
Tonatiuh Lay
Doctor en ciencias sociales por la Universidad de Guadalajara, Profesor-investigador Titular A en el Instituto de Gestión del Conocimiento y Aprendizaje en Ambientes Virtuales. Líneas de investigación: Legislación de medios, sociedad civil, poderes fácticos, redes sociales virtuales y Legislación y políticas públicas para el autismo. Autor del libro “Legislación de medios y poderes fácticos en México 2000-2012” (UDGVirtual, 2012), Coordinador de los libros “Caminando juntos, historias de familias que tienen hijos con autismo” (Ave editorial, 2015) y “Políticas públicas, intervención y tecnología. Enfoques multidisciplinarios de atención a la Condición del Espectro Autista” (Universidad de Guadalajara, 2016). Miembro del Sistema Nacional de investigadores Nivel I. Miembro de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), Capítulo Jalisco. Director de Investigaciones de Iluminemos de Azul, A.C.
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Papers by Tonatiuh Lay
Entendiendo lo anterior no sólo como un compromiso académico sino como una responsabilidad institucional, el objetivo de este libro fue reunir proyectos de investigación de las áreas de gestión cultural y educación, de estudiantes del Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara, y de estudiantes participantes en el Programa Científico de Verano denominado Delfín 2020.
El eje conductor de los capítulos es la inclusión social y la equidad. El trabajo de los textos fueron acompañados por académicos qué fungieron como coautores, respetando el estilo y las ideas generales de expresión de los estudiantes, ya que uno de los objetivos fue que tanto ellas como ellos se iniciarán en la adecuación de proyectos de investigación para convertirlos en textos académicos.
El libro está dividido en cuatro secciones: comunicación, tecnologías, educación y empleo. En la primera sección se desarrollan dos capítulos, el primero sobre el gobierno electrónico y la inclusión social, mientras que el segundo aborda una temática sobre el desarrollo de competencias y habilidades digitales auto-gestionadas entre jóvenes no incluidos en los programas de la Estrategia Digital Nacional. La segunda sección contiene dos capítulos que abordan situaciones de apropiación tecnológica por parte de personas con discapacidad, uno sobre indígenas mapuches del sur de Chile y el último por docentes de educación básica.
La tercera sección contiene tres capítulos dedicados a aspectos educativos el uruguayo Plan Ceibal, procesos de aprendizaje en estudiantes de educación media superior con discapacidad, y la integración de tecnologías de la comunicación en la región tzotzil de los altos de Chiapas. Finalmente, la última sección contiene un capítulo sobre el teletrabajo.
En este libro de aniversario, integrantes de la Amedi Jalisco discuten los temas que han sido observados, analizados y atendidos a lo largo de la última década.
posibilidades de la educación en la cibercultura pueden resumirse en la superación de las brechas digitales: primero con el acceso y posteriormente con las competencias requeridas para acceder a una información plural y veraz, pues a través de esta interacción se pueden tomar óptimas decisiones y, como un fin último, tener una mejor democracia. Por otro lado, después de un tiempo observando fenómenos culturales complejos que ocurren en y por el espacio
virtual, el desafío ahora es volver a reflexionar acerca de aquellos conceptos que daban sentido a las prácticas, y que ahora resultan imprecisos para dar cuenta de esta nueva realidad. Los capítulos que a continuación se presentan en este libro tienen su origen en discusiones académicas, las cuales buscan comprender y explicar dicha transformación cultural a través de cuatro grandes perspectivas: la de los sujetos, las trayectorias educativas, las propuestas didácticas y aquella acerca de la discusión conceptual. La primera constituye una aproximación desde quiénes son impactados por el uso de la tecnología: jóvenes, estudiantes y en general la comunidad educativa. Ellos representan los objetos directos de los verbos: educar, aprender e interactuar, pero también de enseñar, colaborar e imaginar. Se verán aquellas relaciones de afectación que ya no resultan tan claras como lo fueron hace quince o veinte años: la significación compuesta de quién
educa a quién, quién aprende a partir de qué, e incluso, cómo se interactúa al imaginar un qué, comienza a apuntar hacia modelos lejanos de la linealidad tradicional de la fórmula educativa aula-profesor-estudiante. La segunda perspectiva –trayectorias educativas– señala los recorridos de los estudiantes en ambientes virtuales. Es claro que la cultura digital franquea los procesos educativos actuales, aunque es capaz de mostrar regularidades globales. Encuentra un impacto diverso y misceláneo dadas las particularidades y los contextos de actuación especiales de esos sujetos; así la permanencia y el abandono, los usos diferenciados, las formas de “narrar” con que se aprende y la obtención de logros contrastivos son algunos de los intereses privilegiados y más pertinentes en la investigación y en la reflexión temática que aquí se aborda.
De esta manera, el libro está dividido en tres secciones, con un capítulo previo que define qué es el autismo. En la primera sección predomina el interés por describir la política pública en esta materia en nuestro país. La segunda sección se titula Intervención y proyectos, y el tercer apartado aborda tres perspectivas desde las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
En este libro escriben: Araceli Solís, Tonatiuh Lay, Getzabel Gallardo, Maria Elena Anguiano, Iris Villarreal, Eréndira Cuevas, Eduardo Díaz, Clelia Reboredo, Marcel Mathieu, Rafael Morales, Ernesto Reaño y Marilia Baquerizo.
A través de este texto puede entenderse cómo la discusión deja de ser técnica y de sólo referirse al espacio radioeléctrico, a la convergencia tecnológica y a la rectoría del Estado en esta materia, para alcanzar procesos de negociación entre los medios electrónicos de nuestro país, los partidos políticos, el Poder Ejecutivo Federal y el Congreso de la Unión, cuyos objetivos son los intereses de estos grupos por encima de los ciudadanos, afectando directamente a la democracia. Por lo que este libro pretende aportar teóricamente al análisis de los conceptos de poderes fácticos y sociedad civil.
En relación con el ámbito electoral, la negociación de una legislación acorde a los intereses de la televisora más grande de nuestro país, Televisa, la discusión de la iniciativa y su posterior aprobación dan cuenta de los mecanismos utilizados por estos poderes fácticos, que ante la complicidad con propio Gobierno, los grupos de la sociedad civil, pero también los ciudadanos informados, han sido el único frente ante tales acciones. De esta manera, la participación ciudadana ha ido cada día más en aumento, utilizando las herramientas alternativas de comunicación e información. Vemos entonces en este texto, los inicios de la apropiación tecnológica con fines de organización, sobre todo en las plataformas de redes sociales virtuales, en contra de la manipulación de la información de los medios tradicionales y de la opacidad del Estado, convirtiéndose en un antecedente necesario para entender la política en telecomunicaciones y el proceso electoral federal de 2012.
De acuerdo con Marcela Fernández Violante (2001), la efervescencia cinematográfica en los cuarenta y los cincuenta logró consolidar a esta industria como una gran aportadora de divisas “aportando el 4% del PIB, contra el 3.6% que aportaban los ingresos de PEMEX”. Pero del otro lado de la moneda nos encontramos con una producción cinematográfica que no puede sostener la llamada época de oro y que los nuevos directores de cine aprovechan las facilidades de financiamiento del Banco Cinematográfico para hacer películas de mala calidad. En este sentido el Estado pareció mal entender cuál era su papel regulador en la industria cinematográfica y el proyecto de contar con un Estado que apoyara al cine como medio para crear obras no sólo para el entretenimiento sino para ampliar el capital cultural, decayó en las siguientes décadas.
Como las ciencias sociales han demostrado, la importancia de que las leyes sean funcionales y legítimas es crucial para poder fortalecer el Estado de Derecho. Rara vez las sociedades están dispuestas a cumplir y hacer cumplir las leyes si no se parte de la convicción profunda de que las leyes cristalizan, de la mejor manera posible acuerdos sociales amplios.
El uso cotidiano de la tecnología ha venido cambiando algunos comportamientos sociales que reconfiguran la forma de organizar y entender el mundo social, lo cual nos lleva a un debate social y académico que va más allá de los aspectos tecnológicos o comunicacionales, pues aunque entendemos que el uso de todo software y hardware está determinado por sus diseñadores; los usuarios tienen la agencia de apropiarse de la tecnología y generar nuevos usos de acuerdo a sus propios contextos y necesidades específicas.
Así pues, existe una relación dialéctica e interdependiente entre tecnología y cambio cultural, pues en la medida en que se usan nuevas tecnologías se generan nuevas prácticas culturales, las cuales a su vez, al generar nuevas formas de pensamiento, favorecen la apropiación tecnológica para su modificación y adaptación.
El uso cotidiano de la tecnología ha venido cambiando algunos comportamientos sociales que reconfiguran la forma de organizar y entender el mundo social, lo cual nos lleva a un debate social y académico que va más allá de los aspectos tecnológicos o comunicacionales, pues aunque entendemos que el uso de todo software y hardware está determinado por sus diseñadores; los usuarios tienen la agencia de apropiarse de la tecnología y generar nuevos usos de acuerdo a sus propios contextos y necesidades específicas.
Así pues, existe una relación dialéctica e interdependiente entre tecnología y cambio cultural, pues en la medida en que se usan nuevas tecnologías se generan nuevas prácticas culturales, las cuales a su vez, al generar nuevas formas de pensamiento, favorecen la apropiación tecnológica para su modificación y adaptación.
Más allá de las limitaciones y carencias de tecnologías para comunicar- se y acceder a la información y al conocimiento, hay que considerar lo que éstas pueden contribuir a mejores condiciones de vida y convivencia. Puede observarse, por ejemplo, en los casos en que el conocimiento de una sencilla recomendación contra una enfermedad, difundida y conocida masivamente por los medios electrónicos, otorga la posibilidad de salvar miles de vidas, o cuando un campesino se entera por medio de internet de los precios que su producto tiene en el mercado, puede negociar con información más adecuada.
Asimismo, se propicia una ciudadanía más consciente y participativa cuando las personas están enteradas de las acciones gubernamentales; tam- bién mejoran las relaciones familiares y comunitarias, al contar con medios para comunicarse con oportunidad. Por el contrario, quienes carecen de es- tas posibilidades, menos opciones tienen de modi car, para bien, su vida cotidiana.
La hipótesis que buscamos responder es que no basta con tener una plantilla de personal docente y administrativo sensible a la condición del espectro autista ni determinados ajustes razonables en los planes
y programas de estudio, sino que es necesario un nuevo
enfoque formativo, con tiempos y lógicas acordes con las necesidades de estos estudiantes.
Discursiva y normativamente esta posibilidad tiene las puertas abiertas, no así administrativamente, lo cual empuja a este tipo de proyectos a depender de la voluntad política de las autoridades universitarias.
Se describe, de manera resumida, cómo han sido las grandes empresas de telecomunicaciones las que siempre han bloqueado o estado en contra de que tales comunidades lograran el acceso y control a sus propios medios de comunicación. Esta descripción se apoyará en el concepto teórico de Poderes fácticos, y cómo éstos han cooptado las principales comisiones legislativas relacionadas con este tema, incluso aun y cuando la propia Reforma Constitucional en materia de Telecomunicaciones, de 2013, explícitamente menciona este derecho.
implica, implícitamente, el retomar algunos de los elementos y conceptos freirianos, y decimos “implícitamente” porque desde la práctica de aquellos
profesores o planteles educativos que han iniciado en este proceso, el objetivo es salir adelante con estos niños, sin detenerse a pensar un momento en los aportes que pueden realizarse a un modelo de pensamiento.
Los objetivos principales del movimiento estudiantil fueron la democratización de los medios electrónicos de comunicación y la exigencia de cubertura noticiosa objetiva, por ello, en la coyuntura de la creación de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, por un lado aportaron ideas y por otro protestó por el contenido de la propuesta gubernamental que proponía medidas de censura al uso de las TIC para la movilización social y represión a los integrantes de ésta. Aunque ese contenido fue aprobado de la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, queda latente su aplicación.
La intención de la propuesta de esta ponencia es no sólo describir y analizar el objetivo gubernamental de esta censura y represión, sino también discutir el alcance de los conceptos de movimiento social, movilizaciones y protesta, pues estas tecnologías no sólo han consistido en un medio de organización y de convocatoria sincrónico y masivo, sino que ante la tendencia de exclusión social en la mima legislación de medios, las plataformas de redes sociales virtuales se han convertido en medios de comunicación alternativos, lo cual ha influido en contextos como el del movimiento #TodosSomosPolitecnico y la protesta #YoSoy26.
Todos estos sujetos parecen tener en común, principalmente, el sentido ofensivo de sus acciones contra el pueblo y contra el estado de derecho. Sin embargo ¿Se puede catalogar como iguales a una empresa de medios y a un cartel de la droga? Esto demuestra que el término es polisémico. Desde la postura académica se cayó en cuenta que se requería un debate a mayor profundidad del concepto más allá de su uso coloquial, aunque en esta tarea se han encontrado posturas tan diversas como un posible “falso” objeto de estudio, mientras que otras visiones comparten la idea de buscar la unidad conceptual y caracterizar a sus actores. El presente capítulo tiene el objetivo de describir y analizar algunas de estas posturas y los actores que han sido señalados como los antecedentes de los poderes fácticos, para llegar así a la propuesta de unidad conceptual.