Papers by Antonio Ten Ros

La marca de porcelana valenciana "Marco Giner" nace en 1986, de la mano de José Vicente Marco Gin... more La marca de porcelana valenciana "Marco Giner" nace en 1986, de la mano de José Vicente Marco Giner y su hermana María Amparo Marco Giner, al disolverse la sociedad de los propietarios de Porcelana Artística Levantina (PAL), Enrique Asunción Gabriel y el propio José Vicente Marco Giner.
Enrique Asunción recupera una antigua marca de cerámica de su familia en Manises, "Nadal", que había renacido como parte de PAL, e instala su propia fábrica en unas naves de La Eliana. Los Marco Giner, por su parte, permanecen en las instalaciones de PAL, en Alboraya, y emprenden un innovador camino en el ámbito de la decoración en porcelana, impulsado por José Vicente, químico por la Universidad de Valencia.
A lo largo de los años en que se mantiene la empresa: 1986-1997, "Marco Giner" se revela diferente dentro del panorama valenciano, tanto por los muchos escultores que colaboraron con ella, con sus estilos propios, como por las espectaculares e inusuales decoraciones, muy diferentes del acrisolado "estilo Lladró".
A través de conversaciones con los protagonistas, sus obras y los pocos documentos subsistentes, el estudio traza la trayectoria vital de una marca que introdujo numerosas innovaciones en el mundo de la porcelana artística.

La Sagrada Familia es un tema clásico en la imaginería artística occidental de todos los tiempos ... more La Sagrada Familia es un tema clásico en la imaginería artística occidental de todos los tiempos y en todos los soportes, desde el barro al mármol y desde el lápiz al pincel.
Nalda, una gran empresa de porcelana técnica sita en Almácera, cerca de Valencia, fundada en 1913, comenzó en 1947 a producir espléndidas obras de arte en porcelana. Tras una primera etapa de estilos más clásicos, los escultores Nalda, muchos de ellos todavía no identificados, se lanzaron a la experimentación estética, siempre apoyados por su casa matriz.
Fruto de ello son, entre otras muchas más, un conjunto de figuras que recogen aquella tradición secular de representar la Sagrada Familia. o la Virgen y el Niño y que los escultores de Nalda plasman en porcelana, aplicando las espectaculares técnicas desarrolladas por los ingenieros y químicos de la empresa al fruto de su imaginación más brillante. Tratando de reconstruir el ambiente artístico en que dichas obras nacieron, se presentan las cuatro obras que han llegado a nosotros hasta el momento y, mediante fotografías de las mismas, se busca llevar al lector al goce estético con el que, sin duda, fueron producidas.

En su acepción más aceptada en el mundo de la cerámica, el “biscuit” es únicamente porcelana bl... more En su acepción más aceptada en el mundo de la cerámica, el “biscuit” es únicamente porcelana blanquísima sin ningún tipo de decoración, horneada hasta una temperatura en torno a los 1300 ºC, necesaria para activar los procesos de cristalización que le proporcionan su dureza y la convierten en traslúcida. Pero el biscuit no es solo eso. Tras su apariencia sedosa, semejante al mármol bien pulido, se esconde una pasta de porcelana muy purificada y el trabajo de muchos profesionales que transforman la escultura de un artista en una joya en porcelana.
Pocas marcas incluyen biscuits en sus catálogos. Además de los cambiantes gustos de sus clientes, los biscuits son necesariamente más caros que las mismas figuras decoradas. Producto "para conocedores", una figura de porcelana "en biscuit" es un objeto elitista para minorías que, salvo en pocos casos, las marcas no son capaces de rentabilizar.
El trabajo estudia los biscuits de un escultor genial, Fulgencio García López, para la marca "Porcelanas REX", de Turís, al oeste de Valencia. Las diez figuras en biscuit localizadas, junto a sus análogas decoradas para poder compararlas, nos muestran una sorprendente iniciativa que la empresa solo pudo soportar, para hacerse una imagen de marca elitista, mientras vendía figuras más sencillas, de "estilo valenciano" o "estilo Lladró" para rentabilizar sus inversiones.

Si algo hace inconfundible la porcelana de la marca "Víctor de Nalda", o símplemente Nalda, de Al... more Si algo hace inconfundible la porcelana de la marca "Víctor de Nalda", o símplemente Nalda, de Almácera, en Valencia, es la apariencia de sus figuras decoradas con "engobes".
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.

Si algo hace inconfundible la porcelana de la marca "Víctor de Nalda", o símplemente Nalda, de Al... more Si algo hace inconfundible la porcelana de la marca "Víctor de Nalda", o símplemente Nalda, de Almácera, en Valencia, es la apariencia de sus figuras decoradas con "engobes".
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.

Ramón Inglés Capella, el escultor de Bétera, nace 5 de mayo de 1932. Alumnno de la Escuela de Bel... more Ramón Inglés Capella, el escultor de Bétera, nace 5 de mayo de 1932. Alumnno de la Escuela de Bellas Artes, de Valencia, donde es compañero de estudios de Lola Sala, futura esposa de Juan Lladró, destaca pronto por sus geniales dotes de escultor.
Tras terminar sus estudios, marcha becado a la Escuela de Bellas Artes, de París y, de allí, es contratado como escultor en prácticas en la prestigiosa Manufactura de Porcelana de Sèvres. Regresa a España pasando por Porcelanas Bidasoa, de Irún, para recalar unos pocos meses como técnico en Lladró por mediación de Lola Sala.
Comienza su verdadera carrera de escultor en porcelana en 1966, como escultor principal, en la Fábrica de Porcelana y Refractarios Víctor de Nalda, en Almácera (Valencia), donde esculpe numerosas figuras. Permanece en Nalda hasta 1970, año en que funda su propia marca, Porcelanas Inglés, en su pueblo natal de Bétera.
Con abundancia de imágenes de sus obras, el trabajo recorre sus temas e inquietudes, así como sus innovaciones en figuras y muñecas de porcelana. A su través descubrimos un escultor original, creativo y alejado de las corrientes dominantes en la porcelana valenciana de su tiempo.

Para la Historia, "Porcelana Artística Levantina S.L." nace en la "Alquería de Pastor", de Albora... more Para la Historia, "Porcelana Artística Levantina S.L." nace en la "Alquería de Pastor", de Alboraya, cerca del casco urbano, en 1972, de la mano de un emprendedor, Pablo García Comeche, que ha visto la posibilidad de subirse a la ola de popularidad de la porcelana Lladró.
En 1975, dos jóvenes, Enrique Asunción Gabriel y José Vicente Marco Giner, compran la empresa, la trasladan a unas nuevas ubicaciones, en el polígono industrial de Alboraya, y comienzan una exitosa aventura, que llega a contar con más de 150 trabajadores, y que termina en 1986 con la separación de ambos socios y su continuación en solitario con las marcas "Nadal", ubicada en La Eliana, y "Marco Giner", que se queda en las antiguas instalaciones de Alboraya.
En esos casi 12 años, PAL hace frente a la enorme competencia de un triunfante Lladró y de otras marcas, como REX, que habían surgido a la sombra de su éxito, y consigue vender sus figuras en los cinco continentes.
Caso singular en la porcelana artística valenciana, PAL no sigue la senda marcada por Lladró. Apoyada en los engobes de José Vicente Marco Giner, heredados y renovados de los de Nalda e Inglés y en la escultura de Leoncio Alarcón, PAL sigue un camino propio que le proporcionará un notable éxito.
El trabajo recorre la historia de PAL desde sus orígenes hasta su disolución y, con abundante iconografía, pasa revista a sus hitos más destacados.

La sección artística de la "Fábrica de Porcelana y Productos Refractarios Víctor de Nalda", de ... more La sección artística de la "Fábrica de Porcelana y Productos Refractarios Víctor de Nalda", de Almácera, Valencia, dejó de producir nuevas piezas artísticas hacia 1971 y desapareció como tal en 1973.
Sin embargo, sus posibilidades técnicas y artísticas permanecieron inalteradas. Se requería de un impulso creativo para que su máquina volviera a producir arte. Ese impulso vino de la mano de un emprendedor, Antonio Ten Peris, y de un técnico de Nalda, Enrique Albert Grau, que se lanzaron a producir lápidas funerarias en porcelana artística en 1977.
El camino se reveló, sin embargo, lleno de dificultades. Los altos costes de sus piezas, comparados con las alternativas tradicionales, el mármol y el granito, y el conservadurismo de los representantes de las industria funeraria, hicieron fracasar la empresa en una época en que la Primera Crisis del Petróleo, de 1973, seguía golpeando la economía española.
Con los documentos originales del proceso, se recorren sus precedentes y vicisitudes hasta la definitiva clausura de la iniciativa en 1982

Fulgencio García López nace en Valencia el 15 de enero de 1915. Alumno de la Escuela Práctica de ... more Fulgencio García López nace en Valencia el 15 de enero de 1915. Alumno de la Escuela Práctica de Cerámica, de Manises, y de la Escuela de Bellas Artes, de Valencia, destaca pronto por su genio de escultor.
En 1947 su antiguo profesor Vicente Beltrán Grimal le ofrece la posibilidad de trabajar en la sección artística de la "Fábrica de porcelana y refractarios Víctor de Nalda". Allí comienza una espectacular carrera que le lleva a esculpir para Cerámicas Hispania, Lladró, Rex, Quart-5 y otras marcas valencianas, así como para Franklin Porcelain, de Kansas, EEUU.
El trabajo recorre, apoyado en más de cien imágenes, su trayectoria artística y vital hasta su muerte un 19 de abril de 1994. A su través paseamos por la obra de un escultor genial, tanto artística como técnicamente, en un campo, la porcelana artística, en que ambas facetas se han de combinar armónicamente para producir obras perfectas.

Preprint, 2024
A finales de 1974, o principios de 1975, se crea Porcelanas Rex en Turís, al oeste de Valencia. ... more A finales de 1974, o principios de 1975, se crea Porcelanas Rex en Turís, al oeste de Valencia. Sus dos principales impulsores fueron José Luís Benavent Ávila, ex-gerente de Lladró y Alejandro Reig, ex-director de exportación de Lladró.
Porcelanas Rex nació con vocación de hacer la competencia a Lladró, que en esos años era ya la marca de porcelana que más figuras vendía en el mundo. Para ello contaba con el escultor que más había hecho por crear el "estilo Lladró": Fulgencio García López.
El trabajo, ilustrado con abundantes imágenes, recorre la trayectoria de Rex, sus técnicos y sus artistas desde sus orígenes hasta su desaparición. Esta trayectoria vital ejemplifica a la perfección el complejo mundo que constituía la porcelana valenciana del último cuarto del siglo XX, con más de treinta marcas produciendo figuras.
El trabajo se completa con un breve ensayo historiográfico: "La Historia del tiempo presente", que puede ayudar al lector a comprender las dificultades metodológicas que se presentan al tratar de historiar, basándose en los métodos de la Historia Oral, realidades únicamente documentadas en los testimonios de protagonistas que todavía se encuentran entre nosotros.
Daualdeu, 2023
held in Prague, after a very long process, with a very complicated ad-hoc methodology of up to 12... more held in Prague, after a very long process, with a very complicated ad-hoc methodology of up to 12 consecutive steps, with several partial votes, approved the new definition of museum with 92.41%

Daualdeu, 2023
The International Council of Museums (ICOM) has just given us, in 2022, a new definition of a mu... more The International Council of Museums (ICOM) has just given us, in 2022, a new definition of a museum, the twelfth significant in its 76 years of existence. It seems that ICOM members, every few years, need to clarify what it is where they work. A brief review of the essence of these definitions serves to explore a curious 2003 debate. Gary Edson, member of the executive council of ICOM and charged by it with bringing order to the chaos in the ICOM Museum definition, proposed a ground-breaking wording that raised enormous controversy and led to the end of the consultation. After presenting the proposal and the reply of another ICOM historical member, Milton Bloch, the study introduces the concept of "generation of museums", lists the six that in the author's opinion have followed one another and points to the common denominator of all of them, built in current academic terminology, around the concepts of "educational project", "non-formal education" and "target audiences", typical of Educational Psychology and Communication Theory". From this common denominator emerges an apparently very simple definition of a museum, with great similarities to the one presented by Gary Edson.
Ese día de mayo, en Almácera, un pequeño pueblo en medio de la huerta, a pocos kilómetros de la c... more Ese día de mayo, en Almácera, un pequeño pueblo en medio de la huerta, a pocos kilómetros de la capital, Valencia, se alían, por fin, la magia de un escultor, la ciencia de un químico de materiales, el oficio de un montador y la tecnología de un ingeniero de hornos, para transformar un trozo de pura pasta de porcelana, sólo caolín, cuarzo y feldespato, en una obra de arte perfecta.
Estudis, Revista de Historia Moderna, 1984

The most spectacular figure produced by the artistic section of the "Fábrica de Porcelana y Refra... more The most spectacular figure produced by the artistic section of the "Fábrica de Porcelana y Refractarios Víctor de Nalda", hereinafter "Nalda", is undoubtedly that of the two rearing horses in biscuit, sculpted by Fulgencio García in 1949. The "Caballos" of Nalda deserved the honor of being presented as the most spectacular porcelain piece in the Spanish Ceramics Exhibition "La ceramique espagnole du XIIIe siècle à nos jours", held from February 15 to April 22, 1957 at the Palais Miramar, Cannes, on the French Riviera, to which Victor de Nalda was invited as a representative of all Spanish porcelain. But the biscuit, pure porcelain, without varnishes or enamels, is an excessively elitist type of artistic porcelain. By not allowing the slightest mistake, which the enamels would allow to hide, it is reserved for special pieces aimed only at minorities. Since the 18th century, and in imitation of Chinese porcelain, in which the biscuit technique is practically not used, European porcelain is decorated porcelain, both in figures and in table services and complementary objects. The Vincennes and Sèvres factories, which produced some works of art in biscuit porcelain, reserved this technique for very unique pieces in imitation of white marble sculpture. The 19th century would expand the production and publics of the biscuit, but always remaining an elitist product in front of the abundant production of decorated porcelain. The 20th century followed this dynamics and the biscuit figures produced by European factories are always exceptional works compared to the more popular enameled and painted porcelain. The same would happen in Spain. Until the civil war of 1936-39, only a few brands had produced artistic porcelain and practically all of these disappeared with the war. After the war, the first artistic porcelain factory to embark on the adventure of producing porcelain figures was Cerámicas Hispania, from Manises, which began its adventure in 1943, in the middle of the European war and in an Spain immersed in the so-called "years of the hunger" (1940-45). Four daring entrepreneurs were in charge: Salvador Valero, Eduardo Mira, pharmacist and chemist, Antonio Testón, also its first sculptor, and Ricardo Trénor y Sentmenat, X Marqués de Mascarell de San Juan, as leading figure and capitalist partner. Cerámicas Hispania identified itself from the beginning with the aesthetics of the great German porcelain brands and, from its first mediocre works to the excellence of its production in the 60s of the 20th century, its painters, almost only women educated in Manises ceramics industry , left an abundant sample of his trade and sensitivity After Hispania, the important industrial factory of Victor de Nalda, from Almácera, north of Valencia, which almost monopolized the Spanish market for large insulators for power lines, began an adventure that led it to produce its first porcelain figures since 1947. The promoter of the initiative, Ernestina Pujol, wife of the owner of the company Victor de Nalda Frígols, as we have studied in another work, surrounded herself from the beginning with the best artists she could find in Valencia. At the head of these, they chose Vicente Beltrán Grimal, an already renowned academic sculptor and professor at the School of Fine Arts in Valencia.

We have already devoted previous works ((Ten 2023 a), (Ten 2023 b), (Ten 2023 c)) to the origins ... more We have already devoted previous works ((Ten 2023 a), (Ten 2023 b), (Ten 2023 c)) to the origins of the artistic section of the "Victor de Nalda Porcelain and Refractory Factory" in Almácera (5 km. North of Valencia, Spain). Hereinafter "Nalda". Nalda, an enormous factory, leader in Spain in production of porcelain electrical insulators, began producing porcelain figures in its industrial kilns in May, 1947. Unfortunately, only one precious document, which includes the production of the section from 1947 to 1954, listing the number of pieces and name, the date of "first exit from the kiln", sculptors and assistants, for each figure, has arrived to us. The document is preserved in the archives of the National Museum of Ceramics and Decorative Arts "González Martí", from Valencia. Some documents on the life of the whole company, were published in official media, magazines, and collateral academic studies. Those are all the written information we have on Nalda. Its archives, if they are ever opened to scholarly research, will undoubtedly complete the panorama of the most elite brand of Spanish porcelain from after the civil war.

At the beginning of 1953, or perhaps at the end of 1952, it is not clear but it does not matter, ... more At the beginning of 1953, or perhaps at the end of 1952, it is not clear but it does not matter, an energetic Juan Lladró Dolz, barely 27 years old, is negotiating his salary with Don Victor de Nalda Frígols. He had been working in the artistic porcelain section of the company "Victor de Nalda Fábrica de Porcelana y Refractarios" for about three years. He recognizes he had become the most experienced figure assembler and decorator and thought he deserved a pay raise. At that time, he testifies, he earned 1,150 pesetas (Spanish currency before the Euro) a month and asks to go up to 1,300 pesetas. "I'm not going to give it to you, and if you don't like it, you stay at home," answers Don Víctor, who offers him 1,200. "I stayed at home," don Juan tells me. 100 pesetas are the trigger for a decision that would change the history of porcelain and give rise to the best-known Valencian company in the world, Lladró. Lladró has already sold more porcelain figurines than any other company in history. Juan Lladró's break with Nalda had been brewing in his mind for at least a year before, or almost since his entry, and that of his brothers, in the "artistic section" of the Almácera company, whose main production, and the base of its success, were the porcelain insulators for power lines that a Spain desperately needed at the beginning of large-scale electrification. Juan felt that his work as a decorator was not valued.

just two days after the appearance of the first figure produced by its artistic section, the firs... more just two days after the appearance of the first figure produced by its artistic section, the first "biscuit" figure came out of the kilns of the company "Víctor de Nalda Porcelain and Refractory Products Factory". That May day, in Almácera, a small town in the middle of the orchard, a few kilometers from the capital, Valencia, the magic of a sculptor, the science of a materials chemist, the trade of a assembler and the technology of a furnace engineer, allied, at last, to transform a piece of pure porcelain paste, only kaolin, quartz and feldspar, into a perfect work of art. The completion of figures in biscuit, without enamels or varnishes, and usually with two firings, does not allow imperfections. It is the most demanding type of porcelain figures for the sculptor, for the figure assembler, who must ensure the correct gluing of the different parts and review all the joints, for the chemist who controls the composition of the porcelain paste and its homogeneity. and for the furnace technician who monitors the temperature and the inevitable contraction of the pieces, while protecting the figure from coloring due to combustion residues.
Estudios sobre historia de la ciencia y de la técnica: IV Congreso SEHCT, 1, 469-484, 1996
Estudios sobre historia de la ciencia y de la técnica, IV congreso SEHCT, 1, 421-436, 1988
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Papers by Antonio Ten Ros
Enrique Asunción recupera una antigua marca de cerámica de su familia en Manises, "Nadal", que había renacido como parte de PAL, e instala su propia fábrica en unas naves de La Eliana. Los Marco Giner, por su parte, permanecen en las instalaciones de PAL, en Alboraya, y emprenden un innovador camino en el ámbito de la decoración en porcelana, impulsado por José Vicente, químico por la Universidad de Valencia.
A lo largo de los años en que se mantiene la empresa: 1986-1997, "Marco Giner" se revela diferente dentro del panorama valenciano, tanto por los muchos escultores que colaboraron con ella, con sus estilos propios, como por las espectaculares e inusuales decoraciones, muy diferentes del acrisolado "estilo Lladró".
A través de conversaciones con los protagonistas, sus obras y los pocos documentos subsistentes, el estudio traza la trayectoria vital de una marca que introdujo numerosas innovaciones en el mundo de la porcelana artística.
Nalda, una gran empresa de porcelana técnica sita en Almácera, cerca de Valencia, fundada en 1913, comenzó en 1947 a producir espléndidas obras de arte en porcelana. Tras una primera etapa de estilos más clásicos, los escultores Nalda, muchos de ellos todavía no identificados, se lanzaron a la experimentación estética, siempre apoyados por su casa matriz.
Fruto de ello son, entre otras muchas más, un conjunto de figuras que recogen aquella tradición secular de representar la Sagrada Familia. o la Virgen y el Niño y que los escultores de Nalda plasman en porcelana, aplicando las espectaculares técnicas desarrolladas por los ingenieros y químicos de la empresa al fruto de su imaginación más brillante. Tratando de reconstruir el ambiente artístico en que dichas obras nacieron, se presentan las cuatro obras que han llegado a nosotros hasta el momento y, mediante fotografías de las mismas, se busca llevar al lector al goce estético con el que, sin duda, fueron producidas.
Pocas marcas incluyen biscuits en sus catálogos. Además de los cambiantes gustos de sus clientes, los biscuits son necesariamente más caros que las mismas figuras decoradas. Producto "para conocedores", una figura de porcelana "en biscuit" es un objeto elitista para minorías que, salvo en pocos casos, las marcas no son capaces de rentabilizar.
El trabajo estudia los biscuits de un escultor genial, Fulgencio García López, para la marca "Porcelanas REX", de Turís, al oeste de Valencia. Las diez figuras en biscuit localizadas, junto a sus análogas decoradas para poder compararlas, nos muestran una sorprendente iniciativa que la empresa solo pudo soportar, para hacerse una imagen de marca elitista, mientras vendía figuras más sencillas, de "estilo valenciano" o "estilo Lladró" para rentabilizar sus inversiones.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.
Tras terminar sus estudios, marcha becado a la Escuela de Bellas Artes, de París y, de allí, es contratado como escultor en prácticas en la prestigiosa Manufactura de Porcelana de Sèvres. Regresa a España pasando por Porcelanas Bidasoa, de Irún, para recalar unos pocos meses como técnico en Lladró por mediación de Lola Sala.
Comienza su verdadera carrera de escultor en porcelana en 1966, como escultor principal, en la Fábrica de Porcelana y Refractarios Víctor de Nalda, en Almácera (Valencia), donde esculpe numerosas figuras. Permanece en Nalda hasta 1970, año en que funda su propia marca, Porcelanas Inglés, en su pueblo natal de Bétera.
Con abundancia de imágenes de sus obras, el trabajo recorre sus temas e inquietudes, así como sus innovaciones en figuras y muñecas de porcelana. A su través descubrimos un escultor original, creativo y alejado de las corrientes dominantes en la porcelana valenciana de su tiempo.
En 1975, dos jóvenes, Enrique Asunción Gabriel y José Vicente Marco Giner, compran la empresa, la trasladan a unas nuevas ubicaciones, en el polígono industrial de Alboraya, y comienzan una exitosa aventura, que llega a contar con más de 150 trabajadores, y que termina en 1986 con la separación de ambos socios y su continuación en solitario con las marcas "Nadal", ubicada en La Eliana, y "Marco Giner", que se queda en las antiguas instalaciones de Alboraya.
En esos casi 12 años, PAL hace frente a la enorme competencia de un triunfante Lladró y de otras marcas, como REX, que habían surgido a la sombra de su éxito, y consigue vender sus figuras en los cinco continentes.
Caso singular en la porcelana artística valenciana, PAL no sigue la senda marcada por Lladró. Apoyada en los engobes de José Vicente Marco Giner, heredados y renovados de los de Nalda e Inglés y en la escultura de Leoncio Alarcón, PAL sigue un camino propio que le proporcionará un notable éxito.
El trabajo recorre la historia de PAL desde sus orígenes hasta su disolución y, con abundante iconografía, pasa revista a sus hitos más destacados.
Sin embargo, sus posibilidades técnicas y artísticas permanecieron inalteradas. Se requería de un impulso creativo para que su máquina volviera a producir arte. Ese impulso vino de la mano de un emprendedor, Antonio Ten Peris, y de un técnico de Nalda, Enrique Albert Grau, que se lanzaron a producir lápidas funerarias en porcelana artística en 1977.
El camino se reveló, sin embargo, lleno de dificultades. Los altos costes de sus piezas, comparados con las alternativas tradicionales, el mármol y el granito, y el conservadurismo de los representantes de las industria funeraria, hicieron fracasar la empresa en una época en que la Primera Crisis del Petróleo, de 1973, seguía golpeando la economía española.
Con los documentos originales del proceso, se recorren sus precedentes y vicisitudes hasta la definitiva clausura de la iniciativa en 1982
En 1947 su antiguo profesor Vicente Beltrán Grimal le ofrece la posibilidad de trabajar en la sección artística de la "Fábrica de porcelana y refractarios Víctor de Nalda". Allí comienza una espectacular carrera que le lleva a esculpir para Cerámicas Hispania, Lladró, Rex, Quart-5 y otras marcas valencianas, así como para Franklin Porcelain, de Kansas, EEUU.
El trabajo recorre, apoyado en más de cien imágenes, su trayectoria artística y vital hasta su muerte un 19 de abril de 1994. A su través paseamos por la obra de un escultor genial, tanto artística como técnicamente, en un campo, la porcelana artística, en que ambas facetas se han de combinar armónicamente para producir obras perfectas.
Porcelanas Rex nació con vocación de hacer la competencia a Lladró, que en esos años era ya la marca de porcelana que más figuras vendía en el mundo. Para ello contaba con el escultor que más había hecho por crear el "estilo Lladró": Fulgencio García López.
El trabajo, ilustrado con abundantes imágenes, recorre la trayectoria de Rex, sus técnicos y sus artistas desde sus orígenes hasta su desaparición. Esta trayectoria vital ejemplifica a la perfección el complejo mundo que constituía la porcelana valenciana del último cuarto del siglo XX, con más de treinta marcas produciendo figuras.
El trabajo se completa con un breve ensayo historiográfico: "La Historia del tiempo presente", que puede ayudar al lector a comprender las dificultades metodológicas que se presentan al tratar de historiar, basándose en los métodos de la Historia Oral, realidades únicamente documentadas en los testimonios de protagonistas que todavía se encuentran entre nosotros.
Enrique Asunción recupera una antigua marca de cerámica de su familia en Manises, "Nadal", que había renacido como parte de PAL, e instala su propia fábrica en unas naves de La Eliana. Los Marco Giner, por su parte, permanecen en las instalaciones de PAL, en Alboraya, y emprenden un innovador camino en el ámbito de la decoración en porcelana, impulsado por José Vicente, químico por la Universidad de Valencia.
A lo largo de los años en que se mantiene la empresa: 1986-1997, "Marco Giner" se revela diferente dentro del panorama valenciano, tanto por los muchos escultores que colaboraron con ella, con sus estilos propios, como por las espectaculares e inusuales decoraciones, muy diferentes del acrisolado "estilo Lladró".
A través de conversaciones con los protagonistas, sus obras y los pocos documentos subsistentes, el estudio traza la trayectoria vital de una marca que introdujo numerosas innovaciones en el mundo de la porcelana artística.
Nalda, una gran empresa de porcelana técnica sita en Almácera, cerca de Valencia, fundada en 1913, comenzó en 1947 a producir espléndidas obras de arte en porcelana. Tras una primera etapa de estilos más clásicos, los escultores Nalda, muchos de ellos todavía no identificados, se lanzaron a la experimentación estética, siempre apoyados por su casa matriz.
Fruto de ello son, entre otras muchas más, un conjunto de figuras que recogen aquella tradición secular de representar la Sagrada Familia. o la Virgen y el Niño y que los escultores de Nalda plasman en porcelana, aplicando las espectaculares técnicas desarrolladas por los ingenieros y químicos de la empresa al fruto de su imaginación más brillante. Tratando de reconstruir el ambiente artístico en que dichas obras nacieron, se presentan las cuatro obras que han llegado a nosotros hasta el momento y, mediante fotografías de las mismas, se busca llevar al lector al goce estético con el que, sin duda, fueron producidas.
Pocas marcas incluyen biscuits en sus catálogos. Además de los cambiantes gustos de sus clientes, los biscuits son necesariamente más caros que las mismas figuras decoradas. Producto "para conocedores", una figura de porcelana "en biscuit" es un objeto elitista para minorías que, salvo en pocos casos, las marcas no son capaces de rentabilizar.
El trabajo estudia los biscuits de un escultor genial, Fulgencio García López, para la marca "Porcelanas REX", de Turís, al oeste de Valencia. Las diez figuras en biscuit localizadas, junto a sus análogas decoradas para poder compararlas, nos muestran una sorprendente iniciativa que la empresa solo pudo soportar, para hacerse una imagen de marca elitista, mientras vendía figuras más sencillas, de "estilo valenciano" o "estilo Lladró" para rentabilizar sus inversiones.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.
Tras terminar sus estudios, marcha becado a la Escuela de Bellas Artes, de París y, de allí, es contratado como escultor en prácticas en la prestigiosa Manufactura de Porcelana de Sèvres. Regresa a España pasando por Porcelanas Bidasoa, de Irún, para recalar unos pocos meses como técnico en Lladró por mediación de Lola Sala.
Comienza su verdadera carrera de escultor en porcelana en 1966, como escultor principal, en la Fábrica de Porcelana y Refractarios Víctor de Nalda, en Almácera (Valencia), donde esculpe numerosas figuras. Permanece en Nalda hasta 1970, año en que funda su propia marca, Porcelanas Inglés, en su pueblo natal de Bétera.
Con abundancia de imágenes de sus obras, el trabajo recorre sus temas e inquietudes, así como sus innovaciones en figuras y muñecas de porcelana. A su través descubrimos un escultor original, creativo y alejado de las corrientes dominantes en la porcelana valenciana de su tiempo.
En 1975, dos jóvenes, Enrique Asunción Gabriel y José Vicente Marco Giner, compran la empresa, la trasladan a unas nuevas ubicaciones, en el polígono industrial de Alboraya, y comienzan una exitosa aventura, que llega a contar con más de 150 trabajadores, y que termina en 1986 con la separación de ambos socios y su continuación en solitario con las marcas "Nadal", ubicada en La Eliana, y "Marco Giner", que se queda en las antiguas instalaciones de Alboraya.
En esos casi 12 años, PAL hace frente a la enorme competencia de un triunfante Lladró y de otras marcas, como REX, que habían surgido a la sombra de su éxito, y consigue vender sus figuras en los cinco continentes.
Caso singular en la porcelana artística valenciana, PAL no sigue la senda marcada por Lladró. Apoyada en los engobes de José Vicente Marco Giner, heredados y renovados de los de Nalda e Inglés y en la escultura de Leoncio Alarcón, PAL sigue un camino propio que le proporcionará un notable éxito.
El trabajo recorre la historia de PAL desde sus orígenes hasta su disolución y, con abundante iconografía, pasa revista a sus hitos más destacados.
Sin embargo, sus posibilidades técnicas y artísticas permanecieron inalteradas. Se requería de un impulso creativo para que su máquina volviera a producir arte. Ese impulso vino de la mano de un emprendedor, Antonio Ten Peris, y de un técnico de Nalda, Enrique Albert Grau, que se lanzaron a producir lápidas funerarias en porcelana artística en 1977.
El camino se reveló, sin embargo, lleno de dificultades. Los altos costes de sus piezas, comparados con las alternativas tradicionales, el mármol y el granito, y el conservadurismo de los representantes de las industria funeraria, hicieron fracasar la empresa en una época en que la Primera Crisis del Petróleo, de 1973, seguía golpeando la economía española.
Con los documentos originales del proceso, se recorren sus precedentes y vicisitudes hasta la definitiva clausura de la iniciativa en 1982
En 1947 su antiguo profesor Vicente Beltrán Grimal le ofrece la posibilidad de trabajar en la sección artística de la "Fábrica de porcelana y refractarios Víctor de Nalda". Allí comienza una espectacular carrera que le lleva a esculpir para Cerámicas Hispania, Lladró, Rex, Quart-5 y otras marcas valencianas, así como para Franklin Porcelain, de Kansas, EEUU.
El trabajo recorre, apoyado en más de cien imágenes, su trayectoria artística y vital hasta su muerte un 19 de abril de 1994. A su través paseamos por la obra de un escultor genial, tanto artística como técnicamente, en un campo, la porcelana artística, en que ambas facetas se han de combinar armónicamente para producir obras perfectas.
Porcelanas Rex nació con vocación de hacer la competencia a Lladró, que en esos años era ya la marca de porcelana que más figuras vendía en el mundo. Para ello contaba con el escultor que más había hecho por crear el "estilo Lladró": Fulgencio García López.
El trabajo, ilustrado con abundantes imágenes, recorre la trayectoria de Rex, sus técnicos y sus artistas desde sus orígenes hasta su desaparición. Esta trayectoria vital ejemplifica a la perfección el complejo mundo que constituía la porcelana valenciana del último cuarto del siglo XX, con más de treinta marcas produciendo figuras.
El trabajo se completa con un breve ensayo historiográfico: "La Historia del tiempo presente", que puede ayudar al lector a comprender las dificultades metodológicas que se presentan al tratar de historiar, basándose en los métodos de la Historia Oral, realidades únicamente documentadas en los testimonios de protagonistas que todavía se encuentran entre nosotros.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.
Un engobe no es más, ni menos, que una barbotiba o pasta líquida de porcelana, a la que se han añadido arcillas coloreadas especiales y otros productos para controlar su comportamiento en el horno de cocción.
El estudio divide la trayectoria artística de la porcelana Nalda en tres periodos, e identifica especialmente el segundo, entre 1958, o 1959, y 1966, como el del esplendor de los engobes Nalda como técnica de decoración.
A través de numerosas imágenes, que prácticamente agotan la producción de la marca en este periodo, se pueden seguir las corrientes artísticas que agitaban a los osados escultores y pintores de Nalda en los años 50 y 60 del siglo XX y en el difícil contexto de la España de la época, en busca de una excelencia que los cielos, en ocasiones, llegaron a concederles.