Papers by Vladimir García Radilla

Burroughs y su heroína, 2025
Lo que en psicoanálisis Freud llama el proceso primario, es semejante a lo que señala Burroughs c... more Lo que en psicoanálisis Freud llama el proceso primario, es semejante a lo que señala Burroughs como yuxtaposición de escenas, de imágenes, de palabras; es esto lo que puede permitirle a él crear nuevos sentidos para eso que quiere decir… incluso, borrar el sentido, puesto que no quiere entretener, ni crear un relato, mucho menos divertir. Burroughs va a la intimidación. A producir el horror de lo que habita en el ser humano.
¿Qué es lo que nos orienta para leer un lapsus, un acto fallido; es decir, las formaciones del inconsciente, lo que ellas muestran? Se podría decir, el sentido de ellas, no como significado, sino la dirección que en su curso sigue. Diríamos que se pueden leer por la secuencia en la que están inscritas, lo que sigue a la irrupción de lo inconsciente; el sueño –en psicoanálisis– no es lo que transcurre durante el dormir, sino lo que se cuenta al otro día para alguien. El chiste no tiene chiste sino a partir del efecto que produce en el otro y de lo que el otro puede decir de eso. Si lo vemos en ese sentido, para Burroughs, lo escrito, seguramente, cuando lo retoma, le da otra perspectiva.
Es lo que le pasa con Queer, cuando dice que aún treinta y tres años después, que tenía que escribir un prólogo para ese texto, se horroriza al leerlo. ¿Qué hay ahí? ¿Qué está implicado de él mismo en ese escrito –vale llamarlo así– donde no se reconoce y se siente estremecido y, sin embargo, sabe que es suyo? Serge André utiliza un término, extranjeado, –así está traducido–, y con ello quiere significar la sensación de haberse hecho extraño para sí mismo, extranjero de sí, con esa escritura. Entonces, dice él, es algo que el análisis no le había dado y no podía darle. Lo encuentra en la escritura; es el momento de creación de algo nuevo que a él, incluso, lo «cura» del cáncer. Y eso tiene que ver con la escritura. Tengo la impresión de que lo que ocurre con Burroughs es muy semejante.
Adicción y toxicomanías. Consideraciones preliminares, 2020
Fragmento del tercer capítulo del libro Adicción y toxicomanías. Consideraciones preliminares
Adicción y toxicomanías. Consideraciones preliminares, 2020
Breve resumen del libro Adicción y toxicomanías. Consideraciones preliminares, editado en 2020
Adicción y Toxicomanías, 2020
Se trata del prólogo al estudio de Vladimir García Radilla publicado por Ediciones Trinchera en e... more Se trata del prólogo al estudio de Vladimir García Radilla publicado por Ediciones Trinchera en el 2020: Adicción y Toxicomanías.

¿Qué es aprender? El hombre aprende en la medida en que su hacer y dejar hacer lo hace correspond... more ¿Qué es aprender? El hombre aprende en la medida en que su hacer y dejar hacer lo hace corresponder con aquello que, en lo esencial, le es exhortado en lo esencial. A pensar aprendemos cuando atendemos a aquello que da que pensar. Martin Heidegger. El tema de la educación en nuestro país, se encuentra desde hace algunos años, en medio de una fuerte crítica al magisterio, crítica no siempre bien fundada y promovida principalmente por la televisión con fines que no son los de mejorar el sistema educativo ni el nivel cultural de los niños y jóvenes mexicanos; si así fuese, esas empresas comenzarían por revisar su programación televisiva. Entre el común de los televidentes, queda la impresión de profesores despreocupados de la educación y movilizados por conservar ciertos privilegios. Cierto que la seguridad laboral, en el contexto actual, resulta un privilegio al que sin embargo todo trabajador aspira. No obstante, en la lógica del mercado, lo que cabe es desechar lo que no le es funcional, lo que no es eficiente. Y esta palabra no parece ser una mala palabra, si se trata de instrumentos o herramientas, lo que se busca es justo que sirvan para lo que han sido creadas; la pregunta es si ese mismo criterio puede ser empleado con los seres humanos. Cuando en el modelo actual se habla de una educación para la vida, no se establece con claridad qué es lo que se está queriendo decir con vida, qué significa vivir. Las herramientas y los instrumentos no tienen vida, son útiles y cuando se emplean

La época contemporánea se halla marcada por lo que se ha llamado con Lyotard la condición posmode... more La época contemporánea se halla marcada por lo que se ha llamado con Lyotard la condición posmoderna. En ella, predomina un pragmatismo que incide en la reducción del horizonte del deseo, a través de la banalización del ideal; Gerard Pommier caracteriza así a lo posmoderno de nuestra época: los posmodernos no luchan, van en un tren cuya locomotora no tiene conductor. En nuestra cultura, las acciones cotidianas de los sujetos están orientadas por lo práctico de una elección. Entre la escuela y la profesión, la salud y la diversión, lo que cuenta es su utilidad o inutilidad. Es este un criterio según el cual todo puede ser igualmente válido si sirve para algo.
En ese “ambiente” circula un discurso de corte hedonista que promueve la idea del bienestar permanente, apoyado en el discurso sobre la salud mental. Tal discurso tiene incidencia en la subjetividad, en su estructuración, como reverso del discurso del bien-estar engendra la locura tóxica. La toxicomanía cumple una función de estabilización de la estructura subjetiva.
Esta función hace irreductible e imposible una terapéutica de las toxicomanías, no obstante, es tarea de los profesionales del campo Psi encontrar las posibilidades de cada caso para una intervención.

Por debajo de la humanización de las penas, lo que se encuentra son todas esas reglas que autoriz... more Por debajo de la humanización de las penas, lo que se encuentra son todas esas reglas que autorizan, mejor dicho, que exigen la "suavidad", como una economía calculada del poder de castigar. Pero piden también un desplazamiento en el punto de aplicación de este poder: que no sea ya el cuerpo, con el juego ritual de los sufrimientos extremados, de las marcas suplicios en el ritual de los suplicios; que sea el espíritu o más bien un juego de representaciones y de signos circulando con discreción pero necesidad y evidencia en el ánimo de todos. (V. C.:105) El panóptico, como nos lo ha hecho notar Foucault, es la expresión más acabada de una técnica eficiente del poder. Es suficiente con aparentar que hay vigilancia para provocar un efecto disciplinario. Esa serie de signos referidos en nuestro epífgrafe, que se articulan desde la doxa y hasta la ciencia y que circulan entre los sujetos, constituyen el discurso, la justificación de que las cosas son como son; la disciplina prevaleciente en los ámbitos de la cotidianidad a través de la familia, la escuela, los mass media… Foucault nos propone, en Vigilar y castigar, un seguimiento del crimen y su castigo para mostrar la sutileza de las actuales técnicas del poder. No es el estudio del crimen desde los inicios de la humanidad, es la historización de una cierta transformación en el castigo a los crímenes, y elije como punto de partida para ello a su extrema expresión: el suplicio. Con El nacimiento de la prisión, Foucault hace énfasis entonces en esa modificación en la historia del crimen y su castigo, en su transformación de una sanción "vengativa" del soberano, que implicaba de alguna manera el suplicio, hacia una penalidad presuntamente benigna. Las razones de esta modificación, de acuerdo con Foucault, no pueden ser simplemente atribuidas al avance de una visión humanística del criminal en particular y de la sociedad en general, sino, sobre todo, a la búsqueda de una mayor eficacia -que se consiga el mismo efecto, pero con menos recursos--de las técnicas del poder. Tal búsqueda y su eventual éxito, estará patrocinada por el conocimiento científico del hombre. Las ciencias que proporcionan un saber y una técnica operativa sobre el ser humano, no sólo en el cuerpo, otrora protagonista del suplicio, sino particularmente sobre el "alma", nuevo objetivo del control de los cuerpos.
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Papers by Vladimir García Radilla
¿Qué es lo que nos orienta para leer un lapsus, un acto fallido; es decir, las formaciones del inconsciente, lo que ellas muestran? Se podría decir, el sentido de ellas, no como significado, sino la dirección que en su curso sigue. Diríamos que se pueden leer por la secuencia en la que están inscritas, lo que sigue a la irrupción de lo inconsciente; el sueño –en psicoanálisis– no es lo que transcurre durante el dormir, sino lo que se cuenta al otro día para alguien. El chiste no tiene chiste sino a partir del efecto que produce en el otro y de lo que el otro puede decir de eso. Si lo vemos en ese sentido, para Burroughs, lo escrito, seguramente, cuando lo retoma, le da otra perspectiva.
Es lo que le pasa con Queer, cuando dice que aún treinta y tres años después, que tenía que escribir un prólogo para ese texto, se horroriza al leerlo. ¿Qué hay ahí? ¿Qué está implicado de él mismo en ese escrito –vale llamarlo así– donde no se reconoce y se siente estremecido y, sin embargo, sabe que es suyo? Serge André utiliza un término, extranjeado, –así está traducido–, y con ello quiere significar la sensación de haberse hecho extraño para sí mismo, extranjero de sí, con esa escritura. Entonces, dice él, es algo que el análisis no le había dado y no podía darle. Lo encuentra en la escritura; es el momento de creación de algo nuevo que a él, incluso, lo «cura» del cáncer. Y eso tiene que ver con la escritura. Tengo la impresión de que lo que ocurre con Burroughs es muy semejante.
En ese “ambiente” circula un discurso de corte hedonista que promueve la idea del bienestar permanente, apoyado en el discurso sobre la salud mental. Tal discurso tiene incidencia en la subjetividad, en su estructuración, como reverso del discurso del bien-estar engendra la locura tóxica. La toxicomanía cumple una función de estabilización de la estructura subjetiva.
Esta función hace irreductible e imposible una terapéutica de las toxicomanías, no obstante, es tarea de los profesionales del campo Psi encontrar las posibilidades de cada caso para una intervención.
¿Qué es lo que nos orienta para leer un lapsus, un acto fallido; es decir, las formaciones del inconsciente, lo que ellas muestran? Se podría decir, el sentido de ellas, no como significado, sino la dirección que en su curso sigue. Diríamos que se pueden leer por la secuencia en la que están inscritas, lo que sigue a la irrupción de lo inconsciente; el sueño –en psicoanálisis– no es lo que transcurre durante el dormir, sino lo que se cuenta al otro día para alguien. El chiste no tiene chiste sino a partir del efecto que produce en el otro y de lo que el otro puede decir de eso. Si lo vemos en ese sentido, para Burroughs, lo escrito, seguramente, cuando lo retoma, le da otra perspectiva.
Es lo que le pasa con Queer, cuando dice que aún treinta y tres años después, que tenía que escribir un prólogo para ese texto, se horroriza al leerlo. ¿Qué hay ahí? ¿Qué está implicado de él mismo en ese escrito –vale llamarlo así– donde no se reconoce y se siente estremecido y, sin embargo, sabe que es suyo? Serge André utiliza un término, extranjeado, –así está traducido–, y con ello quiere significar la sensación de haberse hecho extraño para sí mismo, extranjero de sí, con esa escritura. Entonces, dice él, es algo que el análisis no le había dado y no podía darle. Lo encuentra en la escritura; es el momento de creación de algo nuevo que a él, incluso, lo «cura» del cáncer. Y eso tiene que ver con la escritura. Tengo la impresión de que lo que ocurre con Burroughs es muy semejante.
En ese “ambiente” circula un discurso de corte hedonista que promueve la idea del bienestar permanente, apoyado en el discurso sobre la salud mental. Tal discurso tiene incidencia en la subjetividad, en su estructuración, como reverso del discurso del bien-estar engendra la locura tóxica. La toxicomanía cumple una función de estabilización de la estructura subjetiva.
Esta función hace irreductible e imposible una terapéutica de las toxicomanías, no obstante, es tarea de los profesionales del campo Psi encontrar las posibilidades de cada caso para una intervención.