Therese Kaufmann: Arte y conocimiento: rudimentos para una perspectiva descolonial | eipcp.net
http://eipcp.net/transversal/0311/kaufmann/es 1/9 eipcp evropski institut za progresivnu kulturnu politiku Traducción de Raúl Sánchez Cedillo eipcp transversal art/knowledge: overlaps and neighboring zones 03 2011 Arte y conocimiento: rudimentos para una perspectiva descolonial Therese Kaufmann Therese Kaufmann biography contact Raúl Sánchez Cedillo (translation) biography contact languages Deutsch English Español transversal art/knowledge: overlaps and neighboring zones Al arte y a su producción les corresponde en las sociedades, sometidas a condiciones económicas de cuyos desarrollos y transformaciones en las últimas décadas puede decirse que están fundamentalmente basados en el conocimiento, un papel que se presenta inmediatamente implicado en lo que conoce como capitalismo cognitivo. Al menos desde la perspectiva del Norte global, pero también en muchas emerging economies, se atribuyen a la producción artística, a la formación de las y los artistas, a la vida del arte y a las subjetividades vinculadas con ésta en tanto que productores/as culturales, una serie de funciones directamemte inscritas en el capitalismo actual en la época del postfordismo. A juicio de teóricos del capitalismo cognitivo como Antonio Negri, esta época se caracteriza, entre otros elementos, por el «trabajo inmaterial», es decir, por el hecho de que el valor es creado gracias a las actividades creativas, intelectuales, comunicativas, relacionales y afectivas, puesto que la «forma en la que actuamos para producir mercancías y crear el mundo»[1] se ha desmaterializado. En este proceso, el conocimiento se torna central en la medida en que el capitalismo cognitivo apunta, como resume Antonella Corsani, «a convertir en mercancía todos los tipos de conocimiento, ya sea artístico, filosófico, cultural, lingüístico o científico»[2]. Así, pues, ¿qué significa la producción de arte en el contexto de una concepción de la «producción» en la que el creciente carácter de mercancía del conocimiento hace que «la relación de subordinación entre la esfera de la producción de conocimiento y la de la producción de mercancías» se modifique o, a decir verdad, se invierta, de tal suerte que la independencia de la producción de conocimiento desemboca en la «fusión de ambas esferas»?[3] ¿Qué significa que el arte en sus «formas prácticas en constante ampliación»[4] entre producción de conocimiento, investigación, formación y autoformación no solo se presente en una inmediata vecindad con el desarrollo de las economías del conocimiento, sino que llegue incluso a ser formulado como lugar de la producción del conocimiento[5]? ¿Qué significa esto para la formación artística en tanto que parte implicada en la conversión de la actividades de formación en actividad económica productora de beneficios en las sociedades de control? Pero, ante todo: ¿de qué se conocimiento se trata y qué relaciones de poder histórico-políticas se tornan visibles en el mismo? Con estas preguntas querría establecer, al final de este texto que aspira a ofrecer una panorámica sobre algunos aspectos de las interdependencias entre arte y conocimiento en el capitalismo cognitivo, el vínculo con un enfoque teórico que parte precisamente de la idea de «conocimiento» como categoría central del análisis, pero con el que rara vez se determina una asociación, a saber: el de su (des)colonialidad. Este enfoque abre una perspectiva de la que tal vez puedan surgir diferentes líneas de repensamiento del tema en lo que atañe a la ambivalencias de la producción artística y de conocimiento en el capitalismo actual. Ambivalencias y omisiones Como resultado de la lectura de la implicación directa, de la «posición en el medio» de la producción artística en el régimen postfordista del capitalismo, cabe hablar de una ambivalencia fundamental. En primer lugar, no deja de remitir a una serie de síntomas que son invocados por las y los políticos neoliberales y sus consejeros/as en los programas de subvenciones y asimismo han producido un discurso crítico propio dentro del arte y de la teoría: el sujeto artista, anteriormente considerado fuera del trabajo asalariado clásico, se torna en modelo de una nueva forma de producción[6]. La producción artística opera