Papers by Sandro R D'Onofrio

El argumento de autoridad al interior de la ciencia La determinación de la causa probatoria más a... more El argumento de autoridad al interior de la ciencia La determinación de la causa probatoria más allá de los hechos y de la experiencial factual Dr. Sandro R. D’Onofrio RESUMEN DE PONENCIA La presente ponencia pretende echar luces sobre un problema crucial al interior de la acción jurídica; este se resume en la siguiente pregunta: ¿en qué autoridad podemos confiar para dirimir los conflictos generados por teorías científicas? Como bien se sabe, la carga probatoria de muchos argumentos reside en la explicación causal de las ciencias, en lo que podemos denominar “hechos objetivos” o “experiencias consensuales”. Sin embargo, la existencia de esos hechos es relativamente escasa, pues como bien argumentan muchos filósofos de la ciencia (Brown, Chalmers, etc.), todo hecho lleva detrás una carga teórica que lo determina e identifica como tal. Esta circunstancia puede carecer de importancia dada la consensualidad de los marcos teóricos bajo los cuales se admiten esas experiencias. Empero, nuevamente, no siempre la visión de los científicos o la armonía entre las teorías mentadas es de tal índole que se pueda tener una misma “opinión” de los hechos. El problema se agudiza tanto al caer la clásica separación entre ciencia y no ciencia como con la contrastación de otros “saberes” no tradicionales (aunque populares) frente a la “ciencia oficial”. En resumen, el problema del uso de la ciencia como carga probatoria en la argumentación no se encuentra claramente formulado, pues las dificultades no surgen entre la exposición a los hechos frente a la mera especulación, sino más bien en los límites del saber científico que avala dichos hechos, o –peor aún– al interior de las mismas teorías científicas. Es aquí donde interviene el argumento de autoridad de dos maneras: en un sentido, determinando cuál sería la postura de la comunidad científica dada la discrepancia en la interpretación de los hechos, problema que enfrentaremos desde la teoría de Thomas S. Kuhn, validando la postura de que no existe ningún “tribunal” científico de mayor jerarquía que el de la misma opinión paradigmática de la comunidad, sin por ello caer en el relativismo o el contextualismo arbitrario. En una segunda manera, el argumento de autoridad se impone con o sin las pruebas científicas de una forma generalmente externalista, utilizando la retórica para convencer a los no especialistas tanto de la propia bondad de la postura (la autoridad de la ciencia o el científico expositor) como reforzando la plausibilidad de posturas que no se pueden determinar de manera unívoca u objetiva, “guiando” a los interlocutores a postura probabilísticas, cuyo relativo alcance será de carácter fundamental para que se pueda llegar a una decisión consensual o para rechazar los datos por su limitado carácter justificador. Para esta última parte de la presentación, nos basaremos en los trabajos de Douglas Walton y Patrick Wilson, quienes han explorado el uso del argumento de autoridad en los debates académicos y en el conocimiento trasmitido a través de las aulas.
Revista del Instituto Riva-Agüero, 2019
Santo Tomas de Aquino no puede ser considerado como un simple pensador anclado en la Edad Media, ... more Santo Tomas de Aquino no puede ser considerado como un simple pensador anclado en la Edad Media, cuya filosofía premoderna no conlleva a repercusiones en el pensamiento filosófico actual. Todo lo contrario, un análisis de su postura conceptualista realista representativa nos revela que su doctrina aún puede y debe fortalecer nuestras disquisiciones epistemológicas presentes
Quaestio, 2017
In his explanation of the nature of the being of reason, Fr. Jose de Aguilar, S.J. (1652-1708) pr... more In his explanation of the nature of the being of reason, Fr. Jose de Aguilar, S.J. (1652-1708) presents a notion of «objective concept» which is common to both known real beings and beings of reaso...
Nuestro trabajo consiste en un análisis textual desde los presupuestos hermenéuticos de la unidad... more Nuestro trabajo consiste en un análisis textual desde los presupuestos hermenéuticos de la unidad y la coherencia del pensamiento aristotélico sobre el alma y dios. Para tal fin se investigará, en primer lugar, cómo es que se habla del intelecto a lo largo del De anima, y si se menciona su separación; luego, en una segunda parte, se analizará la concepción de alma, según se presenta en el texto, en vista al problema del intelecto o alma humana; aquí mismo desarrollaremos la doble concepción de acto-potencia que Aristóteles desarrolla para aclarar lo que es el alma. En un tercer capítulo se verá en forma detallada cuál es la concepción del intelecto agente y cómo actúa este, a base de las metáforas del capítulo III.5; por último, analizaremos la concepción de dios según el libro doce de la metafísica y la relación que existe entre dios y el intelecto humano.Tesi

<jats:p>The classical unresolved problem of the active intellect, raised by Aristotle in De... more <jats:p>The classical unresolved problem of the active intellect, raised by Aristotle in De Anima III.5, has received several interpretations in the history of philosophy. In this paper, I will recover the old hypotheses according to which the active intellect is the god of Aristotle's metaphysics. I propose that if the active intellect is god, it is not an efficient cause but the final cause of human thought-the entelecheia of the human rational soul. Nevertheless, the problem of the active intellect is insoluble simply because we do not count with all the elements required to obtain a sound solution. Yet it can be attenuated by an approach that renders much more coherence to De Anima III.5 than other attempts. To this end, I will (1) analyse the classical conception of Aristotle's two intellects, (2) work on the explanation par excellence of the active intellect, the metaphor of light, distinguishing the double conception of potency and act that may be found in it, and (3) analyse the concept of entelecheia as the process by which the active intellect actualizes intelligibles in the sense of the final cause.</jats:p>
Revista del Instituto Riva-Agüero PUCP, 2020
Santo Tomas de Aquino no puede ser considerado como un
simple pensador anclado en la Edad Media, ... more Santo Tomas de Aquino no puede ser considerado como un
simple pensador anclado en la Edad Media, cuya filosofía
premoderna no conlleva a repercusiones en el pensamiento
filosófico actual. Todo lo contrario, un análisis de su postura
conceptualista realista representativa nos revela que su
doctrina aún puede y debe fortalecer nuestras disquisiciones
epistemológicas presentes.
En este artículo pretendemos argumentar, en contraposición con una visión lógico

El argumento de autoridad al interior de la ciencia
La determinación de la causa probatoria más ... more El argumento de autoridad al interior de la ciencia
La determinación de la causa probatoria más allá de los hechos y de la experiencial factual
Dr. Sandro R. D’Onofrio
RESUMEN DE PONENCIA
La presente ponencia pretende echar luces sobre un problema crucial al interior de la acción jurídica; este se resume en la siguiente pregunta: ¿en qué autoridad podemos confiar para dirimir los conflictos generados por teorías científicas?
Como bien se sabe, la carga probatoria de muchos argumentos reside en la explicación causal de las ciencias, en lo que podemos denominar “hechos objetivos” o “experiencias consensuales”. Sin embargo, la existencia de esos hechos es relativamente escasa, pues como bien argumentan muchos filósofos de la ciencia (Brown, Chalmers, etc.), todo hecho lleva detrás una carga teórica que lo determina e identifica como tal. Esta circunstancia puede carecer de importancia dada la consensualidad de los marcos teóricos bajo los cuales se admiten esas experiencias. Empero, nuevamente, no siempre la visión de los científicos o la armonía entre las teorías mentadas es de tal índole que se pueda tener una misma “opinión” de los hechos.
El problema se agudiza tanto al caer la clásica separación entre ciencia y no ciencia como con la contrastación de otros “saberes” no tradicionales (aunque populares) frente a la “ciencia oficial”. En resumen, el problema del uso de la ciencia como carga probatoria en la argumentación no se encuentra claramente formulado, pues las dificultades no surgen entre la exposición a los hechos frente a la mera especulación, sino más bien en los límites del saber científico que avala dichos hechos, o –peor aún– al interior de las mismas teorías científicas.
Es aquí donde interviene el argumento de autoridad de dos maneras: en un sentido, determinando cuál sería la postura de la comunidad científica dada la discrepancia en la interpretación de los hechos, problema que enfrentaremos desde la teoría de Thomas S. Kuhn, validando la postura de que no existe ningún “tribunal” científico de mayor jerarquía que el de la misma opinión paradigmática de la comunidad, sin por ello caer en el relativismo o el contextualismo arbitrario. En una segunda manera, el argumento de autoridad se impone con o sin las pruebas científicas de una forma generalmente externalista, utilizando la retórica para convencer a los no especialistas tanto de la propia bondad de la postura (la autoridad de la ciencia o el científico expositor) como reforzando la plausibilidad de posturas que no se pueden determinar de manera unívoca u objetiva, “guiando” a los interlocutores a postura probabilísticas, cuyo relativo alcance será de carácter fundamental para que se pueda llegar a una decisión consensual o para rechazar los datos por su limitado carácter justificador. Para esta última parte de la presentación, nos basaremos en los trabajos de Douglas Walton y Patrick Wilson, quienes han explorado el uso del argumento de autoridad en los debates académicos y en el conocimiento trasmitido a través de las aulas.

En este artículo pretendemos argumentar, en contraposición con una visión lógico-analítica, que l... more En este artículo pretendemos argumentar, en contraposición con una visión lógico-analítica, que los hechos que son tomados como evidencia no tienen un estatus de verdades objetivas independientes de la presentación en la que son usados, ni que los razonamientos que se usan en el sistema legal para probar una conclusión (basados en evidencias) pertenecen necesariamente a una lógica deductiva. Queremos sugerir aquí que la forma en que aceptamos las pruebas, es decir, los resultados de las posibles argumentaciones y los hechos utilizados para estas argumentaciones, no son aceptados necesariamente en forma demostrativa, en sentido lógico-analítico, sino que corresponden a una argumentación que busca persuadirnos racionalmente en un modo similar a como Aristóteles usa la dialéctica en su libro Los Tópicos, junto con la retórica. Para tal fin, en primer lugar, explicaremos cómo se han tratado de recuperar tanto la dialéctica como la retórica aristotélicas como modelos de discusión en la praxis argumentativa. En segundo lugar, será necesario explicar cómo deben recuperarse estas artes aristotélicas teniendo en cuenta el cambio del modelo epistemológico del Estagirita, esto es, la búsqueda de la verdad en un universo poskantiano, donde el realismo metafísico ya no impera. Finalmente, sugerimos cómo debe ser modelado el discurso jurídico de la prueba legal, ya sea esta entendida en sentido amplio o estricto, en un ámbito de verdad pluralista, diluyendo las fronteras entre lógica, retórica y dialéctica. Antes de proseguir debemos recalcar lo que ya debe haber quedado claro, esto es, que por prueba jurídica nos referimos tanto a los hechos y su interpretación (como evidencias) como a la argumentación que se da sobre la base de dichas evidencias para llegar a una conclusión. No es que ignoremos esta dualidad de sentido del término: más bien decimos que en ambos casos se debe reinterpretar cómo se aceptan los hechos como pruebas y cómo se aceptan como probadas las conclusiones de los argumentos esgrimidos. Para ello, distinguiremos entre evidencias y argumentos cuando sea necesario.
UMI, ProQuest ® Dissertations & Theses. The world's most comprehensive collection of dissert... more UMI, ProQuest ® Dissertations & Theses. The world's most comprehensive collection of dissertations and theses. Learn more... ProQuest, Aquinas as representationalist: The ontology of the species intelligibilis. by D'Onofrio, Sandro ...
A companion to philosophy in the Middle Ages, 2002
... Chapter 49. Isidore of Seville. Jorge JE Gracia,; Timothy B. Noone. Sandro D&amp;#x27;Ono... more ... Chapter 49. Isidore of Seville. Jorge JE Gracia,; Timothy B. Noone. Sandro D&amp;#x27;Onofrio. Published Online: 26 NOV 2007. DOI: 10.1002/9780470996669.ch57. ... More content like this. Find more content: like this article. Find more content written by: Sandro D&amp;#x27;Onofrio. ...
Drafts by Sandro R D'Onofrio

Nota sobre el status ontológico del concepto objetivo
del ens rationis en Antonio Rubio
El prese... more Nota sobre el status ontológico del concepto objetivo
del ens rationis en Antonio Rubio
El presente artículo intenta explicar cómo pudo haber sido posible que Descartes realizara un cambio ontológico de lo que Francisco Suarez llama “concepto objetivo” a lo que él llama “realidad objetiva” de las ideas basándose en las enseñanzas del padre Antonio Rubio. Si bien es sabido que para Suarez el concepto objetivo no es más que un mero reflejo del conocimiento (de las cosas reales y de los entes posibles) mientras que el concepto objetivo de los entes de razón es una “pura nada”, una entidad totalmente intramental sin causa real, Descartes atribuye a todas las ideas un status ontológico positivo, novedoso y diferente del acuñado por la escolástica, esto es, el de entidad mentales cuyo contenido es independiente del conocimiento. A pesar de que Descartes niega –al igual que Suarez –la realidad ontológica de los entes de razón, creemos que su “invención ontológica” se debe a la lectura de Rubio, el cual afirma la existencia gradual de realidades intramentales a ciertos entes de razón, como las intenciones lógicas.
This paper offers an account of the ontological turn in Descartes’ philosophy from what Francisco Suarez calls “objective concepts” to what he calls—influenced by Antonio Rubio’s teachings—ideas’ “objective reality”. Despite the fact that Suarez regards objective concepts as a mere echo of knowledge of both extramental and possible beings, and thinks of the objective concept of the so called beings of reason as lacking any real cause, Descartes attributes a new intramental but positive ontological status to all mental contents, which sets him apart from the scholastic mainstream. Although Descartes –as well as Suarez –denies this sort of reality to beings of reason, our hypothesis is that Descartes’ new ontology was based on Rubio’s writings, which attribute degrees of intramental existence to some beings of reason, such as logical intentions.
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Papers by Sandro R D'Onofrio
simple pensador anclado en la Edad Media, cuya filosofía
premoderna no conlleva a repercusiones en el pensamiento
filosófico actual. Todo lo contrario, un análisis de su postura
conceptualista realista representativa nos revela que su
doctrina aún puede y debe fortalecer nuestras disquisiciones
epistemológicas presentes.
La determinación de la causa probatoria más allá de los hechos y de la experiencial factual
Dr. Sandro R. D’Onofrio
RESUMEN DE PONENCIA
La presente ponencia pretende echar luces sobre un problema crucial al interior de la acción jurídica; este se resume en la siguiente pregunta: ¿en qué autoridad podemos confiar para dirimir los conflictos generados por teorías científicas?
Como bien se sabe, la carga probatoria de muchos argumentos reside en la explicación causal de las ciencias, en lo que podemos denominar “hechos objetivos” o “experiencias consensuales”. Sin embargo, la existencia de esos hechos es relativamente escasa, pues como bien argumentan muchos filósofos de la ciencia (Brown, Chalmers, etc.), todo hecho lleva detrás una carga teórica que lo determina e identifica como tal. Esta circunstancia puede carecer de importancia dada la consensualidad de los marcos teóricos bajo los cuales se admiten esas experiencias. Empero, nuevamente, no siempre la visión de los científicos o la armonía entre las teorías mentadas es de tal índole que se pueda tener una misma “opinión” de los hechos.
El problema se agudiza tanto al caer la clásica separación entre ciencia y no ciencia como con la contrastación de otros “saberes” no tradicionales (aunque populares) frente a la “ciencia oficial”. En resumen, el problema del uso de la ciencia como carga probatoria en la argumentación no se encuentra claramente formulado, pues las dificultades no surgen entre la exposición a los hechos frente a la mera especulación, sino más bien en los límites del saber científico que avala dichos hechos, o –peor aún– al interior de las mismas teorías científicas.
Es aquí donde interviene el argumento de autoridad de dos maneras: en un sentido, determinando cuál sería la postura de la comunidad científica dada la discrepancia en la interpretación de los hechos, problema que enfrentaremos desde la teoría de Thomas S. Kuhn, validando la postura de que no existe ningún “tribunal” científico de mayor jerarquía que el de la misma opinión paradigmática de la comunidad, sin por ello caer en el relativismo o el contextualismo arbitrario. En una segunda manera, el argumento de autoridad se impone con o sin las pruebas científicas de una forma generalmente externalista, utilizando la retórica para convencer a los no especialistas tanto de la propia bondad de la postura (la autoridad de la ciencia o el científico expositor) como reforzando la plausibilidad de posturas que no se pueden determinar de manera unívoca u objetiva, “guiando” a los interlocutores a postura probabilísticas, cuyo relativo alcance será de carácter fundamental para que se pueda llegar a una decisión consensual o para rechazar los datos por su limitado carácter justificador. Para esta última parte de la presentación, nos basaremos en los trabajos de Douglas Walton y Patrick Wilson, quienes han explorado el uso del argumento de autoridad en los debates académicos y en el conocimiento trasmitido a través de las aulas.
Drafts by Sandro R D'Onofrio
del ens rationis en Antonio Rubio
El presente artículo intenta explicar cómo pudo haber sido posible que Descartes realizara un cambio ontológico de lo que Francisco Suarez llama “concepto objetivo” a lo que él llama “realidad objetiva” de las ideas basándose en las enseñanzas del padre Antonio Rubio. Si bien es sabido que para Suarez el concepto objetivo no es más que un mero reflejo del conocimiento (de las cosas reales y de los entes posibles) mientras que el concepto objetivo de los entes de razón es una “pura nada”, una entidad totalmente intramental sin causa real, Descartes atribuye a todas las ideas un status ontológico positivo, novedoso y diferente del acuñado por la escolástica, esto es, el de entidad mentales cuyo contenido es independiente del conocimiento. A pesar de que Descartes niega –al igual que Suarez –la realidad ontológica de los entes de razón, creemos que su “invención ontológica” se debe a la lectura de Rubio, el cual afirma la existencia gradual de realidades intramentales a ciertos entes de razón, como las intenciones lógicas.
This paper offers an account of the ontological turn in Descartes’ philosophy from what Francisco Suarez calls “objective concepts” to what he calls—influenced by Antonio Rubio’s teachings—ideas’ “objective reality”. Despite the fact that Suarez regards objective concepts as a mere echo of knowledge of both extramental and possible beings, and thinks of the objective concept of the so called beings of reason as lacking any real cause, Descartes attributes a new intramental but positive ontological status to all mental contents, which sets him apart from the scholastic mainstream. Although Descartes –as well as Suarez –denies this sort of reality to beings of reason, our hypothesis is that Descartes’ new ontology was based on Rubio’s writings, which attribute degrees of intramental existence to some beings of reason, such as logical intentions.
simple pensador anclado en la Edad Media, cuya filosofía
premoderna no conlleva a repercusiones en el pensamiento
filosófico actual. Todo lo contrario, un análisis de su postura
conceptualista realista representativa nos revela que su
doctrina aún puede y debe fortalecer nuestras disquisiciones
epistemológicas presentes.
La determinación de la causa probatoria más allá de los hechos y de la experiencial factual
Dr. Sandro R. D’Onofrio
RESUMEN DE PONENCIA
La presente ponencia pretende echar luces sobre un problema crucial al interior de la acción jurídica; este se resume en la siguiente pregunta: ¿en qué autoridad podemos confiar para dirimir los conflictos generados por teorías científicas?
Como bien se sabe, la carga probatoria de muchos argumentos reside en la explicación causal de las ciencias, en lo que podemos denominar “hechos objetivos” o “experiencias consensuales”. Sin embargo, la existencia de esos hechos es relativamente escasa, pues como bien argumentan muchos filósofos de la ciencia (Brown, Chalmers, etc.), todo hecho lleva detrás una carga teórica que lo determina e identifica como tal. Esta circunstancia puede carecer de importancia dada la consensualidad de los marcos teóricos bajo los cuales se admiten esas experiencias. Empero, nuevamente, no siempre la visión de los científicos o la armonía entre las teorías mentadas es de tal índole que se pueda tener una misma “opinión” de los hechos.
El problema se agudiza tanto al caer la clásica separación entre ciencia y no ciencia como con la contrastación de otros “saberes” no tradicionales (aunque populares) frente a la “ciencia oficial”. En resumen, el problema del uso de la ciencia como carga probatoria en la argumentación no se encuentra claramente formulado, pues las dificultades no surgen entre la exposición a los hechos frente a la mera especulación, sino más bien en los límites del saber científico que avala dichos hechos, o –peor aún– al interior de las mismas teorías científicas.
Es aquí donde interviene el argumento de autoridad de dos maneras: en un sentido, determinando cuál sería la postura de la comunidad científica dada la discrepancia en la interpretación de los hechos, problema que enfrentaremos desde la teoría de Thomas S. Kuhn, validando la postura de que no existe ningún “tribunal” científico de mayor jerarquía que el de la misma opinión paradigmática de la comunidad, sin por ello caer en el relativismo o el contextualismo arbitrario. En una segunda manera, el argumento de autoridad se impone con o sin las pruebas científicas de una forma generalmente externalista, utilizando la retórica para convencer a los no especialistas tanto de la propia bondad de la postura (la autoridad de la ciencia o el científico expositor) como reforzando la plausibilidad de posturas que no se pueden determinar de manera unívoca u objetiva, “guiando” a los interlocutores a postura probabilísticas, cuyo relativo alcance será de carácter fundamental para que se pueda llegar a una decisión consensual o para rechazar los datos por su limitado carácter justificador. Para esta última parte de la presentación, nos basaremos en los trabajos de Douglas Walton y Patrick Wilson, quienes han explorado el uso del argumento de autoridad en los debates académicos y en el conocimiento trasmitido a través de las aulas.
del ens rationis en Antonio Rubio
El presente artículo intenta explicar cómo pudo haber sido posible que Descartes realizara un cambio ontológico de lo que Francisco Suarez llama “concepto objetivo” a lo que él llama “realidad objetiva” de las ideas basándose en las enseñanzas del padre Antonio Rubio. Si bien es sabido que para Suarez el concepto objetivo no es más que un mero reflejo del conocimiento (de las cosas reales y de los entes posibles) mientras que el concepto objetivo de los entes de razón es una “pura nada”, una entidad totalmente intramental sin causa real, Descartes atribuye a todas las ideas un status ontológico positivo, novedoso y diferente del acuñado por la escolástica, esto es, el de entidad mentales cuyo contenido es independiente del conocimiento. A pesar de que Descartes niega –al igual que Suarez –la realidad ontológica de los entes de razón, creemos que su “invención ontológica” se debe a la lectura de Rubio, el cual afirma la existencia gradual de realidades intramentales a ciertos entes de razón, como las intenciones lógicas.
This paper offers an account of the ontological turn in Descartes’ philosophy from what Francisco Suarez calls “objective concepts” to what he calls—influenced by Antonio Rubio’s teachings—ideas’ “objective reality”. Despite the fact that Suarez regards objective concepts as a mere echo of knowledge of both extramental and possible beings, and thinks of the objective concept of the so called beings of reason as lacking any real cause, Descartes attributes a new intramental but positive ontological status to all mental contents, which sets him apart from the scholastic mainstream. Although Descartes –as well as Suarez –denies this sort of reality to beings of reason, our hypothesis is that Descartes’ new ontology was based on Rubio’s writings, which attribute degrees of intramental existence to some beings of reason, such as logical intentions.