BIOGRAFÍA
SILVIA MENDOZA GÁLVEZ
Silvia Dolores Mendoza Gálvez, nació en Piura.
Desde temprana edad, puso de manifiesto su sensibilidad y vocación por la
educación; las artes y las humanidades, a través de sus actividades lúdicas
donde ella asumió el rol de maestra. Asimismo, a través de la organización
de veladas, en las que no faltaba la puesta en escena del canto, el baile y
la declamación.
Destacó por su desempeño académico, de manera especial en la escritura
y composición.
Concluyó sus estudios escolares en la I.E ‘Santa María’ de Piura.
Sus estudios universitarios los realizó en la Universidad Nacional de Piura,
obteniendo el título de Licenciada en Ciencias Administrativas.
Se ha desempeñado como docente y coordinadora en diversas
Instituciones Educativas de la Región Piura. Asimismo, ha sido expositora
de talleres de Formación Ética y Ciudadana para los CETPROS y directores
de los Institutos Tecnológicos de Lima y Coordinadora Sede Piura del
programa PREFORD (Bachillerato y Licenciatura) de la Universidad
Nacional de Trujillo. Asimismo, como trabajadora y Apoderada Especial del
Banco Wiese Sucursal Piura.
Inspirada por su vocación de servicio y amor por la educación y la cultura,
desde el año 2001 viene realizando valiosos aportes a la Educación de la
Región Piura, a través Proyectos Educativos de su autoría, aprobados por
UGEL y/o DREP, entre los que destacan:
- ‘Expresión de valores forjando nuestro desarrollo’ - (Sullana 2001)
(Piura 2008).
- ‘Expresión de Valores por el desarrollo, la Dignidad y la Paz’ (Piura
2012 y 2018).
- ‘Ciudadanos y Líderes por una nueva sociedad’ (Piura, Sullana, Paita
Ayabaca y Morropón).
- ‘Cultura Piurana para la Construcción de Ciudadanía’ (Piura 2019)
- ‘Cultura Regional para la Construcción de Ciudadanía’ (Piura -
Sullana 2022).
- ‘Cultura Regional para la Construcción de Ciudadanía’ (Piura -
Ayabaca - Huancabamba 2024)
Es escritora, poeta, autora de los libros: ‘EL LATIDO PROFUNDO DE MI
TIERRA´ (2019) y ‘EL UMBRAL SUSPIRADO´ (2022), con valioso contenido
de Identidad Cultural; de valores y componentes democráticos de carácter
humanista formativo. Su contribución se centra en forjar ciudadanía en los
niños y jóvenes de la Instituciones Educativas de la Región Piura.
“...la autora no se encasilla en una sola línea de producción poética; sino
que nos muestra su capacidad de indagación explorando diversas
posibilidades creativas” (Sigifredo Burneo Sánchez).
Es Gestora Cultural y educativa.
Es Presidenta de la Asociación de Escritoras de la Región Piura.
Es Presidenta de la Asociación Silvia Mendoza Gálvez - Aporte Educativo y
Cultural.
Es integrante del ‘Coro Polifónico Piura’ en la cuerda de soprano.
Ha sido distinguida como PERSONAJE CULTURAL 2019 por la Dirección
Desconcentrada de Cultura de Piura.
Recibió el reconocimiento a su producción literaria y aporte a la literatura,
por la Universidad Nacional de Piura - Resolución 1715-R-2022 del 15 de
septiembre de 2022.
● Recibió el diploma de ‘Visitante Ilustre’ que le otorgó la Universidad
Nacional de Piura - Escuela de Posgrado. (29 de septiembre de 2023).
● Recibió el reconocimiento en el ´Día del Éxito’ UGEL Piura (2008), través
de Resolución Directoral N° 60, por el éxito alcanzado en la implementación
del Proyecto Educativo ‘Expresión de Valores forjando nuestro desarrollo’
en el ámbito de UGEL PIURA y el compromiso social asumido por la autora,
con la educación de nuestra Región Piura.
● Recibió el reconocimiento de la Cámara Junior Femenina de Piura, en el
año 1983, por su destacada labor como Presidenta de la institución.
“Su gestión como Presidenta de la Cámara Junior Femenina de Piura
refleja su temprano empeño en las labores trascendentales” (Dr. Arturo
Davies Guaylupo).
ESCRITORA: SILVIA MENDOZA GÁLVEZ.
LIBRO: ‘EL LATIDO PROFUNDO DE MI TIERRA’
POEMAS:
´MI TAITITO EL CAUTIVITO´
Vivimos en un mundo de correriyos,
de susto en susto,
de tumbo en tumbo,
siempre mirando pa´ juera,
hartisísima gente caminando
y hablando a la ligera.
Apriendí que existe el ´taitito´
desde bien churrita,
en la escuela con mi maestra Juana
y en el campo con mi mamita.
Apriendí a persinarme bien rapidito
y hacer la genufleción
y a escuchar el catecismo
con hartisísima atención.
Así jui creciendo
llenando de ilusiones mi maleta,
rezando mis oraciones de paporreta,
sin detenerme a pensar lo que deciya,
creiba que eso era ser güena cristiana,
cuantimás si a doña Pánfila veiya
golpiarse durisísimo el pecho
rezando el Ave Mariya.
Hasta que llegó ´taitito´ el diya
en que compriendí
la inorancia en la que viviya.
- “Vamos pa´ Ayabaca”
me dijo mi mama,
“pa´ la jiesta del Cautivito
que es milagrosísimo,
pa´ dale las gracias
por lo mucho que mia dau,
y a ti que diun pelito ti ha salvau.
Casi te vas pa´ la otra
cuando el beriberi te cogió,
te temblabas tuitita y
poniyas los checos en blanco,
pareciyas poseyida y yo gritando:
“¿¡´taitito´ hasta cuándo!?”.
¡Ay mama!
felizmente no lo recuerdeyo,
ya no me cuente lo que sufrí,
agora sin pensarlo dos veces,
pa´ Ayabaca le diré que sí.
Te alvierto Dionila
que diun ratito dentramos
pa´ un camino fellisísimo y culebrero
y echémonos cruces pa´
que no se suelte el aguacero,
ay sí que patinamos y nos
vamos de bruces al precepicio.
¡No diga eso mama!
´Taitito´ Cautivito, mira que por ti
hago este sacreficio.
Veyo que el ónigus sube y sube
y da güeltas y güeltas al cerro,
no quiero ni mirar pa´abajo
que cada vez ´tá más
hondisísimo el despeñadero.
Mi ha dentrau fiebre y
me dan ganas de gomitar,
páseme mama el algodón y la timolina
y déjeme de asustar.
Tápate bien Dionila,
deja de rechinar las muelas
y duérmete que falta hartisísimo
pa´ llegar a la estación.
Ay mama, no me desanime
ni me quite la ilusión,
que quiero llegar bien
trempanito pa´la procesión.
Mama, arreye que ya llegamos a la ciudá,
mire qué lindita la Plaza de Armas
y el local de la Municipalidá,
pero lo más lindito
que mis vistas han podido agüaitar,
es ver a mi Cautivito vivito en persona
entre el gentiyo brillar.
Nos unimos a la procesión.
Los cristianos nos arrempujaban
y no teniyan compasión.
Yo avanzaba un paso
y retrocediya diez,
veiya a mi Cautivito
alejarse más y más cada vez.
´Taba con tuitita la pena
de no poder tocar a mi Cautivo
y decile que de mi viaje
él era el motivo.
La cosa se empioró cuando mi mama
de la otra esquina me gritó:
“Dionila, ya cumplimos con la promesa,
da media güelta y regresa”.
Ay sí que las esperanzas
las habiya perdíu.
Cuando vide que
la procesión iba terminando
y la gente siba desperdigando.
¡Mama, el Cautivito
regresa pa´su morada!
¡Ya no nos vamos por nada!
Esta es nuestra oportunidá
de tener cerquita su mirada.
Dentramos y habiya un puñadito
de cristianos que subiyan
al altar a adorarlo.
Mi iba acercando y mi emoción
y felicidá iba aumentando.
Sentiya que el corazón durísimo me latiya
y ya mesmito se me saliya.
Cuando por fin lo tuve cerquitita
me se jue la respiración,
mi mama me dio un manazo,
es que pa´que reacionara de la impresión.
´Tábamos allí Cautivito y yo por primera vez
cogí su ropaje y cayí de rodillas a sus pies,
dentré en comunión con Él
con la boca abierta
y al ratito, pasé a la desesperación
al ver que la gente me apuraba
pa´que termine con la adoración.
Sentiya que me lo quitaban
y queriya quedarme con algo de él.
Sin pensarlo, le jalé durisísimo
un pelito de su melena,
lo puse en el algodón y
me bajé corriendo sin pena.
Cuando lo miré defrente
diabajo pa´arriba,
el Cautivito se puso más oscurito
y con cara de enojo.
Yo jui bajando la mirada
poquito a poquito y
mirándolo de riojo.
Ay nomás vide todo oscuro
y me puse friya,
qui acabe todo así
Cautivito no queriya.
Corrí de güelta pa´arriba,
es que pa´pegale
su pelito en la tutuma
y pedile perdón por
lo qui habiya hecho.
Sentí que Cautivito
escuchaba mi arrepentimento.
Me jui reponiendo
y viendo de güelta
la luz que veniya
más clarita desde el firmamento.
Mi Cautivo me dio una leción
con lo quia pasau,
de lo que deberiya ser una persona
mi ha concienciau.
Mi hizo compriender
que no se debe borrar
las plegarias y oraciones
con nuestras atitudes y malas aciones.
Siento que mi almita si ha fortalecíu
dejo de lau la priocupación y el lamento
y tengo más aguante pa´l sufrimento.
Hoy Cautivito ocupa
el primer lugar en mi vida,
sin él no empiezo bien el diya,
le rindo cuentas de tuitito
lo que he hecho
y a un jalón di orejas
si atué mal tiene el derecho.
Fieles y devotos que lo adoran
o que van en procesión,
nos pide el Cautivito
a tuititos sin ececión
miremos pa´ dentrito de nosotros,
que es allí dentro de cada uno
´onde se cocina, se cuela
y sale todo limpio o con lodo,
seyamos recataus y no pensemos
sólo en nuestro acomodo.
Si endeveras quieres cambiar el mundo,
velay paisano, nuay otro modo.
*******************
´EL BENICIO SE HA ENCUMBRAU´
Mamerto, apéyate un rato junto a mí.
Me siento, te paras,
me paro, te sientas,
´tate quieto que te veyo con ganas
de mandarte a mudar.
Velay, así no podemos agarrar la conversa,
ni menos gilear.
Tenemos quir haciendo planes pa´l futuro,
ya que pronto nos vamos a matrimoniar;
no vamos a ir improvisaus
a juntar nuestras vidas,
esperando que el ´taitito´
nos enviye como lluvia
el agua y el pan.
No Mamerto, “ayúdate que yo
te ayudaré” dice el refrán.
Rascándote la panza
no llegaremos a güen puerto.
Si no paras las orejas,
contigo me he de enojar
anque te quiera harto mi Mamerto.
Te voy a contar la historia
del Benicio que salió di abajo
y se llegó a encumbrar.
Mi vecino de bien churrito
era bien feyo el probecito,
con una pipa bien grande
que su mama lo teniya que fajar,
pero era bien sabido y
a todos les podiya ganar.
Cuando su taita cayó
en desgracia por enfermedá,
doña Eleuteria si hizo cargo
solitita de sus cinco churres,
entre eos Benicio que era
el mayorcito y güen hijo de verdá.
De todo hizo la probe Eleuteria
pa´que sus churres no pasen hambre.
Saliya a trabajar a la cocina diun
chicheriyo apenas rayaba la aurora,
Benicio si iba con ea
pa´ ayudale a su progenetora.
Se poniya bien prestito a cortar
el pescau, la cebolla y el limón.
Doña Eleuteria en apuros le deciya:
“Siéntate Benicio que la patrona
te dará un sermón”.
Benicio si habiya mentalizau
en apriender bien el oficio,
por eso no entendiya esa razón.
De la noche a la mañana y
a escondías de la patrona,
Benicio se encargaba
de la preparación.
Doña Eleuteria almirada
moquiaba orgullosa
y le daba su bendición.
Desde ese diya le dijo a su mama
que ea no golveriya más a trabajar,
que ya se habiya matau en la vida
y que debiya descansar,
que de ea y sus hermanos
él si iba a encargar.
Benicio se la creyó
desde un prencipio
y no dudó ni un solo istante
en que teniya qui hacer sacreficio
pa´salir adelante.
Por eso comenzó con una mesa,
cuatro palos y una estera,
tamién apriendió a preparar
bien la chicha pa´que no
se atraganten los comensales.
Así jueron llegando
los primeros cholos del campo
con su jefe el Rosales.
El cebiche en mate se veiya generoso
con sus yucas y zarandajas.
A los paisanos se les haciya
agüita la boca
y comiyan como desaforaus.
El cariño de la casa
se haciya presente
con un poto de chicha,
clarito o estilau,
“Lo que usté prefiera paisano”
pa´que güelva y
no se vaya pa´otro lau.
Cuando quien te lo dice Mamerto
El cebiche de Benicio,
de boca en boca iba en aumento.
En menos diuna semana
apareciyan los cristianos
de tua laya y edá,
veniyan no solo del campo,
sino tamién de la ciudá.
La mesa y la estera
ya no daban abasto,
se tuvo que comprar pa´la
chicha más tinajas de Simbilá.
Se tejieron más esteras
pa´que el techo
se corra más pa´allá.
Benicio andaba con
los checos bien abiertos
pero manos le faltaban
pa´ la atención.
Y dispués de sudar la gota gorda
pronto pudo dar empleyo
a los hijos de la Concepción.
La ramadita con la que Benicio empezó
se convirtió rapidito en una istalación.
Ya no veyo centavos en el pago
agora son billetes y hasta creygo
que tarjetas de presentación,
que Benicio degüelve a los cristianos
cuando termina de atenderlos
y quedan a entera satisfación.
Agora Benicio si ha convertiu en patrón,
él ha salíu di abajo,
es justo y decente
y no explota a la gente
que le ayuda en la produción,
por eso tiene del ´taitito´,
tuitita su bendición.
Esto te lo cuento Mamerto
no pa´que lo envideyes
sino pa´que te sirva de ejemplo,
así que ya mesmito
te me pones en ación.
Eres muy güen carpintero
y los muebles dan utilidá,
anda sacando los ahorritos,
que bien guardaus los tienes,
no seyas amarrete por piedá,
que es pa´ ti mismo y pa´
dentrar ambos dos en sociedá.
Vamos a fabricar mesas, sillas
y alacenas en cantidá,
pa´dar trabajo a los paisanos
que están en necesidá,
ya que si esperas
con los brazos cruzaus
a que cambeye la situación
tendremos que aguantar la condena
por hartisísimos años más
en la misma condición.
***********************
AL SUEÑO NO LU EMPUÑO
Anoche ´tuve con las vistas
bien abiertazas,
las cerraba y se me abriyan solititas.
Me tomé cuatro jarros de valeriana
y apiarse al sueño no le daba la gana.
Mi mama me trujo
una ramita de manzanilla,
siempre me habiya dicho
que pa´l sueño era una maravilla.
“Póntela debajo de la almohada”
-me dijo
“Que diun ratito
cayes rendía y cansada”.
Me poniya de costau y nada
me voltiaba pa´l otro lau, ni así
el sueño no si apiadaba de mí.
Empezó a pegarme
hincones en la tutuma,
me puse a contar ovejitas
y perdiya la cuenta en la suma.
Me senté en la tarima es que
pa´ pensar encontrar el motivo
por el que mi hallaba
en esa condición de castigo.
Una lucecita me iluminó la azoteya
en la noche cada vez más oscura y feya
y caigo en cuenta que tuaviya
´taba con tuitita la emoción,
del paseyo que dimos
en la ciudá con la Encarnación,
pero más que emoción
yo diriya que era alteración
por todo lo que vide en el paseyo,
lo bonito y lo feyo.
Lo bonito jue una casa
enorme como palacio,
con hartas lucecitas
de esas que vide en el cinema,
con patios larguísimos
que pareciyan de nunca acabar,
con caminitos y escaleras
que se moviyan solitititas
y no era necesario
mover los pieces pa´caminar.
Tamién los restaurantes
bien puestecitos y elegantes
que atendiyan a los cristianos
que comiyan desaforaus y campantes.
Con la propina del domingo
la Encarnación y yo
nos pudimos comprar
un helau de vainilla,
ya que pa´ más
¡velay! no habiya.
Hasta allí todo iba bien.
Lo feyo jue cuando paramos
en una tienda grandazasa
que deciya en un cartel:
“Cierra puertas”.
Ay sí que el corazón
me empezó a brincar durisísimo
y se me saliya.
Le dije a la Encarnación:
“Aquí nos van a encerrar”.
Mi mamá me ha alvertiu
de los secuestros que están
a la orden del diya
por individuos siniestros.
Justo en la puerta habiya
un hombre parau
y bien uniformau
que teniya cara de pervertíu.
Mira Encarnación el liyo
en que nos has metíu.
La Encarnación que habiya
veníu tiempo atrás
me jaló de los tirantes y
diun empujón me hizo
dentrar sin más.
Adentro era un alboroto,
los cristianos como loquitos andaban,
yo seguiya temblando de miedo
y las muelas me rechinaban.
Habiya un cargamento de
ropa nueva que se la jaloneaban,
yo pensaba que la ´taban dando
pa´ distraernos y consolarnos del encierro
y que dispués la iban a descontar
cuando nos suelten pa´l trabajo forzau
y nos manden al destierro.
Cuando en eso vide que
si iba formando una cola larguisísima
frente a un cartel que deciya “Caja”;
pensé primerito que la ropa
que cada uno habiya arranchau
la íbamos ir encajonando pa´ usala
tuitito el año en el trabajo deshonrau,
pero dispués vide que cada uno
iba sacando plata pa´ pagar
y tuititos los trapos
empezaron a embolsar.
Ahí nomás vide que
se abrieron las puertas
y los cristianos empezaban
a salir cargaditos del bazar.
¡Recién me golvió el alma al cuerpo!
Dispués de salir corriendo
detrás de la Encarnación,
sólo me quedaba la pensión
de haber visto a la gente,
que compraba y compraba
como descocida sin priocupación.
Me pregunté si teniyan
hartisísimo dinero
o si era lo que les quedaba
dispués de separar los centavos
pa´ la medecina, la merienda
y el panadero.
La Encarnación me explicó
que usaban es que tarjetas de crédeto
y que te llevabas tuitito lo que queriyas
y qui ibas pagando de a poquitos
velay - le dije:
¿Cuál es la ganancia
del dueño del negoceyo?
¿Qué es mentecato?
¡Así prontito se quedará calato!
Así nues me dijo:
“En la cuota de cada mes
te recuestan un interés
o seya una plata de más.
Esa es la ganancia del dueño”.
Agora compriendo los motivos
de mi falta de sueño:
primero jue el sustazo
por el “Cierra puertas”,
que mi mama tuvo que quitarme
rezando con las manos abiertas.
Y segundo la duda de si
la ganancia del dueño
lo hariya millonario
y nos dejariya probes
a los demás cristianos
cantando temblorosos
como el canario.
……………………
LIBRO: ‘EL UMBRAL SUSPIRADO’
POEMAS:
“EL GULIN SIA ENGORILAU”
Tengo un dolor que me aprieta el pecho
al ver a mi churre tristísimo y maltrecho,
quien lo viera cómo me luan dejau
de la noche a la mañana, ¡nuay derecho!
Ya deciya yo que cada diya
veiya al muchacho que más se encogiya.
¡Saca pecho Romualdo! – le deciya
y pa´que yo no le eche boca, pujaba
y tuitita la pipa le apareciya.
Feliz era en su escuelita ´e Monte Sullón,
número uno, bregadier y jefe ´e batallón,
hasta que su padrino, el que
le echó el agüita en Simbilá,
el gringo melenudo jefe ´e su taita,
tuvo la ideya de que estudie en la ciudá.
Y se encargó de la pensión,
del uniforme y la movilidá,
con tanta plata que teniya,
pa´ él no habiya austeridá.
Pareciya que pa´l Romualdo
iba a ser su felicidá,
pero ocurrió tuitito al revés,
lágrimas y sufrimiento a la vez.
El primer diya lo mandé bien almidonau
y regresó bien cochino y enlodau,
pareciya que se habiya revolcau
en el charco con los chanchos del pelau.
- ¿Qué tia pasau Romualdo?
- Nada mama, me cayí.
No le dije nada, pero no le creyí.
Al otro el diya asomó su tutuma
con un chicle bien pegau,
¡Ni cuenta si habiya dau el despistau!
Le sobé durisísimo con kerosene
que hasta el coco le quedó colorau.
Una noche lo agüaité que andaba bien asustau,
cubriya con un pañuelo los pelos bien apretaus.
- Romualdo ¿Qué así te la vas a pasar?
- Sí mama, hasta que güelvan a su lugar.
Cantó el gallo y antes de que aclare el diya,
los pelos de güelta dentraron en rebeldiya.
El probe ´taba tan desesperau
que lo mandé al colegio bien engominau.
Cada tarde calladito traiya una novedá,
el hijo ´e mis entrañas era preso ´e la maldá.
L´ última, un moretón cerquitita del ojo,
´taba flaquitito, delicau y ojeroso,
de churre perecido pasó a remilgoso.
- ¡Habla Romualdo por piedá!
¡No te quedes calladito por tu dignidá!
- ¡En el colegio mama!
- En el colegio los churres mian acorralau,
me empujan, me pegan, me dicen cerdón y pelo parau.
De pies a cabeza sentí que me encendiya
dejé el sufrimiento y me llené de valentiya.
- ¿Qué lia pasau a mi hijo en sus narices?
- Cálmese señora, su hijo es diferente
y él no encaja entre esa gente.
- ¡Ya lo tengo claritito!
Qué lastimidá con esta cristiana indolente
que no sabe ni un pelito de igualdá
de derechos entre la gente.
Con ese pensamiento torcíu,
vaya a educar a su maríu.
Mamas, taitas, maestros y maestras,
a parar bien los checos, los oídos y las cejas:
A la violencia y al maltrato
te tienes que adelantar,
hay que mentales: “pa´ juera”
antes que empiecen a germinar.
En la diferencia de razas,
religión y cultura está la riqueza
y la Igualdá las hermana
y las defiende con entereza.
Si estos principios bien aprendíus
nuestros churres van a perseguir,
el gulin con el rabo entre las piernas
¡ya mesmito se ha de ir!
EL COMPADRE ‘E MI FINAU
En el caseriyo ya reza el dicho,
que el compadre ´e mi finau
muchos dolores nos ha dau.
Unos dicen que´s porque tuitita
su vida ha siu entenau
y la yunta ´e su mama lua marginau.
Otros, que no luan comprendíu
por ´onde quiera que andau.
Mi mama dice que tamién
es porque beta no lian dau.
Doña Bertilde, su mama, se ha despistau
y de él casi ni sia ocupau.
Lo cierto es que así ha crecíu el condenau
y es preso del reveseyo de casi tuititos
los cristianos d´este lau.
Pa´unos pocos es un angelito
y luan recibíu bien facilito.
Pa´otros es un lastre
y luan arrinconau al probecito.
Pero pa´mi juicio, el compadre ´e mi finau,
tiene un lau güeno y el otro daliau.
El lau güeno lo ha demostrau
en que es acomedíu y adelantau
y el lau daliau, en que su compaña
es un tormento; agora verán
lo que les cuento:
Cuando ´taba con vida mi finau,
pa´ dirigirse a mi persona
se las ingeniaba don Eladio el desgranau:
- Comadrita, su alforja está pesadita,
se la cargo hasta su chocita,
sino terminará herniada comadrita.
- ¡Velay! sólo por eso le hago caso,
no quiero andar con nudos en la panza
ni menos con dolor de espinazo.
- La he traído a pie ¡cuánto lo lamento!
La próxima nos montamos
prestitos en mi jumento.
- Comadrita, me quedé cansau y sin aliento;
un potito de chicha será mi calmante
después de caminar por el desierto.
- ¡Tome rápido don Eladio!
dé media güelta y mándese a mudar,
no seya pesau que ya llega su compadre
y se pondrá furioso y malencarau.
Cuando mi Cirilo pasó a mejor vida,
la cosa jue de mal en caída:
- Comadrita ¿me invita a comer
su rico potaje?
- ¡Don Eladio, tenga en cuenta
que yo no soy su comadre!
El último churre que le quedaba morito
ya lo bautizó mi finadito.
No abuse de mi confianza,
no me malogre el diya don Eladio,
que si no se va ya mesmito,
¡Tendrá que sacalo el comisario!
- ´Tá bien comadrita,
que me saquen nues necesario.
No se me ponga brava,
que al toque de campana de
la parroquia, regreso mañana”.
El lau daliau que pior ha demostrau,
es que anda miando por ´onde va,
encopau y juera de la casa de la vecina,
en su morada o en la cantina,
tamién güeno y sano cuando el tiempo le ha ganau,
no tiene reparo en bajarse el cierre
y apuntar bien feyo, el condenau.
Hartas veces esa historia le ha pasau,
dispués deja el olor fellisísimo
y tuitito el caseriyo inundau.
Don Eladio, vua hablale con claridá:
Andar miando ´onde se le antoja, es falta ´e civilidá,
cuantimás, de usté, falta de responsabilidá
porque todo lo deja contaminau
y pronto viene la enfermedá.
Póngase la mano al pecho
antes de que lo arreste la autoridá.
Agora compriendo mesmamente,
por qué usté va y viene tan apurau.
Comadrita puaquí, comadrita puallá,
hasta por mi nombre de pila mi ha mentau.
No sólo su ayuda ha sido por acomedíu,
sino por belitre y bandíu.
Razón teniya mi hermano el Casimiro
al decirme: “tu vecino ´ta templau.
Deja de abrile la puerta
desayuno, almuerzo y merienda
que lo has mal acostumbrau”.
¿Dionde ha sacau tantas pretensiones
don Eladio, que luan ilusionau?
si yo no le dau motivo,
no le pelau las muelas,
ni las corvas le he enseñau
pá que ´sté tan confianzudo y tronau!
Vaya, vaya don Eladio a chivatear pa´otro lau,
déjeme de tutiar y de mentar mi nombre,
que yo soy mujer de un solo hombre
y hasta la tumba le he de ser fiel a mi finau.
*********************
GLORIOSOS TALLANES
Cientos de años se han contau
desde que mis antepasaus los Tallanes
se apiaron por este lau.
Con gran emoción me los han mentau
mi bisagüela, mi agüela y mi taita
y mi memoria han alimentau.
Mis antepasaus de raza juerte y noble han síu,
por eso mi mama a ocho churres rogustos y mamones
con valentiya ha paríu.
A tuititos de ea nos ha alimentau,
uno a uno se ha prendíu de su pecho sagrau.
Pa´ los Tallanes, el trabajo era un principio,
sudando la gota gorda hicieron Narihualá,
hoy pa´ las vistas, un gran vestigio.
Mi mama y mi taita el trabajo lo han heredau
y a mí de bien churrita me lo han enseñau,
sólo mi hermano, el manganzón del Ruperto
es al único que la pereza lo ha ganau,
dejuro que ha veníu de otro lau,
creygo que dispués del parto
a mi mama en una cabeceada se lo han cambiau.
Me han hablau de su luenga Catacaus
y de como se ha desarrollau y emparentau
con las demás luengas de mis antepasaus.
Por eso compriendo que como nativa soy,
mi dejo y mis palabras tienen boquiabiertas
a los cristianos por ´onde quiera que voy.
Tan rica y grande es mi cultura Tallán,
por ´onde se le agüaite, bella y majestuosa,
que agora con hartisísima pena
se va su gente poquito a poquito dolorosa.
Mis probes viejitos ya andan enclenques,
les falta un pelito pa´ estirar la pata.
En la misma condición están
tuititos los viejitos de la vecindá
que han durau casi cien años
y ya mesmito nos dejarán en la orfandá.
Con eos se va la vida y la esperencia;
en su trajinar y en su penosa ausencia
nos dejan el testimonio y el deseyo
de que se alongue el legau de sus antepasaus
antes de encontrarse con San Juditas Tadeyo.
Bendita la tareya que nos han encargau
en este mundo convulsionau.
Cada diya nuestros churres
andan más sabidos y adelantaus
y a tuititos nos tienen apensionaus.
Autoridades, maestros y paisanos
les vua decir:
No es sólo fierro, ladrillo y cemento
con lo que se ha de construir.
La tutuma de los churres
es lo más preciau
y hay que tener cuidau
con lo que ha de recibir.
Vayamos al rescate de lo nuestro,
la cultura y la educación como aliaus
se asoman priestos,
en los saberes como sustento diario,
pa´ llenar el coco de los alumnos
y de tuitito el vecindario.
Los churritos lo suyo conocerán y amarán,
así es como la Identidá empuñarán.
Al amarlo, lo defenderán noche y diya
y mesmamente construirán ciudadaniya.
Nuestra cultura irá puaquí, puallá,
de boca en boca,
de corazón a corazón.
Que se oiga la voz de los Tallanes
en las escuelas, en los hogares
y en tuitita la nación.
Como los Guayacundos y Huancapampas
perduran vivitos en la actualidá,
así nuestros Gloriosos Tallanes
se arraigan vitoriosos hasta la posteridá.
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´LA MACUMBA ´E LA ZAMBIA´
Algo pasa en la vecindá
desde que asomó la Gregoria,
bamboliando la cadera
ha escrito toa una historia.
Unos dicen que ha veniu é Morropón,
otros de más adelantito, ´e Yapatera;
de taita noble, bisnieto de africano
y de güena mama, alegre y zalamera.
Lo cierto es que la zambia
ha remeciu el caseriyo
y ha revolotiáu el gallinero,
nos ha quitáu la calma
y ha embrujáu a Virgilio, el alfarero.
Yo la vide salir de su morada
tan oronda meneando su existencia.
Los cholos la agüaitan boquiabiertos
y escondíus almirando su cadencia,
dispués asomando con desparpajo,
le dan un silbido di arriba abajo.
La zambia sonriye al cholo uno a uno
sin importale si está solo o acompañáu,
a tuititos pespiteya sin reparo alguno.
La Chona ayer me ha contáu
que hasta la medianoche se ha quedáu
tostando el maíz pa´ la chicha,
agüaitó pa´la choza ´e la Gregoria
y gritó: “la zambia es una ficha”.
Cuenta que en la mesa habiya
las fotos de hartos cholos del campo,
entre eos la del Virgilio patas pa´arriba,
rodiaus de hartisísimas velas encendías
y la zambia repitiendo:
“Ya te tengo, ya te tengo,
con la luenga afuera te retengo”.
Agora compriendo por qué anda
moquiando tristísima la Tula,
sentada tuititas las tardes en su hamaca,
esperando al Virgilio que no llega,
sin saber que la Gregoria lo atraca.
⎯ Chona, cuéntale a la Tula
pa´que veya que nues natural
la frialdá de Virgilio,
pa´que aminore su pena,
pa´que lo cure y pronto
acabe su condena.
⎯ No me atrevo, Micaela,
la zambia de susto ha curáu a mi calato,
no me lo perdona si voy y la delato.
⎯ ¿Así que nomás vides pa´tu lau?
pues te digo que tu Gervacio astáu
agüaitando a la zambia bien voláu.
⎯ ¡Velay! vamos pues, Micaela,
tamién a encarar a la zambia
y a los cholos traicioneros,
sino, ya mesmito los tendremos
como si jueran borregos.
Cuantimás, porque es falta ´e respetación
pa´ la zambia, que anden en ese jaleyo,
aguaitándola y silbándola con deseyo.
Gregoria, apéyate un rato acá,
escucha y entiende por piedá
que siendo mal portada
trayes perjuicio al caseriyo,
te metes con mi yunta, con mi vecino
y tamién con mi tiyo.
En prencipio, semos diferentes,
yo de puaquí, tú de puallá,
ti más avispada, yo más recatada,
ti más oscurita y bembona,
yo más clarita y pipona,
ti pelo apuñuscau, yo pelo bien paráu,
pero ambas dos semos linditas,
igualititas en derechos,
por la tierra ´onde nacimos,
laten juerte nuestros pechos.
Suelta ya Goya tu lau güeno,
que lo escondas nuay necesidá,
Yapatera es de nobles mujeres
que se aprecian por su integridá.
¿Has oído mentar zambia la Interculturalidá?
a mi churre se luan enseñau en la escolaridá.
Cristianos de culturas diferentes se ayuntan
pa´ darse y apriender lo güeno y la amistá.
A tu tierra Yapatera,
en tondero y cumanana
¡naide le gana!
Mi tierra en piqueyos, chicha y tradición
¡Es el orgullo de la región!
Vamos a acabar esta conversa
con amistá y güenas cumananas.
¡La de Yapatera, arranca primera!
⎯ Catacaos me ha acogido
y es mi segunda tierra,
voy a dejar en paz a los cholos
y acabar con las cholas la guerra.
⎯ El santo patrón de Yapatera
es parte importante ´e su historia,
¡Gracias te doy San Chabaquito,
por cambiale el coco a la Gregoria!
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