Vías para llegar a conocer a Dios (fe y razón)
La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu
humano se eleva hacia la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del
hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que,
conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo.
Fue san Justino, quien, conservando después de la conversión una gran estima
por la filosofía griega, afirmaba con fuerza y claridad que en el cristianismo había
encontrado «la única filosofía segura y provechosa». De modo parecido, Clemente de
Alejandría llamaba al Evangelio «la verdadera filosofía», e interpretaba la filosofía en
analogía con la ley mosaica como una instrucción propedéutica a la fe cristiana y una
preparación para el Evangelio. Puesto que «esta es la sabiduría que desea la filosofía; la
rectitud del alma, la de la razón y la pureza de la vida. La filosofía está en una actitud de
amor ardoroso a la sabiduría y no perdona esfuerzo por obtenerla. Entre nosotros se
llaman filósofos los que aman la sabiduría del Creador y Maestro universal, es decir, el
conocimiento del Hijo de Dios». La filosofía griega, para este autor, no tiene como primer
objetivo completar o reforzar la verdad cristiana; su cometido es, más bien, la defensa
de la fe.
LAS CINCO VIAS DE SANTO TOMAS DE AQUINO: Se parte del efecto para llegar a la
causa.
PRIMERA VÍA: “TODAS LAS COSAS SE MUEVEN” (MOVIMIENTO) Nos consta que hay
seres en este mundo que se mueven, pero todo lo que se mueve es movido por otro.
Mover implica pasar de potencia a acto, no es posible que una misma cosa esté en acto
y potencia al mismo tiempo. Por lo que es imposible que una cosa sea a la vez motor y
móvil, así que todo lo que se mueve es movido por otro, pero el proceso no puede seguir
indefinidamente, ahora necesitamos un primer motor que provoque movimiento a todo
lo existente y ese primer motor es Dios.
SEGUNDA VÍA: “CAUSAS EFICIENTES”. Nos consta la existencia de causas eficientes,
que no pueden ser causa de sí mismas, ya que tendrían que haber existido antes de
existir lo cual es imposible, tampoco existe una serie de causas eficientes. Por lo tanto,
tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa causa incausada primera
es Dios.
TERCERA VÍA: (CONTINGENCIA) Hay seres que comienzan a existir y perecen, es decir
que no son necesarios, si todos fueran contingentes (necesarios), no existiría ninguno,
pero existen, por lo que deben tener una causa, un primer ser necesario, y ese ser
necesario es Dios, puesto que, si nada existía, fue imposible que empezase a existir cosa
alguna y en consecuencia ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa.
CUARTA VÍA: “GRADOS DE PERFECCIÓN” Observamos distintos grados de perfección
en los seres de este mundo (bondad, belleza…) Y ello implica la existencia de un modelo
con respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente
verdadero un ser supremo y ese ser supremo es Dios. Vemos en los demás que son más
o menos buenos y lo mismo sucede con las cualidades, pero el más y el menos se
atribuyen a las cosas en su proximidad a lo perfecto (Dios).
QUINTA VÍA: (FINALIDAD Y ORDEN) Observamos que los seres inorgánicos actúan con
un fin, pero al carecer de conocimiento e inteligencia, solo pueden tender a ese fin si son
dirigidos por un ser inteligente que ordena las cosas naturales dirigiéndolos
favorablemente al fin para el cual fueron creados.
Actividad: Después de la lectura, realiza un mapa conceptual sobre el tema tratado.