Papers by Cristian Castro

Anatomia piso pelvico, 2019
La anatomía pélvica puede definirse como aquellos huesos, músculos, ligamentos y órganos que cont... more La anatomía pélvica puede definirse como aquellos huesos, músculos, ligamentos y órganos que contribuyen a la función normal del suelo pélvico. Los ligamentos, los músculos y la fascia constituyen un sistema musculoelástico que da forma y función a los órganos del suelo pélvico. Tejido conectivo es un término genérico que se aplica generalmente a los tejidos que contienen colágeno, proteoglicanos y, a veces, elastina. La fascia se define como el tejido fibromuscular que suspende o fortalece los órganos, o los conecta con los músculos. La fascia se compone de músculo liso, colágeno, elastina, nervios y vasos sanguíneos y puede formar parte de la pared de la vagina. La fascia es el principal componente estructural de la vagina. Los engrosamientos discretos pueden denominarse ligamentos. Los órganos de la pelvis son la vejiga, la vagina y el recto. Ninguno de estos tiene forma o fuerza inherente (fig. 2-01). Mientras que el papel de la fascia es fortalecer y apoyar los órganos, el papel de los ligamentos es suspender los órganos y actuar como puntos de anclaje para los músculos. Las fuerzas musculares estiran los órganos para contribuir a su forma, forma y fuerza. El papel de los ligamentos, los músculos y la fascia en la creación de forma, fuerza y función Los órganos pélvicos, uretra, vagina y recto, no tienen forma, estructura o fuerza inherentes. La forma, la estructura y la fuerza son creadas por la acción sinérgica de los ligamentos, la fascia y los músculos. La función normal de estos órganos pélvicos depende directamente de la integridad de la estructura del suelo pélvico. El papel de las estructuras de tejido conectivo Los huesos y el tejido conectivo son los principales componentes estructurales de la pelvis. El tejido conjuntivo está formado por ligamentos y fascia. Los elementos críticos del tejido conectivo son el colágeno y la elastina, los cuales se modifican durante el embarazo, el parto y el envejecimiento. Estos cambios pueden debilitar los ligamentos y la fascia, afectando así la integridad estructural del suelo pélvico. Esto puede resultar en prolapso y afectar la función del órgano. Las estructuras del tejido conectivo se clasifican en tres niveles (fig. 2-02) Nivel 1: ligamentos urterosacros (USL), fascia pubocervical (PCF). Nivel 2: ligamentos pubouretrales (PUL), fascia rectovaginal (RVF). Nivel 3: ligamento uretral externo (EUL), membrana perineal (PM), cuerpo perineal (PB). Los ligamentos clave de la estructura del suelo pélvico Los ligamentos clave del piso pélvico son el ligamento uretral externo (EUL), que se encuentra anterior a la membrana perineal, el ligamento pubouretral (PUL), que se encuentra detrás de la membrana perineal (diafragma urogenital), el arcus tendineus fasciae pelvis (ATFP)), los ligamentos cardinales y uterosacros (USL) y el ligamento pubovesical (PVL). La composición de todos los ligamentos suspensores y la fascia es similar (fig. 2-05). La presencia de nervios (N), músculo liso (Sm) y vasos sanguíneos (Vs) indica que los ligamentos son estructuras contráctiles activas, al igual que la capa fascial de los órganos. El cuerpo perineal también contiene músculo estriado. El ligamento pubouretral (PUL) El ligamento pubouretral (PUL) (figs. 2-03 y 2-04) se origina en el extremo inferior de la superficie posterior de la sínfisis púbica y desciende como un abanico para insertarse (fig. 2-03) medialmente (M) en la miduretra y lateralmente (L) en el músculo pubococcígeo y la pared vaginal (Zacharin 1963, Petros 1998). El ligamento uretral externo (EUL) (fig. 2-03 y fig. 2-04) ancla el meato uretral externo a la superficie anterior de la rama púbica descendente. Se
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