La película se desenvuelve en la década de los 40 S cuando aún la arquitectura moderna no estaba ... more La película se desenvuelve en la década de los 40 S cuando aún la arquitectura moderna no estaba del todo desarrollada y los historicismos eran lo que más le gustaba a la gente, lo que conocían como belleza y era lo único que podía considerarse correcto y adecuado. El protagonista del libro, adaptado a la película, Howard Roark, es un fiel seguidor de la nueva arquitectura funcionalista que empezaba a tomar más fuerza en el mundo, el creía fielmente que todas las arquitecturas anteriores sirvieron solo para esa época y que cualquier que se atreviera a llevarlas cabo en ese momento sería un ignorante. Debido a ésta ideología tan radical que caracterizaba al protagonista, perdió muchos trabajos, ya que sus clientes potenciales no estaban del todo conformes con su propuesta formal, ellos le querían añadir columnas clásicas, frontones y alegorías renacentistas para de esta manera, alcanzar la belleza y poder que buscaban, a lo cual Roark se negaba rotundamente, de hecho la gran trama de la película fue que le habían robado un proyecto y lo modificaron, por lo que decidió destruirlo, esto lo llevo a un juicio, sin embargo salió con un veredicto a su favor, quedando en libertad. La historia de amor, despecho y desencantos que se llevan a cabo, son, al menos para nuestra contemporaneidad, falsos, tontos, fingidos y sin mayor gracia, ni en el sentido actoral, mucho menos en el guion. Sin embargo lo que realmente hay que rescatar es el " egoísmo " del personaje en donde es firme a sus ideales, sin importar lo que el cliente pudiese querer, pensando en su obra como una escultura para admirar pero no para vivir. Por un lado es bueno tener esa voluntad y carácter para ser consistente en tus decisiones y pensamientos, sin embargo no intentar llegar a un acuerdo entre cliente y el arquitecto para poder solucionar los problemas de cada uno, creo, es demasiado ególatra por parte del diseñador tomar esa arrogante postura, olvidar al usuario e imponer tus ideas, que aunque fuesen buenas y contemporáneas a tu época, sin lugar a dudas hay que al menos hacerle ver al cliente su " error " y tratar de lograr una comunión entre ambas partes para de ésta manera el usuario, realmente pueda desarrollarse plenamente en ese espacio FACULTAD DE ARQUITECTURA
La película se desenvuelve en la década de los 40 S cuando aún la arquitectura moderna no estaba ... more La película se desenvuelve en la década de los 40 S cuando aún la arquitectura moderna no estaba del todo desarrollada y los historicismos eran lo que más le gustaba a la gente, lo que conocían como belleza y era lo único que podía considerarse correcto y adecuado. El protagonista del libro, adaptado a la película, Howard Roark, es un fiel seguidor de la nueva arquitectura funcionalista que empezaba a tomar más fuerza en el mundo, el creía fielmente que todas las arquitecturas anteriores sirvieron solo para esa época y que cualquier que se atreviera a llevarlas cabo en ese momento sería un ignorante. Debido a ésta ideología tan radical que caracterizaba al protagonista, perdió muchos trabajos, ya que sus clientes potenciales no estaban del todo conformes con su propuesta formal, ellos le querían añadir columnas clásicas, frontones y alegorías renacentistas para de esta manera, alcanzar la belleza y poder que buscaban, a lo cual Roark se negaba rotundamente, de hecho la gran trama de la película fue que le habían robado un proyecto y lo modificaron, por lo que decidió destruirlo, esto lo llevo a un juicio, sin embargo salió con un veredicto a su favor, quedando en libertad. La historia de amor, despecho y desencantos que se llevan a cabo, son, al menos para nuestra contemporaneidad, falsos, tontos, fingidos y sin mayor gracia, ni en el sentido actoral, mucho menos en el guion. Sin embargo lo que realmente hay que rescatar es el " egoísmo " del personaje en donde es firme a sus ideales, sin importar lo que el cliente pudiese querer, pensando en su obra como una escultura para admirar pero no para vivir. Por un lado es bueno tener esa voluntad y carácter para ser consistente en tus decisiones y pensamientos, sin embargo no intentar llegar a un acuerdo entre cliente y el arquitecto para poder solucionar los problemas de cada uno, creo, es demasiado ególatra por parte del diseñador tomar esa arrogante postura, olvidar al usuario e imponer tus ideas, que aunque fuesen buenas y contemporáneas a tu época, sin lugar a dudas hay que al menos hacerle ver al cliente su " error " y tratar de lograr una comunión entre ambas partes para de ésta manera el usuario, realmente pueda desarrollarse plenamente en ese espacio FACULTAD DE ARQUITECTURA
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