INTRODUCCIÓN En los últimos años los Estados han basado su desarrollo económico en una estrategia... more INTRODUCCIÓN En los últimos años los Estados han basado su desarrollo económico en una estrategia de inserción y apertura al comercio exterior. En el plano institucional, el Estado ha privilegiado la iniciativa privada y la inversión extranjera, y ha pasado a tener un papel subsidiario encargándose de mantener la estabilidad de las variables macroeconómicas y el marco regulatorio que propenda al desarrollo y el perfeccionamiento de los mercados. En el ámbito local, se ha establecido un proceso de descentralización que ha permitido acercar más a la administración con las necesidades locales de los ciudadanos y se han diseñando sistemas fiscales que permiten la financiación y la asistencia de las municipalidades. A pesar de ello, todavía nuestros grandes núcleos urbanos supeditan su suerte al azar del país, esta tendencia de carácter mundial solamente ha sido superada en la última década por algunas ciudades del mundo que entendieron la decreciente importancia de las fronteras nacionales y la necesidad de llevar a cabo acciones independientes para la ciudad. El surgimiento de estos liderazgos se debe más a una iniciativa local que una acción del gobierno nacional. Ha existido un cambio importante en la gestión de la ciudad, que ya no solo busca satisfacer las necesidades de sus ciudadanos con los recursos que éstos le pueden ofrecer, sino financiarse también con los recursos que le reporte el convertirse en un exportador de bienes y servicios. La ciudad puede solucionar algunos de sus problemas de seguridad, arreglar sus sistemas de transporte y sus finanzas, pero si ésta no logra tener una visión de lo que realmente quiere ser, no alcanzará el reto de ser una ciudad global capaz de ofrecer prosperidad a sus ciudadanos. En este sentido, la ciudad que desee posicionarse en el mundo actual debe desarrollar una visión sobre lo que quiere e integrarla en: una meta ambiciosa, una estrategia capaz de lograr dicha meta, una definición de los elementos claves de la estrategia y una selección de acciones específicas dentro de cada elemento. Pero para lograr este cometido parece indispensable el desarrollo del concepto gobernabilidad que nos indica que es necesario primero crear las condiciones para que la ciudad se pueda desempeñar con eficacia, legitimidad, compromiso y respaldo social.
INTRODUCCIÓN En los últimos años los Estados han basado su desarrollo económico en una estrategia... more INTRODUCCIÓN En los últimos años los Estados han basado su desarrollo económico en una estrategia de inserción y apertura al comercio exterior. En el plano institucional, el Estado ha privilegiado la iniciativa privada y la inversión extranjera, y ha pasado a tener un papel subsidiario encargándose de mantener la estabilidad de las variables macroeconómicas y el marco regulatorio que propenda al desarrollo y el perfeccionamiento de los mercados. En el ámbito local, se ha establecido un proceso de descentralización que ha permitido acercar más a la administración con las necesidades locales de los ciudadanos y se han diseñando sistemas fiscales que permiten la financiación y la asistencia de las municipalidades. A pesar de ello, todavía nuestros grandes núcleos urbanos supeditan su suerte al azar del país, esta tendencia de carácter mundial solamente ha sido superada en la última década por algunas ciudades del mundo que entendieron la decreciente importancia de las fronteras nacionales y la necesidad de llevar a cabo acciones independientes para la ciudad. El surgimiento de estos liderazgos se debe más a una iniciativa local que una acción del gobierno nacional. Ha existido un cambio importante en la gestión de la ciudad, que ya no solo busca satisfacer las necesidades de sus ciudadanos con los recursos que éstos le pueden ofrecer, sino financiarse también con los recursos que le reporte el convertirse en un exportador de bienes y servicios. La ciudad puede solucionar algunos de sus problemas de seguridad, arreglar sus sistemas de transporte y sus finanzas, pero si ésta no logra tener una visión de lo que realmente quiere ser, no alcanzará el reto de ser una ciudad global capaz de ofrecer prosperidad a sus ciudadanos. En este sentido, la ciudad que desee posicionarse en el mundo actual debe desarrollar una visión sobre lo que quiere e integrarla en: una meta ambiciosa, una estrategia capaz de lograr dicha meta, una definición de los elementos claves de la estrategia y una selección de acciones específicas dentro de cada elemento. Pero para lograr este cometido parece indispensable el desarrollo del concepto gobernabilidad que nos indica que es necesario primero crear las condiciones para que la ciudad se pueda desempeñar con eficacia, legitimidad, compromiso y respaldo social.
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