Profesora: Eslinda Bonilla Iniciare mi análisis haciendo énfasis en lo que considero es el mensaje central de la obra, y es que nuestro obstáculo más grande, somos nosotros mismos. El enemigo número 1 del éxito no es el fracaso, ni la...
moreProfesora: Eslinda Bonilla Iniciare mi análisis haciendo énfasis en lo que considero es el mensaje central de la obra, y es que nuestro obstáculo más grande, somos nosotros mismos. El enemigo número 1 del éxito no es el fracaso, ni la falta de oportunidades, talento, dinero, educación o apoyo, sino la falta de acción. Muchas ideas mueren más por falta de acción que por cualquier otro motivo, hablamos de ideas que podrían haber cambiado no solo la vida de aquellos que la concibieron, sino también el curso de la humanidad. Nuestro desinterés o poco empeño en lo que hacemos o lo que queremos hacer es proporcional a los resultados que obtengamos. Nuestras motivaciones deben estar por encima de cualquier acción o pensamiento negativo, ya que, si bien es muy cierto que del éxito se disfruta, pues de la misma forma de los errores se aprende. Con esto hablo de los golpes que nos da la vida. Los golpes que da la vida son necesarios para lograr algunas cosas, y es que al pasar por adversidades en el camino al triunfo, aprendemos a apreciar aun más los frutos que cosechamos. Todos tenemos sueños que nos gustaría materializar, pero son pocos los soñadores que van en busca de ellos, transformándolos en metas realizables y son menos aun los que luego realizan un plan de acción para poder obtener resultados tangibles. La verdad es que muchas veces las oportunidades se nos presentan, y desafortunadamente las desaprovechamos, dejamos que el tiempo avanza y no actuamos. En la mayoría de los casos, no hay éxito sin fracasos. A lo largo de nuestras vidas siempre veremos pequeñas derrotas transformadas en enseñanzas que nos mostraran el camino adecuado y nos harán precavidos en nuestro avanzar. Puedo decir que pensar en fácil, actuar siempre será lo difícil. El sabor de la victoria siempre será mejor cuando al mirar atrás vemos todo lo que hemos logrado superar en el camino. Debemos ser interesados, consistentes y creer en nuestras ideas y en nosotros, a veces nos dejamos llevar por lo que dice la sociedad y abandonamos ideas extraordinarias, pensamientos brillantes e inventos asombrosos por el temor al que dirán. Debemos creer en nosotros, ser auténticos e íntegros. Hay que tomar decisiones y analizarlas, estudiar la viabilidad de las ideas y más que nada, creer en nosotros.