Estudios Sociales Agrarios

Este artículo se propone indagar en las modalidades de acción colectiva que asumió la participación de las parcialidades indígenas que habitaban la región de la Gobernación de Cochabamba, durante la organización y desarrollo de las guerrillas, fundamentalmente la de Vallegrande, al mando de Arenales, poniendo especial énfasis en la guerra de recursos que se desarrolla a lo largo del territorio estudiado. Trabajaremos con el Fondo Álvarez de Arenales, particularmente itinerarios  y diarios de campaña e informes de batallas elaborados por Arenales y otros comandantes insurrectos, y cartas dirigidas al gobierno central; estos documentos nos permiten examinar las dificultades que se presentaron para el reclutamiento de la población, los conflictos acaecidos no sólo entre los comandantes de las guerrillas, sino también con las autoridades centrales y la población local, sobre todo en relación a la obtención de recursos.

Desde el punto de vista de la historia popular, pretendo analizar los mecanismos de  intervención de las diferentes parcialidades indígenas que habitaban la región de los Andes meridionales, zona en la cual desplegó sus acciones el Ejército Auxiliar del Perú frente a las tropas realistas.
Tomaré como eje de análisis las acciones colectivas desarrolladas por los grupos indígenas, sus actitudes frente al reclutamiento de la tropa y a las exigencias de los ejércitos para su abastecimiento, considerando las relaciones de dichos grupos tanto con el ejército “patriota” como con el ejército realista, en un juego constante de oposición, alianza o neutralidad, durante un período que abarca los años transcurridos entre 1811-1815.
Al revisar el itinerario, los partes de batallas, las memorias de los generales, pretendo interpretar las situaciones cotidianas vividas por las poblaciones indígenas que padecieron la permanencia de los ejércitos en su territorio, y de las cuales sólo podemos tener un acercamiento a través de documentos que, por lo general, expresan la visión de un solo sector social
En primer lugar, analizo la conformación social de la región de los Andes meridionales y los conflictos que se sucedieron en torno a los intereses económicos y las fricciones que se producen entre diferentes sectores sociales debido a las necesidades que la guerra implica, diferenciando tres áreas principales: el valle de Lerma, la Puna jujeña y la frontera chaqueña.
En segundo lugar, partiendo del pronunciamiento de Chuquisaca (1809) y la entrada del Ejército Auxiliar en territorio altoperuano, pretendo investigar las características que asume la participación indígena estudiando los mecanismos que emplean las autoridades para atraer a esta población, la composición de las tropas, los problemas que aparecen en la organización del ejército y la obtención de diferentes tipos de recursos, el aumento de las deserciones, las alianzas que se establecen y la diversidad de opiniones respecto de la intervención de los indígenas.
En tercer lugar, el trabajo se focaliza en la “insurgencia popular”, etapa representada por las acciones desplegadas por las milicias rurales organizadas por Güemes a partir de la ocupación de Salta en 1814 por el ejército al mando de Pezuela y la intervención de las guerrillas altoperuanas.
. El análisis de las acciones colectivas desplegadas por los sectores populares, nos permite comprender que  estos grupos han sido la base de la resistencia en todo el territorio estudiado, durante las guerras de independencia.

Desde la aparición de la célebre obra de Hobsbawm, "Rebeldes primitivos", se multiplicaron los estudios sobre el bandolerismo en América Latina. Considerando el aporte de dichos estudios, nos proponemos cuestionar la teoría de Hobsbawm acerca del bandolerismo como un movimiento pre-político, a través del estudio de caso de las acciones colectivas emprendidas por la guerrilla de Vallegrande, comandada por Juan Antonio Álvarez de Arenales, en la Gobernación de Cochabamba entre 1814-1816, haciendo énfasis fundamentalmente en la guerra de recursos que desarrollaron las parcialidades indígenas de la región.
A través del análisis de la documentación, sostenemos que las acciones colectivas emprendidas por lo grupos indígenas de la región fueron premeditadas y asumieron características políticas a lo largo de la guerra.

Me propongo investigar acerca de la vulneración de derechos de los trabajadores rurales, los discursos que se construyen en torno a esta problemática, y visibilizar las luchas socioambientales que pusieron en agenda la necesidad de realizar cambios en las políticas públicas locales.

El modelo de agronegocios, implantado a partir de las reformas neoliberales de los años ’90, implicó la expansión de cultivos transgénicos (difusión de la soja fundamentalmente) y la aplicación del paquete tecnológico (semillas transgénicas, siembra directa y agrotóxicos). El uso de millones de litros de agrotóxicos deja expuestas a las poblaciones rurales a la exposición simultánea o secuenciada de productos, que afectan gravemente la salud y el ambiente. En torno al agronegocio y su legitimación por parte de multinacionales y sus representantes locales, las clases dirigentes, las áreas de educación y salud, se ha generado un discurso que invisibiliza las consecuencias del extractivismo sobre el territorio, entendido como espacio de relaciones de poder (Manzanal, 2014), profundizándose lo que Harvey denomina “dinámica de la acumulación por desposesión”, es decir, el despojo y concentración de bienes, tierras, recursos, y territorios, que tiene como actores principales a las grandes corporaciones (Svampa, 2015).
Las externalidades del modelo de agronegocios se plasman en el cuerpo-territorio de las mujeres que habitan y/o transitan los espacios rurales, y sufren a diario el despojo de tierras, la explotación laboral y el deterioro en la salud producto de la deriva de agrotóxicos. En el presente trabajo me propongo visibilizar la lucha de mujeres, docentes, que dieron nacimiento a la Red Federal de Docentes por La Vida en San Andrés de Giles (provincia de Buenos Aires), un colectivo ambiental que denuncia estas problemáticas, promueve acciones para proteger el ambiente y los derechos de estudiantes y familias rurales, y proponer políticas públicas de promoción del modelo agroecológico.

El modelo de agronegocios implicó la expansión de cultivos y la aplicación de un paquete  tecnológico que ha generado el uso de millones de litros de agrotóxicos, que deja en situación de vulnerabilidad a las poblaciones rurales ante la exposición simultánea o  secuenciada de productos, que afectan gravemente la salud y el ambiente. Estas  externalidades se plasman en el cuerpo-territorio de las mujeres que habitan y/o transitan
los espacios rurales, y sufren a diario el despojo de tierras, la explotación laboral y el deterioro en la salud. En el presente trabajo me propongo visibilizar la lucha de mujeres,  docentes, que dieron nacimiento a la Red Federal de Docentes por La Vida en San Andrés  de Giles (provincia de Buenos Aires) en el año 2017; un colectivo ambiental que denuncia  estas problemáticas, promueve acciones para proteger el ambiente y los derechos de  estudiantes y familias rurales. La metodología comprende el análisis de fuentes  periodísticas, trabajo de campo y desarrollo de entrevistas semiestructuradas en el  territorio de San Andrés de Giles.

El objetivo de este texto es analizar el impacto del proyecto Parque Eólico San Dionisio en Álvaro Obregón-Gui'xhi'ro', Oaxaca. Si bien es la historia de un proyecto eólico que no se completó, también es la de una serie de movilizaciones sociales en el Istmo de Tehuantepec que desembocó en la declaración de autonomía por parte de la localidad. El énfasis del análisis se dará en los términos de una crítica al Antropoceno y al Capitaloceno como conceptos que permiten analizar el impacto de la huella humana en el planeta y, asimismo, cómo la experiencia comunitaria referida es la defensa por algo más que un territorio.

In 1967, a water ban in Oaxaca, Mexico, spurred social mobilization for the defense of hydrological resources. In contrast to other similar processes elsewhere in the country, dialogue has been essential here and has led to negotiations between the Mexican state and the affected communities. During the past 15 years, these negotiations have involved nonhuman beings, such as spirits and ancestors who inhabit the territories, as agentive actors. A cosmopolitical perspective that recognizes both the agency of, and the relations between, both human and nonhuman beings broadens the understanding of this process.

This book underscores the pivotal interplay between Anthropology and Public Policy studies, highlighting their crucial roles in comprehending the cultural dimensions of public problems and devising effective solutions. Public policy, characterized by its multidisciplinary, problem-centered approach, seeks to enhance societal well-being by scrutinizing the triggers and contours of political processes and proffering remedies. Anthropology, with its focus on localized developmental dynamics and culturally grounded perspectives, enriches the formulation of well-informed policies by shedding light on lived experiences. This interdisciplinary discourse gains particular significance when addressing the historical marginalization of indigenous communities, with the goal of crafting more equitable, democratic, and just policies.

By harnessing the theoretical and methodological tools from both fields, this literature review explores the concept of "situated" or "place-based knowledge" in shaping policy development and analysis. It prompts us to question how policies resonate within specific geographic and social contexts, underscored by the invaluable contribution of local knowledge to policymaking. The book not only situates the discussion within the existing paradigms of public policy analysis but also introduces the concept of "place" and "situated knowledge" as essential facets in understanding the role of locality in generating knowledge. Furthermore, it examines how local and indigenous knowledge informs responses to a spectrum of policy challenges, unveiling its substantial potential in crafting more contextually relevant and effective public policies.

En 1967, el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, instauró una veda hídrica en los Valles Centrales de Oaxaca. El objetivo gubernamental era regular el agua ante su supuesto uso excesivo en la agricultura, dejando a 106 comunidades, tanto mestizas como zapotecas, en severa escasez durante décadas. A esta problemática se sumó una intensa sequía que tuvo su punto más crítico en 2005. Esto propició que, respaldados por el Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C., 16 localidades del Valle de Ocotlán se unieran formando la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (COPUDA). Su propósito principal fue revocar la veda y formular políticas públicas centradas en el acuífero de la microrregión Xnizaa, que significa "nuestra agua" en zapoteco.

La presente investigación analiza la organización y métodos de COPUDA en defensa de los recursos hídricos, resaltando las narrativas ecológicas locales y esfuerzos colectivos durante 15 años con prácticas de siembra de agua. Mediante un enfoque etnográfico, se estudian las contiendas jurídicas, crisis socioambientales recientes y la resistencia frente al Estado mexicano para establecer un diálogo en el contexto de la problemática hídrica. Un elemento esencial del análisis son las narrativas que incorporan elementos no-humanos, proporcionando una comprensión más amplia de los desafíos en el Valle de Ocotlán. Con una perspectiva cosmopolítica, este trabajo une diversas ópticas: desde el ángulo jurídico-estatal, pasando por las perspectivas indígenas del territorio y sus entidades no-humanas, las posturas de distintas organizaciones civiles y, crucialmente, las tensiones internas en COPUDA en su lucha por un manejo equitativo del agua.

Sembrar agua en los Valles Centrales de Oaxaca, es tanto una poética territorial como un llamado a la acción ante la escasez hídrica y la crisis climática. La reciente lucha social del pueblo Ben’zaa ha logrado un reconocimiento significativo de sus demandas en torno a la gestión y el acceso al agua, consolidado mediante un decreto presidencial que coloca en el centro las prácticas y conocimientos indígenas de la microrregión del acuífero, denominado como Xnizaa. Sin embargo, este avance plantea una interrogante fundamental: ¿La lucha social de las comunidades Ben’zaa es inequívocamente por el agua?

En su investigación etnográfica, Oscar Ulloa expone cómo la lucha por el agua y la defensa territorial en el Valle de Ocotlán, trascienden las concepciones tradicionales de lo político, al integrar entidades no humanas que moran en la región y son reconocidas localmente como guardianes del agua y el territorio. Estas relaciones desafían los conceptos convencionales de poder, destacando la relevancia tanto de la organización comunitaria como de la ritualidad.

La obra muestra que el conflicto por el agua no se limita a una confrontación con el Estado, sino que constituye una compleja interacción entre diversos sistemas de conocimiento y ecologías en disputa. Este libro invita a repensar las relaciones entre sociedad y naturaleza, cuestionando los límites del antropocentrismo y subrayando la profunda influencia de las políticas gubernamentales en los territorios indígenas.