DERECHO CANONICO II LIBRO III DEL CIC DE 19833
Nuestro curso comprende algunos temas de la función profética de la iglesia (Libro III)
además, están propuestos algunos problemas de la pastoral parroquia que exigen una
respuesta clara y especifica.
Objetivo especifico
1. Tener una comprensión clara de la normativa canónica fundamental relativa a la
función de enseñar en la iglesia, y sean capaces de interpretarla y aplicarla
adecuadamente en la pastoral parroquial.
2. Tener una clara comprensión de las soluciones canónicas viables respecto.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
1. Lecturas obligatorias, que serán elegidas de entre los artículos indicados en la
bibliografía, y que tendrá un valor de 3 puntos cada una (valor 30 puntos); de estas
lecturas nos ese entregará reporte solo se preguntará en clase.
INTRODUCCIÓN
El énfasis que pone el código del 83 al asumir un esquema no solamente mental sino un
esquema que involucra otros factores o tareas de la misma iglesia. En el código CIC 17 del
magisterio eclesiástico: no había sínodo de los obispos, el código de los orientales vuelve al
mismo esquema; el esquema CIC 83 incluye a los laicos en la obra de evangelización de la
Iglesia, en el de 17 y 1990 CCEO son clericales.
211 Todos los fieles tienen el deber y el derecho de trabajar para que el mensaje
divino de salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del orbe
entero.
528 §1 El párroco está obligado a procurar que la palabra de Dios se anuncie en
su integridad a quienes viven en la parroquia; cuide por tanto de que los fieles
laicos sean adoctrinados en las verdades de la fe, sobre todo mediante la homilía,
que ha de hacerse los domingos y fiestas de precepto, y la formación catequética;
ha de fomentar las iniciativas con las que se promueva el espíritu evangélico,
también por lo que se refiere a la justicia social; debe procurar de manera
particular la formación católica de los niños y de los jóvenes, y esforzarse con
todos los medios posibles, también con la colaboración de los fieles, para que el
mensaje evangélico llegue igualmente a quienes hayan dejado de practicar o no
profesen la verdadera fe.
Esto debería de ser un punto de exigencia del oficio parroquial no dejando a las pastorales
la carga total de la enseñanza catequética.
Todo fundamento bíblico del «munus docendi Eclesiae»: vallan por todo el mundo y
anuncien la buena noticia a toda la humanidad (Mc 16,15). Se tiene el derecho de aprender
y la obligación de predicar.
LIBRO III
LA FUNCION DE ENSEÑAR DE LA IGLESIA
El código del 83 utiliza otra terminología en cuestión de la enseñanza de la Iglesia, no habla
solamente del magisterio eclesiástico. La vida de la iglesia sigue girando en torno al
vaticano II tanto la institución del sínodo de los obispos, en 1960 pablo VI dijo vamos a
instituir el sínodo de los obispos para que el papa y los obispos vallan dando seguimiento al
concilio vaticano II. Vaticano II era solemne, tenía un conjunto de cardenales y obispos
expertos que daban su punto de vista en dialogo ecuménico “concilio ecuménico Vaticano
II” con una nota de pastoralidad, no anatematizaste sino una eclesiología de inclusión y
participación.
Principios- guía
1. Novedad legislativa en la continuidad con la tradición canónica y fidelidad al
Vaticano II. Hay muchas funciones y oficios desde donde todos los fieles
principalmente los laicos tienen una vocación misionera, GS dice “allá donde los
pastores no pueden llegar”. (Lázaro Cárdenas impuso una educación socialista, se
prohibía a la iglesia tener escuelas, se pusieron muchos candados para que la iglesia
enseñara su doctrina, se les llamaba a los católicos fanáticos; para el gobierno era
muy peligroso que los católicos tuvieran instrucción a las escuelas) en los distintos
ámbitos de la vida tenemos estos principios novedosos de CVII.
Del CIC 1917 cambio a CVII ya que genero una nueva normativa que genero la
participación de toda la iglesia incluyendo a los laicos. Luego se tiene el segundo principio,
hay una corresponsabilidad en todos los bautizados en la Iglesia. La capacidad de actuar en
nombre de cristo cabeza esta la base de la diferenciación en el ejercicio de estas funciones.
Corresponsabilidad diferenciada en el ejercicio del munnus docendi:
Romano pontífice:
el papa es el sujeto de la potestad en la iglesia, el munnus docendi se pronuncia desde la
silla de pedro cuando hay un dogma esto en unión con los miembros del colegio (se vuelve
a la situación de la bendición de las parejas del mismo sexo, el papa no está proclamando
un dogma de fe sino una respuesta en unión con los obispos a una problemática actual).
749 § 1. En virtud de su oficio, el Sumo Pontífice goza de
infalibilidad en el magisterio, cuando, como Supremo Pastor y
Doctor de todos los fieles, a quien compete confirmar en la fe a sus
hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina que debe
sostenerse en materia de fe y de costumbres.
Colegio de los obispos:
§ 2. También tiene infalibilidad en el magisterio el Colegio de los
Obispos cuando los Obispos ejercen tal magisterio reunidos en el
Concilio Ecuménico y, como doctores y jueces de la fe y de las
costumbres, declaran para toda la Iglesia que ha de sostenerse como
definitiva una doctrina sobre la fe o las costumbres; o cuando
dispersos por el mundo pero manteniendo el vínculo de la comunión
entre sí y con el sucesor de Pedro, enseñando de modo auténtico
junto con el mismo Romano Pontífice las materias de fe y
costumbres, concuerdan en que una opinión debe sostenerse como
definitiva.
§ 3. Ninguna doctrina se considera definida infaliblemente si no
consta así de modo manifiesto.
756. § 2. En relación con la Iglesia particular que le ha sido
confiada, ejerce esa función cada Obispo, el cual ciertamente es en
ella el moderador de todo el ministerio de la palabra; a veces, sin
embargo, algunos Obispos ejercen conjuntamente esa función para
varias Iglesias, según la norma del derecho.
Presbíteros:
757 Es propio de los presbíteros, como cooperadores de los
Obispos, anunciar el Evangelio de Dios; esta obligación afecta
principalmente, respecto al pueblo que les ha sido confiado, a los
párrocos y a aquellos otros a quienes se encomienda la cura de
almas;
Diáconos:
también a los diáconos corresponde servir en el ministerio de la
palabra al pueblo de Dios, en comunión con el Obispo y su
presbiterio.
Religiosos:
758 Los miembros de los institutos de vida consagrada, en virtud de
su propia consagración a Dios, dan testimonio del Evangelio de
manera peculiar, y son asumidos de forma adecuada por el Obispo
como ayuda para anunciar el Evangelio.
Laicos:
759 En virtud del bautismo y de la confirmación, los fieles laicos son
testigos del anuncio evangélico con su palabra y el ejemplo de su
vida cristiana; también pueden ser llamados a cooperar con el
Obispo y con los presbíteros en el ejercicio del ministerio de la
palabra.
2. Por la compenetración mutua entre los Munera, el munus docendi posee una
connotación jurídica imponente.
767 § 1. Entre las formas de predicación destaca la homilía, que es parte
de la misma liturgia y está reservada al sacerdote o al diácono; a lo largo
del año litúrgico, expónganse en ella, partiendo del texto sagrado, los
misterios de la fe y las normas de vida cristiana.
No se puede transferir la predicación que toca al párroco al laico. No se debe convertir la
celebración litúrgica en un circo.
3. Los tres deberes confiados
Hay que conservar la Tradición de la Iglesia Concilio tridentino y concilio vaticano II.
Vaticano I dejo en claro la inefabilidad del papa. Esta lo que anuncia el pontífice (lo que se
tiene que creer con fe divina, es decir que es verdad revelada) como mandato divino y por
ser el vicario de Cristo. Lo que se dice es que concilio de Trento y CVII tocaron ese punto
polémico por los protestantes de Lutero que reclamaban que el pontífice de la iglesia era el
más corrupto de todos al igual que los maestros de aquellos tiempos entonces sus
enseñanzas no son infalibles. Lo que hicieron CVII y Trento es anatematizar a los que no
creyeran en la infalibilidad del papa.
¿Qué es lo que hace el concilio con el conservar? Este da vuelta a la herencia del pasado
proponiendo la doctrina genuina (original) sobre la divina revelación y su trasmisión para
que todo mundo oyendo “creyendo espere y esperando ame” (san Agustín). Hay que
profundizar en la verdad revelada. Anunciar-conservar-profundizar.
4. El mundus docendi tiene una dimensión social, cultural y política.
Es decir, esta doctrina es para todas las culturas pese a su gobierno. La iglesia tiene que
exponer cuales fueron sus principios evangélicos según los tiempos que le llevaron a
esclarecer la fe.
La iglesia es el signo y salvaguarda de as dimensión trascendental de la persona humana y
defensora de su dignidad y de sus valores fundamentales.
5. El munnus docendi posee una dimensión pastoral.
Extender al máximo la posibilidad del anuncio de la palabra de Dios.
Reducir al mínimo las exigencias jurídicas, para facilitar el servicio a
la Palabra de Dios.
Preocupación por la educación cristiana, por la defensa y la
preservación de la fe.
527 § 1. Quien ha sido promovido para llevar la cura pastoral de una parroquia, la
obtiene y está obligado a ejercerla desde el momento en que toma posesión.
§ 2. Otorga la posesión al párroco el Ordinario del lugar o un sacerdote delegado por
éste, según el modo recibido por ley particular o costumbre legítima; sin embargo, puede
el mismo Ordinario, con justa causa, dispensar de la observancia de ese modo, en cuyo
caso, la notificación de la dispensa hace las veces de la toma de posesión.
528 § 1. El párroco está obligado a procurar que la palabra de Dios se anuncie en su
integridad a quienes viven en la parroquia; cuide por tanto de que los fieles laicos sean
adoctrinados en las verdades de la fe, sobre todo mediante la homilía, que ha de hacerse
los domingos y fiestas de precepto, y la formación catequética; ha de fomentar las
iniciativas con las que se promueva el espíritu evangélico, también por lo que se refiere a
la justicia social; debe procurar de manera particular la formación católica de los niños y
de los jóvenes y esforzarse con todos los medios posibles, también con la colaboración de
los fieles, para que el mensaje evangélico llegue igualmente a quienes hayan dejado de
practicar o no profesen la verdadera fe.