La amplia diversidad de orientaciones incluidas dentro de lo que hemos dado en llamar el enfoque ... more La amplia diversidad de orientaciones incluidas dentro de lo que hemos dado en llamar el enfoque conductual y el tiempo transcurrido desde su inicio en la década de los 50 hace que la lista de características que puedan presentarse en una definición descriptiva sea, por un lado, amplia en exceso y, por otro, difícilmente exhaustiva. Por consiguiente, la vía descriptiva no logra con facilidad una delimitación clara del ámbito propio del enfoque conductual. Por otro lado, como diremos más adelante, esta posible estrategia de presentación del campo preintuye el constructo que pretendemos delimitar y, en cierta medida, se convierte en una estrategia prescriptiva. La cuestión implícita en este apartado es si las distintas orientaciones o paradigmas, como algunos prefieren llamarlas, insertos en la Terapia de Conducta pueden incluirse en un sólo paradigma amplio que haga justicia a todas y cada una o tienen que ser presentadas formando diferentes paradigmas. en su ensayo crítico sobre las psicoterapias distingue dentro del enfoque que nosotros llamamos conductual el paradigma de Terapia de Conducta antiguo, el Nuevo Conductismo, que identifica con el enfoque Contextual del Análisis de Conducta y el paradigma de la Terapia Cognitiva.. Nosotros hemos preferido, de entrada, referirnos a un paradigma que hemos llamado Paradigma Conductual e incluir en él no sólo a la Terapia de Conducta que Erwin llama 'Paradigma Antiguo' y al Nuevo Conductismo sino también a la Terapia Cognitiva tradicional y a las Terapias Constructivistas, aunque, en este caso, será preciso hacer ciertas precisiones en su momento. Hemos utilizado para referirnos a este paradigma amplio los términos Paradigma Conductual porque incluyen menos connotaciones que el de Terapia de Conducta. Con esta denominación queremos significar de entrada que distinguimos entre teoría conductista y teoría conductual en correspondencia con la distinción de entre conductismo ideológico y conductismo pragmático. La esencia de la distinción está en que mientras la teoría conductista atiende directamente sólo a las situaciones y conductas observables, la teoría conductual acepta tratar con pensamientos y sentimientos, en la medida en que éstos estén firmemente ligados a situaciones y conductas observables. Los términos Terapia Conductual vienen siendo utilizados entre otros por Hallam (1987) para referirse a aquellas teorías que defienden que las observaciones conductuales son, de hecho, la base de la que se infieren los constructos y, a partir de las cuales, posteriormente, se comprueban. Esta exigencia de lo que es conductual permite abarcar tanto posicionamientos afines al aprendizaje por condicionamiento como al aprendizaje cognitivo. Otra nota definitoria de este enfoque o paradigma conductual es, como dice Martin (1987), tener como objetivo de la terapia el cambio de conducta. Erwin (1997) responde a Martin que es falso decir que los terapeutas de conducta pretendan modificar sólo la conducta y que por tanto no es correcto el intento de señalar este objetivo como una nota definitoria del paradigma conductual. Considera Erwin que el terapeuta que, por ejemplo, pretende apartar a un paciente de sus pensamientos obsesivos no está intentando cambiar sólo su conducta sino también su estado mental. Esto es cierto pero, como dice Yela (1980), en la psicología parece haber quedado del conductismo, tal vez de forma definitiva, el desplazamiento del acento verificador desde la conciencia privada a la conducta patente, de modo que todas las corrientes psicológicas actuales, en la medida en que pretenden contribuir a la elaboración de una ciencia positiva, admiten que, cualquiera que sea la fuente de sus datos e hipótesis, y cualesquiera que sean sus recursos y campos de verificación, la piedra de toque final e insustituible ha de ser, en último término, la conducta del ser vivo como actividad pública y repetiblemente observable del sujeto. En este sentido tomamos la nota definitoria que sugiere Martin. Esta llamada en último término a la conducta observable como anclaje sólido del enfoque que propugnamos no nos impide reconocer y ver las dificultades del intento de buscar un paradigma común en el que incluir un conjunto de orientaciones diferentes. Estamos de acuerdo con Fishman (1988) cuando sugiere que el dilema definicional de la Terapia de Conducta resulta del hecho de que, como muchas áreas en las ciencias sociales, se compone de series de dominios coincidentes sólo en parte. Esta idea se representa en los cinco círculos de la FIGURA 1.1.
Adaptador de alimentación de CA de prueba rápida Una prueba rápida para ver si el cableado, conec... more Adaptador de alimentación de CA de prueba rápida Una prueba rápida para ver si el cableado, conector o el enchufe están causando conexiones intermitentes es arrancar el ordenador portátil en el modo de configuración. (Pulse F2 durante el inicio) Ir al elemento de información "Información del dispositivo" y ver el campo "Tipo de adaptador". Conecte el adaptador de alimentación de CA, el campo se actualiza al instante si el portátil se puede comunicar con el adaptador de alimentación de CA. Si no es el campo no cambia durante unos segundos y luego informa de "adaptador de CA desconocido".
La amplia diversidad de orientaciones incluidas dentro de lo que hemos dado en llamar el enfoque ... more La amplia diversidad de orientaciones incluidas dentro de lo que hemos dado en llamar el enfoque conductual y el tiempo transcurrido desde su inicio en la década de los 50 hace que la lista de características que puedan presentarse en una definición descriptiva sea, por un lado, amplia en exceso y, por otro, difícilmente exhaustiva. Por consiguiente, la vía descriptiva no logra con facilidad una delimitación clara del ámbito propio del enfoque conductual. Por otro lado, como diremos más adelante, esta posible estrategia de presentación del campo preintuye el constructo que pretendemos delimitar y, en cierta medida, se convierte en una estrategia prescriptiva. La cuestión implícita en este apartado es si las distintas orientaciones o paradigmas, como algunos prefieren llamarlas, insertos en la Terapia de Conducta pueden incluirse en un sólo paradigma amplio que haga justicia a todas y cada una o tienen que ser presentadas formando diferentes paradigmas. en su ensayo crítico sobre las psicoterapias distingue dentro del enfoque que nosotros llamamos conductual el paradigma de Terapia de Conducta antiguo, el Nuevo Conductismo, que identifica con el enfoque Contextual del Análisis de Conducta y el paradigma de la Terapia Cognitiva.. Nosotros hemos preferido, de entrada, referirnos a un paradigma que hemos llamado Paradigma Conductual e incluir en él no sólo a la Terapia de Conducta que Erwin llama 'Paradigma Antiguo' y al Nuevo Conductismo sino también a la Terapia Cognitiva tradicional y a las Terapias Constructivistas, aunque, en este caso, será preciso hacer ciertas precisiones en su momento. Hemos utilizado para referirnos a este paradigma amplio los términos Paradigma Conductual porque incluyen menos connotaciones que el de Terapia de Conducta. Con esta denominación queremos significar de entrada que distinguimos entre teoría conductista y teoría conductual en correspondencia con la distinción de entre conductismo ideológico y conductismo pragmático. La esencia de la distinción está en que mientras la teoría conductista atiende directamente sólo a las situaciones y conductas observables, la teoría conductual acepta tratar con pensamientos y sentimientos, en la medida en que éstos estén firmemente ligados a situaciones y conductas observables. Los términos Terapia Conductual vienen siendo utilizados entre otros por Hallam (1987) para referirse a aquellas teorías que defienden que las observaciones conductuales son, de hecho, la base de la que se infieren los constructos y, a partir de las cuales, posteriormente, se comprueban. Esta exigencia de lo que es conductual permite abarcar tanto posicionamientos afines al aprendizaje por condicionamiento como al aprendizaje cognitivo. Otra nota definitoria de este enfoque o paradigma conductual es, como dice Martin (1987), tener como objetivo de la terapia el cambio de conducta. Erwin (1997) responde a Martin que es falso decir que los terapeutas de conducta pretendan modificar sólo la conducta y que por tanto no es correcto el intento de señalar este objetivo como una nota definitoria del paradigma conductual. Considera Erwin que el terapeuta que, por ejemplo, pretende apartar a un paciente de sus pensamientos obsesivos no está intentando cambiar sólo su conducta sino también su estado mental. Esto es cierto pero, como dice Yela (1980), en la psicología parece haber quedado del conductismo, tal vez de forma definitiva, el desplazamiento del acento verificador desde la conciencia privada a la conducta patente, de modo que todas las corrientes psicológicas actuales, en la medida en que pretenden contribuir a la elaboración de una ciencia positiva, admiten que, cualquiera que sea la fuente de sus datos e hipótesis, y cualesquiera que sean sus recursos y campos de verificación, la piedra de toque final e insustituible ha de ser, en último término, la conducta del ser vivo como actividad pública y repetiblemente observable del sujeto. En este sentido tomamos la nota definitoria que sugiere Martin. Esta llamada en último término a la conducta observable como anclaje sólido del enfoque que propugnamos no nos impide reconocer y ver las dificultades del intento de buscar un paradigma común en el que incluir un conjunto de orientaciones diferentes. Estamos de acuerdo con Fishman (1988) cuando sugiere que el dilema definicional de la Terapia de Conducta resulta del hecho de que, como muchas áreas en las ciencias sociales, se compone de series de dominios coincidentes sólo en parte. Esta idea se representa en los cinco círculos de la FIGURA 1.1.
Adaptador de alimentación de CA de prueba rápida Una prueba rápida para ver si el cableado, conec... more Adaptador de alimentación de CA de prueba rápida Una prueba rápida para ver si el cableado, conector o el enchufe están causando conexiones intermitentes es arrancar el ordenador portátil en el modo de configuración. (Pulse F2 durante el inicio) Ir al elemento de información "Información del dispositivo" y ver el campo "Tipo de adaptador". Conecte el adaptador de alimentación de CA, el campo se actualiza al instante si el portátil se puede comunicar con el adaptador de alimentación de CA. Si no es el campo no cambia durante unos segundos y luego informa de "adaptador de CA desconocido".
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