Cuando Gilgamesh oyó este relato, se dio cuenta en seguida de que su búsqueda había sido vana, pu... more Cuando Gilgamesh oyó este relato, se dio cuenta en seguida de que su búsqueda había sido vana, pues ahora era evidente que el anciano no tenía fórmula alguna que darle. Se había vuelto inmortal, como acababa de comprenderlo, por gracia especial de los dioses, y no, como Gilgamesh había imaginado, por la posesión de algún conocimiento oculto. El Dios-Sol tenía razón, y también la tenían los hombres-escorpiones, al igual que la posadera. Lo que buscaba, nunca lo encontraría; al menos, no de este lado de la tumba.
Cuando Gilgamesh oyó este relato, se dio cuenta en seguida de que su búsqueda había sido vana, pu... more Cuando Gilgamesh oyó este relato, se dio cuenta en seguida de que su búsqueda había sido vana, pues ahora era evidente que el anciano no tenía fórmula alguna que darle. Se había vuelto inmortal, como acababa de comprenderlo, por gracia especial de los dioses, y no, como Gilgamesh había imaginado, por la posesión de algún conocimiento oculto. El Dios-Sol tenía razón, y también la tenían los hombres-escorpiones, al igual que la posadera. Lo que buscaba, nunca lo encontraría; al menos, no de este lado de la tumba.
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