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Marco Teórico

El documento describe el acoso escolar y el bullying, incluyendo sus definiciones, tipos, causas y síntomas. Define el acoso escolar como violencia psicológica o física repetida entre estudiantes que causa daño a la víctima. Explica que el bullying implica agresiones continuadas que pueden resultar en exclusión social. Describe las agresiones verbales, físicas y de aislamiento social. También examina las características de los acosadores, víctimas y espectadores, así como las causas personales, familia

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Marco Teórico

El documento describe el acoso escolar y el bullying, incluyendo sus definiciones, tipos, causas y síntomas. Define el acoso escolar como violencia psicológica o física repetida entre estudiantes que causa daño a la víctima. Explica que el bullying implica agresiones continuadas que pueden resultar en exclusión social. Describe las agresiones verbales, físicas y de aislamiento social. También examina las características de los acosadores, víctimas y espectadores, así como las causas personales, familia

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II.

Marco teórico
2.1-Concepto de Acoso
El acoso escolar  es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico
producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado
en el [Link] tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayormente en
el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso
escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo
ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas. El acoso
escolar es una forma característica y extrema de violencia escolar.

Según Olweus en (1973), es una forma de violencia que se da entre


compañeros y por tanto frecuente en contexto escolar. Existen distintos términos
para referirnos a este fenómeno: acoso escolar, bullying o violencia entre iguales.
Repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes, sin capacidad
para defenderse. “Para definirlo de forma más precisa, es necesario que los
sujetos posean intencionalidad puede no estar presente antes de los siete años,
de forma que las acciones sean deliberadamente hostiles”. Tiene que repetirse
durante un periodo de tiempo no ser algo puntual y causar daño a la victima que
se encuentra sola en situación de desamparo e incapaz de resolverlo. No hay
generalmente provocación por parte del alumno que lo sufre. Es decir, no toda
confrontación, pelea o insulto es acoso escolar.

Afirman Oñate y Piñuel (2005:19), “entienden que el bullying se refiere sólo


al maltrato físico y que éste constituye sólo una parte del total de conductas de
hostigamiento y acoso que sufren los escolares”.

La forma en que se comete acoso escolar puede ser verbal, física o de aislamiento
social hacia la víctima. Los espectadores (otros alumnos) son clave, ya que es a
ellos a quien el acosador quiere mostrar su poder. Con su silencio permiten la
perpetuación de estas acciones (apoyando o no al agresor). En cuanto a los
contenidos, pueden ser racistas si hacen referencia al origen étnico del sujeto,
sexuales si incluyen burlas con connotaciones sexuales.

2.1.1-Tipos de agresiones
Agresiones físicas:

 Directas: pegar, dar empujones, amenazar, intimidar...

 Indirectas: esconder, romper, robar objetos de la víctima Agresiones


verbales:

 Directas: vocear, burlarse, insultar y poner motes

 Indirectas: hablar mal a sus espaldas, hacer que lo oiga "por casualidad ',
enviarle notas groseras, cartas, hacer pintadas, difundir falsos rumores, etc.

Agresiones relaciónales o exclusión social:

 Directas: exclusión deliberada de actividades, impedir su participación (se


ve a la víctima alejada en el patio, en clase es evitada, siempre queda sin pareja)

 Indirectas: ignorarla, hacer como si no estuviera o como si fuera


transparente.

Las características comunes y rasgos de personalidad que se observan con


frecuencia, pero desde nuestro punto de vista es algo hablar de perfiles de
víctima, espectador o acosador, porque todo escolar puede sufrirlo, ser testigo o
acosar..

La violencia escolar es todo acto por el cual un individuo o grupo utiliza la


fuerza física, armas o la coacción psíquica o moral en contra de sí mismo, de
objetos o de otra persona o grupo provocando como resultado la destrucción o
daño del objeto y la limitación o la negación de cualquiera de los derechos
establecidos de la persona o grupo dentro de la comunidad escolar.

Los espectadores pueden tener cualquier característica. Pueden ser alumnos


modelo que de alguna manera acaban interiorizando errores de atribución hacia la
víctima se lo merece o tienen miedo de acabar ellos siendo las víctimas, perdiendo
popularidad al defenderle. El modelo de contagio social, que actúa en los grupos y
afecta a todos pero sobre todo a aquellos que no tienen espíritu crítico, son
inseguros, dependientes y no cuentan para el resto de sus compañeros. Si
además la conducta violenta no es censurada y tiene éxito.

II.1.3 Síntomas que presenta los alumnos


La víctima puede presentar un rango amplio de problemas generalmente
encuadrables en los trastornos de ansiedad: fobia escolar o social, crisis de
angustia, trastornos de apetito y de sueño pudiendo llegar al trastorno de estrés
postraumático). También hay sensación de indefensión, baja autoestima,
retraimiento social y cuadros depresivos llegando algunos a ideas suicida o a
actuarlo). Es habitual que presenten somatizaciones y que el rendimiento escolar
decaiga. Como pediatras, profesores y padres hay que sospecharlo: a veces los
niños lo cuentan, pero no siempre. Pueden tener miedo por las represalias que
prevén de sus compañeros. Otros piensan que son cobardes porque no saben
defenderse, tienen vergüenza y lo esconden a los propios padres. Algunos no lo
dicen porque no creen que lo que les está pasando sea un maltrato. Creen que
este consiste en ataques físicos, pero no insultos ni conductas de exclusión o
aislamiento que pueden tener efectos mucho más graves. Algunos creerán que se
lo merecen, ya que está tan aceptado por sus iguales que les parece inevitable.
Finalmente otros acaban resignándose tras denunciarlo, ya que los adultos
responsables le restan importancia y son etiquetados de "blandos", "acusicas" o
"cobardes". En todos los casos el malestar se expresa. Por la ansiedad y el
sufrimiento que padecen las víctimas es frecuente un bajo rendimiento escolar,
además de comportamientos disfuncionales para perpetuar el acoso y facilitar
estos errores de atribución.

2.2 El Bullying
El bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que
recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con
el objetivo de someterlo y asustarlo, con vistas a obtener algún resultado favorable
para los acosadores o simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir
que éstos suelen presentar.

El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones


y puede provocar la exclusión social de la víctima.

Características del Bullying

- Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas, agresiones


físicas, aislamiento sistemático, etc.).

- Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.

- Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima
que se encuentra indefensa.

- Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los


agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.

- La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia;


pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento
escolar.

- Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor,


mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.

- En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se
produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.

- Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad para


lograr objetivos y aumento de los problemas y tensiones.

Tipos de Bullying

Podemos hablar de varios tipos de acoso escolar que, a menudo, aparecen de


forma simultánea:

- Físico: empujones, patadas, agresiones con objetos, etc. Se da con más


frecuencia en primaria que en secundaria.

- Verbal: insultos y motes, menosprecios en público, resaltar defectos físicos, etc.


Es el más habitual.
- Psicológico: minan la autoestima del individuo y fomentan su sensación de
temor. zi
- Social: pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros.

2.2.1Signos y síntomas sugestivos de maltrato escolar en el Liceo Geraldo


Janse

Somatizaciones (por la mañana se encuentra mal, tiene dolor de cabeza, de


tripa...; en la escuela dice que no se encuentra bien y pide que le vayan a
recoger...)

Cambios de hábitos (hace 'pellas'', no quiere ir a la escuela, quiere que le


acompañen o cambia la ruta habitual, no quiere ir en el transporte escolar, no
quiere salir con los amigos...)

Cambios en la actitud hacia las tareas escolares (baja el rendimiento


académico)

Cambios de carácter (está irritable, se aísla, se muestra introvertido, más


arisco, angustiado o deprimido, empieza a tartamudear, pierde confianza en sí
mismo)

Alteraciones en el apetito (pierde el apetito, o vuelve con hambre porque le


han quitado el bocadillo o el dinero)

Alteraciones en el sueño (grita por la noche, tiene pesadillas, le cuesta


dormirse o se despierta muy pronto...)

Vuelve a casa regularmente con la ropa o el material roto. Tiene m o


ratones, heridas o cortes inexplicables.

Empieza a amenazar o a agredir a otros niños o hermanos menores

Rehúsa decir por qué se siente mal e insiste en que no le pasa nada. Da
excusas extrañas para justificar todo lo anterior.

En casos graves puede llegar a tener ideaciones o a realizar intentos de


suicidio.

2.3Las causas del acoso escolar


El acoso escolar es un fenómeno que puede manifestarse por distintas causas
personales, familiares o escolares, y por eso puede darse en cualquier centro
educativo: sea privado o público. Respecto a las causas escolares, parece haber
más riesgo de acoso escolar en los centros grandes que en los pequeños, por la
dificultad en la vigilancia de los primeros.

Una causa personal podría ser, por ejemplo,  la baja autoestima del acosador.
Sentirse superior al acosado sería una manera de suplir la poca confianza en sí
mismo. En cuanto a las causas familiares, el origen de la violencia de los niños
acosadores podría encontrarse en el modelo de padre agresivo. Además, la
tensión económica, la mala relación entre los progenitores, los valores adquiridos,
la ausencia de reglas de convivencia, etc. podrían ser causas probables del
desarrollo de este fenómeno.

2.3.1Consecuencias y efectos del acoso en alumnos.

Las víctimas de acoso escolar pueden sufrir distintos efectos psicológicos


negativos. 

Una investigación realizada en 2014 en la la King’sCollege


London descubrió que los efectos psicológicos negativos que sufren las personas
con bullying permanecen durante 40 años después de haber sido víctima de
acoso. 

Esto nos debe hacer reflexionar sobre el grave impacto psicológico del acoso en el
resto de la vida de la persona afectada, presentando peores indicadores de su
salud mental y física y un peor desempeño cognitivo respecto a los individuos que
no sufrieron acoso.

Veamos cuáles son los efectos negativos en la salud física y psíquica detectados
en víctimas de bullying.
2.4iniciativas para cambiar la situación.

El acoso escolar debe ser evaluado y tratado de forma global, entendiendo


que todos los participantes tienen algún sufrimiento y zonas erróneas.

Para poder "salvar la cara" los humanos "nos contamos historias" que nos
permiten hacer cosas que de otra manera no podríamos justificar. Sin reconocer
esto (que todos hacemos) no podrían explicarse las demonizaciones periódicas
que hacemos unos de otros: judíos, musulmanes, inmigrantes, homosexuales o de
los contrarios en el fútbol (por ejemplo). Este error cognitivo nos permite matar,
linchar, agredir o excluir al "diferente" con el consentimiento tácito o explícito del
grupo ideológico. Es así cómo se construyen los "chivos expiatorios". Además se
facilita la ausencia de empatía con la víctima (cosificada o deshumanizada)
permitiendo que sea ella quien cargue con las ansiedades y frustraciones del
grupo. Por ello, hay que abordarlo de forma grupal (y social).

D. Olweus, en( 1980), señaló tres factores en el ámbito familiar que a su


juicio considera decisivos para el desarrollo de modelos de agresión entre los
alumnos: 1) actitud emotiva de los padres negativa, socializando a sus hijos sin
afecto ni dedicación; 2) la ausencia de límites y permisividad ante la conducta
agresiva de su hijo, y 3) uso del castigo físico y el maltrato emocional para afirmar
su autoridad. También como se ha comentado anteriormente, los padres que
sobreprotegen a su hijo y le dificultan desarrollar habilidades sociales pueden sin
querer, favorecer su victimización. Como casi todo en educación, los extremos
(muy permisivos-déspotas), nunca suelen ser adecuados.

En cuanto a los factores dependientes de la escuela, las condiciones de riesgo y


protección que sobre ella influyen son múltiples y complejos. Pero se sabe que en
aquellas instituciones que tienen bien establecidas formas de prevenir, denunciar y
actuar eficazmente ante este fenómeno hay menos problemas y se abordan antes
de que se agudicen. También se ha demostrado menor repertorio de actos
violentos si se fomentan los vínculos seguros entre profesores y alumnos y entre
los alumnos entre sí. Deben existir límites bien especificados y una disciplina
coherente y basada en el afecto y el apoyo. Que haya una filosofía de centro que
tienda a la excelencia y cuente con un currículo de no violencia contribuye a
disminuirlo. Por el contrario, las escuelas que tienen estructuras jerárquicas sin
participación de la comunidad educativa, carecen de normas de conducta
establecidas o tienen un sistema disciplinario inconsistente, laxo, ambiguo o
extremadamente rígido pueden favorecer que surjan y se mantengan situaciones
violentas en sus aulas. Son este tipo de instituciones las que suelen negar la
importancia de lo que ocurre o no les parece que sea su responsabilidad.

Aunque excede el ámbito pediátrico entrar en el aula a trabajarlo, los profesores


responsables deben abordarlo utilizando métodos pedagógicos adecuados. Para
ello necesitan estar sensibilizados con el tema y saber qué hacer. Muchas veces
lo ignoran y esto puede ser la causa de que lo nieguen. Hay en la bibliografía
varias guías útiles10.

Desde nuestra perspectiva, el educar a los padres para que socialicen con afecto
y limites, pasen tiempo suficiente con sus hijos y se interesen por su vida, nunca
es tiempo perdido. El desarrollar habilidades de comunicación no violenta 13, el
aprender desde pequeños que el respeto es necesario para convivir (y más en las
sociedades plurales y multicreenciales de ahora) y que las diferencia y la
diversidad forman parte de la vida, debe formar parte de los mínimos de nuestra
educación14.

Que los niños tengan buena autoestima, sean asertivos y aprendan a solucionar
de forma prosocial el conflicto les dará herramientas para pararlo y cuestionarlo.
Saber que algunas características físicas, sociales o psíquicas lo favorece (niños
prematuros, impopulares, pesados, de otras culturas, hiperactivos, etc.) debería
ayudar a ponernos en guardia para prevenir su aparición 15. El tener bien
desarrollada la empatía, ponerse en el lugar del otro y ser conscientes del
sufrimiento (gratuito) que infligimos, nos hará mejores, menos egocéntricos y más
felices. Y ayudará a que la sociedad que formemos sea más amable.

Nuestra experiencia (sesgada) en los casos que vemos, es que se ha intervenido


tarde (o no se ha hecho nada) y la víctima ha sufrido un daño difícil de
recomponer16. Al final la mayor parte de las veces acaba abandonando el centro.
Hay información suficiente para conocer el efecto devastador que esta violencia
produce. El pediatra puede ser una figura de detección y apoyo en algunos casos.
Sin duda la "tolerancia cero" debe ser promovida desde todos los organismos
implicados y tiene que estar presente de forma explícita en el currículo escolar y
familiar.

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