1º Jornada sobre Monstruosidades Históricas y Contemporáneas. Media Galería, Oct 26, 2023
La poeta María Elvira Juárez escribió: «Me duelo hasta ponerme en horario» y, más adelante, «Desv... more La poeta María Elvira Juárez escribió: «Me duelo hasta ponerme en horario» y, más adelante, «Desvinculo mi tiempo de las cosas que nunca fueron mías» (Juárez, 1960: 63, 74). La autora registra al dolor como una consecuencia del desfase entre tiempos, una demora, y esta divergencia temporal marcaría asimismo una otredad, una falta de unidad hacia dentro de un mismo cuerpo (Nancy, 2020).
Siguiendo el concepto de «cronología del retraso» (Gustavino, 2014), sostengo que la internalización de lo ajeno y el dolor (producto de aquella demora) son categorías para pensar la percepción del tiempo argentino durante el siglo XX y, por lo tanto, su historiografía del arte moderno. Pero, particularmente, de la pintura abstracta en Tucumán, tema de este trabajo.
Históricamente, se ha señalado la abstracción como un faltante en esta provincia, una ausencia, y también como un «espectro» (Juliano, 2018). Esa carencia aparece en textos actuales ligada a cierto tono de lamento al concebir que su desarrollo quedó «trunco». Una imagen vacía, un espectro doloroso que se mantiene en una situación ambivalente de ajenidad y propiedad por igual. Siguiendo a estas ideas propongo que la historiografía del arte moderno tucumano está signada por una especie de síndrome del miembro fantasma, capaz de sentir dolor en el vacío, en la zona que ha quedado «trunca» de su corpus: el arte abstracto.
Boletín Historia y Cultura del Centro Cultural Alberto Rougès - Fundación Miguel Lillo, 2023
En la serie "Jardín de la República" (1973-1978) del pintor Ezequiel Linares (Buenos Aires, 192... more En la serie "Jardín de la República" (1973-1978) del pintor Ezequiel Linares (Buenos Aires, 1927–Tucumán, 2001), se han visto evocaciones a los siniestros que tuvieron lugar en los montes de Tucumán durante la última dictadura militar argentina y, a su vez, alusiones al mismo paisaje bello y próspero que en el siglo XIX cautivó a viajeros y escritores. Linares es considerado uno de los grandes maestros del modernismo en Tucumán, lo que ha hecho de su figura un mito. Pero esta condición de mito o de "maestro-genio" lo enaltece y aísla por igual, sustrayendo la carga política de su obra al promover una lectura descontextualizada.
Este trabajo propone una mirada situada que contraste su producción con textos, documentos y fenómenos contemporáneos, buscando devolver el espesor político y densidad histórica sin desatender la poética de su pintura. Para ello, se desarrolla un análisis de la problemática del paisaje en la tradición pictórica tucumana así como en el cuerpo de obra de Linares, un recorrido por las expresiones que dieron origen al sobrenombre “jardín de la república” con que se menciona a Tucumán, para finalizar con un trazado de referencias y afiliaciones a consignas internacionales de la juventud militante.
Sostenemos que en esta serie de pinturas, el artista transfigura las relaciones espaciales en concentración de poder, a la vez que genera una desproporción espacial y un desequilibrio en las manifestaciones de poder. Esto refleja una visión trágica de su presente, tiempo que es percibido desde la perspectiva de su desenlace.
1º Jornada sobre Monstruosidades Históricas y Contemporáneas. Media Galería, Oct 26, 2023
La poeta María Elvira Juárez escribió: «Me duelo hasta ponerme en horario» y, más adelante, «Desv... more La poeta María Elvira Juárez escribió: «Me duelo hasta ponerme en horario» y, más adelante, «Desvinculo mi tiempo de las cosas que nunca fueron mías» (Juárez, 1960: 63, 74). La autora registra al dolor como una consecuencia del desfase entre tiempos, una demora, y esta divergencia temporal marcaría asimismo una otredad, una falta de unidad hacia dentro de un mismo cuerpo (Nancy, 2020).
Siguiendo el concepto de «cronología del retraso» (Gustavino, 2014), sostengo que la internalización de lo ajeno y el dolor (producto de aquella demora) son categorías para pensar la percepción del tiempo argentino durante el siglo XX y, por lo tanto, su historiografía del arte moderno. Pero, particularmente, de la pintura abstracta en Tucumán, tema de este trabajo.
Históricamente, se ha señalado la abstracción como un faltante en esta provincia, una ausencia, y también como un «espectro» (Juliano, 2018). Esa carencia aparece en textos actuales ligada a cierto tono de lamento al concebir que su desarrollo quedó «trunco». Una imagen vacía, un espectro doloroso que se mantiene en una situación ambivalente de ajenidad y propiedad por igual. Siguiendo a estas ideas propongo que la historiografía del arte moderno tucumano está signada por una especie de síndrome del miembro fantasma, capaz de sentir dolor en el vacío, en la zona que ha quedado «trunca» de su corpus: el arte abstracto.
Boletín Historia y Cultura del Centro Cultural Alberto Rougès - Fundación Miguel Lillo, 2023
En la serie "Jardín de la República" (1973-1978) del pintor Ezequiel Linares (Buenos Aires, 192... more En la serie "Jardín de la República" (1973-1978) del pintor Ezequiel Linares (Buenos Aires, 1927–Tucumán, 2001), se han visto evocaciones a los siniestros que tuvieron lugar en los montes de Tucumán durante la última dictadura militar argentina y, a su vez, alusiones al mismo paisaje bello y próspero que en el siglo XIX cautivó a viajeros y escritores. Linares es considerado uno de los grandes maestros del modernismo en Tucumán, lo que ha hecho de su figura un mito. Pero esta condición de mito o de "maestro-genio" lo enaltece y aísla por igual, sustrayendo la carga política de su obra al promover una lectura descontextualizada.
Este trabajo propone una mirada situada que contraste su producción con textos, documentos y fenómenos contemporáneos, buscando devolver el espesor político y densidad histórica sin desatender la poética de su pintura. Para ello, se desarrolla un análisis de la problemática del paisaje en la tradición pictórica tucumana así como en el cuerpo de obra de Linares, un recorrido por las expresiones que dieron origen al sobrenombre “jardín de la república” con que se menciona a Tucumán, para finalizar con un trazado de referencias y afiliaciones a consignas internacionales de la juventud militante.
Sostenemos que en esta serie de pinturas, el artista transfigura las relaciones espaciales en concentración de poder, a la vez que genera una desproporción espacial y un desequilibrio en las manifestaciones de poder. Esto refleja una visión trágica de su presente, tiempo que es percibido desde la perspectiva de su desenlace.
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Siguiendo el concepto de «cronología del retraso» (Gustavino, 2014), sostengo que la internalización de lo ajeno y el dolor (producto de aquella demora) son categorías para pensar la percepción del tiempo argentino durante el siglo XX y, por lo tanto, su historiografía del arte moderno. Pero, particularmente, de la pintura abstracta en Tucumán, tema de este trabajo.
Históricamente, se ha señalado la abstracción como un faltante en esta provincia, una ausencia, y también como un «espectro» (Juliano, 2018). Esa carencia aparece en textos actuales ligada a cierto tono de lamento al concebir que su desarrollo quedó «trunco». Una imagen vacía, un espectro doloroso que se mantiene en una situación ambivalente de ajenidad y propiedad por igual. Siguiendo a estas ideas propongo que la historiografía del arte moderno tucumano está signada por una especie de síndrome del miembro fantasma, capaz de sentir dolor en el vacío, en la zona que ha quedado «trunca» de su corpus: el arte abstracto.
Este trabajo propone una mirada situada que contraste su producción con textos, documentos y fenómenos contemporáneos, buscando devolver el espesor político y densidad histórica sin desatender la poética de su pintura. Para ello, se desarrolla un análisis de la problemática del paisaje en la tradición pictórica tucumana así como en el cuerpo de obra de Linares, un recorrido por las expresiones que dieron origen al sobrenombre “jardín de la república” con que se menciona a Tucumán, para finalizar con un trazado de referencias y afiliaciones a consignas internacionales de la juventud militante.
Sostenemos que en esta serie de pinturas, el artista transfigura las relaciones espaciales en concentración de poder, a la vez que genera una desproporción espacial y un desequilibrio en las manifestaciones de poder. Esto refleja una visión trágica de su presente, tiempo que es percibido desde la perspectiva de su desenlace.
Siguiendo el concepto de «cronología del retraso» (Gustavino, 2014), sostengo que la internalización de lo ajeno y el dolor (producto de aquella demora) son categorías para pensar la percepción del tiempo argentino durante el siglo XX y, por lo tanto, su historiografía del arte moderno. Pero, particularmente, de la pintura abstracta en Tucumán, tema de este trabajo.
Históricamente, se ha señalado la abstracción como un faltante en esta provincia, una ausencia, y también como un «espectro» (Juliano, 2018). Esa carencia aparece en textos actuales ligada a cierto tono de lamento al concebir que su desarrollo quedó «trunco». Una imagen vacía, un espectro doloroso que se mantiene en una situación ambivalente de ajenidad y propiedad por igual. Siguiendo a estas ideas propongo que la historiografía del arte moderno tucumano está signada por una especie de síndrome del miembro fantasma, capaz de sentir dolor en el vacío, en la zona que ha quedado «trunca» de su corpus: el arte abstracto.
Este trabajo propone una mirada situada que contraste su producción con textos, documentos y fenómenos contemporáneos, buscando devolver el espesor político y densidad histórica sin desatender la poética de su pintura. Para ello, se desarrolla un análisis de la problemática del paisaje en la tradición pictórica tucumana así como en el cuerpo de obra de Linares, un recorrido por las expresiones que dieron origen al sobrenombre “jardín de la república” con que se menciona a Tucumán, para finalizar con un trazado de referencias y afiliaciones a consignas internacionales de la juventud militante.
Sostenemos que en esta serie de pinturas, el artista transfigura las relaciones espaciales en concentración de poder, a la vez que genera una desproporción espacial y un desequilibrio en las manifestaciones de poder. Esto refleja una visión trágica de su presente, tiempo que es percibido desde la perspectiva de su desenlace.