Theology

This essay examines the importance of some aspects of Wittgenstein's post-Tractatus work in the realm of discussions on the nature of logic. The first part considers a relationship between certain conceptions of language and certain positions on the nature of logical laws and logical pluralism. Supposing the rejection of mentalism in the field of meaning leads to a rejection of psychologism, it presents some alternatives different from psychologism, based on non mentalistic theories of meaning. One is the Platonistic Fregean approach to language and logic, the other is Carnap's formalist view on both topics. The second part concentrates on Wittgenstein's non mentalistic and non Platonistic proposals about language and his defense of the logical pluralism proposed by psychologists. It compares two periods on Wittgenstein's work after Tractatus-the periods of 'calculus conception' and 'languange games conception'-and it shows how characteristic notions of Wittgenstein's later conception of language, like 'use', 'language games', and 'forms of life', work on the characterization of logic and specially on the kind of logical pluralism that the author seems to defend in his last period. In doing so, this essay offers an approach to some of the author's considerations about contradictions and the possibility of the existence of a calculus that includes them. This approach emphasizes on the idea of applicability (or use of a linguistic expression) introduced by the author in some of his last works, and in some examples of functional contradictions that can help to understand and complement that idea. He [Frege] asks: What should we say if we found people who made judgments contrary to our logical propositions? What should we say if we found people who did not recognize our laws a priori but arrived at them by a lengthy process of induction? Or if we even found people who did not recognize our laws of logic at all and who made logical propositions opposite to ours? He says " I should say 'Here we have a new kind of madness'-whereas the psychological logician could only say 'Here's a new kind of logic' ". This is queer. We wouldn't call a man mad who denied the law of contradiction-or would we? (Wittgenstein 1939, p. 202) 1 Mentalism, Psychologism and Some Alternatives Logical psychologism is, in general terms, a philosophical tendency or a theory of logic that establishes a very close relationship between logic and psychology. Mohanty (1982), in his book Husserl and Frege distinguishes between a weak and a strong psychologism.

En este escrito, 1) hago una presentación del tipo de análisis conceptual que hace Wittgenstein en algunas obras posteriores al Tractaus; me refiero, específicamente, a una cierta manera de proceder que consiste en la descripción de los diferentes usos de un concepto, y que tiene como fin arrojar luz sobre las condiciones de funcionamiento de nuestro lenguaje para,
así, llegar a la solución de un determinado problema filosófico. 2) Examino algunos pasajes de las Investigaciones en los que que Wittgenstein analiza conceptos psicológicos y señalo lo que considero son algunas fallas de las interpretaciones naturalistas, externalistas y mentalistas de esos pasajes. 3)
Presento una interpretación de la perspectiva de Wittgenstein en torno al problema de la existencia y naturaleza de los estados y procesos psicológicos, que tiene en cuenta, tanto el tipo de análisis que Wittgenstein hace, como algunas afirmaciones suyas extraídas de las Investigaciones y de Los
Cuadernos Azul y Marrón.

Este escrito constituye una propuesta de lectura de algunos textos bíblicos desde la perspectiva de un cierto tipo de análisis filosófico. En cierto modo, este tipo de análisis podría catalogarse como lógico, dado que lo que me interesa hacer aquí no es una exégesis de dichos textos, sino seguir a partir de ellos el problema de cómo enfrentar lógicamente las contradicciones y examinar las consecuencias que esto tendría en relación con el asunto de la racionalidad.

Resumo: Neste artigo, examino uma idéia de filosofia entendida como atividade terapêutica de duas perspectivas diferentes: a perspectiva do Sócrates dos chamados diálogos aporéticos de Platão, e a do Wittgenstein das Investigações Filosóficas. Tento mostrar que, numa certa opção inter-pretativa, as propostas de ambos os filósofos podem ser vistas como processos diferentes cujo objetivo final é a luta contra o dogmatismo na procura duma vida melhor, e cujo desenvolvimento exige uma espécie de conversão, não teórica, mas de atitude, na qual as personagens submetidas a terapia devem estar dispostas a uma mudança significativa na maneira como enfrentam as contradições envolvidas no seu pensamento e, ainda, na sua forma de vida. Palavras-chave: Terapia. Filosofia. Terapia filosófica. Psicologia.

En este trabajo me interesa examinar la idea de Kierkegaard de que el cristianismo no es una doctrina, no es una cuestión de saber acerca de Cristo, lo cual correspondería más al ámbito de la razón y a lo que se conoce como cristiandad, sino una cuestión de creer en él, lo que correspondería más al ámbito de la fe. Para ello, comienzo examinando la distinción que Kierkegaard establece entre contradicción y paradoja, referida específicamente al caso de la encarnación de Cristo. Intento sostener que, en el contexto del autor, puede entenderse la contradicción simpliciter como una afirmación en la que se atribuyen características opuestas a un mismo individuo, por ejemplo, la afirmación de que Cristo es humano y divino al mismo tiempo, frente a la cual la razón queda paralizada y trata de encontrarle una solución escogiendo uno de los dos lados de la oposición; y la paradoja como la misma contradicción, pero aceptada en sus términos por medio de la fe.
En un segundo momento, presento los dos supuestos lógicos que, creo, subyacen a esta idea de un paso de la contradicción simpliciter a la paradoja, de la razón a la fe. Estos dos supuestos son (1) la idea de que la lógica no puede aceptar contradicciones y (2) la idea de que la razón, que estaría en una estrecha relación con la lógica, tampoco puede hacerlo. De lo que se deriva que todo aquello que implique la aceptación de una contradicción está por fuera de la razón. La hipótesis que guía mi investigación a este respecto es que serían estos dos supuestos los que llevarían a Kierkegaard a abandonar la perspectiva intelectual y a hacer un tratamiento puramente existencial de la figura de Cristo.
Siguiendo esta línea, en un tercer momento pretendo argumentar que el salto que propone el autor desde la razón a la fe, en lo relativo a la figura de Jesús, puede ser leído como un salto lógico que puede entenderse de dos maneras: o bien como un salto desde la lógica a un terreno por fuera de ella, o bien como un salto dentro de la lógica, desde una lógica clásica a una lógica paraconsistente.
En un cuarto momento, hago un no tan breve excurso por la idea de Kierkegaard de que la fe tiene un carácter no doctrinal, sino existencial. Presento una interpretación según la cual la relación entre fe y existencia podría entenderse en términos de lo que Robert Audi llama una fe actitudinal, pero que desde una perspectiva un tanto diferente a la suya, se describiría como un actuar según una creencia (entendida como una actitud cognitiva). Intento mostrar la pertinencia de esta interpretación en relación con otras ideas de Kierkegaard y señalo algunos problemas que se derivarían de ella.
Finalmente, tomando como base las tesis antes desarrolladas, vuelvo sobre la idea de que el cristianismo no es una cuestión de razón sino de fe, con el fin de examinar distintas maneras en que podría entenderse la relación razón y fe, no solo en el contexto de Kierkegaard, sino también por fuera y más allá de él.
En este recorrido tengo en cuenta específicamente algunos pasajes de los libros Migajas filosóficas (2007 [1844]), el Post scriptum (2010 [1846]) y Ejercitación del cristianismo (2009 [1850]), en los que el autor trata con profundidad temas como la distinción entre cristianismo y cristiandad, la paradoja, la imposibilidad de una lógica de la contradicción, la importancia de la interiorización para el verdadero cristiano, la distinción entre admirar e imitar, entre otros.

In this chapter, I want to read particular biblical cases as a means for examining two philosophical problems; namely, how to deal logically with contradictions and the consequences that follow from the alternatives examined regarding the notion of rationality. Considering a perspective according to which rationality is closely connected to a certain idea of logicity, my aim is to show that, on the one hand, in the story of Susanna and the Elders, Daniel’s belief in Susanna’s chastity can be understood as supported by a reasoning that is grounded on classical logic and thus fits perfectly into the classical model of rationality. The narrations of Jesus’s resurrection on the other hand would require a different approach both to contradictions and to the relationship between contradictions and rationality. Otherwise, there is a risk of either shaking up important parts of the Christian creed—such as the idea that God has a salvific plan that is made possible precisely by the resurrection of Jesus—or accepting that believing in the resurrection is irrational. It is worthy to take into account that, for fideists, accepting a religious belief as irrational is no problem because they hold that religious beliefs are a question of faith, and faith is either independent of or adversarial toward reason in the sense that it is not founded, nor can it be founded, on arguments. Something different happens with those who adhere to more rationalistic traditions like natural theology, which attempts to give a rational support to the belief of the existence of God. The Christian believer to which I refer in this work stands on the latter, more rationalistic side. With regard to the rationality of the belief in the resurrection, I contend that in order to be considered rational, one who believes in the resurrection could support that belief with a reasoning grounded on some form of paraconsistent logic. I focus here on da Costa’s C1 system and on the LFI1 system of Carnielli, Marcos and de Amo, but other paraconsistent systems could also be used. In the last section of the chapter, I present some problems that emerge when a perspective like the one proposed here is adopted.

My aim in this work is to defend the plausibility of a dialetheist approach to one of the dogmas of Christianity, the doctrine of the incarnation. I defend the idea that the doctrine of the incarnation - the theory that Jesus Christ, the second person of the Trinity, is truly divine and truly human - is indeed a contradictory or dialetheist theory and that, however, there is no problem in accepting such a contradiction. In order to do that, I respond to two objections to this idea. The first is the logical absurd objection, which says that in the event the doctrine of the incarnation was contradictory, it would be illogical or it would be possible to draw absurd conclusions from it. My response to this objection is based on Jc Beall’s work on a contradictory Christology. The second is the epistemological absurd objection, which says that, in the event the doctrine of the incarnation was contradictory, it would be irrational. In my response to this objection, I discuss James Anderson’s theory of the rationality of paradoxical doctrines. I oppose to Anderson’s idea that the doctrine of the incarnation is rational because it is merely apparently contradictory and defend the idea that this doctrine can be rational being genuinely contradictory.

From the point of view of all religions, mystical experience, like other types of experience, has a cognitive value. It allows one to say what is true and what is not true about the ultimate reality, which, in principle, allows one to decide, between diverse religious belief systems, which one is true. However, the variety and contradictoriness of that experience seems to negate its cognitive value. If the mystical experience of different individuals is so varied to the point of being contradictory, it seems that we cannot say anything about what the ultimate reality is really like, and, with this, we cannot say which religious belief system is “the” true one. My proposal in this paper is to show that the diversity and contradictoriness of mystical experience is not a problem for its objectivity because ultimate reality could be both one and contradictory.

En este escrito, 1) hago una presentación del tipo de análisis conceptual quehace Wittgenstein en algunas obras posteriores al Tractaus; me refiero,específicamente, a una cierta manera de proceder que consiste en ladescripción de los diferentes usos de un concepto, y que tiene como finarrojar luz sobre las condiciones de funcionamiento de nuestro lenguaje para,así, llegar a la solución de un determinado problema filosófico. 2) Examinoalgunos pasajes de las Investigaciones en los que que Wittgenstein analizaconceptos psicológicos y señalo lo que considero son algunas fallas de lasinterpretaciones naturalistas, externalistas y mentalistas de esos pasajes. 3)Presento una interpretación de la perspectiva de Wittgenstein en torno alproblema de la existencia y naturaleza de los estados y procesos psicológicos,que tiene en cuenta, tanto el tipo de análisis que Wittgenstein hace, comoalgunas afirmaciones suyas extraídas de las Investigaciones y de LosCuadernos Azul y Marrón.

My aim in this work is to defend the plausibility of a dialetheist approach to one of the dogmas of Christianity, the doctrine of the incarnation. I defend the idea that the doctrine of the incarnation - the theory that Jesus Christ, the second person of the Trinity, is truly divine and truly human - is indeed a contradictory or dialetheist theory and that, however, there is no problem in accepting such a fact. In order to do that, I respond to two objections to this idea. The first is the logical absurd objection, which says that in the event the doctrine of the incarnation was contradictory, it would be illogical or it would be possible to draw absurd conclusions from it. My response to this objection is based on Jc Beall’s work on a contradictory Christology. The second is the epistemological absurd objection, which says that in the event the doctrine of the incarnation was contradictory, it would be irrational. In my response to this objection, I discuss James Anderson’s theory of the rationality of paradoxical doctrines. I oppose Anderson’s idea that the doctrine of the incarnation can be rational because it is merely apparently contradictory and defend the idea that this doctrine can be rational by being genuinely contradictory.

En este trabajo examino las maneras contrapuestas como Bertrand Russell, en varios de sus escritos, y Hegel, en la Fenomenología del espíritu, entienden los llamados deícticos. Intento mostrar que Russell, aun conociendo bien la obra de Hegel, no responde a la propuesta de este último, sino que adopta una posición que lo mantiene atrapado en lo que, desde un punto de vista hegeliano, podría denominarse el autoengaño de la certeza sensible. Al final, sugiero que las diferencias entre Hegel y Russell, a propósito de los deícticos, pueden deberse al 

In this paper, I respond to what I have called an epistemological objection to a dialetheist approach to the doctrine of the Incarnation, of which one example is Beall’s contradictory Christ. I discuss Anderson's book Paradox in Christian Theology, in which the author claims to account for the rationality of the doctrine of the Incarnation as a merely apparently contradictory doctrine, and I present my model, based on Anderson’s model, according to which the doctrine has the possibility to be rational by understanding it as genuinely contradictory. I show that this model fits perfectly well with the criteria that, according to Anderson, any model for the rationality of a paradoxical doctrine should meet. Beall does not address the problem of the rationality of the doctrine in his works about the contradictory Christ, and he asserts that he is not interested in it. However, I think that if he wants to make his theory more robust, less suspicious, and more convincing for theologians, philosophers, and ordinary people, he should consider this problem.

El objetivo de este ensayo es analizar y tratar de responder a las críticas que John Searle adelanta en contra de la tesis quineana de la indeterminación de la traducción. Trataré de mostrar que dichas críticas dejan de lado un aspecto de la filosofía de Quine que es de vital importancia a la hora de entender la manera como el autor aborda el problema de las significaciones. Mi interés es mostrar que la teoría del lenguaje de Quine, y sus objeciones a la noción tradicional de significado, tienen origen en una visión naturalista del conocimiento, cuya característica más relevante es su componente pragmático

En este trabajo, propongo una lectura dialetheista de la doctrina de la Encarnación, que dice que Jesucristo es divino y humano al mismo tiempo. La lectura dialetheista, de acuerdo con la cual la doctrina no es una contradicción meramente aparente sino genuina, podría enfrentar dos objeciones. Una lógica, que en realidad son dos, la objeción de la ilogicidad y la del absurdo lógico, y otra epistemológica. En mi libro doy respuesta a estas objeciones. Me baso para ello en autores como Graham Priest, Jc Beall y James Anderson.

En este trabajo examino las maneras contrapuestas como Bertrand Russell, en varios de sus escritos, y Hegel, en la Fenomenología del espíritu, entienden los llamados deícticos. Intento mostrar que Russell, aun conociendo bien la obra de Hegel, no responde a la propuesta de este último, sino que adopta una posición que lo mantiene atrapado en lo que, desde un punto de vista hegeliano, podría denominarse el autoengaño de la certeza sensible. Al final, sugiero que las diferencias entre Hegel y Russell, a propósito de los deícticos, pueden deberse al hecho de que ambos adoptan ontologías que se excluyen la una a la otra.

In this paper, I respond to what I have called an epistemological objection to a dialetheist approach to the doctrine of the Incarnation, of which one example is Beall's contradictory Christ. I discuss Anderson's book Paradox in Christian theology, in which the author claims to account for the rationality of the doctrine of the Incarnation as a merely apparently contradictory doctrine, and I present my model, based on Anderson's model, according to which the doctrine has the possibility to be rational by understanding it as genuinely contradictory. I show that this model fits perfectly well with the criteria that, according to Anderson, any model for the rationality of a paradoxical doctrine should meet. Beall does not address the problem of the rationality of the doctrine in his works about the contradictory Christ, and he asserts that he is not interested in it. However, I think that if he wants to make his theory more robust, less suspicious, and more convincing for theologians, philosophers, and ordinary people, he should consider this problem.

Resumen En el ámbito de la situación presente de crisis de lo humano, así como de la efusión actual del fenómeno místico, esta reflexión se aproxima a la experiencia mística contemporánea a través de uno de sus testigos: Etty Hillesum. El acercamiento a la trama narrativa de su diario hizo posible que el decir del ser, el decir sobre lo hu-mano en la experiencia mística se abriera paso a través de un ejercicio hermenéutico existencial con la mediación del relato. El asunto central consistió en buscar en la experiencia mística la raíz y expresiones de su fuerza humanizadora. En este senti-do, a partir de una aproximación a 'lo humano' desde las categorías: interioridad, actitud teologal y alteridad, la reflexión abrió el paso a la consideración sobre la experiencia mística y su conexión con 'lo humano' que busca humanidad. Asunto éste que hizo posible plantear algunas perspectivas que contribuyan a explicitar el potencial humanizador de la Experiencia Mística hoy. Palabras clave: Experiencia mística, condición humana, Etty Hillesum. Abstract In the ambit of the present situation of the crisis of the 'human', as well as of the current outpour-ing of the mystic phenomenon, this reflection approaches contemporary mystical experience by one of its witnesses: Etty Hillesum. The approach to the narrative of her diary made it possible to say of the " being " , which is to say about the human in the mystical experience would open a way through a hermeneutic existential exercise with the mediation of the story. The main issue consisted of searching in the mystical experience, the root and expressions of its humanizing force. In this sense, from an approximation to the 'human' from the categories: interiority, theological attitude and otherness, the reflection opened the way for consideration on the mystical experience and its connection with the 'human' which seeks its humanity. This matter which made it possible to set out some perspectives that contribute to make explicit the humanizing potential of the Mystical Experience today.