamiento
mortuorio para obtener una comprensión completa de
los procesos de inhumación, así como de valorizar los
rescates arqueológicos de urgencia como importantes
fuentes de información sobre la historia prehispánica
local y regional.
de diferentes formas los grados de preservación de restos
óseos humanos. La observación de la forma e intensidad en
las que tales factores inciden en las características del registro
osteológico de una muestra contemporánea con información
fehaciente de referencia (sexo, edad, fecha y causa de muerte),
ofrece la posibilidad de aportar datos locales para contribuir a
la comprensión de la compleja dinámica del proceso de descomposición
cadavérica y preservación del esqueleto. En este
trabajo se analizan y comparan estadísticamente variables contextuales
(anegabilidad y saturación del terreno, alcalinidad y
presencia de adipocira, de raíces de árboles y de envoltorio) y
tafonómicas (porcentaje de completitud, índice de fragmentación
y deterioro óseo) en 20 coxales humanos con objeto de
analizar, desde una perspectiva osteológica, de qué forma la
variación en el impacto de esos factores afecta los grados de
preservación de los esqueletos. Se identifican tendencias que
sugieren la acción de algunos agentes específicos, al mismo
tiempo que la ausencia de asociación de numerosas variables
aporta información relevante para contrastar con modelos previamente
generados. Se describen algunas asociaciones estadísticas
entre variables que afectan a los individuos femeninos
y otras que indican una tendencia hacia la preservación ósea
por parte de la acción de las raíces, en oposición a lo habitualmente
planteado en las investigaciones tafonómicas. Por
último, se enfatiza la necesidad de considerar variables poco
exploradas desde una perspectiva bioarqueológica, como la
saturación del terreno, la presencia de algún tipo de envoltorio
y la acción de la adipocira, como aspectos que afectan significativamente
la preservación ósea y por lo tanto, el potencial del
registro analizado para ofrecer información de interés osteológico.
nos han acompañado a lo largo de la historia de la humanidad
y lo seguirán haciendo hasta el fin de nuestra
especie. En el marco de la sociedad occidental actual se
tiende al alejamiento de los restos mortales a través de entierros
en cementerios o cremaciones, luego de una serie
de prácticas mortuorias (velatorio, procesión e inhumación
o cremación en cementerios). Este tipo de relación entre
los vivos y los muertos, que nos resulta a simple vista tan
obvia y universal, es solo un ejemplo dentro de las múltiples
formas en que el ser humano actúa y ha actuado en su
relación con los difuntos. La palabra “diversidad” es la que
caracteriza a las actitudes que se llevaron a cabo desde el
momento de la muerte de una persona dentro de diferentes
sociedades humanas. Si reflexionamos por un momento
en las formas de procesar la pérdida de seres queridos o
de personajes importantes de una sociedad dada, nos encontramos
con casos extremadamente variados sobre esas
formas de proceder.
pasado. Se basa en el hecho de que los especialistas deben
considerar, durante la realización de sus actividades, una serie de premisas relacionadas con sus derechos y obligaciones para con la comunidad, la profesión y su objeto de estudio. El Código subraya que los restos humanos albergados en instituciones museísticas y científicas deben ser tratados con dignidad, sensibilidad y respeto, teniendo en cuenta las características del medio sociocultural en el que desarrollan sus tareas los investigadores. A su vez, explicita los requisitos necesarios para emprender cualquier tipo de estudio o tratamiento ético de restos humanos. Por último, fomenta el desarrollo de procesos de interacción positivos con aquellos sectores de la sociedad que reivindiquen algún tipo de vínculo de pertenencia
con restos humanos específicos, atendiendo a su vez, en
todo momento, a las regulaciones nacionales y provinciales
vigentes.
y culturales y especialmente, en el ámbito de los museos e institutos de investigación, donde se desarrolla gran parte de los trabajos con estos materiales. Una gran cantidad de restos óseos de aborígenes que se hallan alojados en diferentes museos del mundo, fueron excavados
durante el siglo XIX y principios del siglo XX, cuando aún las etnías a las cuales pertenecían no eran consideradas en igualdad de condiciones respecto del resto de los habitantes de su país. En la actualidad,
es abundante la doctrina científica sobre el tratamiento ético de los restos humanos (Ubelaker y Grant, 1989; Walker, 2000; AAPA, 2003; Walsh-Haney y Lieberman, 2005). Las asociaciones profesionales de
museos comenzaron a considerar en sus estándares éticos a esos restos y a los objetos sagrados como “material sensible” que merece un trato cuidadoso y respetuoso, siguiendo el criterio adoptado por el Código de Etica Profesional de ICOM (ICOM, 2004). Este Código incluye un inciso dedicado a “los restos humanos y piezas con carácter sagrado”, en el cual se establece que “Las investigaciones sobre dichos objetos, su instalación y conservación, así como cualquier reproducción de ellos, deberán realizarse de forma aceptable, no sólo para los colegas de la profesión, sino también para todos aquellos que profesen una creencia, en particular los miembros de la comunidad o de grupos étnicos o religiosos interesados” (ICOM, 2004, Capítulo III “Conducta profesional”, punto 6 “Responsabilidades profesionales respecto
de las colecciones”).
en el contexto de los pedidos de restitución en Argentina, con el fin de
reflexionar acerca del desarrollo de nuevas formas de interacción con las
comunidades indígenas, y de evitar la perpetuación de relaciones desiguales
y estigmatizaciones que obstaculizan los diálogos entre los involucrados.
La lucha social de los pueblos originarios desembocó no solo en la efectivización
de un conjunto de leyes, normativas y decretos, sino también en la
modificación del devenir de la ciencia. Es este un humilde aporte que abona
a la idea de que las ciencias sociales en general, y la bioarqueología en particular,
deben incrementar significativamente los caudales de interacción con
las comunidades locales, a través de la difusión de las actividades que llevan
a cabo y mediante la práctica desde una posición horizontal que se plantee
autoconstruirse como una herramienta de acción que colabore con la lucha
y reivindicación social indígena. Los procesos de restitución son dinámicos,
complejos y vigentes; en todos los casos, deben ser visibilizados en su rol de
reparación histórica, destacando a los cuerpos humanos como presentes y
activos en la interpelación a la vida social como un todo. Para hablar de restitución
de restos humanos se requiere de muchas más voces, pero sobre todo
la de los pueblos indígenas.
Monográfico coordinado por Claudina Gonzalez, Silvana Turner y Claudia Aranda
patrimonial implementado en el sitio arqueológico
denominado Cementerio Sud (San Andrés de Giles,
Buenos Aires, Argentina), lugar en el cual fueron inhumados pobladores de la zona entre 1874 y 1919.
Se describen las líneas de estudio incluidas en esta
propuesta de trabajo multidisciplinar y se informa
sobre las actividades realizadas y los resultados
iniciales obtenidos. Este proyecto se estructura alrededor
de cuatro ejes: 1) diagnóstico y preservación
arquitectónicos; 2) análisis de la documentación e
historia oral; 3) intercambio de saberes e interacción
con la comunidad; y 4) estudios bioarqueológicos y de
comportamiento mortuorio. El objetivo es contribuir a
la protección y valoración del sitio como patrimonio
cultural, conocer su proceso de conformación y uso,
comprender la percepción actual del mismo y realizar
aportes desde la bioarqueología histórica. Se enfatiza
en la interacción constante con la comunidad, lo cual
potencia los resultados gracias al papel prioritario
otorgado a los conocimientos, las inquietudes y los
saberes de los vecinos.
ABSTRACT The bioarchaeological investigations in Argentina had a marked development in the last two decades. New and more numerous research problems within the biocultural perspective began to be investigated and the number of specialists integrated into the scientific system significantly increased. In this context, the symposium "Bioarchaeology contributions to the understanding of the dynamics of native societies. Current status and prospects" took place in the XVII...
En Latinoamérica, estas disciplinas se focalizan en el análisis de procesos en diferentes escalas espacio-temporales, compartiendo métodos pero diferenciándose en cuanto a los protocolos específicos implementados. La antropología forense dispone de una serie de reglamentaciones que normalizan su accionar en relación con los procesos judiciales (CICR, 2003; ALAF, 2016), que son diferentes a las vigentes en el ámbito de la antropología biológica y la bioarqueología (e.g. AABA, 2014). Por otro lado, todas ellas contribuyen de múltiples maneras al desarrollo de la ciencia moderna en general y también a satisfacer las demandas sociales para promover un mejor conocimiento acerca de nuestra realidad humana y resolver situaciones de injusticia y violencia políticas y domésticas. También comparten problemáticas que merecen ser rediscutidas en el marco de los procesos de transformación en los que se ha visto inmersa la sociedad argentina en particular y latinoamericana en general durante las últimas décadas. Desde aproximadamente inicios de siglo XXI, se han producido importantes avances en lo referido a la generación y puesta a prueba de métodos para la estimación de parámetros como el sexo, la edad, la ancestría y la estatura, componentes principales para generar una adecuada definición del perfil biológico de las muestras analizadas. Estas herramientas analíticas conforman la base fundamental tanto de la antropología forense como de la bioarqueología contemporáneas. En numerosas ocasiones, los métodos aplicados derivan de poblaciones fenotípicamente muy distintas a las analizadas, lo que puede introducir errores interpretativos de diferente magnitud en los resultados obtenidos. Esta es una problemática que ha comenzado a subsanarse en Argentina con la conformación de colecciones osteológicas de referencia (como las colecciones Chacarita y Rómulo Lambre) que contribuyen sustancialmente a definir los procedimientos adecuados aplicados en ambas disciplinas. En paralelo, se ha profundizado y ampliado el uso de recursos tecnológicos y estadísticos novedosos, los cuales potenciaron los datos generados acerca de los perfiles biológicos, la variabilidad poblacional, los estilos de vida, la movilidad de los individuos, etc. Ejemplos de ellos son los análisis químicos, moleculares, de isótopos estables y de imágenes, los cuales por un lado han ampliado sensiblemente los horizontes y recursos disponibles para aportar a la discusión de casos bioarqueológicos, y por el otro, se han constituido como poderosas herramientas para la resolución de casos forenses complejos.
En este contexto, y considerando la multiplicidad de temáticas abordables, se destaca la importancia de los tejidos dentales para ayudar, a través de su análisis, en la resolución de problemas forenses y arqueológicos, tanto por su alto grado de preservación como porque constituyen un gran reservorio de información biológica y química.
Desde el presente simposio nos proponemos contribuir al conocimiento y generación de información en antropología forense y bioarqueología, con particular énfasis en 1) la aplicación y estandarización de metodologías actualizadas que contribuyan en la identificación, causa, modo de muerte y preservación de los restos humanos desde una perspectiva bioantropológica y 2) el desarrollo de protocolos de trabajo que maximicen la información obtenida acerca de los modos de vida de las poblaciones pasadas.
Proponemos, además, analizar la interrelación de la antropología forense y la bioarqueología con otras disciplinas y temáticas estudiadas, como la arqueología, la tafonomía, la antropología dental, los isotopos estables, la entomología y la palinología. En este marco invitamos a especialistas en bioarqueología, antropología y ciencias afines a dialogar sobre estas problemáticas, así como indagar y discutir nuevas direcciones y desafíos de investigación, enfatizando en el manejo ético y responsable de los restos humanos y sus aportes tanto a la sociedad en general como a los procesos judiciales.