DIPLOMADO EN DERECHO CIVIL Y PROCEDIMIENTO
Docente: Dr. Janeiro J. Morel Grullon, MA.
Marzo 2016.
PROCEDIMIENTO PARA LA DEMANDA EN PENSIÓN ALlMENTARIA
Tribunal Competente para conocer la Demanda.
Por efecto de la Ley No. 52-07, promulgada en fecha 23 del mes de abril de 2007, el
conocimiento de las acciones sobre pensiones alimentarías en favor de hijos menores
de edad, pasa a ser nuevamente competencia de los Juzgados de Paz Ordinarios, .en
atribuciones de Niños, Niñas y Adolescentes; siendo dicha competencia, antes de la
entrada en vigencia de la citada ley, de la Sala Penal del Tribunal de Niños, Niñas y
Adolescentes correspondiente, o la instancia que fungiera como tal.
El Juzgado de Paz Ordinario territorialmente competente para conocer de la acción en
alimentos, en atribuciones de Niños, Niñas y Adolescentes, será aquel del lugar donde
resida el niño, niña o adolescente respecto de quien se incoe la demanda.
Procedimiento para Tramitar la Demanda.
El procedimiento iniciara a partir de que se verifique un incumplimiento de la obligación
de suministrar alimentos, por parte de la persona obligada a ello legalmente (en
principio: padre, madre o responsable legal). Ante dicho incumplimiento, la persona
facultada para demandar deberá in terponer formal querella ante el despacho del
Fiscalizador del Juzgado de Paz Ordinario territorialmente competente, en atribuciones
de Niños, Niñas y Adolescentes; pero nada impide que la querella sea interpuesta ante
el destacamento policial más cercano a la residencia de la parte querellante.
Vista de Conciliación.
Una vez depositada la querella, el siguiente paso será la vista de conciliación , que se
tramita ante el despacho del Fiscalizador, en atribuciones de Niños, Niñas y
Adolescentes. Para estos fines, este citara a las partes dentro del plazo de ley (no más
de 10 días), para que acudan ante su oficina. En esta fase conciliatoria, el Fiscalizador
juega un papel preponderante; debe ser activo y, sin imponer propuestas, debe crear el
ambiente adecuado para que las partes lleguen a un acuerdo sobre el monto y la forma
de pago de la manutención que se reclame al efecto.
De la vista de conciliación pueden producirse cuatro resultados, que son:
1) Que las partes comparezcan ante el Fiscalizador y lleguen a un acuerdo.
2) Que una de las partes no comparezca, lo cual se interpretara como falta de interés
en conciliar.
3) Que ambas partes comparezcan, pero no lleguen a acuerdo alguno.
4) Que inicialmente se logre un acuerdo entre las partes, pero que la persona
obligada posteriormente incumpla con lo acordado.
Cuando las partes llegan a un acuerdo durante la fase de conciliación ante el
Fiscalizador, mientras éste se cumpla no hay necesidad de apoderar al tribunal. **Al
respecto, existe una práctica, afortunadamente menor cada vez, consistente en acudir al
Juez de Paz, a fin de que éste dentro de sus atribuciones civiles, en materia de
alimentos, conforme al artículo 211 de la Ley No.136-03, así como de la Resolución
No.1471-2005, homologue el acuerdo de las partes suscrito ante el Fiscalizador.
**Esta práctica ha ido perdiendo aplicación, ya que sobre la marcha se ha comprobado
la poca utilidad de la misma, dado que mientras persista el cumplimiento de lo
acordado, no tiene sentido perder tiempo y dinero en citaciones para comparecer ante
un tribunal, cuando no ha operado un incumplimiento.
Por otro lado, cuando no ha existido acuerdo entre las partes durante la fase de
conciliación, sea porque una parte no compareció a la citación formulada a tales fines,
sea porque habiendo ambos comparecido no se acordó nada, o sea porque se haya
llegado a un acuerdo, pero posteriormente el mismo es incumplido, entonces procederá
el apoderamiento al tribunal para conocer contenciosamente sobre el asunto.
** El apoderamiento al tribunal podrá realizarlo toda persona interesada, con calidad
para ello. La práctica es que sea el Ministerio Publico (Fiscalizador) quien realice dicho
trámite, a requerimiento del (la) querellante.
Sobre el apoderamiento al tribunal, lo regular es que el Fiscalizador remite el expediente
con el acta de No Acuerdo entre las partes, el acta de apoderamiento al tribunal y toda la
documentación que sustenta la acción, que por norma general son:
1) Carta de Ingresos del imputado, emitida por la institución donde este presta sus
servicios;
2) Listado, normalmente manuscrito, redactado por la demandante, sobre los gastos en
que incurre mensualmente para la manutención del o los niños, niñas o adolescentes de
que se trate;
3) Actas de nacimiento, las cuales prueban el vínculo entre el imputado y sus hijos, y
permiten establecer en derecho de la obligación de alimentos en el caso en concreto.
Una vez apoderado el tribunal, el juez fija mediante auto la audiencia correspondiente,
dentro del plazo de ley (no más de diez días, a partir del apoderamiento). En la
cotidianidad, las personas que se querellan diligencian la citación al imputado,
incurriendo gastos por este concepto, pues deben pagar alguaciles para dichas
citaciones, lo cual choca con el principio de gratuidad de la justicia máxime en esta
materia de familia, en la que atendiendo al principio que rige la ley No. 136-03, aplicable
a la materia, todas la diligencias serán libre de costos.
Una vez llegada la fecha de la audiencia, el juez deberá dirigir la causa conforme al
procedimiento especial que instituye la Ley No. 136-03, modificada por la Ley No. 52-
07, para la materia de Alimentos; esto así, atendiendo al artículo 176, párrafo, de la
citada ley.
La Audiencia.
En la audiencia, conforme al procedimiento especial para tramitar las pensiones
alimentarías, atendiendo al artículo 183 de la Ley No. 136-03, se conocen las demandas
mediante un procedimiento sencillo y expedito, el cual comprende las siguientes fases:
1) **El Juez ordena al alguacil que llame la causa correspondiente.
2) **Luego de tomar las calidades a los abogados representantes de las partes, si
hubieren; al Ministerio Publico y las generales de las partes comparecientes, procede
dar la palabra al Fiscalizador para que de formal lectura al apoderamiento del caso al
tribunal, ya que este es quien por norma general apodera.
3) **El Juez dispone la lectura, por secretaria, de la documentación anexa al expediente;
y en caso de que en audiencia alguna de las partes aporte otro nuevo documento, este
debe mostrarse a las demás durante la audiencia, y anexarse al expediente, toda vez
que se trata de un proceso especial, donde prima el interés superior del niño, y no rigen
los rigores del proceso penal común, respecto de la aportación de pruebas.
Todo ello, en observancia también del principio VI de la Ley No. 136-03, por efecto del
cual en caso de algún choque entre el interés superior del niño y otro derecho
consagrado, el primero deberá prevalecer en todo caso.
4) Da la palabra al querellante para que de forma sucinta exponga al tribunal cuanto
pretende que se imponga como manutención.
5) Se permite que el imputado argumente
(Exposición sobre los gastos en que él incurre mensualmente; su situación
momentánea, si no está trabajando; cuanto esta en disposición de abonar por
concepto de manutención; etc...), y finalmente;
6) Se da la palabra al Fiscalizador para que concluya al fondo.
Es oportuno destacar que en materia de pensión alimentaria a favo r de hijos menores de
edad, en virtud del artículo 196 de la Ley No. 136-03, el juez en la misma sentencia que
fija el monto de la pensión que se deberá paga r, generalmente de forma mensual, debe
imponer a la parte condenada dos años de prisión en suspenso, ejecutable solo en
caso de incumplimiento injustificado del pago por el referido concepto.
Asimismo, resulta de interés comentar que conforme al artículo 183 de la Ley No. 136-
03, en la audiencia que se efectúa en este procedimiento penal especial, en materia de
Niños, Niñas y Adolescentes, el juez tiene un papel activo en cuanto al interrogatorio
que se lleve a cabo a las partes, ya que dicho texto legal expresamente dispone que es
el juez quien formulara las preguntas en la audiencia.
Esto así, a diferencia de lo que ocurre en materia procesal penal ordinaria, donde
conforme al artículo 326 del Código Procesal Penal, los jueces se limitaran a preguntar
solo respecto de aquello que no quede esclarecido mediante las preguntas que al efecto
formulen las partes.
Aspectos a Valorar por el Juez para Establecer el Monto de la Pensión.
Una vez comprobada la procedencia de la acción, ha lugar al estudio del monto de la
manutención a imponer en cada caso en concreto, para lo cual deberá valorarse
conforme a criterio jurisprudencial y al artículo 178 de la ley que rige esta materia, las
siguientes cuestiones, a saber:
a).- Los ingresos y los compromisos primarios de la persona obligada;
b).- Las necesidades reales del Niño, Niña o Adolescente de que se trate y;
c).- Los ingresos de la persona demandante quien en principio debe colaborar con la
manutención con un 50%.
Cuando el juez decide sobre la cuantía de la manutención, debe especificar el momento
a partir de cuando será efectiva la decisión.
En este sentido, lo normal es que se consigne que la efectividad de la sentencia será a
partir del apoderamiento al tribunal de la acción; sin embargo, en los casos en que se
trata de un incumplimiento de un acuerdo susc rito por las partes, procede valorar la
posibilidad de hacer efectivo los pagos correspondientes de forma retroactiva, a partir de
la fecha que dicho acuerdo se haya incumplido, siendo perfectamente posible
modalidades de pago, precisando montos distintos respecto de la deuda atrasada y los
pagos a partir de la fecha de la sentencia. Por lo general el Fiscalizador formula los
pedimentos al respecto.
En el ejercicio del papel activo del juez, estudiado en el apartado anterior, si de la
documentación aportada el juez no puede edificarse sobre el monto de la
manutención, éste puede de oficio, si nadie lo solicitare, suspender la audiencia, a
fin de que se aporte la documentación pertinente. Por ejemplo, si no consta en el
expediente un certificado de ingresos del imputado, esencialmente cuando este dice en
el juicio que no está trabajando, y la parte querellante lo contradice, o manifiesta que el
mismo tiene otras fuentes de ingresos.
En estos casos, válidamente el juez pudiera ordenar la realización de los trabajos
socioeconómicos correspondientes, a cargo de un Trabajador Social del Consejo
Nacional de la Niñez y Adolescencia (CONANI), a fin de estar en condiciones de
estatuir con justeza. Para evitar dejar desprotegido al niño, niña o adolecente,
procedería en estos casos disponer una pensión provisional conforme al artículo 181
de la ley que rige la materia, por si la realización de dichos trabajos se prolonga mas del
mes, o cual que sea el plazo dispuesto en la sentencia para fines de efectuar el pago de
dicha manutención provisional".
En todo caso, cuando no exista documentación que determine los ingresos
precisos del imputado, el juez debe remitirse a la presunción legal instituida en el
artículo 189 de la Ley No. 136-03, consistente en asumir que el imputado devenga
por lo menos el salario mínimo oficial.
Esto así, sin menosprecio de que se pueda derivar, conforme al precitado artículo, la
posición social del imputado mediante el estudio racional de parámetros genéricos,
como el hecho de que este posea bienes muebles de considerable valor; la forma
de vestirse; los accesorios y prendas que exhiba, etc.
Pero como es natural, en la práctica estos parámetros para determinar la condición
social del (la) imputado (a) no son de fácil apreciación, pues las personas imputadas en
esta materia suelen comparecer al tribunal con una apariencia más modesta que la que
realmente tienen; por razones evidentes de conveniencia, para fines de justificar una
manutención no muy elevada.
Si el juez estima que para tutelar eficazmente procede imponer como pensión
alimentaria una suma mayor a la solicitada por las partes, o lo contrario (menor a lo que
se solicite), considerando en este ultimo caso, la realidad socioeconómica de cada
parte, partiendo del principio general de derecho, en el sentido de que nadie esta
obligado a lo imposible, válidamente pudiera hacerlo, con la debida motivación en la
decisión que al efecto dictase.
La soberanía del Juez de Paz en cuanto a la fijación del monto de la manutención en
cada caso en concreto, se fundamenta esencialmente en los principios V y VI que rigen
el Código aplicable a la materia, sobre el Interés Superior del Niño y la supremacía de
este frente a cualquier otro derecho consagrado, respectivamente, así como en los
artículos 178 y 183 de la ley aplicable, sobre las pruebas y el pronunciamiento de la
sentencia, correspondientemente; de donde se deriva que el juez puede hasta requerir
por si la prueba que estime pertinente en caso de no estar en condiciones de estatuir
solo con lo que este anexo al expediente, para en base a ella, debidamente corroborada
con las declaraciones de las partes, decidir soberanamente al respecto, conforme a su
buen juicio y máxime de experiencia.
En ese orden, un asunto considerado de interés, es lo concerniente a aquellos procesos
donde el Ministerio Publico solicita una manutención mas allá de lo que pide la
querellante.
Pudiera entenderse que dichas conclusiones del Ministerio Publico estarían fuera de
orden, ya que la misma querellante ha solicitado una suma determinada para fines de
manutención, y quien mejor que ella para tener conocimiento de las necesidades que
debe cubrir a favor del hijo menor de edad beneficiario de la acción, mediante el auxilio
de la citada manutención. Y que en ese orden, el Ministerio Publico, al solicitar una
manutención más elevada que la requerida por la propia querellante, estaría
excediéndose de sus funciones.
** En relación a este punto, dada la casuística del derecho, el Juez de Paz debe en cada
proceso estudiar las declaraciones de las partes, y cotejarlas con la documentación
anexa al expediente.
Si de las afirmaciones del imputado se deriva que el mismo tiene facilidad de dar por
concepto de manutención más de lo que solicita la querellante y, por otro lado, el juez
advierte mediante la forma de exponer de la querellante , que esta es una persona de
escasa formación y, por ignorancia, solicita una suma que no se compadece con su
realidad; en ese contexto, o alguno similar, el juez debe estudiar seriamente la
posibilidad de acoger las conclusiones del Ministerio Público, ya que este en su
condición de representación de la sociedad en general, tiene el deber de cuidar los
legítimos intereses de quienes la integran, por lo que a la luz de las descritas
circunstancias, el Ministerio Público (Fiscalizador) no estaría extralimitándose de sus
funciones al momento de pedir al juez de paz una manutención mas elevada que aquella
solicitada por la propia querellante.
Por otra parte, también ocurre en la practica que la querellante, que por lo general es la
madre, sea por presión del imputado, o por la causa que fuere, acude ante el tribunal o
ante el Fiscalizador, a fin de solicitar que se deje sin efecto la manutención que se haya
impuesto en el caso ocurrente.
** En este caso, de lo que se trata es de una solicitud que debe canalizarse mediante
una acción principal en justicia, a la luz de los lineamientos aplicables a la materia,
previsto en la Ley No. 136-03 en su artículo 174 y siguientes.
El juez al decidir sobre el asunto, debe estudiar la situación, enfocando dicho análisis
en el grado de desprotección que pudiera implicar para el niño, niña o adolescente de
que se trate, una suspensión del suministro de alimentos por parte del imputado, aun
cuando esta cesación en el cumplimiento de la obligaci6n sea a solicitud de la
querellante.
Si el juez luego de analizar el caso, establece que dicha solicitud obedece a presiones o
situaciones que no se corresponden con el bienestar del interés superior del niño, debe
rechazar tal pedimento, y para evitar inconvenientes en la ejecución de la sentencia de
manutención que mantendría sus efectos, el Juez de Paz pudiera ordenar que dichos
pagos sean efectuados en manos de otra persona distinta a la querellante, a fin de
contar con mecanismos fehacientes para determinar el cumplimiento o no de la decisión
que impuso la manutención en la especie, para los consecuentes efectos represivos, en
caso de incumplimiento injustificado de la misma.
Recordemos que en esta materia, de lo que se trata es de tutelar de la forma más
efectiva posible el interés superior del niño, niña o adolescente de que se trate y, en esa
tesitura, el juez de paz puede imponer el monto de manutención que estime mas acorde
con lo justo y útil en cada caso, así como acoger o no las solicitudes que se realicen al
respecto (aumento, disminución, cesación, etc.), con la debida motivación de su
sentencia.
Preparado por:
Dr. Janeiro J. Morel Grullon, MA.
Telef. 809-697-1260 cel.
(809) 960-5960 ext. 6386
jmorel@[Link]
janeiromorelgrullon@[Link]