El complejo de Edipo, del mito a la estructura - La triada madre, niño, deseo del otro (de la mad... more El complejo de Edipo, del mito a la estructura - La triada madre, niño, deseo del otro (de la madre) y a esa identificación con su ser, a esa identificación a la imagen que supondría el enigma del deseo del otro Lacan la va a llamar Falo. Por lo tanto el Falo es esa ilusión de completud, es un significante una función que designa el deseo del otro, es un vector que orienta donde está el deseo del otro. El niño trata de ser lo que le falta a la madre. El Falo es lo que permite que el deseo se desplace, es una función. Un significante permite que en relación con otros significantes variara el sentido, el Falo es el significante que permite que el sentido cambie a través de la palabra. En el primer tiempo del complejo de Edipo van a estar en juego tres términos madre, niño y deseo del otro o Falo. Lacan lleva el complejo de Edipo al orden simbólico para interpretarlo de manera adecuada por ser la versión antes adoptada una versión muy imaginaria. Reordena el mito de Edipo en Freud y explica que en realidad más que un mito tiene una función estructurante, estructura al sujeto. Es una cuestión estructural Que funda operaciones simbólicas en el sujeto. Las consecuencias simbólicas que se ponen en juego en el complejo como el sujeto se apoyan en él para estructurarse. La operación fundante produce que un imposible se transforme en una prohibición, produce ciertas operaciones simbólicas mediante algo que es imposible aparezca como algo prohibido. Lo imposible es lo real, no hay posibilidad mediante el lenguaje de alcanzar el ser (solo nos aproximamos a identificaciones parciales), es imposible ser el Falo de la madre, porque el falo no es ningún objeto y es imposible completar al otro. El complejo de Edipo (serie de operaciones simbólicas e imaginarias) va a tratar de transformar ese imposible en algo que está prohibido. Operaciones que por la misma relación al lenguaje se producen. Todo mito en un intento de respuesta a preguntas imposibles. Todo mito es mito de origen, puesto que del origen nada se puede saber. El complejo de Edipo y la angustia de castración a él ligada, funcionan como defensa frente a otra angustia: la de indefensión o desamparo. No hay para el ser humano instinto ni objeto predeterminado, solo pulsiones. El sexo anatómico no determina la posición sexual de alguien, ni su elección de objeto. Hombre y mujer se hace, no se nace. Es el complejo de Edipo lo que designa el proceso de transformación de una sexualidad fálica, única e idéntica para los dos sexos, en dos posiciones subjetivas diferentes: hombre y mujer. No hay objeto total, de unificación pulsional. Representa una metáfora que consiste en la sustitución de un significante, el deseo de la madre, por otro significante, el Nombre del Padre. La función del padre no será representar la ley, sino articular el deseo con la ley. El representante de la pulsión, es el representante de la representación. La alucinación primordial da cuenta de que no se puede representar al objeto en su totalidad. Siempre va a haber algo que va a quedar por fuera.
El complejo de Edipo, del mito a la estructura - La triada madre, niño, deseo del otro (de la mad... more El complejo de Edipo, del mito a la estructura - La triada madre, niño, deseo del otro (de la madre) y a esa identificación con su ser, a esa identificación a la imagen que supondría el enigma del deseo del otro Lacan la va a llamar Falo. Por lo tanto el Falo es esa ilusión de completud, es un significante una función que designa el deseo del otro, es un vector que orienta donde está el deseo del otro. El niño trata de ser lo que le falta a la madre. El Falo es lo que permite que el deseo se desplace, es una función. Un significante permite que en relación con otros significantes variara el sentido, el Falo es el significante que permite que el sentido cambie a través de la palabra. En el primer tiempo del complejo de Edipo van a estar en juego tres términos madre, niño y deseo del otro o Falo. Lacan lleva el complejo de Edipo al orden simbólico para interpretarlo de manera adecuada por ser la versión antes adoptada una versión muy imaginaria. Reordena el mito de Edipo en Freud y explica que en realidad más que un mito tiene una función estructurante, estructura al sujeto. Es una cuestión estructural Que funda operaciones simbólicas en el sujeto. Las consecuencias simbólicas que se ponen en juego en el complejo como el sujeto se apoyan en él para estructurarse. La operación fundante produce que un imposible se transforme en una prohibición, produce ciertas operaciones simbólicas mediante algo que es imposible aparezca como algo prohibido. Lo imposible es lo real, no hay posibilidad mediante el lenguaje de alcanzar el ser (solo nos aproximamos a identificaciones parciales), es imposible ser el Falo de la madre, porque el falo no es ningún objeto y es imposible completar al otro. El complejo de Edipo (serie de operaciones simbólicas e imaginarias) va a tratar de transformar ese imposible en algo que está prohibido. Operaciones que por la misma relación al lenguaje se producen. Todo mito en un intento de respuesta a preguntas imposibles. Todo mito es mito de origen, puesto que del origen nada se puede saber. El complejo de Edipo y la angustia de castración a él ligada, funcionan como defensa frente a otra angustia: la de indefensión o desamparo. No hay para el ser humano instinto ni objeto predeterminado, solo pulsiones. El sexo anatómico no determina la posición sexual de alguien, ni su elección de objeto. Hombre y mujer se hace, no se nace. Es el complejo de Edipo lo que designa el proceso de transformación de una sexualidad fálica, única e idéntica para los dos sexos, en dos posiciones subjetivas diferentes: hombre y mujer. No hay objeto total, de unificación pulsional. Representa una metáfora que consiste en la sustitución de un significante, el deseo de la madre, por otro significante, el Nombre del Padre. La función del padre no será representar la ley, sino articular el deseo con la ley. El representante de la pulsión, es el representante de la representación. La alucinación primordial da cuenta de que no se puede representar al objeto en su totalidad. Siempre va a haber algo que va a quedar por fuera.
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El representante de la pulsión, es el representante de la representación. La alucinación primordial da cuenta de que no se puede representar al objeto en su totalidad. Siempre va a haber algo que va a quedar por fuera.
El representante de la pulsión, es el representante de la representación. La alucinación primordial da cuenta de que no se puede representar al objeto en su totalidad. Siempre va a haber algo que va a quedar por fuera.