Papers by Gerardo González
Esta reflexión sobre el amor desinteresado es parte de una conversación sobre lo que puede aporta... more Esta reflexión sobre el amor desinteresado es parte de una conversación sobre lo que puede aportar el legado de Jesús a un marco ético/valórico para una nueva civilización requerida por el siglo XXI. Rescato primero uno de mis comentarios al libro de Roger Lenaers titulado "Jesús ¿una persona como nosotros?; agrego luego otras reflexiones, incluyendo un comentario a "el don del ágape" según Paul Ricoeur, y termino examinando como el amor al prójimo enseñado por Jesús es visto desde las perspectivas teísta, posteísta y humanista.

Reza Aslan nos relata en su libro titulado “Dios: una historia humana” su búsqueda en el ámbito d... more Reza Aslan nos relata en su libro titulado “Dios: una historia humana” su búsqueda en el ámbito de la fe. Y lo hace partiendo de la siguiente tesis: somos los humanos quienes hemos modelado a Dios a nuestra imagen y semejanza, y no al revés. El que yo me inspirara en la misma tesis cuando escribí “Reflexiones sobre el concepto de ‘espíritu’” (2019) me motivó a profundizar sobre su propuesta y, al hacerlo, descubrí que si bien nuestras búsquedas habían seguido rutas cercanas, nuestros puntos de partida y de llegada eran distintos. Aslan nunca dejó de creer en Dios, encontrando descanso en el panteísmo Sufí al final de su camino. Yo, en cambio, ya había dejado de creer en el mundo de los espíritus –Dios incluido-- cuando escribí mis reflexiones recién mencionadas, y sigo buscando desde un agnosticismo más bien radical un puerto de llegada. Estas reflexiones sobre el ‘Dios’ de Reza Aslan, más racionales que místicas, forman parte de mi búsqueda.

Academia.edu, 2022
Entendemos el ‘Humanismo bioecocéntrico’ como una corriente de pensamiento orientada a la acción,... more Entendemos el ‘Humanismo bioecocéntrico’ como una corriente de pensamiento orientada a la acción, con fuerte componente ético y político, que se ha ido gestando y consolidando en décadas recientes. Una corriente plural alimentada por múltiples tradiciones y nuevas sensibilidades ecologistas, pacifistas y feministas, como también por el legado valórico de Jesús de Nazaret en el que nosotros, los autores, encontramos una fuente de inspiración. Puede convivir con el posteismo, el ateísmo y diversas formas de teísmo porque es en sí aconfesional y, por lo mismo, no excluyente. Propone un relato terrenal. Es movilizador. Podemos considerarlo en sí un llamado a la acción para que seguidores de Jesús, junto a personas de otras tradiciones y nuevas sensibilidades desarrollen una ortopraxis que contribuya a dar sentido a sus vidas.
En este escrito pues dedicamos un breve preámbulo a la categoría de la vida como centro de nuestra reflexión y una primera parte a explicar el tránsito a lo largo de la historia desde la visión teocéntrica y antropocéntrica a una visión humanista bioecocéntrica. La segunda parte se centra en la responsabilidad y necesidad de la consiguiente praxis humanista bioecocéntrica. Finalmente, en una tercera parte, exploramos la plural inspiración que brota de la vida y de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, que constituye –pensamos-- un valioso aporte ético actual a la propuesta humanista bioecocéntrica.”

RESUMEN
En este ensayo el autor profundiza su reflexión sobre el concepto de “espíritu” que resul... more RESUMEN
En este ensayo el autor profundiza su reflexión sobre el concepto de “espíritu” que resultó clave en su ensayo autobiográfico anterior, titulado “Con la Leche de mi Madre: historia de mi fe”. ¿Cómo se gesta en tiempos remotos la creencia en la existencia de entes de naturaleza espiritual? ¿Cómo va cambiando a lo largo de la historia de la humanidad la forma como se les concibe, así como sus relaciones con la naturaleza y los seres humanos? ¿Cuál es su estatus ontológico? ¿Son sólo invenciones humanas o algo más? son preguntas que orientan esta búsqueda.
El autor parte elucubrando sobre el vivir y el morir como experiencias fundantes de la noción de ‘espíritu’ concebido como soplo, aliento que anima. Dedica luego parte importante del texto a sustentar la tesis de que, más que ser Dios quien crea a los humanos a su imagen y semejanza, somos nosotros quienes hemos ido configurando la imagen de Dios y demás supuestos entes de naturaleza espiritual a nuestra propia imagen. Examina así la religiosidad ‘animista’, predominante en el paleolítico, y el ulterior surgimiento de deidades en el neolítico que, a lo largo de la revolución agrícola, pasa del culto de divinidades femeninas asociadas a la fecundidad en sociedades más bien horizontales al predominio de deidades masculinas asociadas a la guerra y relaciones de dominación en sociedades verticales. Atiende luego a episodios históricos relevantes como la implantación del sistema de castas en la India, el surgimiento del dualismo religioso con Zoroastro, la consolidación del monoteísmo en el pueblo de Israel, y el paso de un politeísmo permisivo a un monoteísmo impositivo en las últimas décadas del Imperio Romano.
La segunda parte de este ensayo la dedica el autor a reflexionar sobre el dualismo materia/espíritu, examinándolo en Platón, en el gnosticismo y en el maniqueísmo, y en cómo estas concepciones de mundo han influido en el cristianismo, manifestándose en campos tan diversos como la moral sexual, la institución del monacato y la teología negativa.
Los antecedentes presentados confirman la tesis según la cual se habría pasado de un dualismo suave o moderado, en el que se cree que el mundo de los espíritus es parte constitutiva de la naturaleza --su parte invisible, intangible y animante-- que explica el acontecer natural y principalmente el fenómeno de la vida y la conciencia, a un dualismo radical en el que materia y espíritu son conceptos antagónicos y se concibe al mundo de los espíritus como sobrenatural. De una relación cercana y familiar –más bien horizontal-- con los espíritus de los antepasados, a quienes se les conoció en vida y se les vio morir, se habría pasado a través de un largo y complejo proceso de construcción cultural a una concepción vertical del mundo de los espíritus dominado absolutamente por una divinidad única, distante y todopoderosa.
Ese concepto dual, dicotómico, de materia/espíritu sigue vigente en los paradigmas con que gran parte de la Humanidad de hoy piensa la realidad, que sigue concibiendo en ese paradigma a Dios como ser espiritual. Si aceptamos que la auto-conciencia, la construcción de lenguaje y el pensar ocurren –hasta donde sabemos—sólo en seres vivientes dotados de sistema nervioso central y cerebro, que ha alcanzado niveles altísimos de complejidad estructural y funcional, como en nosotros los humanos, ya no hay piso para pensar que una actividad consciente y pensante semejante pueda darse en seres que no disponen de ese equipamiento, como sería el caso de los supuestos seres espirituales. De aquí que, si creemos que Dios existe, debiéramos pensarlo con conceptos nuevos que superen la dicotomía epistemológica de materia-espíritu.
Con la leche de mi madre: historia de mi fe, 2017
In this autobiographic essay, the author, already in his eighties, tell us the history of his fai... more In this autobiographic essay, the author, already in his eighties, tell us the history of his faith, which moves from a traditional Catholicism, received “with his mother’s milk”, to a radical agnosticism. Through this long journey the a-critical convictions of the faith if his childhood and youth are submitted, late in his life, to a process of critical judgment, leading to a search –in dialogue with theologians, philosophers, biologists, physics, and mystics—which has raised more questions than answers, together with a feeling of wonder and reverent admiration towards the mystery of life and his own existence as human being.

Vivimos tiempos de cambio acelerado, plagados de desafíos, peligros, expectativas y promesas. Com... more Vivimos tiempos de cambio acelerado, plagados de desafíos, peligros, expectativas y promesas. Como Humanidad pareciera que nos hemos puesto "pantalones largos" sin asumir aún la responsabilidad que eso implica. Por primera vez en nuestra breve historia podemos decir que estamos en condiciones de potencial abundancia, que si la administramos bien -y sabemos cómo hacerlo-nos permitiría construir una sociedad global pacífica y próspera, sin hambre, sin miseria, con oportunidad de pleno desarrollo personal para todos y viviendo en armonía entre nosotros y con la naturaleza de la que somos parte. Sin embargo persisten bolsones de hambre y miseria; las brechas entre ricos y pobres crecen y el poder económico se concentra; se siguen acumulando armas de destrucción masiva cada vez más inteligentes y atemorizantes, mientras proliferan sangrientas guerras locales que provocan destrucción e inconmensurable sufrimiento humano. Y junto con todo esto nos estamos dando cuenta que hemos abusado del planeta Tierra, de nuestra casa común, y de la variada y rica comunidad de vida, hasta el punto de estar induciendo un cambio climático con consecuencias imprevisibles para el ecosistema global y para la propia Humanidad.
Books by Gerardo González

La alarma creciente frente al calentamiento global ha potenciado la conciencia colectiva de una c... more La alarma creciente frente al calentamiento global ha potenciado la conciencia colectiva de una crisis medioambiental multiforme, estrechamente vinculada a una crisis social, que cuestiona a los sistemas económico y político vigentes y llama urgentemente a la acción. En este marco el expositor intenta precisar la responsabilidad que nos cabe como humanos en la orientación del curso futuro de la Biósfera en la Tierra y, en ese contexto, el futuro de la Humanidad.
Examina primeramente como la especie humana, única en el planeta con capacidad para crear cultura y tecnología, ha ido desarrollándose a sí misma e interviniendo cada vez más la naturaleza, hasta llegar a convertirnos por nuestro poder de creación y destrucción en “casi-dioses locales”. Muestra luego, reflexionando desde la Ética de la Responsabilidad, como ese creciente poder de intervención nos hace responsables colectivamente de “pilotear” dicho proceso.
Muestra en seguida como en el proceso de emergencia de la conciencia ecológica se ha ido pasando de una concepción de mundo predominantemente antropocéntrica a una visión más bien bio-eco-céntrica, esto principalmente en el ámbito público internacional, emergiendo un enfoque que podría ser calificado como “humanista bio-eco-centrico”.
En este marco el autor aborda el tema de “nuestra tarea común” y los pasos requeridos para conseguir que la Humanidad se una y movilice para pilotear la “comunidad de vida” y su hábitat hacia un destino mejor.
Considerando la importancia de las religiones mayoritarias en una movilización global, se examina como los líderes religiosos se han manifestado frente al calentamiento global y, en general, la crisis medio ambiental, mostrando gran convergencia con las posiciones de científicos y políticos, dejando en evidencia que la visión tradicional religiosa que legitima la dominación en las relaciones de los humanos con el resto de la naturaleza ha sido reemplazada por una que enfatiza el cuidado.
Termina la presentación con un intento por definir y justificar un “humanismo bio-eco-centrico” como un enfoque adecuado para movilizar transversalmente a creyentes y no creyentes en lo que antes se ha propuesto como “nuestra tarea común”.
Drafts by Gerardo González

Reflexiones sobre "AUNQUE NO HAYA UN DIOS AHÍ ARRIBA" de Roger Lenaers, 2014
El autor utiliza la traducción al castellano realizada por Manuel Ossa en 2013 del libro de Roger... more El autor utiliza la traducción al castellano realizada por Manuel Ossa en 2013 del libro de Roger Lenaers s.j. titulado "AUNQUE NO HAYA UN DIOS AHÍ ARRIBA. Vivir en Dios, sin dios", publicado originalmente en alemán en 2009.
El autor lleva a cabo una reflexión crítica sobre dos temas abordados por el teólogo católico Roger Lenaers en el libro mencionado, a saber: (I) el concepto de Dios y (II) autonomía versus heteronomía. Al abordar el primer tema contrasta el pensamiento de Lenaers con los enfoques de dos biólogos, uno creyente --Edward Sinnott, autor de "La Biología del Espíritu"-- y el otro ateo --Stuart Kauffman--, emergentista, autor de “THE ORIGINS OF ORDER, Self-Organization and Selection in Evolution” , . Hace lo mismo al abordar el segundo tema, tomando en este caso el pensamiento de dos físicos, también uno ateo --Stephen Hawking, autor de "El Gran Diseño"-- y otro creyente --el rabino Matías Libedinsky, autor de "El Gran Diseño y Dios".
El gran desafío que visualiza el autor es cómo superar el dualismo que contrapone materia y espíritu, sin caer en el reduccionismo. El emergentismo, centrado en el fenómeno vida, pareciera ser un enfoque prometedor.
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Papers by Gerardo González
En este escrito pues dedicamos un breve preámbulo a la categoría de la vida como centro de nuestra reflexión y una primera parte a explicar el tránsito a lo largo de la historia desde la visión teocéntrica y antropocéntrica a una visión humanista bioecocéntrica. La segunda parte se centra en la responsabilidad y necesidad de la consiguiente praxis humanista bioecocéntrica. Finalmente, en una tercera parte, exploramos la plural inspiración que brota de la vida y de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, que constituye –pensamos-- un valioso aporte ético actual a la propuesta humanista bioecocéntrica.”
En este ensayo el autor profundiza su reflexión sobre el concepto de “espíritu” que resultó clave en su ensayo autobiográfico anterior, titulado “Con la Leche de mi Madre: historia de mi fe”. ¿Cómo se gesta en tiempos remotos la creencia en la existencia de entes de naturaleza espiritual? ¿Cómo va cambiando a lo largo de la historia de la humanidad la forma como se les concibe, así como sus relaciones con la naturaleza y los seres humanos? ¿Cuál es su estatus ontológico? ¿Son sólo invenciones humanas o algo más? son preguntas que orientan esta búsqueda.
El autor parte elucubrando sobre el vivir y el morir como experiencias fundantes de la noción de ‘espíritu’ concebido como soplo, aliento que anima. Dedica luego parte importante del texto a sustentar la tesis de que, más que ser Dios quien crea a los humanos a su imagen y semejanza, somos nosotros quienes hemos ido configurando la imagen de Dios y demás supuestos entes de naturaleza espiritual a nuestra propia imagen. Examina así la religiosidad ‘animista’, predominante en el paleolítico, y el ulterior surgimiento de deidades en el neolítico que, a lo largo de la revolución agrícola, pasa del culto de divinidades femeninas asociadas a la fecundidad en sociedades más bien horizontales al predominio de deidades masculinas asociadas a la guerra y relaciones de dominación en sociedades verticales. Atiende luego a episodios históricos relevantes como la implantación del sistema de castas en la India, el surgimiento del dualismo religioso con Zoroastro, la consolidación del monoteísmo en el pueblo de Israel, y el paso de un politeísmo permisivo a un monoteísmo impositivo en las últimas décadas del Imperio Romano.
La segunda parte de este ensayo la dedica el autor a reflexionar sobre el dualismo materia/espíritu, examinándolo en Platón, en el gnosticismo y en el maniqueísmo, y en cómo estas concepciones de mundo han influido en el cristianismo, manifestándose en campos tan diversos como la moral sexual, la institución del monacato y la teología negativa.
Los antecedentes presentados confirman la tesis según la cual se habría pasado de un dualismo suave o moderado, en el que se cree que el mundo de los espíritus es parte constitutiva de la naturaleza --su parte invisible, intangible y animante-- que explica el acontecer natural y principalmente el fenómeno de la vida y la conciencia, a un dualismo radical en el que materia y espíritu son conceptos antagónicos y se concibe al mundo de los espíritus como sobrenatural. De una relación cercana y familiar –más bien horizontal-- con los espíritus de los antepasados, a quienes se les conoció en vida y se les vio morir, se habría pasado a través de un largo y complejo proceso de construcción cultural a una concepción vertical del mundo de los espíritus dominado absolutamente por una divinidad única, distante y todopoderosa.
Ese concepto dual, dicotómico, de materia/espíritu sigue vigente en los paradigmas con que gran parte de la Humanidad de hoy piensa la realidad, que sigue concibiendo en ese paradigma a Dios como ser espiritual. Si aceptamos que la auto-conciencia, la construcción de lenguaje y el pensar ocurren –hasta donde sabemos—sólo en seres vivientes dotados de sistema nervioso central y cerebro, que ha alcanzado niveles altísimos de complejidad estructural y funcional, como en nosotros los humanos, ya no hay piso para pensar que una actividad consciente y pensante semejante pueda darse en seres que no disponen de ese equipamiento, como sería el caso de los supuestos seres espirituales. De aquí que, si creemos que Dios existe, debiéramos pensarlo con conceptos nuevos que superen la dicotomía epistemológica de materia-espíritu.
Books by Gerardo González
Examina primeramente como la especie humana, única en el planeta con capacidad para crear cultura y tecnología, ha ido desarrollándose a sí misma e interviniendo cada vez más la naturaleza, hasta llegar a convertirnos por nuestro poder de creación y destrucción en “casi-dioses locales”. Muestra luego, reflexionando desde la Ética de la Responsabilidad, como ese creciente poder de intervención nos hace responsables colectivamente de “pilotear” dicho proceso.
Muestra en seguida como en el proceso de emergencia de la conciencia ecológica se ha ido pasando de una concepción de mundo predominantemente antropocéntrica a una visión más bien bio-eco-céntrica, esto principalmente en el ámbito público internacional, emergiendo un enfoque que podría ser calificado como “humanista bio-eco-centrico”.
En este marco el autor aborda el tema de “nuestra tarea común” y los pasos requeridos para conseguir que la Humanidad se una y movilice para pilotear la “comunidad de vida” y su hábitat hacia un destino mejor.
Considerando la importancia de las religiones mayoritarias en una movilización global, se examina como los líderes religiosos se han manifestado frente al calentamiento global y, en general, la crisis medio ambiental, mostrando gran convergencia con las posiciones de científicos y políticos, dejando en evidencia que la visión tradicional religiosa que legitima la dominación en las relaciones de los humanos con el resto de la naturaleza ha sido reemplazada por una que enfatiza el cuidado.
Termina la presentación con un intento por definir y justificar un “humanismo bio-eco-centrico” como un enfoque adecuado para movilizar transversalmente a creyentes y no creyentes en lo que antes se ha propuesto como “nuestra tarea común”.
Drafts by Gerardo González
El autor lleva a cabo una reflexión crítica sobre dos temas abordados por el teólogo católico Roger Lenaers en el libro mencionado, a saber: (I) el concepto de Dios y (II) autonomía versus heteronomía. Al abordar el primer tema contrasta el pensamiento de Lenaers con los enfoques de dos biólogos, uno creyente --Edward Sinnott, autor de "La Biología del Espíritu"-- y el otro ateo --Stuart Kauffman--, emergentista, autor de “THE ORIGINS OF ORDER, Self-Organization and Selection in Evolution” , . Hace lo mismo al abordar el segundo tema, tomando en este caso el pensamiento de dos físicos, también uno ateo --Stephen Hawking, autor de "El Gran Diseño"-- y otro creyente --el rabino Matías Libedinsky, autor de "El Gran Diseño y Dios".
El gran desafío que visualiza el autor es cómo superar el dualismo que contrapone materia y espíritu, sin caer en el reduccionismo. El emergentismo, centrado en el fenómeno vida, pareciera ser un enfoque prometedor.
En este escrito pues dedicamos un breve preámbulo a la categoría de la vida como centro de nuestra reflexión y una primera parte a explicar el tránsito a lo largo de la historia desde la visión teocéntrica y antropocéntrica a una visión humanista bioecocéntrica. La segunda parte se centra en la responsabilidad y necesidad de la consiguiente praxis humanista bioecocéntrica. Finalmente, en una tercera parte, exploramos la plural inspiración que brota de la vida y de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, que constituye –pensamos-- un valioso aporte ético actual a la propuesta humanista bioecocéntrica.”
En este ensayo el autor profundiza su reflexión sobre el concepto de “espíritu” que resultó clave en su ensayo autobiográfico anterior, titulado “Con la Leche de mi Madre: historia de mi fe”. ¿Cómo se gesta en tiempos remotos la creencia en la existencia de entes de naturaleza espiritual? ¿Cómo va cambiando a lo largo de la historia de la humanidad la forma como se les concibe, así como sus relaciones con la naturaleza y los seres humanos? ¿Cuál es su estatus ontológico? ¿Son sólo invenciones humanas o algo más? son preguntas que orientan esta búsqueda.
El autor parte elucubrando sobre el vivir y el morir como experiencias fundantes de la noción de ‘espíritu’ concebido como soplo, aliento que anima. Dedica luego parte importante del texto a sustentar la tesis de que, más que ser Dios quien crea a los humanos a su imagen y semejanza, somos nosotros quienes hemos ido configurando la imagen de Dios y demás supuestos entes de naturaleza espiritual a nuestra propia imagen. Examina así la religiosidad ‘animista’, predominante en el paleolítico, y el ulterior surgimiento de deidades en el neolítico que, a lo largo de la revolución agrícola, pasa del culto de divinidades femeninas asociadas a la fecundidad en sociedades más bien horizontales al predominio de deidades masculinas asociadas a la guerra y relaciones de dominación en sociedades verticales. Atiende luego a episodios históricos relevantes como la implantación del sistema de castas en la India, el surgimiento del dualismo religioso con Zoroastro, la consolidación del monoteísmo en el pueblo de Israel, y el paso de un politeísmo permisivo a un monoteísmo impositivo en las últimas décadas del Imperio Romano.
La segunda parte de este ensayo la dedica el autor a reflexionar sobre el dualismo materia/espíritu, examinándolo en Platón, en el gnosticismo y en el maniqueísmo, y en cómo estas concepciones de mundo han influido en el cristianismo, manifestándose en campos tan diversos como la moral sexual, la institución del monacato y la teología negativa.
Los antecedentes presentados confirman la tesis según la cual se habría pasado de un dualismo suave o moderado, en el que se cree que el mundo de los espíritus es parte constitutiva de la naturaleza --su parte invisible, intangible y animante-- que explica el acontecer natural y principalmente el fenómeno de la vida y la conciencia, a un dualismo radical en el que materia y espíritu son conceptos antagónicos y se concibe al mundo de los espíritus como sobrenatural. De una relación cercana y familiar –más bien horizontal-- con los espíritus de los antepasados, a quienes se les conoció en vida y se les vio morir, se habría pasado a través de un largo y complejo proceso de construcción cultural a una concepción vertical del mundo de los espíritus dominado absolutamente por una divinidad única, distante y todopoderosa.
Ese concepto dual, dicotómico, de materia/espíritu sigue vigente en los paradigmas con que gran parte de la Humanidad de hoy piensa la realidad, que sigue concibiendo en ese paradigma a Dios como ser espiritual. Si aceptamos que la auto-conciencia, la construcción de lenguaje y el pensar ocurren –hasta donde sabemos—sólo en seres vivientes dotados de sistema nervioso central y cerebro, que ha alcanzado niveles altísimos de complejidad estructural y funcional, como en nosotros los humanos, ya no hay piso para pensar que una actividad consciente y pensante semejante pueda darse en seres que no disponen de ese equipamiento, como sería el caso de los supuestos seres espirituales. De aquí que, si creemos que Dios existe, debiéramos pensarlo con conceptos nuevos que superen la dicotomía epistemológica de materia-espíritu.
Examina primeramente como la especie humana, única en el planeta con capacidad para crear cultura y tecnología, ha ido desarrollándose a sí misma e interviniendo cada vez más la naturaleza, hasta llegar a convertirnos por nuestro poder de creación y destrucción en “casi-dioses locales”. Muestra luego, reflexionando desde la Ética de la Responsabilidad, como ese creciente poder de intervención nos hace responsables colectivamente de “pilotear” dicho proceso.
Muestra en seguida como en el proceso de emergencia de la conciencia ecológica se ha ido pasando de una concepción de mundo predominantemente antropocéntrica a una visión más bien bio-eco-céntrica, esto principalmente en el ámbito público internacional, emergiendo un enfoque que podría ser calificado como “humanista bio-eco-centrico”.
En este marco el autor aborda el tema de “nuestra tarea común” y los pasos requeridos para conseguir que la Humanidad se una y movilice para pilotear la “comunidad de vida” y su hábitat hacia un destino mejor.
Considerando la importancia de las religiones mayoritarias en una movilización global, se examina como los líderes religiosos se han manifestado frente al calentamiento global y, en general, la crisis medio ambiental, mostrando gran convergencia con las posiciones de científicos y políticos, dejando en evidencia que la visión tradicional religiosa que legitima la dominación en las relaciones de los humanos con el resto de la naturaleza ha sido reemplazada por una que enfatiza el cuidado.
Termina la presentación con un intento por definir y justificar un “humanismo bio-eco-centrico” como un enfoque adecuado para movilizar transversalmente a creyentes y no creyentes en lo que antes se ha propuesto como “nuestra tarea común”.
El autor lleva a cabo una reflexión crítica sobre dos temas abordados por el teólogo católico Roger Lenaers en el libro mencionado, a saber: (I) el concepto de Dios y (II) autonomía versus heteronomía. Al abordar el primer tema contrasta el pensamiento de Lenaers con los enfoques de dos biólogos, uno creyente --Edward Sinnott, autor de "La Biología del Espíritu"-- y el otro ateo --Stuart Kauffman--, emergentista, autor de “THE ORIGINS OF ORDER, Self-Organization and Selection in Evolution” , . Hace lo mismo al abordar el segundo tema, tomando en este caso el pensamiento de dos físicos, también uno ateo --Stephen Hawking, autor de "El Gran Diseño"-- y otro creyente --el rabino Matías Libedinsky, autor de "El Gran Diseño y Dios".
El gran desafío que visualiza el autor es cómo superar el dualismo que contrapone materia y espíritu, sin caer en el reduccionismo. El emergentismo, centrado en el fenómeno vida, pareciera ser un enfoque prometedor.